La euforia y adrenalina dominaba todo mi cuerpo, cada flecha era un disparo que no podía fallar. La primera se dirigió a la cabeza central. Atravesó la zona rojiza del cuello, que no estaba cubierta por el grueso pelaje que sucumbía su organismo externo, pero no salió por el otro lado. La criatura parecía intranquila, pero aún podía pelear. La segunda flecha fue en dirección hacía una de sus rodillas delanteras, esta atravesó ferozmente el fémur ralentizando su movimiento y velocidad. La tercera fue a la boca abierta de la tercera cabeza, que parecía agonizar por el dolor, atravesó su garganta limpiamente. Me apresé contra el muro de hielo, para disparar la cuarta hacía su rodilla delantera derecha, la criatura se lanzó contra mi en un último intento, ya que no podía mantenerse en pie. Perspicazmente salté con el peso de mi cuerpo hacía el lateral derecho, haciendo que la criatura impacte contra el mural de hielo. Me levanté un poco adolorido y cansado. Notando como la figura del monstruo se mecía agonizante bajo los escombros, para quedar totalmente inmóvil.
La bestia había caído, no fue un combate sencillo pero estaba claro que para conseguir llegar hasta el mal supremo habría que superar “pequeños obstáculos”.
Durante unos segundos sentiste un fuerte dolor de cabeza que te hizo hincar la rodilla; esa extraña sensación fue acompañada de una voz que parecía susurrarte...
Libera la bestia que hay dentro de ti…
Dejaste la bestia atrás para continuar rumbo al castillo, ahora con algo más de calma para recuperar así el aliento.
Al cabo de un par de minutos, comprobaste que el portón del castillo estaba justo a tu alcance, sin embargo viste algo más, se trataba de una pequeña escalera que bajaba hasta dar a una puerta mucho más pequeña. Necesitabas tomar una decisión ¿entrar por la puerta principal, o probar por la pequeña escaleras abajo?
Debes mantenerte en espera porque tus compañeros van un poco más lentos.
He actualizado tu ficha, aún no sabes porqué, pero tienes una habilidad nueva representada por el símbolo:
Cuando haya un combate, ahora podrás elegir "Dejarte llevar" (en vez de usar tu arco o tu hacha) eso implica usar la habilidad
Casi sin aliento, Ecris llegó hasta la puerta del castillo, al girarse y ver que Edward comenzó a mirar a su alrededor verdaderamente alterada. ¡No puede ser verdad! ¡Maldita sea!¡No podemos dejarle atrás luchando contra esa bestia! - Miró a Dominique con algo más de resolución - ¡Tenemos que volver a por él!
La opción de volver a por él no es factible? Si no lo es, opto por esperar.
De repente, visteis que justo en las puertas del castillo apareció Edward. ¿Había vencido él solo a la criatura?¿Cómo era posible?
En las puertas del castillo encontraste a Ecris y Dominique, parecía que debatían sobre si ir en tu búsqueda.
Estáis juntos de nuevo. Recordad que las opciones principales siguen siendo las mismas:
Entrar por la puerta principal
Entrar por la puerta subterránea
Bueno chicos, paso lista porque esto sigue sin remontar en cuanto a actividad.
Quien mañana no haya posteado en la partida tendré que dejarle fuera por inactividad. En el caso de que ninguno de los 3 posteéis pues no me quedará mas remedio que cerrar la partida.
Fruncía entonces el ceño, suspirando, andando dirección hacia la puerta principal, tomando el picaporte preparado para abrirla.
-Escuchadme... Estamos en al boca de la bestia, el principio del viaje nos ha llevado hasta aquí y no queda más que avanzar... Edward, si quieres echarte atrás, ahora es el momento.-
Observaba entonces a Ecris mientras me apartaba la pañoleta, era el último momento antes de entrar en el castillo, cuando la tensión estaba por las nubes y estaba a punto de empezar el camino por el castillo del monstruo. ¿Que se haría? Tenía claro que viviese o muriera, había que lanzarse en este castillo para acabar con su oscura presencia.
Cuando iba a arrancar a correr en sentido contrario, vio como Edward llegaba hasta dónde estaban - ¡Maldita sea! ¡Pensaba que te había pasado algo!. Mirando alternativamente hacia ambas puertas frunció el ceño y señaló la entrada subterránea. La verdad es que, pensándolo bien, sabía tenían las mismas posibilidades entrando por una que por otra, pero se decantó por ésta última.
Si he entendido bien has decidido ir por la entrada subterránea no es así?
Si el resto decide ir por arriba, iré con ellos.
Llegué de manera rauda hasta la puerta con el arco en mano, estaba más que confundido... Esa voz ¿A qué se refería con liberar a la bestia?...La curiosidad me invadía, pero no era el momento así que intenté no darle tanta importancia y me adentre al recinto. Frente a mis ojos, noté la figura de Ecris y Belmont discutiendo. Seguramente estaban pensando que harían conmigo. -¡Maldita sea! ¡Pensaba que te había pasado algo!- Me dijo Ecris preocupada, a lo que respondí soltando un leve suspiro: -Uff... Pensaste mal, aquí estoy en una pieza. ¡Al que le pasó algo fue al bicho ese de tres cabezas!- Dije levantando firmemente mi arco- Gracias por el muro, fue de buena ayuda.- Me dirigí a la puerta por la que habíamos entrado, para abrirla y mostrarles como el monstruo yacía inmóvil bajo los escombros de hielo.
-Escuchadme... Estamos en al boca de la bestia, el principio del viaje nos ha llevado hasta aquí y no queda más que avanzar... Edward, si quieres echarte atrás, ahora es el momento.- Fruncí el ceño, ahora mostrando una postura más seria- No me tomes como una carga, puedo defenderme sólo, el bicho moribundo detrás de la puerta lo demuestra. No me echaré atrás, no hasta que mi amada Estrella se encuentre nuevamente conmigo.- Afirme, para luego hablar sobre el camino que elegiría- A mi me da lo mismo, la puerta principal es el camino obvio... Creo que el subterráneo presenta más peligro. No lo sé, yo les seguiré.
¿Puedo volver a comentar?
Asintió decidida al agradecimiento de Edward. De acuerdo, entremos por la puerta principal -dijo mientras su voz se quebraba levemente por los nervios- Tenemos que encontrarlo, así que mejor antes qué después....
Tras ésto, se colocó detrás de Belmont y se preparó para lanzar un hechizo en caso de ser necesario.
¡Pasamos a la siguiente escena!