Partida Rol por web

Al principio me extraña una regunta tan obvia, pero luego recuerdo como vino al hospital.

Er, claro, por supuesto que es Boston señorita.

y luego añado para ayudarle:

Se encuentra usted en el BMC, el Boston Medical Center

Se quedó pensativa. Al parecer ya no estaba en peligro, pero era obvio que lo del recital era una simple excusa, y era probable que los del hospital tuviésen algo que ver con ese maldito "juego". No podía disfrutar el viento, el aroma de la hierba ni nada, simplemente, le parecía muy anormal. ¿Qué habría pasado con los otros?

Anonadada paseando por el jardín se te pasa el tiempo volando, y es el propio doctor quien sale a tu encuentro.

Muy bien señorita, le vamos a pedir que me acompañe.

Le haremos una serie de preguntas y si los resultados son buenos, hoy mismo le podemos dar el alta y podrá irse a casa.

Digo con media sonrisa en la cara.

Iara asintió tranquilamente. Al parecer, o estaban todos confabulados, o realmente nadie le creía. No convenía volver a hablar del asunto. Seguiría el juego del docotr y, si podía, luego hablaría con la policía y le diría lo que había visto y experimentado...

Después de una entrevista no demasiado larga, pues al parecer tu aspecto de normalidad y tu buena coordinación física hablan por si solos, el doctor accede a darte de alta, e incluso te pide un taxi para llevarte a casa.

En el camino de vuelta, pasas por todas las calles que conocias, hasta tu vivienda, donde nada parece haber cambiado, a excepción quizas del calendario que luce el taxi que te lleva en la guante: Dos dias después del último que recuerdas antes del suceso.

Una vez te deja el taxista te informa que el seguro médico cubría la carrera y se va de vuelta al centro, seguramente a por más clientes, dejandote sola delante de tu casa mientras se oculta el Sol.

Iara se sentía extraña. Era como si por el resto de su vida tuviese que fingir que aquel día, todo había sido perfectamente normal. Un poco nerviosa, se acercó a la puerta de su casa, y tocó el timbre. Era raro encontrarse de vuelta en su vida normal después de aquella experiencia, o sueño, ¿qué importa? Después de todo, uno hace su propia realidad.

Después de esperar un rato, resulta obvio que tus padres no están en casa.

Revisó sus ropas. Quizás tendría sus llaves...

Efectivamente en el bolsillo de atras de tus pantalones. Pero solo está la llave de casa, ni la de tu moto ni la del almacen que tienes con el grupo.

 Entró en la casa. Estaba muy cansada, lo único que le quedaba era ir directo a su habitación, fumarse un atado y dormir un largo rato...

Entras en tu casa, que tiene el ambiente cálido de la calefacción baja para evitar las gelidas temperaturas de la noche Bostoniana. Subes sin más preambulos las escaleras de al primer piso, camino de tu habitación y al abrir la puerta de la misma, notas como un objeto hace cierta resistencia, como si detras della hubiera un fardo de ropa...

 Iara se pasó la mano por la frente.-Me habré olvidado de guardar la ropa...-empujó con mucha fuerza la puerta, a ver si podía tirar abajo todas esas remeras y pantalones.

Al abrir la puerta, ves que el objeto que la bloqueaba es una bolsa de deporte neutra y no demasiado grande.

Encima de ella, un sobre con tu nombre IARA escrito por estampación mecánica destaca en negro sobre blanco.

Miró el papel extrañada. Nunca lo había visto, así que temió lo peor. Temerosa pero decidida, tomó el sobre, lo abrió y buscó la carta que contenía.

Miró el papel extrañada. Nunca lo había visto, así que temió lo peor. Temerosa pero decidida, tomó el sobre, lo abrió y buscó la carta que contenía.

Cuando sacas el papel del sobre puedes ver que es un simple folio, algo amarillento, con texto impreso:

Cita:

Y mientras terminas de leer, puedes ver como el papel se oscurece y humea por sus bordes, una simple reacción química que destruirá el papel que.

Iara se sobresaltó por el fuego y arrojó el papel al piso; luego lo pisó para apagarlo.-Cinco millones de dólares...-pensó.-Bueno al menos saqué algo de provecho, aunque me preguntó qué pasó con los demás.-Decidió que era momento de descansar,m no de preguntar y se arrojó en la cama, en pocos segundos quedó dormida.

Una experiencia sumamente interesante, la que había vivido...

Y este, señorita, es el final de la aventura!