Con la aquiescencia de todos, la reunión llega a su término. Recogéis el material de trabajo y las notas y salís ordenadamente de la sala hacia la calle. A vuestro paso por la oficina, una pareja de chicas que trabajan allí observa a Facundo y susurran entre ellas, como si rieran de algún cotilleo.
Ya fuera os despedís brevemente y os marcháis a vuestras respectivas tareas para estos días, con la consigna de volver a encontraros allí en pocos días.