De golpe y sin previo aviso, el encapuchado desapareció de nuestra vista, dejándonos con cara de no entender nada de lo que acababa de pasar.
De una manera u otra, habíamos conseguido pasar de él, y entrar en el castillo. Pero tras dar unos pocos pasos, se empezaron a escuchar ruidos a nuestra espalda. Me di la vuelta lentamente, esperando que fueran imaginaciones mías, el viento golpeando algún árbol, pero lo que vi al girarme, fue algo que no me esperaba ver... una criatura enorme, visiblemente agresiva y con toda la intención de llegar hasta nosotros.
Veo como la intención de Julius el aldeano es salir corriendo. En caso de coordinarnos bien podríamos acabar con esa criatura, pero tal vez lo mejor que podríamos hacer era correr al castillo y, una vez dentro, planear nuestros siguientes pasos. Por lo que arranqué a correr lo más rápido que pude.
Motivo: Atletismo
Dificultad: 0
Habilidad: 2
Tirada: 4 5 8
Total: 5 +2 = 7 Éxito
Huisteis a gran velocidad de la presencia de aquella criatura. Al cabo de un par de minutos, comprobasteis que el portón del castillo estaba justo a vuestro alcance, sin embargo visteis algo más, se trataba de una pequeña escalera que bajaba hasta dar a una puerta mucho más pequeña.
Necesitabais tomar una decisión ¿entrar por la puerta principal, o probar por la pequeña escaleras abajo? No sabíais cuanto tiempo pasaría antes de que la criatura llegase aunque... un momento ¿Donde estaba Ruxandra? Cuando os disteis cuenta comprobasteis que la hechicera había decidido entretener a la criatura por su cuenta, eso os daba una oportunidad de oro para avanzar rápidamente.
Debido a que ha finalizado el plazo, Ruxandra ha sido eliminada de la partida. A efectos interpretativos se ha quedado entreteniendo a la criatura.
Entrar por la puerta principal
Entrar por la puerta subterránea
Compañeros, sin actividad la partida no funciona.
Si antes del día 6/01/2019 no hay mensajes no me quedará más remedio que suspender la partida.
Quedo en vuestras manos.
Me dirijo a la puerta principal y la intento abrir.
Casi había alcanzado la puerta principal cuando noté que aquella criatura que nos perseguía parecía haberse detenido. Con ciertas dudas por lo que podría encontrarme al darme la vuelta, me giré y busqué con la mirada tanto a mis compañeros como a la criatura.
Fue toda una sorpresa descubrir que si la criatura no continuaba persiguiéndonos, era porque Belnades la estaba reteniendo. Por unos momentos me quedé inmóvil, analizando la escena, ¿podríamos derrotar a la criatura juntos?, ¿debería ayudar a la joven?... Casi sin darme cuenta, el aldeano llegó a la puerta principal y trató de abrirla.
Muchas posibilidades, pero había que tomar una decisión rápidamente. De mis dos compañeros, una tenía habilidades y formación, mientras que el otro no tenía ninguna de las dos, por lo que con muchas dudas le dí la espalda a Belnades, con la esperanza de que fuera capaz de acabar con la criatura, y acercándome a la puerta principal, traté de ayudar todo lo que pude al aldeano.