Partida Rol por web

A pesar de que tus compañeros decidieron explorar el nivel subterráneo, decidiste seguir adelante por la puerta principal convencida de que era la mejor opción.

Abrir el gran portón que daba entrada al castillo fue más sencillo de lo que os podías haber temido. Era como si aquella puerta te invitase a pasar para que conocieras de primera mano los horrores que puede haber en su interior ¿pero podría ser peor que lo ya visto en los jardines?

Caminaste por el pulido suelo que denotaba un excelente cuidado de la estancia; sin embargo la sensación de que todo aquello era mágico y siniestro seguía poniendo la piel de gallina.

Comenzaste a moverte de manera muy sigilosa por aquel lugar, sin embargo aquella sensación de que estabas siendo observada seguía presente a pesar de que no había nada a tu alrededor. El hall era enorme y desencadenaba en un largo pasillo perfectamente iluminado; no había muchas alternativas por donde elegir ya que el camino era unidireccional, o seguías adelante por los lujosos pasillos o dabas marcha atrás por la puerta.

De repente comenzaste a notar un temblor bajo tus pies, pensaste que se trataba de un pequeño seísmo pero la combinación de varios sonidos guturales hizo que mirases en dirección hacia atrás.

En cuestión de segundos viste a más de una veintena de no-muertos que estaban surgiendo del suelo, rompiéndolo tras su paso. Todos ellos parecían muy violentos y con la suprema necesidad de atraparte, sus brazos siempre estaban extendidos.

Una veintena de muertos parecían demasiados para encarar aquella amenaza en solitario. Dominique no dudó en lanzarse pasillo adelante para intentar escapar de aquella amenaza, decisión por lo que pronto se ruborizaría, ¿cómo quería llegar a ser una poderosa hechicera si un puñado de muertos la hacían huir como una chiquilla?

Comenzaste a escapar; aunque no eran demasiado rápidas aquellas criaturas surgían por todas partes y se hizo costoso para ti esquivarlos; además comenzaban a amontonarse y su número crecía más y más. El suelo se agrietaba cada vez por más partes, era como si hubiera todo un ejército en el subsuelo de aquel castillo y estuviera decidido ahora por emerger.

De repente, viste que si queríais avanzar por el pasillo tendríais que sortear un obstáculo bastante molesto, se trataba de un par de pilares que se habían caído destrozando parte de la sala y haciendo que se generase ¿de manera fortuita? un muro de varios metros que había que trepar para continuar. ¡Tenías tan solo unos segundos para sobrepasar el obstáculo antes de ser rodeada por los zombies!

A medida que el suelo se agrietaba el desconcierto de Dominique iba en aumento. Aquellas enormes fisuras que comenzaban a surgir en el pavimento amenazaban con devorar a cualquier incauto que descuidara donde pisaba. Aun así, parecía fácil predecir donde se resquebrajaría el suelo a continuación por lo que el avance de la joven maga fue convenientemente más rápido que el de aquellos descompuestos cadáveres que abarrotaban el habitáculo.

Un estruendo levanto una nube de polvo que detuvo el avance de Dominique durante unos segundos. Un enorme y macizo muro formado por dos pilares caídos se interponía la ruta de escape de la hechicera y los pútridos no-muertos, pero no había momento para detenerse. "No moriré aquí. No sin presentar siquiera batalla" y decidida, se encaramó a los imperfecciones de los pilares que le sirvieron de asideros y comenzó a trepar.

Por desgracia para la hechicera, sus reflejos no estuvieron acorde a lo que la situación requería. La tensión y el estrés de tener a aquellas criaturas acechándola provocó que fuese incapaz de sortear los obstáculos.

En cuestión de segundos se vio rodeada por más de una docena de esas putrefactas criaturas, dejando solo dos opciones: luchar o morir.

Tras fracasar en el intento de trepar por los asideros de los pilares Dominique se vio mortalmente humillada y ajena al peligro sintió el rubor de sus mejillas. Dándose la vuelta vio que la ruta de escape que los pilares le ofrecían era ya inútil pues los no-muertos estaban demasiado próximos para agarrarla si intentaba trepar de nuevo. La vergüenza fue dando paso a una tenue sensación de miedo ante tal peligro y su incapacidad de huir.

A pesar del inminente peligro, una letanía de palabras mágicas fue deslizándose de sus labios, así como si de una canción infantil fuertemente aprendida se tratase. La magia empezaba a palpitar a lo largo de su cuerpo concentrándose en la punta de sus dedos con una familiar sensación de cosquilleo. Consciente de lo que hacía, Dominique continuó el cántico con una voz más elevada y, dotándolo de toda su concentración y levantó las manos en dirección hacia los cadáveres para lanzar un hechizo de hielo, así como había practicado una y otra vez en la mansión de los Belnades.

Un frío intenso salió despedido de los dedos de la joven maga y como una hola fue cristalizando la putrefacta carne de los no-muertos más próximos. Como si de una ola se tratase, el hechizo se extendía barriendo la habitación, helando cadáver a cadáver hasta no dejar más que un rastro de fragmentos congelados de lo que otrora fueron seres malignos y oscuros.

Dominique se sintió sorprendida, pues, aunque era esperable tal efecto de un hechizo normal había comenzado susurrando las primeras fórmulas del hechizo sin dedicar la concentración necesaria. "Esto puede jugarme una mala pasada, no estamos en un entrenamiento" pensó mientras fruncía el ceño.

Ahora que había acabado con aquellos repugnantes seres podría continuar su camino hacia Drácula. Encaramándose a los pilares donde anteriormente había fracasado, comenzó a subir lentamente asegurando una subida sin incidentes.

Una vez superado el obstáculo pudiste continuar por los pasillos del Castillo.

Todo parecía ir más lento cuanto se sabía que las amenazas estaban a la vuelta de cada esquina.

Había pasado un buen tramo de tiempo en el cual los alrededores parecían extremadamente tranquilos, aquello te hizo sentirte insegura ya que un lugar como aquel no puede proporcionar paz.

Según avanzabas tus sentidos se agudizaban buscando cualquier detalle que no encajase…

La hechicera continuó su camino por los pasillos del Hall, subiendo varias escaleras e ignorando rutas que parecían no llevar a ningún sitio.

Fue entonces cuando encontró una doble puerta bien ornamentada, era muy probable que allí dentro estuviese una sala lo suficientemente interesante como para encontrar nueva información sobre el objetivo.

Ahora tan solo quedaba girar el pomo….