Partida Rol por web

- Esto no tendría que acabar de esta manera, - dije mientras bajaba de la montura y desenrollaba el látigo, - pero tú lo has decido...

Me acerqué hacia él, haciendo movimientos suaves con el látigo, en pocos segundos ya estaba totalmente extendido y listo para usarse.

Cuando estuve a unos pocos metros del encapuchado, torcí mi torso dejando atrás el brazo derecho con el que sujetaba el látigo, y con un movimiento firme y rápido, lancé mi ataque directo a la cabeza del encapuchado.

Al ver las intenciones de Gellert, desmonto y ato las riendas de mi caballo a un arbol, cojo mi hacha que llevaba en el caballo.

Tendré que talarte igual que un árbol, aunque a diferencia de los arboles te dejare hay tirado.

Me voy incorporo a la pelea que ha iniciado el Encapuchado y Gellert; Cargo contra el Encapuchado con la intención de hundirle el hacha en la cabeza.

AAAAaaaahhh, muere.

Ruxandra estaba a punto de liberar la descarga cuando sus compañeros entraron al lance. Disparar un rayo con ellos en medio sería peligroso por lo que la chica retrocedió un paso y deshizo el hechizo. Pensó un instante y prefirió entonces utilizar el hielo para protegerlos. Prepararía una barrera de hielo para alzarla justo cuando el encapuchado se lanzara a atacar a cualquiera de ellos y así desviar su ataque...

El encapuchado hizo sonar una pequeña risa de ¿satisfacción? cuando debería estar abatido por recibir aquellos ataques físicos.

- Tenía mis dudas pero... considero que tenéis al menos una oportunidad - y de pronto desapareció como por arte de magia, haciendo un alarde de velocidad increíble. ¿Quién era aquel tipo y porqué se puso realmente en vuestro camino? y sobre todo ¿por qué ha huido ahora?

Nada ni nadie se interponía en vuestro acceso al castillo.

Tras el encuentro con el encapuchado y caminar unos cuantos metros al frente, uno de ustedes abrió la verja; ganasteis acceso a los jardines exteriores de la fortaleza.

Lo siniestro que era el edificio se veía compensado por la exuberancia de los jardines; aún quedaban unos 300 o 400 metros para llegar a la puerta del sombrío castillo. La extensión de aquel territorio era increíble, pero lo que más ponía los pelos de punta era el tremendo silencio que había.

La vegetación era de todo tipo, estatuas de piedra de mujeres desnudas decoraban con gran elegancia el lugar ¿el mal tenía buen gusto? es posible...

De repente empezasteis a escuchar un ruido acompañado de unos pequeños temblores ¿qué estaba sucediendo? Los temblores eran cada vez más cercanos e intensos, pero según mirabais hacia el castillo no detectabais nada; aún faltaban bastantes metros para llegar a la entrada, aunque suene irónico, parecía el único lugar seguro ante los extraños acontecimientos que se estaban percibiendo.

Poco tiempo después mirasteis hacia atrás, la impresionante imagen de una monstruosa criatura de tres cabezas apareció de entre la oscuridad, mostrando sus afilados dientes y brillantes ojos que rompían la noche

La criatura comenzó a correr hacia vosotros, en aquella situación parecía viable intentar llegar hasta el castillo rápidamente y encontrar refugio bajo su techo...

Rápido vayamos al castillo y cerremos detrás de nosotros.

Hecho a correr hacia la entrada del castillo.