Partida Rol por web

-Ok, taxi entonces- mientras más rápido llegaran a un hospital mejor. Tampoco tenía mucha idea del estado de la mujer, así que confió en Mayuree que tenía pinta de saber cuándo algo se avería y cuando no-. Salgamos de aquí antes que los amigos de los que matamos vengan a ver que ocurrió.

Sin duda ese día se había cobrado su cuota de muertos y ellos tenían una buena dosis de culpa, incluso con lo que pasó más abajo. Mejor que nadie siguiera en ese edificio para cuando comenzaran a hacerse preguntas.

Secundo las intenciones del playboy. Pidamos un taxi, de esos que nos puede venir a buscar en el balcón. No vamos a joder ahora por un puñado de monedas.

Llamáis a la compañía de AeroCab y este no tarda mucho en llegar, Hay un poco de discusión sobre el punto de recogida, pues no parece que el conductor esté dispuesto a hacer una subida al vuelo en un balcón, pero parece que al final cede cuando queda claro que tenéis una razón humanitaria por el medio.

El vehículo que os recoge es el típico AV de transporte que ilumina los cielos de Nigt City

El interior huele porro y cuero sintético del barato, y el conductor - un hombre jamaicano cerca de los 50 - os mira desde sus ojos ciberneticos de la década pasada con cierta paciencia y una sempiterna sonrisa.

-Normalmente suelo transportar a gente mas vestida- Decía jocosamente al ver como subíais a vuestro rescate, Cate, al vehículo. Si percibía o le importaban las manchas de sangre de Mayuree, no decía nada al respecto.

Poco después estabais de camino entre los brillantes rascacielos y música relajante. Un bonito contraste con lo que había sido vuestro día.

Cuando finalmente llegáis al hospital en una de las plataformas superiores donde pueden aparcar - temporalmente - los ciudadanos para emergencias, la familia de Cate os está esperando y los servicios de emergencias se abalanzan rápidamente para llevársela al interior.

Una mujer de aspecto fino y muy bien cuidada es la que se queda para hablar con vosotros mientras los demás familiares desaparecen.

-Debo reconocer que estoy gratamente sorprendida.-

-Si tengo que ser sincera ya daba a Cate por perdida-

La mujer sacaba un mentolado para fumar como para calmar sus nervios.

-Bien, os lo agradezco mucho, pero supongo que no hay mejor manera de agradecer que pagar lo acordado, ¿verdad?- Decía intentando decir algo gracioso. -¿En cuanto habíamos quedado?-

No es que esperara una respuesta, era mas bien como si se lo preguntara a ella misma mientras buscaba en su E-Book los datos de contacto.

Una breve brisa os refrescaba en esos instantes, recordándoos a la altura que estabais en esa azotea del hospital, con el taxista esperando si necesitabais un transporte para salir u os marchabais por vuestra cuenta.

-A, si 2000 eddies-

La mujer sonreía.

-Suena a tan poco por haber salvado en vida a mi querida Cate.- Os miró a los ojos mientras hacia un gesto en su gadget y escuchabais el sonido de la transacción confirmándose. -Os dejo un pequeño plus-

La mujer lanzó su cigarro en el suelo y se dispuso a marchar, su mirada mucho mas centrada que antes.

-Al fin y al cabo, puede que os necesite para un encargo mas tarde y no quiero daros una mala impresión-

Lanzó un guiño y se despidió de nuevo.

-Fue una fiesta muy loca- dijo Artemis al comentario del taxista luego de llegar al poco tiempo de llamarle. Sin duda eran rápidos y eficaces, aunque algo caros. En esos momentos, lo caro era la diferencia entre hacer algo rápido y bien o terminar con mil problemas más. Se acomodó como pudo y disfrutó del viaje, sintiendo como todo su cuerpo se relajaba en el asiento y se le cerraban los ojos.

Llegaron al hospital y dejaron “el paquete” en buenas manos, al fin podían relajarse de todo. La madre de Cate se les acercó, contenta de volver a ver a su pequeña en relativo buen estado.

-Somos buenos en lo que hacemos- siempre había un momento para alardear y el mejor era cuando estabas lejos del miedo, la sangre y las balas rozando tu cuerpo. Habían sobrevivido luego de haber enfrentado a un montón de Slaughters-. Estaremos en contacto…

Oyó el aviso del depósito y por la cara de su compañera, el Plus era mucho más grande de lo que imaginaba. El dinero siempre era bienvenido, sobre todo si venia de la mano de forma tan desinteresada… ¿Aunque lo era? Ese otro encargo sonaba a ilegal, peligroso y potencialmente mortal.

-¿Fiesta en mi casa? – todos estaban sumamente cansados, incluso Mayuree tenía aun sangre en buena parte de su traje, pero el actor sentía que habia que festejar un trabajo bien hecho.

Intento relajarme en el asiento trasero del taxi, interiorizando todo lo ocurrido. No soy ninguna maquina de matar como Vatrice, pero no puedo permitirme que las cosas vividas me afecten, no es bueno para el negocio así que procuro respirar profundamente y disfrutar de un día mas al que sobrevivo.

Tras la entrega cerramos el pago con la madre de la chica y con una sonrisa calmada y profesional le doy las gracias por el plus, con una expresión que parecía decirle lo de acuerdo que estaba con ella ante esa recompensa.

- Por supuesto Señora Sethbank. Puede contactar con nosotros cuando lo estime oportuno. estaremos encantados de ofrecerle el mejor de nuestros servicios.

Tras la despedida exhibo una sonrisa aun mas amplia y feliz hacia mis compañeros, mostrandoles la cantidad que habíamos recibido.

- Tienes mi voto positivo para la fiesta en tu casa, siempre que me asegures que no habrá cámaras - le dice con expresión burlona en una clara referencia a su profesión.

La llegada del taxi se me antoja como gloria bendita y acabar con el encargo, mas aún, aunque no podía quitarme de la cabeza que había acabado con los demás Slaughters. Pero intenté no prestar atención a ese run-run en la cabeza y gozar de un día de paga bien merecido. Tarareo ausente el ritmo de la música, tamborileando los dedos con la mirada perdida el colorido mundo pasar al otro lado de las ventanillas.

Deeeeee nada... - Agradezco los agradecimientos de la mujer, haciendo gala de un contraste entre la expresión infantil y las salpicaduras de persona que han convertido mi ropa en una especie de tributo al estampado hawaiano.

No estaría mal darnos el gusto, aunque por ahora mi mayor gusto sería lavarme el pelo antes de que los cachitos de carne se me resquen y se enganchen como garrapatas.

¿Fiesta en mi casa?

¡Fiesta en tu casa!

Tienes mi voto positivo para la fiesta en tu casa, siempre que me asegures que no habrá cámaras

¡Ja ja! ¿Las cámaras aun te cortan el rollo para quitarte las bragas?

Me apunto a acabar el día con una buena cena y dando una paliza a mis compañeros con el nuevo Just Dance 2021 que descargué pirata la semana pasada.