Tras dejar atrás el Hall principal superado el impedimento que supuso hacer frente a todos aquellos zombies y sortear los cambios en el terreno, pudisteis encontrar una lujosa puerta que por fortuna no tenía cerradura y que se abrió con facilidad.
Entrasteis en una nueva zona del castillo, ésta ni por asomo parecía un lugar lúgubre o sombrío, se trataba de un exuberante jardín interior repleto de vegetación, de vida, de colores y sensación de bienestar. Parecía un lugar dedicado por completo a desconectar del mundo, hasta parecía que el aire era embriagador. Había un pequeño paseo hecho con piedras elegantemente colocadas, y las zarzas rodeaban cada ápice de pared dotando de un llamativo verde intenso todos los decorados.
No parecía haber enemigos allí, al revés, parecía el lugar perfecto para descansar antes de continuar, ¿no era todo demasiado bueno para estar dentro de los dominios de Drácula?
Retomasteis el rumbo hasta deteneros en el momento que llegasteis a una zona del jardín que no tenía tanta vegetación, incluso pudisteis ver que había un banco de piedra elegantemente decorado con joyas ¿sería éste el sitio exacto donde el señor del mal se evadía de su mundo de tinieblas para contemplar la naturaleza? ¿Significaba que tenía gusto por "algo" que no fuese macabro?
Apenas os dio tiempo a reflexionar sobre ello, puesto que un silbido que se dirigía hacia ustedes a gran velocidad conmocionó vuestro cuerpo.
¡Narrad vuestras impresiones y haced una tirada de reflejos!
Tengo la sensación de haber cruzado el infierno y llegado a las puertas del paraiso; empiezo a preguntarme si en realidad no he muerto hay atrás, y he subido al cielo.
Dejando tras nosotros a todas aquellas criaturas, encontramos una puerta frente a nosotros, ¿qué maldad se ocultaba al otro lado?, abrimos la puerta fácilmente preparado para defenderme a cualquier cosa que podría haber, pero lo que nos encontramos era algo que no esperaba.
Ante nosotros se extendía un jardín, lleno de vida, un pequeño oasis de paz que crecía en medio de una zona impregnada de maldad. Avanzamos lentamente entre todo aquel verde hasta llegar a un pequeño claro, donde pudimos ver un banco de gran belleza. ¿Qué sería todo aquello?, parecía que al cruzar esa puerta habíamos aparecido en otro lugar, muy lejano al castillo de Drácula. No obstante, algo dentro de mí me forzaba a no relajarme, a permanecer atento, oteando los alrededores de vez en cuando, buscando cualquier señal o cualquier amenaza. Todo aquello era muy extraño, ¿sería una trampa?
Veo como el aldeano se mantienen absorto, observando el lugar, maravillado por la belleza que podía ver. Por mi parte, no encontraba nada extraño, nada que diera la sensación de poder poner en riesgo nuestras vidas, hasta que de golpe un ruido me hizo reaccionar, un silbido que parecía dirigirse a nuestra posición.
Motivo: Tirada de reflejos
Dificultad: 0
Habilidad: 2
Tirada: 2 5 6
Total: 5 +2 = 7 Éxito
Motivo: Tirada de reflejos
Dificultad: 0
Habilidad: 2
Tirada: 1 2 10
Total: 2 +2 = 4 Éxito
No pudiste reaccionar a tiempo, eso era lo único que tenías en mente cuando viste los aguijones impactar en tu cuerpo.
Los punzantes dardos, por suerte, no alcanzaron ningún punto vital pero el dolor era casi indescriptible. Quitaste cada aguijón con firmeza, comprobando que unas pequeñas marcas se habían quedado en tu cuerpo ¿quién o qué os había atacado de aquella manera?
Has perdido 1 punto de vida.
Gracias a tus reflejos pudiste esquivar con soltura los aguijones que con maldad, iban directamente hasta tu cuerpo. ¿Qué hubiera pasado de haber recibido el impacto?
Por otro lado, parecía que Julius no tuvo tanta suerte.
Tras aquel suceso volvió a reinar el silencio ¿era la propia vegetación quién se estaba rebelando contra los intrusos? Sin lugar a dudas no se podía bajar la guardia ni en los lugares más puros.
Ante el imprevisto tan solo se podía avanzar. Salir de los jardines era la mejor opción puesto que luchar contra un enemigo invisible (o peor, que estuviese en todos lados) tan solo retrasaría la misión.
De pronto el silencio se vio interrumpido por una incómoda sensación de que alguien o algo os estaba observando. Era desagradable puesto que al mirar a vuestro alrededor seguía habiendo vegetación y más vegetación… hasta que aquello cambió.
Pronto averiguasteis qué era lo que pasaba, unos pasos lentos comenzaron a acercarse a vuestra posición desde la exuberancia de la vegetación, pudisteis reconocer perfectamente cómo se trataba de cuatro patas a un ritmo lento pero ágil, ¿había un animal allí acechándoos? era posible, puesto que no llegó a pasar más de un minuto antes de que se mostrara ante vosotrs un lobo de mirada pasiva.
El animal parecía agresivo, además llevaba algo entre sus colmillos… era una especie de criatura con aspecto vegetal.
Simplemente se acercó a vuestra posición a su ritmo, como si cada paso fuese una danza, hasta que se detuvo a un escaso metro, comenzó a observar en silencio... ¿con qué intención? ¿Os iba a atacar?
¡Debéis tomar una decisión!
Ahuyentar al lobo
Acariciarlo
¡¡Dios, que dolor!!, ¿que ha pasado?, mierda como duele.
Empiezo a quitarme los aguijones con mucho cuidado y con multiples quejas.
Conseguí esquivar a tiempo aquellos proyectiles, sin poder ver exactamente qué eran. Miré al aldeano, parecía que no había tenido la misma suerte. Me acerqué a él mientras se quitaba los aguijones, cogí uno de ellos y me quedé mirándolo, pensativo.
- No podemos olvidar dónde estamos, todo parecía muy bonito pero en cualquier momento podía pasar algo de esto. - dije mientras buscaba quién o qué nos había atacado, sin suerte. - Debemos continuar, fuera lo que fuera, lo más seguro es que vuelva a intentar atacarnos.
Iniciamos de nuevo la marcha, aunque no dejaba de notar que nos observaban por doquier, en el caso de que esos proyectiles los hubiera lanzado algún tipo de planta... quizás hubiera más repartidas por todo el basto jardín.
De repente, algo se movió delante nuestra, me detuve en el momento y llevé mi mano derecha hacia el cinto, donde descansaba mi látigo. Forcé la vista tratando de distinguir qué era, sin llegar a desenfundar el arma, pero preparado para hacerlo rápidamente en caso de necesidad. No tuve que esperar mucho para advertir que era un lobo, que se acercaba a nosotros, atento pero sin dar muestras claras de querer atacarnos. Además llevaba algo en la boca, ¿qué sería?
- No parece mostrarse demasiado agresivo, pero debemos estar atentos a los alrededores, es muy raro que un lobo esté solo, normalmente atacan y cazan en manadas. Además en un lugar como este, cualquier cosa podría atacarnos. - dije mientras me acercaba lentamente al animal, alejando mi mano del látigo con la esperanza de que no pensara que fuera a atacarle, y colocando la mano hacia atrás, haciendo un gesto hacia el aldeano de que se mantuviera quieto. En caso de que el animal atacara, mejor no estar demasiado juntos, de ese modo tendría un margen para prepararse.
A medida que me iba acercando, trataba de distinguir qué llevaba en la boca. Cuando estaba ya a poca distancia, pude apreciar que era algún tipo de planta, ¿sería la planta que nos atacó o alguna similar?. Mi mirada se fijó en los ojos del lobo mientras ambos nos acercábamos, tratando de mostrarme lo más relajado posible. - Tranquilo, pequeño. Tranquilo. - dije en un tono de voz bajo y amigable, con la idea de reducir al mínimo las probabilidades de que me considerara peligroso. Extendí con movimientos suaves y lentos mi brazo izquierdo hacia el animal, dejando la palma de la mano hacia abajo. En caso de equivocarme y recibir algún mordisco por parte del lobo, mejor que fuera en mi mano mala, y no en la derecha.
Trato de acercarme a él y "acariciarlo"
Tu compañero va a acariciarlo ¿aceptas su decisión o intentarás ahuyentarlo?
Cuando termino de retirar los aguijones, veo al cazador acercándose a un lobo. Cuando llego ese animal hay y más importante, que hace en este infierno. No parece peligroso al menos no demasiado.
Me voy acercando al cazador que intenta acariciarlo.
Trato de acercarme a él y "acariciarlo"
En cuanto el lobo comprobó que no erais una amenaza, dejó en el suelo lo que tenía en sus fauces: una mandrágora espinosa. ¿Era aquella criatura la que os atacó en los jardines?
La cuestión es que de manera rápida y audaz, el Lobo se giró y comenzó a moverse. Era a un ritmo que parecía querer indicar que lo siguierais… ¿sería esa la mejor opción o era una trampa?
Seguir al lobo
No seguirlo
Vamos cazador parece que esta de nuestro lado.
Sigo al lobo.
Mi mano se apoyó en aquel animal, sintiendo de inmediato un alivio atroz, al fin y al cabo perder una mano por mordisco de perro o lobo no era algo que deseara ni mucho menos.
Sentí cierto malestar al comprobar que el aldeano también se había acercado al animal, cuando le había aconsejado no hacerlo. ¿qué hubiera pasado en caso de atacarme?, el aldeano hubiera caído segundos después.
De golpe el lobo se puso en marcha, parecía querer que le siguiéramos. Pero aún podría tratarse de una trampa, había que permanecer atento. El aldeano dio por hecho que el lobo ya era su amigo y le siguió sin plantearse lo extraño de toda esa situación, parecía que bajaba la guardia con cada vez con más frecuencia, muy mal augurio teniendo en cuenta dónde nos encontrábamos.
- Síguele, yo iré detrás de ti. Alguien tiene que cubrir la retaguardia. Mantén los ojos bien abiertos. - dije mirando al aldeano, para a continuación iniciar la marcha tras el animal.
Lo seguimos.
En un acto instintivo, comenzasteis a seguir al lobo a través de los jardines interiores. Parecía que aquel animal conocía cada rincón puesto que avanzabais haciendo rutas casi laberínticas y a un ritmo bastante apresurado.
En un abrir y cerrar de ojos os adentrasteis en una zona del jardín que parecía más un patio, un patio morbosamente decorado por multitud de estatuas de piedra que representaban de todo, hombres fornidos, mujeres semidesnudas, perros, algunos presentaban semblantes de furia mientras que otros eran semblantes de miedo, aquí comenzasteis a ver por primera vez en el castillo los indicios de que la maldad del señor de los vampiros no iba a verse camuflada por vegetación exuberante, sus retorcidos gustos acababan de ser revelados.
Fue entonces cuando el lobo comenzó a cambiar de aspecto de una forma totalmente sorprendente.
En ese instante supisteis que no teníais delante a una criatura normal, sino que allí había alguien de más poder, alguien que de haberlo querido os hubiera atacado desde el primer momento pero que ni por asomo lo había intentado... revelando que sus intenciones eran quizás más puras de lo que realmente creíais.
Para vuestra sorpresa, el lobo se transformó en una persona, pero no en una persona cualquiera no, sino en aquel encapuchado tan misterioso que os encontrasteis al principio de la entrada del castillo, aquel que no sabíais si era amigo o enemigo
- Veo que cumplís mis expectativas - comentó mientras mostraba una ligera sonrisa.
- De no haberme seguido habríais caído presa de Medusa, la cual custodia estos jardines tan bellos como mortales –
El hombre se quitó la túnica envejecida de encima, mostrando un bello rostro empalidecido que mostraba serenidad y a la vez amargura.
- Cooperé con los humanos en el pasado y la historia vuelve a repetirse, sin mi ayuda no podréis conseguirlo a tiempo - comentó aquel hombre, sus palabras os inspiraban tranquilidad, se le veía seguro de sí mismo... ¿podría ser aquel que ayudó a los antepasados de los Belmont a derrotar a Drácula?
- Sin embargo me preocupa que Belnades se haya separado del resto, ha sido una decisión peligrosa - hizo un leve silencio.
- A partir de ahora podéis llamarme Alucard, me encantaría poder estar más tiempo hablando pero no es posible mientras mi poder siga siendo limitado, debéis continuar adelante, salir de estos jardines y llegar hasta el torreón, allí es donde se encuentra el sarcófago de mi padre y tu esposa; me adelantaré para despejar el camino. Lo hicimos en el pasado y podremos hacerlo ahora - en cuestión de segundos Alucard se disipó en una bruma neblinosa para después convertirse en un murciélago oscuro como la noche que comenzó a revolotear hasta las cámaras más altas.
En el momento que lograste salir al exterior, la alegría se apoderó como un sentimiento triunfal. Ante ti se imponía una gran escalera que ascendía por el lateral de las enormes paredes del castillo de Drácula, era como si hubierais conseguido atravesar todo el edificio por sus interiores y ahora tocaba llegar a lo más alto.
Podríais ver desde abajo que en el cielo se alzaba una enorme torre, tuvisteis la impresión de que allí se encontraría el sarcófago donde reposaría Drácula y a la vez se encontraría la esposa del aldeano, ahora tan solo había que rezar para que la malvada criatura no se hubiera despertado de su letargo y que Estrella estuviese a salvo.
Por otra parte, quisiste comprobar qué había pasado con Alucard ¿habría volado a lo alto de esa torre?
Ahora debes narrar las impresiones de tu personaje ante lo que ha sucedido ¡la recta final comienza!
Le observo de arriba abajo y viceversa como intentado desentraña quien es o al menos coger una impresión de él.
¿Quién es este ser?, ¿podría ser un mago?, pero no usa la magia o sí. No parece nuestro enemigo, pero tampoco un aliado.
Estará intentado usarnos para sus propósitos, de momento cualquier ayuda es buena, ya que nos superan mil a uno y eso solo en el rellano.
¿Dónde estás mi amor?, este lugar es el infierno y tú no deberías de acabar en un lugar tan oscuro. Tu único lugar para mi ángel es el cielo.
Seguimos la lobo de cerca, o al menos lo más cerca que nos permitían las piernas. Estaba claro que aquel lobo sabía moverse por la zona, si hubiéramos tenido que recorrer todo ese territorio nosotros solos, muy probablemente nos hubiéramos perdido un par de veces. Cada vez estaba más claro que aquel lobo no era normal, con suerte nos estaría ayudando a cruzar aquel laberinto, en caso de no tener esa suerte, estaría jugando con nosotros para después cazarnos.
Mis dudas tomaron forma cuando el lobo se paró en seco y empezó a convertirse en una persona, y no en una persona cualquiera, resultó ser aquel extraño encapuchado que nos encontramos al llegar a los alrededores del castillo.
De repente, se quita la capucha que cubría su cabeza y parte de su rostro y empieza a hablar, poniéndonos al día de la situación, de su historia y de sus intenciones. A continuación vemos como el extraño se desvanece ante nuestros ojos, convirtiéndose en un murciélago, y levantando el vuelo hacia la torre.
- Nadie nos dice que podamos fiarnos de él. Parece conocer mucho este lugar, parece tener mucha facilidad para entrar y salir a placer. ¿Por qué nos necesita?, podría volar hasta ahí arriba y acabar el mismo con Drácula. Esto parece muy raro. - Todo parecía carecer de sentido, al menos para mí, pero la realidad es que no habíamos llegado tan lejos para ahora darnos la vuelta y abandonar.
Avancé, colocándome el primero para acceder a la torre, - Empecemos a subir. Pronto encontraremos al responsable de todo este mal, y con un poco de suerte, también encontraremos a tu mujer sana y salva.