Te acercas al pub y ves que Pepa, la dueña, ya está en la puerta esperándote con una sonrisa.
- Hola Silvia...me dejé las llaves en casa...otra vez... - te comenta.
Te das cuenta de que es la tercera vez en el último mes que le sucede. La notas algo distraída desde que regresó de vacaciones, sabes que fue a las Rías Baixas a pasar unos días a Tuy.
- ¿Qué tal tu día? - te pregunta.
Al llegar al pub y ver a Pepa en la puerta, Silvia no pudo evitar que sus labios se torcieran en una sonrisa. Mientras daba los últimos pasos, fue sacando las llaves del bolsillo de su cazadora y se las mostró a su jefa, enganchándolas en uno de sus dedos.
- Menos mal que he venido antes de hora, con el frío que hace aquí... - Le dijo mientras metía la llave en la cerradura y le daba vueltas. Enseguida estuvo la puerta abierta.
- Hoy he visto a Álvaro, y antes de que digas nada, prefiero no hablar del tema... - Le dijo alzando un dedo y frunciendo ligeramente el ceño. Sabía que Pepa siempre le daba buenos consejos, pero prefería que pasaran unos días, era demasiado reciente y no quería pensar en ello.
- Por cierto, el pedido lo trajeron a la una, esta vez no ha habido ningún problema... - Le dijo guiñando un ojo. Entró en el local mientras se desabrochaba la chaqueta y se dirigía hacia la barra para colocar sus cosas.
- ¿Viste a Álvaro?... - contesta con una pregunta (algo típico de Galicia) - ...espera que eso tiene fácil solución...
Pepa se dirige a la barra directamente y saca "su botella". Es un licor casero que sólo bebe ella, nadie de vosotros se atreve a tocar la botella porque para Pepa es casi sagrada. Sólo la saca en momento puntuales como grandes celebraciones o un muy mal día, es un honor que la saque para ti.
Saca dos vasos de chupito y sirve una ronda mientras te dice:
- Aunque sea temprano tómate uno de estos...con un sorbo los problemas menguan, con dos desaparecen y cuidado con el tercero porque puedes despertar en cualquier sitio...
Silvia se sorprendió al ver a Pepa sacar su botella de licor. Aunque no hizo ningún comentario, la sorpresa se desveló en la dilatación de sus oscuras pupilas.
Se acercó a la zona de la barra donde Pepa estaba sirviendo el licor y cogió uno de los dos vasos de chupito, esperó a que ella cogiera el suyo y levantándolo ligeramente brindó con el suyo.
- Por nosotras.... -
Se lo llevó a los labios y bebió el contenido de un único trago. El líquido bajó por su garganta, caldeando su interior y llegó al estómago vacío, haciendo que éste ardiera... Dejó el vaso en la barra y miró a su jefa con una sonrisa...
- No me extraña que lo guardes como oro en paño... - Le dijo, todavía saboreando el fuerte gusto que el licor había dejado en sus labios.
El licor claramente no es común y te rasca bastante la gargante. Seguramente sea casero de una graduación por encima de los cincuenta grados. Un buen rascazo sin lugar a dudas.
Pepa enciende las luces y pone la música. Parece que hoy tiene marcha ya que empieza por los Drinkin' Tinto.
Mientras estáis hablando ves que aparecen los primeros lugareños que empiezan a pedir Estrellas para no perder la costumbre. Entre esos lugareños aparece Ricardo...
Abro nueva escena.