Partida Rol por web

Entré en la cámara preparado para lo que me pudiera encontrar, ese haz de luz no presagiaba nada bueno, y mis peores predicciones se hicieron ciertas. Vi en el suelo al aldeano, visiblemente triste al mismo tiempo que embargado por una profunda ira. A cierta distancia pude ver a una figura, todo hacía indicar que el sacrificio se había completado, y más cuando mi mirada se centró en una joven tumbada con los brazos extendidos, mientras finos ríos de sangre caían hacia el suelo.

- Julius, ponte en pie. Tenemos que coordinarnos. - dije al aldeano mientras escuchaba en un segundo plano las palabras de aquel hombre, que resultaba ser Drácula. Si él estaba vivo, significaba que la joven estaba muerta, podía entender los sentimientos del aldeano ante tal situación, pero debía centrarse, porque dejarse llevar por la ira, sólo podría traer aún más problemas.

- No te molestes en hablar, nada de lo que digas va a afectarnos. - dije con tono visiblemente hostil, mientras acomodaba el brazo derecho, colocando en posición el látigo, listo para envestir, - ahora, regresarás a la cloaca más oscura del infierno. Ese lugar de donde nunca debiste haber salido.

Sin añadir más, me lancé al ataque, añadiendo casi gritando, - Ahora, Julius, ataquemos juntos.

No hace falta que me lo digas dos veces, este ser sera convertido en carne picada.

Cargo con el hacha.

Cargo contra Drácula, se le nota que me subestima y no hace mucho hincapié en mi ataque el cual intenta bloquear; pero se le nota sorprendido el golpe fue más fuerte de lo esperado y consigo herirle superficialmente.

Drácula toma un poco de distancia, pero vuelvo a cargar como un loco lleno de rabia contra él y consigo darle un golpe directo en el abdomen, a lo que él responde dándome un golpe y mandan dándome lejos de él. De la que me voy incorporando que parece que vaya a caer muerto en cualquier momento, Drácula me mira y dice.

 Maldito necio, aunque tu ira y rabia te han dado poder, nunca serán suficientes para eliminarme.

Al terminar lanza de su mano una bola de fuego que me da de lleno, estampándome contra la pared, al disiparse las llamas luzco en el suelo con graves heridas y no me muevo.

El ataque parecía haber sido mucho más certero que el que traté de propinar al siervo de Drácula, parecía que entre el ataque del aldeano y el mío habíamos conseguido impactar.

Me retiré unos pasos hacia atrás, esquivando con algo de suerte el ataque de fuego del enemigo, una suerte que no tuvo Julius. Vi como el ataque lo estrellaba contra una de las paredes de la cámara. Desvié mi mirada hacia la puerta por donde había accedido al lugar, con la esperanza de ver al encapuchado, sería de una gran ayuda contar con alguien como él, pero no hubo suerte.

Miré fijamente a Drácula, y con todas las fuerzas que pude reunir, me incorporé y avanzando hacia él, lancé un nuevo ataque.

Visteis como Drácula se despojó de su capa, la cual estaba totalmente destrozada por los ataques recibidos; sus ojos brillaban con más odio que nunca, era un rojo totalmente sanguinario y místico. Entonces alzó sus brazos y comenzó a gritar.

- Nooo conoceeeis, el verdadeeero poderrr de la oscuridaaaaad - comprobasteis pues, como con aquel grito que desbocó toda su ira, el cuerpo de Drácula comenzó a crecer y a transformarse en algo más monstruoso...

La bestia comenzó a volar con ayuda de las alas agrietadas que se habían generado tras su espalda. El mero batir de ellas provocaba pequeñas ráfagas de viento haciendo que moverse fuera bastante complicado. Ahora los ojos de Drácula brillaban con más fuerza que nunca.

Parecía que había perdido su capacidad de hablar, pero no la de provocar sonidos. Comenzó a gemir como lo haría una bestia descontrolada, la batalla final había comenzado.

Tras finalizar el nuevo ataque, miré hacia el aldeano. Esta vez no me había acompañado en el ataque, parecía que el daño recibido en el primer asalto le había pasado más factura de lo que me imaginaba.

- Julius, ¿estás bien?, aún podemos acabar con... - mis palabras se vieron interrumpidas por el grito de Drácula, haciendo que mi atención se centrara sólo en él. De repente, pudimos ver como el señor de las sombras empezaba a transformarse. Su cuerpo parecía ir aumentando a cada momento, unas enormes alas empezaban a crecer desde la espalda, aquel hombre con forma humana fue cambiando hasta que finalmente era más bestia que persona.

Tras la sorpresa inicial, vuelvo en mí, haciéndome de nuevo con el látigo, y olvidándome ligeramente de mi compañero, me vuelvo a lanzar al ataque.

A cada segundo los latigazos del Vampirekiller azotaban el cuerpo transformado de Drácula, mientras el aldeano, herido de gravedad, retomaba el aliento...

Las heridas abiertas del monstruo comenzaban a emanar más y más sangre.

En un grito ahogado la criatura comenzó a tambalearse, como si estuviese drogada ¿era efecto de la hemorragia tan profunda?

Tan solo cuando se vieron sus horrendas piernas inclinarse se supo que la victoria estaba cerca.

Los primeros rayos de la mañana comenzaron a asomarse por el hueco que había en el techo derruido. La batalla había durado más de lo que pareció a simple vista, una batalla intensa, una batalla concluida.

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En cuanto el haz de luz rozó el cuerpo moribundo del engendro, éste comenzó a deshacerse en un suspiro de ceniza, el cual se dejó llevar por la brisa del alba anunciando la llegada de un nuevo día.

Toso sangre, he intento incorporarme apoyándome en la pared, pero me es imposible.

Cazador, sal de aquí, yo ya he cumplido, no me queda mucho para reunirme con mi amada.

Me medio arrastro hasta el cadáver de mi esposa y me paro a su lado. La coloco boca arriba y con los brazos cruzados; le acaricio el pelo y digo.

Mi amor, dentro de poco nos volveremos a ver.

Mi recuesto a su lado, se me nota que las ultimas fuerzas las he gastado en llegar allí y mi deseo de vivir es inexistente. Solo deseo empezar un nuevo camino en el cielo con mi amada.

Tras el nuevo ataque, Drácula empezó a desplomarse. Parecía que habíamos conseguido acabar con el Señor de las Sombras, aunque el precio había sido alto, la esposa del aldeano estaba muerta, la Belnades desaparecida aunque las opciones de que siguiera con vida eran remotas, el encapuchado que parecía estar de nuestro lado también estaba desaparecido tras el combate con La Muerte, y el aldeano se encontraba herido físicamente y lo más seguro es que también psicológicamente tras encontrar el cuerpo sin vida de su esposa.

Me encaminada hacia el cadáver de la joven mientras el aldeano hacía lo propio, cuando el suelo empezó a temblar. Las paredes empezaron a desquebrajarse y del techo caían pequeños fragmentos de piedra, envueltos en una nube de polvo. Teníamos que actuar rápido, parecía que aquel lugar estaba ligado a Drácula y al caer él, el castillo se derrumbaría convirtiéndose en su tumba, y también en la nuestra si no salíamos de allí con premura.

Corrí todo lo que pude para llegar hasta la pareja, - Tenemos que salir de aquí lo antes posible, no hay otra opción. - dije mientras buscaba cualquier indicio de que aquella mujer siguiera con vida, aún sabiendo que era muy poco probable, - Ella se ha ido, Julius, ¿pero ella querría que tú también cayeras inútilmente?

Hice ademán de levantarme mientras colocaba mi mano derecha sobre el brazo del aldeano, casi impulsándole a levantarse, - debemos irnos, ¡ahora!, nos quedamos sin tiempo.

Empujo a Gellert, cuando intenta levantarme.

Lárgate ya, yo me quedo no me quedan fuerzas ni tiempo en este mundo. Dejame descansar a su lado.

Escuchaba las palabras del aldeano, tratando de decidir si dejarle allí para morir sería lo que mis antepasados hubieran hecho de estar en mi situación, dejar morir a alguien cuando podía evitarlo... ¿sería algún tipo de deshonor por mi parte?, era cierto que nada me unía a él, ni siquiera durante el viaje por el castillo habíamos hecho migas, pero al fin y al cabo se trataba de un ser humano, y lo más seguro es que no tuviera las ideas claras con todo lo que había pasado.

Sin embargo debía decidir rápido, o de lo contrario me quedaría yo también sepultado por las rocas, - Si esa es tu voluntad, encuentra a tu esposa en la otra vida y de ese modo encuentra una vez más la felicidad. - dije levantándome sin dejar de mirar a la pareja, para a continuación salir corriendo a la salida de la cámara, dejándoles atrás sin plantearme en escuchar una posible respuesta del aldeano, mientras trataba de esquivar los escombros que ya habían caído al suelo.

El castillo se desmoronaba y había que salir de allí. El único superviviente salió adelante atravesando las mismas estancias que ahora permanecían desiertas tras haber perdido el vínculo con su señor oscuro.

Una tremenda humareda azotó la espalda de Gellert mientras daba los últimos brincos hasta lograr salir de lo que quedaba del castillo. Con el cuerpo repleto de polvo y algunas magulladuras por los escombros, el Belmont había logrado abandonar aquellos dominios que estaban preparados para regentar al príncipe de las tinieblas.

No había sido una tarea sencilla y se tuvo que sacrificar mucho en el proceso. Atrás quedó la hechicera Belnades, al igual que el valiente Julius que decidió encontrará la felicidad en el más allá con su adorada Estrella.

Atrás quedó Alucard, cuyo paradero es actualmente desconocido.

En cuanto se llegó al Poblado, las Hermanas de la Caridad no dudaron en cobijar al superviviente en la iglesia para atender sus heridas. Fueron días muy duros pero la recompensa fue exquisita: el señor de la oscuridad había sido erradicado.

Nadie en el pueblo quiso volver a hablar del castillo y del mal que había encerrado en él, eso era ya parte del pasado.

Gellert siguió manteniendo el legado vivo, sabiendo que más adelante su descendencia tendría que luchar también con el mismo terror que hoy él había vivido, aún tendría que pasar bastantes décadas antes de que el intrépido Simon viera la luz en este mundo...

La cuestión era... ¿hasta cuánto durará esta victoria?

Mientras tanto, una figura encapuchada vigilaba desde la oscuridad que la humanidad estuviese preparada para un futuro donde su padre regresaría.

Pero esa sinfonía de la noche forma parte de otra historia…

~~~ FIN ~~~