Partida Rol por web

La mirada aviesa de la cabra le dejó bien claro a Perseo que si conseguía que el animal se uniera a su causa, su astusia ansestral de cabra poderosa le sería muy útil. Porque la cabra no era una cabra... pudo verlo con claridad, la cabra era...

¡Discordia!

Bellita, una vez más sin perro Leonsio, perdió su perro que nunca había sido un perro sino que era una cabra, que tampoco era una cabra porque en realidad era Discordia.

- ¡Ta chán! -dijo, aparesiendo con  su auténtica forma. He Man y el Dr Horrible se quedaron como un poco perplejitos, pero bueno - Tengo una oferta para vosotros, queridos míos -mientras hablaba, el suelo se convirtió en jabón de marsella-. El Dr Horrible conseguirá una caja o un panel -detrás de él salió un escenario del Precio Justo, con tres paneles finales y una caja-. Perseo se queda con el palito de luz, y a cambio, Bellita consigue... ¡este pony! 

Un pony morado y desconcertado salió de quién sabe donde.

- Eso sí, Perseo tendrá que trabajar para mí -dijo, sentándose en el techo-. Y He-man... oh, cariño, todos sabemos qué  has venido a buscar.

Pero Disconsio...¿Vas a abandonare?  ¿Tu que has sido mis ojos vas a abandonarme? Bellita comenzó a entristecerse ¿Pierdo mi mejor amigo y mi palo el mismo día? Oh tragedia, oh tristeza oh maldita la hora en la que me engañaron— Las lágrimas de bellita rodaban por sus mejillas. En aquel momento Bellita era la viva imagen de

Si, se sentía como un animalillo abandonado bajo la lluvia. Los manifestantes de fuera del estudio bramaban por la muerte de la cabra Leoncio además del resto de los perros que habían interpretado aquel papel, y bramaban con más fuersa aún pensando en el destino del pobre pony...

Esa abuelita huevona debía estar delirando por ahí por los efectos adversos de la medicación. O simplemente por los efectos adversos de su cerebro atrofiado. Como fuera, si no le daba la toma pronto se llenaría de pelo como un ewok y no quería ni pensar en cómo sería depilarla luego, segura de que aquella titánica labor le tocaría afrontarla sola.

- Ai viejita...- frunció el ceño con varios pliegues extras para demostrar su disgusto y preocupación antes de salir de allí. tenía que hallarla. O hallar a alguien, cualquier cosa estaría bien si ese alguien era un caballeriso aseitado, las dos opciones eran buenas.

Mentalmente empezó a trazar una lista de los lugares que podría estar visitando la mujer. El baño, posiblemente. Las cocinas, tal vez. Los cafetales, puede. Las caballerizas, también. Aquella mujer era tan diabólicamente testaruda que podía estar en cualquier sitio, y ella la encontraría.

Perseo Alberto Jairo Uribe estaba a punto de ser asesinado por el asesinoso asesino ginecológico de la arpía premamá; cuando Isabelita Carmela Marilyn había enunciado su embarazo a Perseo Alberto Jairo Uribe le habían entrado los sudores fríos temiéndose temeroso lo peor: Que esa lagarta no quisiera engañarlo cuando le decía que había cabalgado en ella.

¡Maldito póker! ¡Maldito alcohol! Maldito pechote peludote de la señora capataza!

Su muerte era inminente y únicamente tenía un arma, un palote laser con el que freír a su agresor, un palote que estaba muy dispuesto a usar, sin embargo, la siegilla le miró directamente a los ojos con esa mirada profunda y penetrante que tienen todos los segillos, porqué por muy siegillos que sean, ven, ven a través de ti, pueden ver tu alama y desgarrarla con la mirada.

Perseo Alberto Jairo Uribe miró a la niñita, miro a su palote, miro de nuevo a la niñita, miro la espada láser, miró el paquete del asesino mientras dirigía su mirada de nuevo a la siegilla y finalmente sacó pecho, alzó el mentón, y se apretó con fuerza una botella de aceitoso aseite para salpicarse el pechote y quedar aceitoso.

Dos hombres en la sala, y una siega. – aquella estadística despertaba su maromo más viril, el atrae hombres 2000; su loca interior tendría que esperar a que el número de sipotes disminuyera para poder asomarse. Se acabó el griterío.

- No llore ángel del cielo. Acá tiene tu bastón. – se lo entregó de nuevo a la niña y luego señaló al lazarillo/cabra/discordia – Tu, cabra, tienes un pelo total!

Y como si nada hubiese pasado se encaró al asesinoso asesino con intenciones asesinas – Acá me tiene. – le indicó al asesino golpeándose el pechote con ambas manos planas.

En un corte de  cámara aprovecho para limpiarse el aseite de las manos al ritmo de un “qué asquito, qué asquito, qué asquito”

El Dr Horrible se lansó mortalmente a morir y matar en brasos de Perseo Alberto, robándole el arma de lus a la siega. Comensaron a rodar el uno sobre el otro sobre un suelo que de pronto estaba lleno de purpurina con estrellitas. La cámara lenta se fue poniendo más lenta, más lenta, más lenta, hasta que sólo se veía a dos maromos aseitados  rosándose aseitadamente con mucha sensualidad. 

De fondo, Bellita, que era siega, miraba a un punto aleatorio sin coscarse de nada.  Absurdamente, apareció también Ana Victoria, a justo para ver a los dos maromos aseitados darse un apasionado beso gay homoerótico homosexuálico. Ana Victoria dejó escapar un ¡OHHH! sorprendido, mientras Bellita continuaba con su expresión neutra total, como si hubiera estado chupando la cocafé de la Abuelita.

- ¡Te voy a clavar todo el palote! -dijo el Dr horrible girando sobre Perseo Alberto- ¡Te voy a empalar en el mal sentido!

Perseo Alberto giraba y giraba, pasando junto a los pies de Bellita, la cual seguía con su expresión DERP mirando a ninguna parte. Ana Victoria tenía serios problemas para observar el expectáculo, porque sus pechotes no le dejaban mirar bien.

- ¡Te ensartaré con mi arma! ¡Te la voy a clavar bien profundote, hasta que te oiga gritar no más!

La cámara empesó a haser sumos y sumos y sumos, y de pronto Ana Victoria tenía unas gafas de sol. Los ecspectadores las reconosieron como las gafas del negro de negro.

Y DE PRONTO, EN EL REFLEJO DE SUS GAFAS, SE VIO LA SANGRE SALPICAR EN LA PARÉS.

Bellita se abrasó a Ana Victoria... y las letras de fin de capítulo salieron en la pantasha.

FIN

Y así termino la temporada. O al menos eso paresia porque las letras que los listillos llamaban créditos estaban en marcha. EL público aplaudía y lloraba ante el hermoso e inquietante final mientras iban aparesiendo las magnifícas astuasiones del reparto.

STARRARRING BAI

Khat, como Perseo Alberto Jairo Uribe Peñalver y Quintana 

Valentine,como Ana Victoria Yolanda Gundersen de Santamaría

Amusarado, como Abuela Carmen Antonia Lucia

Tarachan, como Lupita Rosaura María de la Encarnasión Cortés de la Vega

Morgian, como el "Sensual Aseitoso" y Víctor Alfredo Gonzalo Cortés de todos los Santos

carnifex, como Carlos Antonio Javier Sanegunio Veracruz y Cablallo

rahel, como(María Aurora Lisabella de Mondragón, Bellita

Érive, en el papel de Ana Victoria Yolanda Gundersen de Santamaría después de la operasión.

Cuando terminaron los aplausos y aparesió el equipo técnico comensaron los susurros y cotilleos al respecto.

Doctor Fernanda María Teresa Campos. Espesialista en cambio de sexo.
Doctora Penelope "Pe" Zon Esardientes, espesialista en implantes
Federico José Luisito Iutuf, edición de video
Pedro Ramiro Luis Barcenas y Antonio Jose Angel Ruiz Mateos, productores.

AGRADESIMIENTOS
Mr Proppet y Fairy. Esperamos que vuestro futuro hijo limpie mushas manshas aseitosas.
Faris
PetitMort
Radagast
Salmakia
Pineapple
Masca
t3r_DFlourite
potty
Alas Negras
laperamargarita
Chara Kotoko
Blackwave
sergut
Atreide
Astinus Ahlric
MaikWazowski
clementine
Härgaläten

Ningún animal fue lastimado durante el rodaje de esta serie.

Dedicamos este capítulo a todos aquello que interpretaron a Leonsio. Descanse en paz. Insistimos en que ningún animal fue lastimado.

Ya habían terminado los créditos cuando de pronto, al gente que estaba a puto de cambiar de canal se quedó paralisada. Había otra escena, como si fuese el sine y todo. ¡Oh estos guionistas eran tremendos! En un primer plano aparesío el caballeriso hasiendo sus cosas de caballeriso con total tranquilidad. Al fondo se oían ruidos de cascos y de pronto...¡un relincho! Bellita aparesió en escena con Leonsio VII, pero no era un perro. Era un corsel morado como correspondía a una niña) con un cuerno en la frente. La sieguita iba dandose con todas las ramas que el caballo quería, pues aunque paresía que cabalgaba bien, no más seguía siendo sieguita. Y claro, no veía los obstáculos. Pese a todo, aquel animal era ahora sus ojos. Cuando llegó a la altura del caballeriso el caballo se encabrtó y la niña bien estuvo a punto de caer al suelo, pero milagrosamente no lo hiso. Una mala suerte que no se cayese, pues el guión tenía preparada una milagrosa recuperasión de la visión pero como no se cayó no hubo tal recuperasión.
El caballo volvió a posar sos cascos en el suelo y Bellita, mirando a un árbol a 30 cm de Carlos Antonio habló.
Estamos en peligro. En esta hasienda hay alguien muy malvado que va a intentar hasernos daño como se lo hisieron a mi mamá....pues... ¡alguien de esta hasienda fue quien rompió los frenos de su coche! Recuerdo su cara, pero no su vos...y por la cara no puedo reconoser a tal rufían. ¿Me ayudará?

En aquel momento los espectadores pudieron ver el "palo" de bellita chisporroteando ¿Sabría acaso manejar la niña aquel arma?¿De que secreto hablaría?¿Tendría que ver con lo ocurrido a Perseo Alberto?¿Y la abuelita? Porque había estado tan desaparesida?¿Ayudaría el inosente caballeriso a la sieguita o sería otra trampa para ella?

Despues del verano lo descubriremos. Autumn is comming