Partida Rol por web

John Terrence Clark digo a media voz, recordando mi antigua vida militar. Ese tio era un héroe, y lo que dice esta tipa encaja con lo que se de él.
Miro a Samuel y después a Kevin. Haré lo que sea necesario, actuaré según lo que decidan aunque no me importaría conocer en persona a JT.

Samuel mira a sus compañeros de uno en uno y luego a la ronin asiática.

Que cojones... dice Samuel en alto pero para si mismo.

Colegas hoy me habéis salvado el culo y eso significa que de ahora en adelante sois hermanos para mi,si queréis entrar ahí pues vamos para dentro, pero si es una puta trampa juro que reventamos la puta agencia porque antes de morir me llevo por delante hasta al mimísimo Diablo.

Conozco muy bien el tipo de vínculo al que hace referencia Samuel. Hermanos de sangre, asi lo llamaban en las viejas guerras.

Bajo poco a poco mi fusil de asalto. Empiezo a estar orgulloso de mis compañeros, todos han demostrado lo que valen. Me da igual dónde ir o qué hacer, todos venderemos cara nuestra piel si es necesario y haré lo que pueda por protejerlos. miro a Kevin que, seguro, sabrá expresar mejor que yo lo que opino en este momento de la situación. Vamos allá.

Realmente suspiro aliviado ante la última reacción de Samuel. Además, no creo que hubiera resistido mucho más.. no sé cómo siquiera ha resistido tanto.

Me acerco a él y le cojo la bolsa

- Tío, creo que ya debes guardarte esas fuerzas que te quedan hasta que estés recuperado - le digo con calma y una medio sonrisa en los labios - Si lo necesitas, apóyate en mí- termino diciéndole en un susurro

- Bueno, ahora que está todo claro, necesitamos un lugar tranquilo donde hablar y sobre todo donde pueda echarle un vistazo a nuestro amigo

Sam palmea el hombro de Kevin con la escopeta bajada, se apoya en el y luego se desmaya. Demaisiada tensión para un día y mucha pérdida de sangre.

Sostengo a Sammy con una mano, mientras con la otra le paso nuestra bolsa a Melkor. Una vez que tengo ambas manos libres, llevo a Samuel hacia los niveles inferiores.

- Milled, ¿dónde puedo llevar a Samuel y revisar y curar sus heridas? ¿tenéis, supongo, equipamiento médico que pueda usar, verdad?

- Gill, luego vas tú- le digo al intrépido investigador guiñándole un ojo

Milled suspira aliviada. Sus ojos vuelven a recuperar el tono altivo y orgulloso que la caracteriza. Pero está contenta. El piloto permanece en la misma postura, observando al frente desde la cabina del EH-101. Son poco más de las 4:30 am. La humedad y el frío tocan a las puertas de vuestros aparatos sensoriales; anulados fisiológicamente por el estrés de la situación. La ciudad duerme aparentemente a vustros pies. A donde quiera que mireis sólo se ve un mar de luces, edificios y oscuridad; hasta donde alcanza la vista.

Menos mal...

No os preocupeis, en la CCA tenemos un equipo médico muy eficiente; y están preparados para vuesrta llegada. Todos sereis reconocidos médicamente para valorar las heridas. Sobre todo él y él. Señala al desfallecido Samuel y a Gill. Luego os llevaré a descansar. Viendo la situación, creo que para ganar un poco más vuestra confianza os acompañaré en todo momento, y estareis juntos el máximo tiempo posible, o eso intentaré, ok? Seguidme...