Tras descubrir el acceso secreto en el pasillo del hall, descendisteis hasta llegar a otra sección del castillo. Se trataba de la capilla; pensasteis que probablemente estaríais en el sitio más hermoso de todo el castillo. Todo bien iluminado, con enormes estatuas de vírgenes, vidrieras que representaban pasajes de la biblia y alfombras rojas que adornaban el suelo. Sin embargo, según avanzabais por los distintos pasillos de la capilla os dabais cuenta que siempre volvéis al mismo sitio ¿se trata de un laberinto? Además, el ambiente se vuelve cada vez más angustioso, como si os faltase el aire...
Debéis narrar vuestras impresiones sobre como avanzáis además de una tirada de percepción.
-¡Maldición!, parece que sólo estamos caminando en circulos- le hablo a Richelle dando a entender en mi tono de voz la frustración que me causa está situación, puedo sentir como respirar se me dificulta, tal vez sea por la ira de llegar siempre al mismo lugar o al menos eso es lo que trató de creer, pero estamos en el castillo maldito tal vez algo más nos está reteniendo aquí, trato de concentrarme para lograr detectar algo que me deje entender que es lo sucede.
Motivo: Percepción
Dificultad: 0
Habilidad: 1
Tirada: 2 8 9
Total: 8 +1 = 9 Éxito
-Como es que un lugar sagrado puede tener influencia con el castillo del mal- murmuró Richelle mientras avanzaba cautelosamente a espaldas de Alexander, contemplaba fijamente con mirada inteligente las obras de arte que en aquella capilla se exhibían.
Pensaba en el señor Ellian y en donde podía encontrarse, pero no se atrevió a mencionarle nada a Alexander, no quería darle más señas de debilidad, se contempló su brazo herido por los muertos vivientes, pensando en que quizá para aquellos momentos en que caminaban y caminaban, el señor robleverde, o roblefrondoso ( Richelle era mala para los nombres), se hubiese convertido ya en un monstruo al servicio de Drácula.
Fué entonces que la voz de Alexander la hizo salir de su propio ensimismamiento, y levantó una ceja, era cierto, al menos ya tres veces habían pasado por la misma imagen que representaba a la virgen Maria sosteniendo el cuerpo inerte de Jesús el nazareno, cerró los ojos un momento, sintiendo la esencia del lugar, un escalofrío recorrió su espalda y abrió los ojos al momento.
-Pues si...pero se tendría que tratar de alguien con poderes mágicos tan fuertes como para mantenernos caminando en...una...ilusión,supongo, por llamarle de alguna forma. Lo mejor será mantener los ojos abiertos.- exclamó Richelle con una voz baja y susurrante temerosa de que alguien los pudiese escuchar en aquella estancia.
Motivo: Percepcion
Dificultad: 0
Habilidad: 0+1
Tirada: 5 7 9
Total: 7 +1 = 8 Éxito
Vuestros personajes están buscando una salida, sin embargo están exhaustos por la falta de aire. Estabais encerrados en una trampa cuya intención es asfixiaros como animales.
Habéis perdido 1 vida y debéis repetir la tirada de percepción.
La falta de aire comenzó a ser notoria, Richelle se recargó sobre una pared, mientras apretaba su pecho, sintiendo la falta de oxígeno en el ambiente.
Motivo: Percepcion
Dificultad: 0
Habilidad: 0+1
Tirada: 3 6 7
Total: 6 +1 = 7 Éxito
La respiración se me dificultaba, la visión de hacía borrosa y el cuerpo pesaba, apesar de eso pude ver a Richelle como empezaba a desvanecerse por la falta de oxígeno, no podía dejar que este lugar fuera su tumba y tampoco podía perecer aqui, tenía una misión que cumplir.
Motivo: Percepcion
Dificultad: 0
Habilidad: 1
Tirada: 3 5 9
Total: 5 +1 = 6 Éxito
Podéis narrar que conseguís encontrar una corriente de aire entre muros ilusorios que os permitirá continuar.
Al ver a Richelle recargada sodre la pared note que una pequeña parte de su ropa se movía de forma irregular como si el aira la moviera, tarde unos segundos en reaccionar, si existía una corriente de aire en la pared podría ser una ilusión o al menos eso creía, existía lo posibilidad de que no mente este alucinando por la falta de oxígeno, sin pensar mucho y con toda la fuerza que me quedaba me abalance sobre la pared que se encontraba a lado de la hechicera.
Podría parecer que la estaba atacando pero no podía perder más tiempo en explicar mis intenciones, en el peor de los casos mi cuerpo sería frenado por la dureza del muro, para mi fortuna no fue así, cuando crei que el impacto era inevitable cerre los ojos, pero no sentí nada, al abrir los ojos descubro que el muro era falso y frente a mi hay un camino que nos permite seguir adelante.
-Dije...q..que no...sería...una carga...más...lo sie...siento...Alexander.- había comenzado a ver doble, y sentía como cada vez le costaba más enfocar las cosas, el colapso iba a ser inevitable...y entonces...Alexander la atacó. Recordaba haber visto campesinos matando sus caballos cuando a estos se les rompía una pata, Richelle cerró sus ojos y en vez de intentar defenderse, se limitó a rodearse con sus brazos y cerrar los ojos, escuchó el sonido de algo derrumbándose y cuando los abrió de nuevo, vió que Alexander habia destruido un muro por el que se filtraba una corriente de aire fresco.
La muchacha caminó a tropezones hacia este nuevo pasadizo que Alexander habia abierto, tomó la fuerte mano del cazador, y la apretó entre las suyas-Nos has salvado...una vez más...en verdad eres un digno heredero del apellido de tu clan.- mencionó Richelle, y luego le dió un fuerte abrazo a Alexander, poniéndose de puntitas en sus pies, y rodeandolo por el cuello con ambos brazos. Se apartó de el un poco apenada.
Y observó el nuevo pasillo por el que estaban, intentando encontrar algun indicio de algo raro, para no ser tomados por sorpresa nuevamente.
Motivo: Percepcion
Dificultad: 0
Habilidad: 1+1
Tirada: 5 6 9
Total: 6 +1 +1 = 8 Éxito
Siguiendo las indicaciones de Alexander el grupo continuó avanzando por la capilla la cual parecía cada vez más normal. ¿Habíais superado una trampa mortal? Era posible, pero no todo había acabado allí ya que todavía se necesitaba encontrar una nueva salida para dar con el responsable de la aparición del castillo.
Pocos minutos más tarde descubristeis dentro de la capilla una sala donde había un gigantesco crucifijo dorado con la imagen de Jesucristo ya muerto tras la sagrada lanzada. Bajo la cruz, un elaborado y espléndido órgano con su teclado al descubierto y un libro de partituras abierto sobre él.
En la partitura venía el nombre de la pieza para tocar en el órgano, el nombre era "Tocata y Fuga" por M. Cronqvist.
Vuestras opciones son:
Ignorar el órgano y regresar por donde habéis venido
Que uno de ustedes intente tocar la partitura, intentando ser lento y pausado con tal de no cometer ningún error en la partitura.
Que uno de ustedes intente tocar la partitura, intentando dejarse llevar por la emoción y la pasión.
En la nueva sala que encontraron, Richelle recordó la catedral a la que su madre solía llevarla de pequeña en algunas ocasiones a la ciudad, desde su pueblecillo. Miró con devoción el cristo, y se santiguo, cruzando sus manos delante de ella a la altura de su rostro, en una evidente plegaria silenciosa. Se quedó asi unos minutos, aprovechando la quietud del lugar.
A los pies del cristo se alzaba un organo, Richelle curiosa por naturaleza, habia visto ya en otras ocasiones a los organistas en las iglesias tocando el instrumento, las notas en las partituras tampoco le resultaban demasiado indescifrables, poseía un conocimiento bastante aceptable de solfeo.
Richelle se adelantó al organo y le dijo con serenidad a Alexander. -Dame unos minutos veamos que tal suena.- la chica se sentó al organo, se acomodó su rubia cabellera detrás de su espalda con un movimiento suave, repasó una vez con la vista la partitura, y acontinuación, con inusitada habilidad comenzó a interpretar la obra que venía trazada en el pentagrama.
Intento tocar la partitura sin cometer ningún error.
De repente pasó algo con lo que no contabais, la imagen del órgano con la partitura comenzó a moverse... a parpadear; era como si se tratara de una especie de espejismo o algo similar...
En un abrir y cerrar de ojos el órgano desapareció y en su lugar visteis a una mujer tendida en el suelo con los ojos cerrados. No sabíais si estaba inconsciente, dormida o muerta. Desde vuestra posición no pudisteis verle bien el rostro, pero sus ropajes eran sencillos, como los de cualquier mujer de pueblo.
De repente cuando os acercasteis la mujer se despertó.
- Do... ¿dónde estoy? - comentó aún confusa
- Yo... yo... estaba en casa...y... y de repente... fue... fue horrible - sus lágrimas no paraban de brotar, parecía que llevaba en su interior una gran angustia
La mujer aún se encontraba muy nerviosa por lo sucedido, no sabía exactamente donde estaba pero tenía una cosa clara, confiaba en ustedes.
- Por favor, indicadme donde está el exterior... yo seré capaz de salir de aquí sola, nada me detendrá ahora que sé que habéis venido a por mí - después cogió aire y comenzó a levantarse.
Liberarla y dejar que regrese al pueblo
Que alguno de ustedes abandone la misión y la acompañe personalmente (el pj quedará fuera de partida hasta el 02/03/2018)
Continuamos por el camino que descubrimos hasta llegar a una sala con una escultura de Jesús en la Cruz y un órgano, Richelle movida por la curiosidad se acercó al mismo para interpretar la pieza que se encontraba colocada ahí, al ver a la joven como de forma gracial acomodaba su delicada figura en el banquillo y colocaba su cabellera a sus espaldas, recordé todas las ocaciones en las que había tenido la oportunidad de sentir su cálida piel, una suave sonrisa se formó en mi, pero rápidamente se desvaneció al recordar el motivo por el cual se encontraban aquí, Desearía que no tuvieras que pelear en esta batalla donde no sabemos si saldremos vivos pensé mientras tocaba el órgano y la melodía llegaba a mis oídos.
De pronto el órgano desapareze y en su lugar de encuentra una mujer de aspecto sencillo, rápidamente me acerco hacia la mujer, más que nada para proteger a mi compañera en caso de que sea un nuevo enemigo a vencer, cuando la chica despertó se encontraba confundida pero sin daños aparentes y sin parecer un rival,-¿Cual es su nombre señorita?, ¿Podrías decirnos porque te trajeron aquí?- al escuchar su petición de dejarla ir rápidamente cruzó por mi mente la idea de que Richelle pudiera abandonar este horror a lado de la joven recién rescatada.
-No creo que sea correcto y seguro que viajes sola por este castillo- mire a mi bella compañera en forma de súplica para que se fueran juntas ya que no me atrevía a decile abiertamente que escapará de este maldito lugar mientras pudiera, pero sabía que no daría la espalda a su promesa y eso me hizo feliz.
-¿En verdad crees tener la fuerza suficiente para poder salir de aquí?- termine preguntándole a la joven.
Richelle levantó una ceja perspicazmente ante el comentario de Alexander. -Alexander estamos en pleno siglo XVI, modernizate- le dijo con una respuesta divertida al hecho de que Alexander pensaba en ella como una damisela en desgracia, lo cierto es que Richelle encontraba realmente lindo aquel gesto, pero también sabia que habia algo mucho mayor que la hubiera hecho desistir, de buenas aprimeras hubiese acompañado a la joven mujer, pero tampoco podía dejar solo a Alexander y lo comunicó.
-Le he hecho una promesa a mi madre antes de morir Alexander, solamente muerta me separarán de tu lado, las mujeres Belnades también hicimos una promesa ante la iglesia, el cielo se nos está negado si no erradicamos el mal, las puertas de san Pedro no se abrirán para las que lleven nuestro apellido.- añadió Richelle con tanta devoción y serenidad que era imposible pensar que la chica estuviese imaginando cosas o inventandolas.
-Disculpe señorita...de casualidad...el nombre de Ellian Abetorobusto le dice algo...¿si se apellidaba así...verdad Alexander?.- Dijo Richelle rascándose la barbilla mientras ponia a trabajar su cerebro, era increíble que pudiese memorizar cualquier hechizo, pero que fuese pésima para recordar nombres. Richelle chasqueó los dedos entonces, como si hubiese recordado algo, y unas particulas brillantes de color blanco aparecieron brotando en sus dedos, de la palma de su mano abierta, brotaron unas magnificas mariposas, con brillantes alas...¿heladas?, si, en efecto, las alas y el cuerpo de las mariposas, tres en total, y más grandes en tamaño que una mariposa normal, estaban completamente hechas de hielo, mientras estas volaban, sus alas desprendían diminutos copos de escarcha que centelleaban como luciernagas, Richelle extendió su mano en dirección a la mujer, y las mariposas se pusieron a revolotear alrededor de ellas.
-El hechizo te acompañará hasta que salgas del castillo, si algún mal se te aproxima, las mariposas lo congelaran, al menos el tiempo suficiente para ralentizar sus movimientos y permitirte un escape rápido...Que la espada de San Miguel Arcángel te proteja...- " Y a mi también" pensó con cierta preocupación Richelle, pensando lo cerca que se encontraba de la muerte, pero tal como lo prometió a su madre, prefería morir en brazos de un Belmont, luchando hombro a hombro contra la oscuridad y depravación del castillo,que poner un pie fuera de este, el miedo la dominase, y huir cobardemente, dejando al hombre abandonado.
Motivo: Magia de Hielo.
Dificultad: 0
Habilidad: 0+4
Tirada: 2 2 2
Total: 2 +4 = 6 Éxito
Tras una breve conversación con ella pudisteis comprobar que efectivamente se trataba de la esposa de Ellian. Le sorprendió que él intentase ir a rescatarla teniendo en cuenta que solo era un hombre normal y corriente.
Fue una difícil decisión, pero la pareja Belmont/Belnades quería continuar su incursión al castillo hasta el final, y más ahora sabiendo que habían rescatado a una inocente.
El hechizo de Richelle protegió a Estrella hasta la zona segura del castillo, aquella que ellos mismos habían despejado previamente o parecía al menos ser más segura. Mientras tanto, os dedicasteis a encontrar nuevos caminos por donde llegar hasta su máximo enemigo.
Casi una hora más tarde encontrasteis un acceso a lo que parecía ser el exterior… ¿daba directamente con el torreón del castillo? ¡Solo había una manera de averiguarlo!
Narrad vuestras impresiones ¡entramos en la recta final!
Mientras seguíamos explorando el castillo mi mente no podía evitar pensar en la esposa de Robleverde, esperando que pudiera llegar sana y salva a las afueras del castillo, si tan sólo nuestro compañero se hubiera quedado a nuestro lado abría podido estar al lado de su amada, también esperaba que Ellian se encontrara a salvo.
Cuando menos nos dimos cuenta llegamos a lo que podría parecer el camino al Torreón del castillo, posiblemente estemos cerca del final de esta travesía o sea una trampa para que nos confiemos -Mantente cerca de mi, esto podría ser en final del viaje pero no te confíes no quiero que salgas más lastimada- y dicho eso camine hacia el único camino que teníamos
Llevaban ya un buen rato caminando en silencio, era tan pesado que Richelle sentía que se podía cortar con el aire, la joven hechicera no perdía detalle en observar lo que ocurría a su alrededor, y por increible que resultase parecía que en efecto el mal no habia alcanzado a tocar, al menos no del todo, aquel lugar sacro.
Por romper el silencio Richelle comentó distraidamente, notando el semblante preocupado en el rostro de Alexander. -Soy una hechicera competente...mi hechizo va a durar el tiempo suficiente para que ella salga del castillo, no creo que se entretenga buscando aventuras como nosotros...lo único que me da un poco de lástima es el pobre señor Roblesbrincas, mi mamá decía que la gente come ansías siempre termina cometiendo muchos errores tarde que temprano...si hubiera seguido con nosotros, sin duda alguna ya estuviera reunido con su mujer.- dijo Richelle, trotando de vez en vez para seguirle el paso a Alexander, era mucho mas grande que ella, y por ende una zancada de Alexander equivalia a casi tres pasos de ella.
Observó la negra torre que momentos después se recortó contra el cielo nocturno, y se quedó contemplándola, mientras un escalofrío recorría su cuerpo, por reflejo se pegó lo más que pudo a Alexander, aferrándose a su brazo, saber que se encontraban cada vez más cerca de su enfrentamiento con el príncipe de las tinieblas la ponía nerviosa, y no lo iba a negar.
-S...si...no te...no te preocupes...no tengo intención de...de separarme de ti; no sé tu...pero esto me parece solo la calma...que precede a la tormenta.- dicho Richelle hundiendo con suavidad sus dedos en el musculoso brazo de Alexander y tragando saliva ruidósamente.
-Pues...parece que tendremos que llegar...por allá se ve la escalinata que conduce al torreón con el castillo.- señaló Richelle la estructura de piedra a lo lejos, iluminada por la luz de la luna.