Partida Rol por web

Bien Hewman, poco mas daba de si ya este petimetre de dracula. Si ya no ayuda, que no molete.

Dominique lanzó un hechizo de hielo apenas sin elevar la voz más allá de un susurro.

Cuando se inició el combate, vuestro rival ejecutó una rápida estocada contra el aldeano antes de que éste pudiese disparar su flecha.

Segundos más tarde, hizo sonar una pequeña risa de ¿satisfacción? cuando debería estar abatido por haber recibido todos vuestros ataque.

- Tenía mis dudas pero... considero que tenéis al menos una oportunidad - y de pronto desapareció como por arte de magia, haciendo un alarde de velocidad increíble. ¿Quién era aquel tipo y porqué se puso realmente en vuestro camino? y sobre todo ¿por qué ha huido ahora?

Nada ni nadie se interponía en vuestro acceso al castillo.

Tras el encuentro con el encapuchado y caminar unos cuantos metros al frente, uno de vosotros abrió la verja; ganasteis acceso a los jardines exteriores de la fortaleza.

Lo siniestro que era el edificio se veía compensado por la exuberancia de los jardines; aún quedaban unos 300 o 400 metros para llegar a la puerta del sombrío castillo. La extensión de aquel territorio era increíble, pero lo que más ponía los pelos de punta era el tremendo silencio que había.

La vegetación era de todo tipo, estatuas de piedra de mujeres desnudas decoraban con gran elegancia el lugar ¿el mal tenía buen gusto? es posible...

De repente empezasteis a escuchar un ruido acompañado de unos pequeños temblores ¿qué estaba sucediendo? Los temblores eran cada vez más cercanos e intensos, pero según mirabais hacia el castillo no detectabais nada; aún faltaban bastantes metros para llegar a la entrada, aunque suene irónico, parecía el único lugar seguro ante los extraños acontecimientos que se estaban percibiendo.

Poco tiempo después mirasteis hacia atrás, la impresionante imagen de una monstruosa criatura de tres cabezas apareció de entre la oscuridad, mostrando sus afilados dientes y brillantes ojos que rompían la noche

La criatura comenzó a correr hacia vosotros, en aquella situación parecía viable intentar llegar hasta el castillo rápidamente y encontrar refugio bajo su techo...

Aquellas estatuas de mujeres desnudas resultaban obscenas a la vista de Dominique. Aquel depravado ser que mantenía de aquella manera su jardín debía ser más vulgar y débil de lo que aparentaba su ominosa fortaleza. El aldeano había recibido su primera herida en el combate con aquel encapuchado. La joven Belnades pensaba que era esperable de alguien que no había recibido adiestramiento, pero aún así, le asustaba perder la ayuda de un posible valioso aliado en una oscuridad que iba siendo cada vez más palpable. 

"Al fin..." pensó Dominique cuando vio aparecer tamaña criatura. Al fin, sus habilidades mágicas serían puestas a prueba.

- Preparate para la embestida Lucian - gritó a medida que la criatura cargaba entonando la melodía para ralentizar a la criatura a través de escarcha en el suelo.

Malherido y aterrado por la bestia Hewman advierte a sus compañeros.

-¡Es una locura enfrentase a semejante criatura en un lugar tan amplio! ¡Huyamos al castillo!

Y empieza a correr hacia el castillo todo lo rápido que su herida le permite sin percatarse de la extraña decoración del jardín.

La criatura impresionó en primera instancia a Lucian. La recuerda levemente de alguna leccion que recibio sobre tipos de criaturas demoniacas. El perro de 3 cabezas era duro, pero no inmortyal. La reacción de Dominique no dio pie a otras opciones, si huia la dejaba vendida.  De paso cubrimos la huida a Hewman y se pone a salvo.

Temiendo quedarse solo al ver que ni Lucían ni Dominique le seguían, Hewman preparo su arco y disparo a la bestia desde el punto alejado en el que se encontraba.

Tras los primeros compases del hechizo la magia fluye desde las manos de Dominique hasta formar un hechizo de hielo que busca golpear la bestia.

Lanzo un latigazo a una de las cabezas

Una estalactita de hielo es arrojada al pecho de la criatura desgarrando la carne y penetrando en su cuerpo [...] Una vez cae la criatura Dominique sonríe satisfecha y mientras mira al aldeano despectivamente y dice:

- Nuestras posibilidades de supervivencia serán mermadas si nos separamos. Es normal que alguien no entrenado no lo comprenda, pero la soledad significa la muerte.

Durante unos segundos sentiste un fuerte dolor de cabeza que te hizo hincar la rodilla; esa extraña sensación fue acompañada de una voz que parecía susurrarte...

Libera la bestia que hay dentro de ti…

La bestia había caído, no fue un combate sencillo pero estaba claro que para conseguir llegar hasta el mal supremo habría que superar “pequeños obstáculos”.

Dejasteis a la criatura atrás para continuar rumbo al castillo, ahora con algo más de calma para recuperar así el aliento.

Al cabo de un par de minutos, comprobasteis que el portón del castillo estaba justo a vuestro alcance, sin embargo visteis algo más, se trataba de una pequeña escalera que bajaba hasta dar a una puerta mucho más pequeña. Necesitabais tomar una decisión ¿entrar por la puerta principal, o probar por la pequeña escaleras abajo?

Dominique se encaró hacia sus compañeros:

- Parece obvio que nos esperaban y dudo que en tal fortaleza no hayan asegurado todas las entradas por las que humanamente fuese capaz entrar. Si estamos invitados a pasar, ¿por qué no hacerlo a lo grande?