Partida Rol por web

El viejo bajó al hall del hotel, casi corriendo, se notaba que su ánimo había mejorado. Estaba duchado, vestía una camisa rosada y un terno gris, con unos pantalones también grises.  Saluda a todos sus compañeros

-¿Qué tal están para un nuevo día laboral acá en la península Ibérica? Hace años que no volvía a estas tierras, acá donde aprendí a hablar la lengua española.-Dice con su suave pero carrasposa voz.

Apoya su bastón contra un muro y comienza a leer el periódico local, buscando alguna noticia de interés.

Os sentáis a la mesa, a la espera de que Ernesto y Raúl resuelvan sus diferencias y vais mirando la carta. Podéis elegir el menú del día, de 9 euros por persona, que consiste en un primero a elegir de entre tres (Sopa Castellana, Arroz a la cubana y Judiones de La Granja) y un segundo también a elegir (Entrecot, Chuletas de lechal o Merluza a la plancha). Eligiendo de la carta tenéis además de los platos mencionados, otros como "revuelto de níscalos", "calabaza a la viña", "churrasco de buey", "chorizo de la olla", "merluza rellena" o "pimientos rellenos", aparte de cosas menos exóticas como filete de ternera, potaje de garbanzos o huevos fritos con patatas. Pidiendod e la carta saldríais a unos 20 euros por persona.

El periódico trae no muchas cosas de interés, aparte de alguna mención al concierto de esta noche, que al parecer llevará a dos grupos, los "Cianuro" y unos tales "Cuarto sin ascensor", todo dentro de unas jornadas musicales llamadas "Chimenea Rock". Se menciona la tragedia de hace diez años, aunque nada que no sepáis ya. Un editorial habla del mal gusto que supone que el ayuntamiento subvencione estos conciertos que parecen querer celebrar "el hecho más luctuoso de esta localidad desde el enfrentamiento entre nacionales y republicanos durante la Guerra Civil, aquel asalto relámpago que costó muchas vidas y enfrentó a hermanos con hermanos."

Mientras habláis, los compañeros atraviesan la puerta lateral que da al restaurante y desaparecen allí, sin duda para ir buscando mesa.

- Hecho. No más drogas, ni desnudos, ni arranques psicóticos. Pero a la vuelta voy a tener que tomar algo antes de subir al avión. Creo que no me hace bien volar… de ninguna forma. Por el resto, usted solo dígame donde me quiere.

- Ahora, si no le molesta... lo último que llegó a mi estómago fue un café con leche, antes de salir hacia Ezeiza. Y ahora está en el saco de uno de los pasajeros del avión. Me haría bien comer algo.

Apenas un par de minutos después, entran en el comedor del restaurante Marino los dos rezagados. Encuentran al resto del grupo sentado a la mesa mirando la carta. Podéis elegir el menú del día, de 9 euros por persona, que consiste en un primero a elegir de entre tres (Sopa Castellana, Arroz a la cubana y Judiones de La Granja) y un segundo también a elegir (Entrecot, Chuletas de lechal o Merluza a la plancha). Eligiendo de la carta tenéis además de los platos mencionados, otros como "revuelto de níscalos", "calabaza a la viña", "churrasco de buey", "chorizo de la olla", "merluza rellena" o "pimientos rellenos", aparte de cosas menos exóticas como filete de ternera, potaje de garbanzos o huevos fritos con patatas. Pidiendo de la carta saldríais a unos 20 euros por persona.

Hay poca gente en el restaurante y casi todos os miran de vez en cuando con curiosidad. Sois los únicos que habéis pedido almorzar, en el resto de mesas la gente toma una cerveza con un plato de aceitunas o con unos "torreznos".

Ni contentos ni disgustados de veros allí, mantienen una mirada seria pero no hostil, como serenas estatuas. Pero al poco pierden el interés y sus miradas se van hacia la televisión que el dueño enciende. En pantalla aparece un debate en Antena 3 sobre padres que contratan a detectives para que vigilen a sus hijos adolescentes.

El camarero se acerca a tomaros nota y tras advertiros que la comida tardará un poco porque el cocinero acaba de llegar, os deja con vuestra conversación.

Tras mirar con cuidado el menú, finalmente Facu se decide - Una de estas sopas y una chuleta - le pide al camarero mientras, para sus adentros, se rie por el término "chuleta" - Con que viene acompañada? Puede ser un puré de calabaza? - pregunta educadamente.

Una vez finalizada su selección, y tras mirar al resto de los presentes, se acomoda y comenta - Bueno, parece que ya estamos todos. Supongo que después de comer iremos al lugar. Ya que la comida va a tardar, quizás deban buscar lo que necesiten para esta "excursión". Yo ya estoy listo - comenta palmeando la mochila que tiene a sus pies - Solo queda hablar... lo que nunca me resultó dificil, jaja -

Sin embargo, más allá de sus bromas, Facundo es un profesional competente por lo que lo encara a Ernerto y le pregunta - Algo en particular que deba decir si o si? O esperamos a ver que posibilidades hay antes de organizarnos -

El camarero-recepcionista-encargado toma nota, haciendo algunas aclaraciones. "¿Sólo una chuleta? Son pequeñas" "Tendrá que ser puré de patata."

- Entonces que sean dos... y puré de patatas - confirma el locutor mientras espera que el resto de los presentes haga su pedido - después de todo "hace hambre" - intenta bromear

Ernesto se acomoda en su silla, después de haber llegado atrás de Raúl. La posición era la del pastor que lleva a sus ovejas... o del gaucho que mueve a las vacas. De su gesto, no se podía sacar ninguna conclusión determinante. Hojea la carta, levanta la mirada y se dirige al empleado multiuso.

- Sopa castellana y Merluza a la plancha con puré de papas - hace una pausa contemplativa mirando al sujeto, antes de agregar: - De patatas. Gracias. Y agua con gas, por favor.

Entonces, pone su atención en Facundo. Los ojos claros del redactor lo escrutan silenciosamente, como si estuviera considerando con gran seriedad lo que acaba de decirle. Permanece así un momento. Finalmente, cierra la carta y la deja a un costado, moviendo los cubiertos con estrategia para poder apoyar los codos en la mesa sin tirar nada.

- František es el que te va a poder decir eso. De todas formas, pensé en el reportaje orientado a esto: no se va a poner realmente en duda de que allá pasó algo paranormal, pero hay que atenterse a lo que vaya a pasar ahora. Saber qué opina la gente, si sólo viene convocada por la banda y la música, o tiene algún interés en la historia. Qué sabe la gente, si hay algo que no llegó a los medios antes. Qué dice la banda al respecto. Y sobre todo, si pasa algo mientras están tocando. Yo creo que seguro pasa algo... Posiblemente la banda prepare alguna sorpresa para justificar todo lo que movieron. Hay que estar atentos a eso. Sobre todo vos, František, y por supuesto vos, Diego.

- Yo también voy con el menú. Arroz y el pescado. Algo livianito, porque todavía tengo el estómago un poco desarreglado. Y agua mineral, si puede ser.

Camestres dedicó los momentos de la comida a observar a todos los presentes. No a sus compañeros de trabajo, sino a los otros comensales del salón. Hizo una radiografía mental de cada uno de ellos, utilizando sus nuevas capacidades de percepción. Algo peligroso flotaba en el ambiente, y era mejor estar preparado. Finalmente, concentró su poder sobre una extraña formación de humedad que, casi imperceptible para los demás, se atisbaba en un rincón del cielorraso.

- Bien, entendido - Facu cabeceo arriba y abajo, en señal de asentimiento mientras buscaba al camarero con la vista - Para mi también agua... con gas - le indicó en cuanto consiguió su atención.

Luego volvió a mirar a sus compañeros - Asi que crees que la banda hará alguna trampita... si, suena lógico. Estaré atento. Las entrevistas a los locales, entonces, mejor que hagamos alguna antes del concierto, no? Así podemos jugar con el antes y el después y ver las reacciones. Si, se puede armar algo interesante con eso, siempre es divertido ver como cambian las opiniones. y más si conseguimso entrevistar a la misma gente en ambas ocasiones. Algún rango especial? ancianos? jóvenes? hombres? mujeres? Te interesa que apuntemos a algún sector específico? - Más allá de las bromas mañaneras, está claro que Facundo ha decidio empezar a trabajar y sus preguntas apuntan a cumplir los deseos del redactor de la mejor forma posible.

Diego escudriña la carta una y otra vez, sin decidirse por algo en especifico, muchas cosas que probar y tan poco espacio en el estomago... así que se decanta por su gusto por el pescado...
-Yo quiero merluza rellena, y Pepsi si tienen, si no Coca Cola estar bien...
Luego de eso mira a Ernesto con una ceja levantada
-Yo siempre estoy listo, mi querido Ernesto...

Diez minutos después, cuando casi habíais acabado con el pan, os traen la comida. La sopa castellana está compuesta de un líquido espeso con fuerte sabor a ajo, al que le han añadido trozos de pan, migas de jamón serrano y un huevo escalfado. La merluza rellena lo está de una bechamel de pimiento rojo y gambas. El puré de patatas no es muy apetitoso, más bien parece precocinado, pero el resto de la comida está bastante buena.

- Bueno... se puede comer - comenta Facundo mientras que, olvidando sus modales, se lanza sobre los platos, demostrando que está famélico.

Mientras tanto, permanece atento, esperando que le confirmen cuales deben ser sus objetivos a entrevistar.

- ¿Tu qué? - pregunta Ernesto, asombrado.

Tras una mirada de incredulidad, el redactor decide que ya ha sido suficiente por el día, e ignora el comentario. Echa una mirada de reojo al asistente que se ha colgado mirando a la nada. Mira al parapsicólogo que mantiene el silencio. Recorre al locutor que espera su respuesta, y luego de nuevo al camarógrafo que le mira ofendido por haber puesto en duda su diligencia. En este momento, Ernesto cae en la cuenta de que todo parece ir barranca abajo hacia el desastre.

Entonces, decide aferrarse a lo único que los va a poder salvar de la barbarie: el método.

- Con uno o dos representantes de los distintos segmentos de interés, creo que va a estar bien. Lo vamos a hacer así: apenas lleguemos, vamos a echar una mirada a los alrededores. František se va a ocupar de la casa en cuestión, aunque me temo que van a estar montándolo todo; pero no creo que nos cueste pedir un poco de permiso y decir que nosotros también venimos a montar cosas. Diego, vos vas a hacer un paneo como siempre para saber cuáles son los mejores ángulos. Además, esto nos va a permitir saber si nos hace falta algún equipo o no, y vamos a tener tiempo para prepararlo. Vos, Facundo, vas a tener el trabajo de hablar con quienes hablar con vos sobre el tema, y convencerlos para que tengan sus dos minutos de fama. Quizás hasta puedas hacer que prometan reunirse con vos después del recital para dar un parecido del 'después'. Eso queda en tu cuenta. Y vos, Raúl, vas a rotar entre Diego y František que creo que van a necesitar más ayuda. Yo voy a ir con Facundo, porque de lo que dice la gente, seguro sale alguna pregunta o dato interesante para tener en cuenta.

Los mira, esperando que alguien diga algo, y empieza a comer sin pensar en el sabor. Como quien dice, cuando hay hambre, todo es delicioso.

- Comamos tranquilos, pero tratemos de no demorar mucho. Estamos contrarreloj hoy.

- Bien, bien - Facundo ignora el tono de Ernesto que da a entender que está algo alterado - Está claro. Me ocuparé de mi parte... y veremos cuantos se niegan a hablar, jeje - se sonríe tranquilo respecto a su habilidad para el tema - Será un pena que no podamos contar con la cámara de entrada, a veces es mejor preguntar directamente, sino tienen tiempo a pensar sus respuestas... aunque quizás sea mejor así. Si preparan sus respuestas parecerán más serios... eso es bueno -

El locutor habla con la confianza que le da la experiencia - Despues de todo no queremos que parezcan "monguis" - acota como al pasar - sino personas serias y responsables -. Mientras habla, termina la sopa y comienza con las chuletas y las patatas sin que la comida le merezca el menor comentario. Ya está concentrado en su tarea y el resto es solo algo que debe hacer

Luego de leer detenidamente el menú, dice:

-Quiero un arrroz a la cubana, y para beber, una botella de vodka "Boris Yeltsin", nada más.

Espera su pedido sentado tranquilamente en la mesa, oyendo lo que dicen sus compañeros.

-Eh... ¿una botella de vodka? No tenemos esa marca, pero ¿no prefiere un chupito al terminar la comida?- el camarero parece realmente tenso al hacer esta pregunta. Empieza a notarse que las constantes sorpresas del grupo le están socavando la moral.

El viejo, extrañado por la actitud del empleado, responde:

-No, gracias, prefiero un agua mineral gasificada, por favor.

¿Por qué estará tan tenso este hombre, que le sucede?

Al viejo le estaba entrando a dar calor y se quita la chequeta, la cual deja en el respaldo de su asiento. Luego de mirar fijamente al empleado, antes de que se valla le dice:

-Tú, hombre, sí tú. Dime, ¿Cuál es tu nombre?