Tras dejar atrás el Hall principal superado el impedimento que supuso hacer frente a todos aquellos zombies y sortear los cambios en el terreno, pudisteis encontrar una lujosa puerta que por fortuna no tenía cerradura y que se abrió con facilidad.
Entrasteis en una nueva zona del castillo, ésta ni por asomo parecía un lugar lúgubre o sombrío, se trataba de un exuberante jardín interior repleto de vegetación, de vida, de colores y sensación de bienestar. Parecía un lugar dedicado por completo a desconectar del mundo, hasta parecía que el aire era embriagador. Había un pequeño paseo hecho con piedras elegantemente colocadas, y las zarzas rodeaban cada ápice de pared dotando de un llamativo verde intenso todos los decorados.
No parecía haber enemigos allí, al revés, parecía el lugar perfecto para descansar antes de continuar, ¿no era todo demasiado bueno para estar dentro de los dominios de Drácula?
Retomasteis el rumbo hasta deteneros en el momento que llegasteis a una zona del jardín que no tenía tanta vegetación, incluso pudisteis ver que había un banco de piedra elegantemente decorado con joyas ¿sería éste el sitio exacto donde el señor del mal se evadía de su mundo de tinieblas para contemplar la naturaleza? ¿Significaba que tenía gusto por "algo" que no fuese macabro?
Apenas os dio tiempo a reflexionar sobre ello, puesto que un silbido que se dirigía hacia ustedes a gran velocidad conmocionó vuestro cuerpo.
¡Narrad vuestras impresiones y haced una tirada de reflejos!
Ese lugar era mágico. Era un oasis en medio de aquella oscuridad. Si le hubiesen dicho que iba a encontrarse un lugar como aquel los habría llamado locos sin dudarlo. Mientras avanzaban se sentía cada vez más tranquila, más embriagada por aquel lugar. Se permitía el lujo de acercarse a plantas y flores que llamaban su atención, pero siempre sin tocarlas. Sabía demasiado de botánica como para arriesgarse a tocar algo que no conocía.
¿Cómo un ser como aquel podía tener un lugar tan maravilloso dentro de un castillo tan horrendo? No era lógico, no tenía sentido.
En ese momento escuchó el silbido y su cuerpo se tensó....
Motivo: Reflejos
Dificultad: 0
Habilidad: 1
Tirada: 3 5 9
Total: 5 +1 = 6 Éxito
El dolor del impacto no era comparable con el del veneno que comenzó a recorrer todo tu cuerpo. Poco a poco te sentiste debilitado y confuso: tus sentidos fallaban uno a uno, tu visión se nublaba a la vez que tu paladar mantenía un agrío sabor.
¿Era el final de tu viaje? Probablemente.
Parecía que las artimañas oscuras del castillo habían podido contigo pero… ¿podrán tus compañeros vengarte?
Tan solo podías esperar que sí…
Debido a la inactividad no has podido defenderte del ataque el cual ha impactado y ha eliminado la última vida que te quedaba.
¡Una lástima perderte pero ha sido un placer tenerte como jugador!
Si lo deseas puedes hacer un último post narrando las impresiones de tu personaje.
Los punzantes aguijones impactaron en tu cuerpo, por suerte no alcanzaron ningún punto vital pero el dolor era casi indescriptible. Quitaste cada aguijón con firmeza, comprobando que unas pequeñas marcas se habían quedado en tu cuerpo ¿quién o qué os había atacado de aquella manera?
Has visto como Dominique también ha sido impactado.
Gracias a tus reflejos pudiste esquivar con soltura los aguijones que con maldad, iban directamente hasta tu cuerpo. ¿Qué hubiera pasado de haber recibido el impacto?
Has visto como los aguijones han impactado a Dominique y Edward.
Tras esquivar los aguijones y apartarse de la supuesta trayectoria que seguían, Ecris se giró y observó como tanto Belmont como Edward los tenían clavados en sus cuerpos.
-¿Estáis bien? - preguntó mientras alzaba su temblorosa voz. No solía reaccionar bien a éste tipo de imprevistos, había tenido muchísima suerte.
Perdón si sale el texto algo raro, es que contesto desde el móvil
Compruebas estupefacta que Dominique no ha sobrevivido al incidente.
Aún en shock, Ecris se arrastró hasta sus compañeros. Llegó primero hasta Dominique para comprobar que... no podía ser ¡Estaba muerto! Esto no le podía estar pasando a ella... no en este momento.... Cerró los ojos y trató de calmar su respiración. - No era una niña- no dejaba de repetirse mentalmente, aunque alguna vez masculló eso mismo en voz alta. Se arrastró hasta Edward y, tras comprobar que estaba vivo, haciendo acopio de valor, lo arrastró hasta un lugar a cubierto y trató de hacerle reaccionar.
Vamos - murmuraba mientras lo zarandeaba- vamos, despierta!
No podía evitar mirar hacia el lugar de dónde habían procedido los aguijones, tratando de entender qué había pasado.
Tras aquel terrible suceso volvió a reinar el silencio ¿era la propia vegetación quién se estaba rebelando contra los intrusos? Sin lugar a dudas no se podía bajar la guardia ni en los lugares más puros.
Ante el imprevisto tan solo se podía avanzar. Salir de los jardines era la mejor opción puesto que luchar contra un enemigo invisible (o peor, que estuviese en todos lados) tan solo retrasaría la misión.
De pronto el silencio se vio interrumpido por una incómoda sensación de que alguien o algo os estaba observando. Era desagradable puesto que al mirar a vuestro alrededor seguía habiendo vegetación y más vegetación… hasta que aquello cambió.
Pronto averiguasteis qué era lo que pasaba, unos pasos lentos comenzaron a acercarse a vuestra posición desde la exuberancia de la vegetación, pudisteis reconocer perfectamente cómo se trataba de cuatro patas a un ritmo lento pero ágil, ¿había un animal allí acechándoos? era posible, puesto que no llegó a pasar más de un minuto antes de que se mostrara ante ustedes un lobo de mirada pasiva.
El animal parecía agresivo, además llevaba algo entre sus colmillos… era una especie de criatura con aspecto vegetal.
Simplemente se acercó a vuestra posición a su ritmo, como si cada paso fuese una danza, hasta que se detuvo a un escaso metro, comenzó a observar en silencio... ¿con qué intención? ¿Os iba a atacar?
¡Debéis tomar una decisión!
Ahuyentar al lobo
Acariciarlo
Ecris, tras el sobresalto inicial y arrastrarse hacia atrás buscando protección, observó al animal. Pese a su actitud agresiva, el lobo se movía lentamente, con elegancia. Al sentirse acorralada, desvió un poco la mirada, para no observarle fijamente, pero sin perderle de vista, y se incorporó con cuidado. En ese instante se percató que el animal tenía algo en la boca ¿Podría ser lo que les había atacado?
Avanzó un paso hacia él y tendió temblorosa su mano. Era una apuesta arriesgada y lo sabía, pero con Edward herido y ella agotada, tal vez fuese la mejor opción, así que trató de serenarse mientras se aproximaba un poco más al animal.
Hemos venido a jugar! Le acaricio!
Si en lo que queda de día de hoy no contestas serás eliminado de la partida por inactividad.
Lamentandolo mucho quedas fuera de la partida por inactividad.
En cuanto el lobo comprobó que tu no eras una amenaza, dejó en el suelo lo que tenía en sus fauces: una mandrágora espinosa. ¿Era aquella criatura la que os atacó en los jardines?
La cuestión es que de manera rápida y audaz, el Lobo se giró y comenzó a moverse. Era a un ritmo que parecía querer indicar que lo siguieras… ¿sería esa la mejor opción o era una trampa?
Estas sola en la aventura, he echado a Edward por inactividad. Actúa como si él hubiese muerto también donde Dominique XD
Seguir al lobo
No seguirlo y continuar tu camino
En el momento que el lobo se alejó, Ecris lanzó una última mirada a los cuerpos de los que habían sido sus compañeros. - Maldita sea... - pensó - ¿De verdad me acabo de quedar sola?- Clavó de nuevo sus ojos en el animal. Allí sola no tenía ningún futuro, y, realmente no perdía nada, así que siguió al animal. Quizá tuviese suerte y acabase de encontrar un nuevo compañero, aunque no pudiese darle conversación que la calmase...
Sigo al lobete!
En un acto instintivo, comenzaste a seguir al lobo a través de los jardines interiores. Parecía que aquel animal conocía cada rincón puesto que avanzabais haciendo rutas casi laberínticas y a un ritmo bastante apresurado.
En un abrir y cerrar de ojos te adentraste en una zona del jardín que parecía más un patio, un patio morbosamente decorado por multitud de estatuas de piedra que representaban de todo, hombres fornidos, mujeres semidesnudas, perros, algunos presentaban semblantes de furia mientras que otros eran semblantes de miedo, aquí comenzaste a ver por primera vez en el castillo los indicios de que la maldad del señor de los vampiros no iba a verse camuflada por vegetación exuberante, sus retorcidos gustos acababan de ser revelados.
Fue entonces cuando el lobo comenzó a cambiar de aspecto de una forma totalmente sorprendente.
En ese instante supiste que no tenías delante a una criatura normal, sino que allí había alguien de más poder, alguien que de haberlo querido te hubiera atacado desde el primer momento pero que ni por asomo lo había intentado... revelando que sus intenciones eran quizás más puras de lo que realmente creías.
Para tu sorpresa, el lobo se transformó en una persona, pero no en una persona cualquiera no, sino en aquel encapuchado tan misterioso que te encontraste al principio de la entrada del castillo, aquel que no sabías si era amigo o enemigo
- Veo que cumples mis expectativas - comentó mientras mostraba una ligera sonrisa.
- De no haberme seguido habrías caído presa de la Medusa, la cual custodia estos jardines tan bellos como mortales –
El hombre se quitó la túnica envejecida de encima, mostrando un bello rostro empalidecido que mostraba serenidad y a la vez amargura.
- Cooperé con tu antepasada anteriormente y la historia vuelve a repetirse, sin mi ayuda no podrás conseguirlo a tiempo - comentó aquel hombre, sus palabras te inspiraban tranquilidad, se le veía seguro de sí mismo... ¿podría ser aquel que ayudó a Trevor Belmont y Sypha Belnades en el pasado a derrotar a Drácula?
- Es una lástima que el descendiente de los Belmont no haya sobrevivido, supongo que no estaría lo suficientemente preparado - hizo una leve pausa.
- A partir de ahora puedes llamarme Alucard, me encantaría poder estar más tiempo contigo hablando pero no es posible mientras mi poder siga siendo limitado, debes continuar adelante, salir de estos jardines y llegar hasta el torreón, allí es donde se encuentra el sarcófago de mi padre y la mujer que tiene cautiva; me adelantaré para despejar el camino. Lo hicimos en el pasado y podremos hacerlo ahora -
En cuestión de segundos Alucard se disipó en una bruma neblinosa para después convertirse en un murciélago oscuro como la noche que comenzó a revolotear hasta las cámaras más altas.
En el momento que lograste salir al exterior, la alegría se apoderó como un sentimiento triunfal. Ante ti se imponía una gran escalera que ascendía por el lateral de las enormes paredes del castillo de Drácula, era como si hubieras conseguido atravesar todo el edificio por sus interiores y ahora tocaba llegar a lo más alto.
Podrías ver desde abajo que en el cielo se alzaba una enorme torre, tuviste la impresión de que allí se encontraría el sarcófago donde reposaría Drácula y a la vez se encontraría la mujer secuestrada, ahora tan solo había que rezar para que la malvada criatura no se hubiera despertado de su letargo y que aquella inocente estuviese a salvo.
Por otra parte, quisisteis comprobar qué había pasado con Alucard ¿habría volado a lo alto de esa torre?
Ahora debes narrar las impresiones de tu personaje ante lo que ha sucedido ¡la recta final comienza!
No te abandono! Finde de curro intenso! Después de comer pillo el portátil y contesto!!
Mientras seguía al lobo Ecris no dejaba de tener miedo. ¿Estaría haciendo lo correcto? ¿Era Drácula haciendo que cayese en una trampa? Bueno, ya poco importaba, estaba segura que sin ayuda jamás podría salir de allí sola, por lo que no le quedaba más remedio que tener fe. Al pensar ésto pudo evitar sonreir de medio lado - Fe, en este sitio, debo ser idiota... - Masculló
Cuando el lobo comenzó a cambiar no pudo evitar mirar a su alrededor para buscar refugio, pero de repente sintió como un sentimiento de calma la embargaba. No hacía falta huir, ¿era posible que fuese él? ¿El que había ayudado a su antepasada? Le escuchó como si de una visión se tratase y sus palabras renovaron la confianza en sí misma. Puede que se hubiese quedado sola, pero ahora, con su ayuda, puede que consiguiese su objetivo.
Cuando Alucard desapareció, Ecris comenzó a caminar decidida hacia la cima de la torre. Todo terminaría pronto y ansiaba cada vez más ese momento.