_Ella sabe que el color de su sangre es raro y desagradable, pero aparentemente es el color que tiene -respondió Amaya, encogiéndose de hombros-. De hecho dijo algo como "parece de un monstruo" o algo así, pero supongo que lo dijo porque creo que le gusta hacer comentarios que puedan incomodar a los demás. Respecto a los cuervos sí, puede ser, pero realmente no encuentro conexión entre el tratamiento que pueda hacer Maki y el color de su sangre con que un cuervo se haya estrellado contra nuestra ventana.
La mujer no me dio mas informacion y simplemente volvio a su trabajo a lo cual en parte me senti aliviada por no tener que seguir indagando y volver junto a mi hermano y por otro lado la curiosidad seguia carcomiendome por dentro; al mirar hacia las ventanas para ver cuan tarde era vi que todos estaban tomando algo en la cafeteria mientras hablaban con un periodista y me senti culpable por como habia actuado anteriormente.
Por un primer momento quise ir a donde todos se encontraban e incluso me atrevi a dar un par de pasos en su direccion pero despues aquel recuerdo de mi comportamiento en el centro comercial y el hecho de que tal vez luego alguno de ellos quisiera acompañarme a casa..., seguia indecisa y los pasos que habia comenzado a realizar hacia ellos cada vez eran mas cortos hasta que finalmente me pare, di media vuelta y sali del hospital rumbo a casa.
Si nadie me ve vuelvo a casa, sino ire con ellos
—Para mi... Todo está relacionado, los cuervos, el accidente de Aoi y Maki. No sé de que forma, tampoco quiero ser supersticiosa.
Es que hay tantos mitos, tantas leyendas que no sé que pensar. Pero quizás es como dicen, una enfermedad rara que le afecta de esa manera. Aunque no tiene sentido si es algo físico, de su salud que afecte a un animal. De ahí es que no digo nada, simplemente escucho y voy atando cabos entre silencios.
Seiji escuchaba atento la conversación entre el señor Sata y sus compañeros. Se mantenía en silencio mientras intentaba asimilar toda la conversación, toda la información y suposiciones que, poco a poco, iban saliendo a la luz. Se rascó la cabeza con una idea en mente, sabía que sería algo difícil de abordar, pero era lo único que se le ocurrió en aquel momento.
— Puede ser que ese tratamiento tenga algo que ver con la sangre de cuervo y que ese "monstruo" sea eso... No sé, creo que todo tiene relación... Lo que tengo claro es que deberíamos abordar a Maki y sacarle información, es la única que nos puede ayudar a ver todo más claro — en ese momento miró a su chica, sabiendo perfectamente la cara que tendría al escuchar eso. — Eso, o seguir que el tiempo siga su curso y ver si todo vuelve a la normalidad...
Ouchi mostró su desconcierto en cuanto pudo encontrar un momento para intervenir.
- No entiendo nada de lo que estais diciendo acerca de la sangre de cuervo. ¿De que va eso? ¿En serio tienen la sangre negra?
Sata escuchaba a los chicos y tras la pregunta de Ouchi finalmente dice:
Si, tienen la sangre negra, no es algo que todo el mundo sepa, pero es así. La verdad… creo que lo mejor que podemos hacer ahora es esperar… ver como evoluciona Aoi y que me deis algo de tiempo para investigar los hechos y los nombres que me habéis dado, tratare de enterarme de algo.
Deja un par de tarjetas en la mesa con sus datos de contacto y añade:
Ahí tenéis como contactarme, aunque a algunos de vosotros ya os lo di con anterioridad, el que quiera que me envíe un mensaje diciéndome quien es y en cuanto averigüe algo os envió lo que averigüe, lo que si os recomendó que seáis prudentes por el momento.
Sata se pone de pie con sus cosas, mira a todos y añade:
Creo que deberíamos dejarlo aquí, no tenemos mucha más información y lo único que haríamos es dar palos de ciego. Yo iré ahora a la redacción a investigar, os recomendó que volváis a casa y descaséis a fin de cuentas ha sido un día muy ajetreado para todos y tenéis que estar cansados.
_Me parece bien, ha sido un día largo y cansador. Eso sí, cuando veamos a Aoi, prestemos atención a si le sangra la nariz y de qué color sale la sangre si eso ocurre. Eso nos daría pistas de si efectivamente le están haciendo lo mismo que a Maki.
Seiji asintió con la cabeza y cogió una de las tarjetas que descansaban en el centro de la mesa.
— Creo que sería bueno que esto quedara entre nosotros, así que cuando coincidamos en clase o en la calle tendríamos que aparentar que no sabemos nada, ¿no creéis? — en ese momento miró a Ume con una sonrisa dulce dibujada en su rostro. — Le prometí a tu madre que te acompañaría a casa.
—Está bien, trato.
Y al escuchar a Seiji lo miro a los ojos asintiendo a sus palabras, es hora de marchar y lo haríamos juntos. Demasiados misterios por hoy y no se resolverán tan fácilmente. Así que ya muy pegadita a mi novio me despido de mis compañeros con una sonrisa ya con la tarjeta guardada de Sata en el bolsillo de la chaqueta.
—Nos vemos mañana.
No iba a decir nada más ya que salgo de allí junto a mi chico.
- Yo me voy a quedar un poco más. Den dijo que también vendría y... bueno, no me parecería correcto que se encontrase que ya nos hemos ido y que no puede subir a ver a Aoi. Nos vemos mañana en el instituto.
Ouchi se despidió de todos y esperó en la cafetería, dando cuenta de su pequeño refrigerio, sacaba algunos cuadernos de su mochila y se disponía a dibujar.
Finalmente, el día paso para los chicos, algunos decidieron volver a sus casas, otros quizás fueron a hacer cosas durante lo que quedaba de tarde, lo que si fue común para todos fue el clima, esa tarde al poco de despedirse los unos de los otros empezó a llover de forma bastante copiosa, e incluso el viento empezó a soplar lo que hacia que fuera una tarde desagradable y desapacible, y así estuvo toda la noche.
7 de febrero, ciudad de Morioka, 08.30 de la mañana, instituto Ayamoto
Tal y como anunciaba la noche anterior, la mañana despertó fría y gris, aunque no llovía cosa que, si hizo durante la noche, noche en la que pudieron escucharse tormentas y que hizo que el ambiente se sintiera bastante húmedo.
El instituto estaba como siempre, los alumnos iban entrando con tranquilidad y cierta parsimonia, en general con pocas ganas de empezar las clases. Según iban llegando podían ver que, en las pistas de atletismo delanteras, en donde a veces tenían que correr en la clase de educación física había dos chicas corriendo algo que era bastante normal, seguramente serian del club de atletismo.
Esa mañana casi todos los que fueron al hospital el día anterior llegaron prácticamente a la vez lo que les permitió asistir a todos a algo que sin duda no esperaban ver, o quizás sí, pero algo que sorprendería a muchos sin duda. En cierto momento las dos chicas que corrían tomaron la curva de la pista y pudieron ver que eran dos personas que conocían bastante bien, se trataban de Maki y de Aoi que estaba corriendo juntas como si nada.
Al ver como varios compañeros de su clase estaban allí animadamente Aoi se dirige hacia ellos, Maki sigue corriendo en la pista mientras Aoi llega y se detiene junto a ellos, con una muy amplia sonrisa saluda:
Hola, ¿cómo estáis? Muchas gracias por venir ayer a verme
La sonrisa de la chica era amplia, sin embargo, la chica que antes siempre corría con las gafas puestas y únicamente lo hacía en clases cuando el profesor lo exigía y no era buena en deportes no llevaba las gafas puestas y apenas sudaba, además tenía unas evidentes ojeras:
Que bien y relajante se siente correr
La sonrisa de Aoi pasa a ser un poco extraña y un líquido viscoso de color negro empieza a caer lentamente por su nariz
FIN DEL CAPITULO 2
Responded en el capitulo 3: