Partida Rol por web

Cuando te metes en el saco reflexionas sobre lo acontecido durante la jornada. Tus compañeros han sido quienes han hablado y tomado las decisiones sobre cómo proceder con Omar y los ingleses mientras tu les has seguido y apoyado. Pero... ¿Es suficiente? ¿no estarás dependiendo demasiado de su criterio? ¿qué puede pasar si los demás siguen eligiendo por ti?

Al despertar seguís bajo tierra y el círculo ritual de Pável está intacto, igual que vuestras cosas y el par de recipientes que dejasteis en una esquina. Unos soldados golpean la puerta para guiaros hacia el túnel de salida donde os espera el regimiento de Ali además de la coterie de los ingleses, visiblemente aliviados y ansiosos por emprender la marcha.

Amablemente Ali os invita a adentraros en una de las profundas galerías y así es como dejáis atrás Azokh Abyss, sin despedidas ni rastro alguno del checheno.

Las cuevas serpentean y se pierden. Algunos tramos son anchos y se han reforzado con puntales y estructuras de madera, mientras que hay otras zonas más antiguas donde tenéis que caminar agachados para no golpearos la cabeza. Éstas partes ni si quiera disponen de sistema de iluminación.

A los más cautos (supervivencia 2 o más) no os pasan desapercibidos los símbolos rasgados en la pared que de vez en cuando os vais cruzando y deducís marcan en algunas ocasiones cruces peligrosos y en otras, rutas alternativas que los soldados tienden a evitar.

En un par de ocasiones las cuevas se abren al exterior y camináis durante horas a través de caminos nevados cerca de unas construcciones de piedra con forma de torre. Ali os explica que las llaman Tusheti’s o Khati, y que son refugios para los vampiros que hacen el camino de Chechenia, aunque los campesinos que las construyeron y que las mantienen, lo hacen bajo la creencia popular de que allí es donde reside el ángel guardián de su família. La tradición les impide a los vivos acercarse a los Khati a menos que sea para traer ofrendas, y se pueden reconocer por los cuernos de corderos u ovejas sacrificados en mitad de piedras blancas.

Vuestro guía os señala una de las torres donde planea que paséis la próxima vigilia. Des de allí, solamente un par de horas os separan de la carretera que os va a llevar a Grozny, la capital del país.

 Me muevo sin dar más la lata, total ya tenemos lo que queríamos y al parecer el pelirrojo no era más mentiroso de lo esperable.

 Una pena haber acabado mal con él, desde luego lo del encargo habrá que valorarlo, tampoco es que tengamos mucho que ganar con Omar, aunque si la salida de ha de ser por si cueva otra vez más vale que llevemos el anillo como pago.

 Observo a los ingleses, si parecen amigables entablo conversación casual con ellos.

 De donde vienen, que negocios tienen en Chechenia... A ver qué saco en claro.

Cuando paran a descansar Vince echa un vistazo a su alrededor. El recorrer ese laberíntico entramado de túneles en silencio dio para que el gangrel se preguntara quién había construido todo aquello. Las señales que servían de guía para evitar algunas zonas indicaba que al menso muchas de esas grutas estaban allí antes de que esta gente las ocupase. Quiso preguntarle a Ali pero después de lo ocurrido en la noche anterior pensó que sería más oportuno dejarlo para otro momento. Entonces miró a Boris, Christoph y a Mehdi. La expresión de estos tres se había vuelto más relajada.

-¿ Oye, qué asuntos os ha traido aquí?¿Es la primera vez que venís?- Les pergunto mirando a Mehdi.

Los ingleses son una manada de 3. Los tres chicos que visteis en la plaza de Azokh y que no encajaban allí.

- Venimos de Londres. La situación en inglaterra se ha puesto peliaguda y los chechenos tienen recursos que nos pueden venir bien, por decirlo de alguna forma.

responde Mehdi con prudencia, antes de que su compañero añada.

- Necesitamos armas y su ejército nos las vende a buen precio.

Mehdi pone los ojos en blanco pero parece acostumbrado a las intervenciones de su compañero.

- ¿Qué hay de vosotros?

Inquiere Cristoph mientras hacéis camino.

 Escucho atento a los ingleses, se ve que todo el mundo tiene problemas.

 -Que bueno... Digo que hayan encontrado ya lo que buscan. Es bueno saber a dónde acudir.

 Nosotros venimos un poco a ciegas ¿Saben? Estamos buscando a unos amigos... Pues que se nos despistaron, vinieron para acá y ya no supimos.

 Es un sitio peligroso este...

Y díganme ¿Que onda allí en la Inglaterra pues?

​​​​​

Viktor había pasado gran parte del viaje hasta allí en silencio de nuevo, pero a diferencia de su primer viaje por las montañas, en esta ocasión se debía a que no le quedaba claro que alguien como Omar fuese a dejar pasar la falta de "respeto" de la noche anterior. La idea de que con seguridad primero esperaría a que completasen el trabajito, fue lo que le convenció de relajarse y volver a ser sociable. Mark y Vince charlaban con los tres británicos, por lo que decidió unirse a la conversación:

- Espero que esas armas os ayuden con la que se avecina, muchachos, porque cuando los monstruos que despertaron en Oriente Medio se sacien con la primera ola, vendrán a buscar a la segunda... Mientras tanto, siempre es interesante oír como les va a otros feudos, por lo que contad, contad.

Ante vuestra pregunta los ingleses se miran entre ellos con el rostro ensombrecido.

Uno de ellos se encoge de hombros y responde

- La Operación Antigen ha barrido con la mayoría de los nuestros.

- Una reunión como ésta, con seis chupopteros en el mismo lugar, es un puto lujo allí.

Veis que incluso a Boris, el más suelto de los tres, está haciendo un esfuerzo cuando habla de ello. 

 Asiento aparentando estar apenado.

 -Ya sé si.. Oí que estaba siendo duro. Pero bueno, estarán organizados bien ¿No? Digo por que les mandaran ha hacer lo negocios estos de conseguirse las armas para llevarse para allá.

 Aunque no se puedan reunir entre ustedes pues estaran comunicados de alguna forma, con lideres fuertes.

El assamita asimiló la información rápidamente:

- Así que Antigen ha barrido allí eh... Siento oír eso. Aunque si queréis una opinión sincera, yo de vosotros consideraría dos opciones: Largarse a un sitio inhóspito y esperar a que pase este puto apocalipsis o bien tirar en dirección contraria hacia el meollo de esta mierda, hermanos y hermanas caminando hacia la última batalla, y triunfar o morir luchando contra esos hijos de puta. - Miró al resto.- Cuando acabe lo que tengo que hacer, tomaré esa decisión yo mismo.

Vince escuchaba la conversación sin decir nada. Las palabras de esos tipos mexclaban añoranza con sufrimiento y en el fondo no pudo evitar sentir algo de lástima. Entonces su cabeza comenzó a divagar sobre loq ue estaba ocurriendo con la Inquisición, la llamada de los antiguos, el pulso entre la camarilla y los anarquistas o cómo el sabbat buscaba no desaparecer del mapa. No solía darle muchas vueltas a eso, siempre hay luchas sólo cambia quién tiene ventaja en ellas. Pero por un momento pensó en su sire y en si podía haberle pasado algo por culpa de la inquisición. Ella llevaba aún más tiempo detras de Vladimir que él,  y pensar que ese bastardo hijo de puta pudiera haber sucumbido a la llamada... Pero por eso estaba aquí. Viktor alentaba a batallar a los ingleses, aunque esa arenga tenía pinta de ser destinada en realidad a el mismo. 

-¿Cuánto nos queda para llegar Ali?- Preguntó Vince, más para ver de qué manera contestaba el tipo. Después de lo de ayer quería asegurarse de no ser mucho más detestados de loq ue ya eran.

Los soldados inspeccionan el interior del khati y colocan sacos fuera y dentro del lugar mientras termináis de hablar con los ingleses.

- Tres horas y media, estamos cerca.

Le contesta Ali a Vince sin un ápice de rencor aparente en la mirada.