Partida Rol por web

El combate continuaba de forma desesperada, en el norte el frente se tambaleaba mientras en el resto del perímetro los bichos avanzaban cada vez mas. Los cañones Sixgun hacían lo que podían pero no era suficiente para hacerlos retroceder, si es que existía alguna forma de hacer retroceder a esas cosas.

Las cosas empezaban a pintar muy mal pero una serie de acciones cambiaron el rumbo de la batalla en cierto medida; sin previo aviso el sargento Focker le dio uno orden inesperada a su artillero el cual con una envidiable puntería logro poner un conjunto de granadas dentro del hoyo que se había abierto en el frente norte sellándolo por completo; la explosión había causado que el suelo se precipitara un metro hacia abajo en los alrededores, sin embargo la acción tubo el suficiente éxito como para que esto preocupara a los demás.

Justo cuando la explosión de las granadas de Hendel se acababa de producir el rugir de 3 motores y el rechinar de metales hizo a mucho mirar mas haya del frente norte, entre las nubes de polvo que se disipaban ya tras la explosión movidas por el intenso viento acompañado de nieve podía verse la silueta de 3 M9 ChichenHwak Marauders, los cuales empezaban a disparar todo su arsenal contra el enjambre enemigo que les caía encima a los infantes.

El teniente miraba la situación pensativo. La batalla le había hecho perder insustituibles hombres y no sabia lo que le esperaba, si algo tenia claro es que no podía quedarse allí, miro al Sargento Brown y le hizo la seña de que procediera.

-Sargento Focker, ha sido una acción estúpidamente arriesgada, feliciteme a su artillero de mi parte y recuérdeme que haga una mension especial para ese invaluable infante ante la federación- El sargento hablaba por el canal 1 de comunicaciones por lo que toda el pelotón estaba escuchando los elogios. Pero las palabras que siguieron a esto no fueron tan esperanzadoras para el escuadrón del sargento Focker -Sargento, necesito que usted y sus hombres cubran la retirada del pelotón, los Marauder ya vienen por lo que no estarán solos, no tendrán que hacerlo por mucho tiempo, en cuanto tengan oportunidad de marcharse háganlo, dejare el vehículo asignado a su escuadrón listo para partir-

Tras sus palabras los gritos del Sargento Brown se escucharon fuertes y claros en toda la zona dando la señal de retirada. Retrocediendo de forma difícil y llevando a rastras a los heridos, las tropas en los frentes este y norte iban abandonando la batalla y creando un perímetro en torno a los vehículos, esperando ser apoyados por el escuadrón del Sargento Focker.

Al escuchar la orden del Teniente Okaka, respondo por el comunicador con un grito:

 - "¡Señor, si Señor!"

Luego le hablo a mis hombres:

 - "Escuadron Fox, mantengan la formación y el fuego automatico y replieguense todo lo que puedan hacia la posición a cubrir. Una vez ahi reforzaremos el perimetro y nos distribuiremos en una forma más eficaz. Ahora, muevanse y disparen a discreción ¡AR!"

Disparo mis balas y retrocedo todo lo que puedo hacia la posición central del perimetro defensivo para asi cubrir la retirada de las tropas.

El consejero táctico se limitó a asentir y a imitar la maniobra de su sargento, y retrocedió disparando tal y como le habían enseñado una y mil veces

Señor, a la orden, señor! Fuego a discreción contra esos cochinos bichos, señor!!! tronó, mientras aptetaba los dientes en una mueca que semejaba una sonrisa...

Aunque confiaba en mis propias habilidades me alivio el ver el éxito del disparo.

Pero no debía demorarse ni un solo segundo en pesar que podría haber pasado si hubiese fallado o en cualquier otra cosa, otra orden había sido dada y debía cumplirla ya no solo como buen soldado, sino como compañero, pues en situaciones criticas como aquella la vida de quienes te rodean dependen de ti.

Lamentablemente no podía cumplir la orden del Sargento en su totalidad, pues acababa de utilizar el lanzagranadas y no podía acceder a su rifle a la vez que sus compañeros disparaban y retrocedían, debía cambiar de arma, ya que la que sostenía actualmente estaba completamente descarga debido a su ultima acción.

Creí oportuno avisar al resto del pelotón:

-¡Sargento, compañeros! Necesito que cubráis parte de mi flanco mientras cambio de arma.

Joder, que mal morían a veces esos bichos cabrones... La soldado soltó una maldición de esas que harían enrojecer a muchas de su mismo sexo al ver como parecía estar poniéndose de mal la situación.

Sin embargo, oyó la explosión a su espalda y se alegró mucho al oír que la acción alocada de bombardear el agujero norte había tenido éxito. Sí salían de esa, iba a pensarse seriamente invitar a una cerveza a Hendel.

Si hasta el teniente estaba contento y todo...

Entre eso, y la llegada de las marauder haciendo limpieza, esos malditos artrópodos del infierno se iban a llevar una buena.

Más la alegría acabó allí. Acababa de tocarles la china a todo el escuadrón. Pero de los labios de Sonia no salió ni una queja: apretó los dientes, afianzó el arma y empezó a retroceder soltando plomo:

- ¡Al carajo!

 Durante todo el combate, Dereck no había actuado. Se había limitado a observar la situación embobado. Quizás al ser su primer combate real le había paralizado o quizás habían sido los nervios. En cualquier caso, la orden de retroceder le despierta de su estupor. 

Viendo la situación de Levine, no lo dudo: comienzo a disparar en la zona que había indicado.

Tranquilo, Levine. Te cubro- digo mientras disparo una potente rafa de fuego con mi arma, a la par que retrocedo.

Conforme a la orden del Sargento retrocedo mientras con mi rifle busco a un bicho que parezca herido.

Señor, a la orden señor... Dijo Aleksei, mientras se replegaba disparando contracualquier cosa que no portase el uniforme militar... AHHHHHHHHHHHHGGGGGGGGGGGGGGG Morid estupidos bichos...

Evans no hablaba, solo disparaba y obedecía las órdenes mientras retrocedía en formación. -La situación está más jodida de lo que se supone si el teniente pone tierra de por medio.- Pensó el cabo.-Me gustaría ver aquí a esos hijos de puta pacifistas intentar dialogar con un bicho.- 

sorprendido por la punteria de mi compañero -Exelente tiro Hendel. Ya quisiera yo tener esa certesa.

enseguida escucho la orden del sargento y respondo: -A la orden señor.  y sin dudarlo disparo una rafaga de plomo contra aquellos insectos al mismo tiempo que retrocedia paa asumir la nueva posocion.

Muestro una media sonrisa cuando el plan de volar un agujero funciona a la perfección, añadiéndole un logro más al historial que ya tiene el Sargento en mi escala de valores, y por otro lado maldigo la mala puntería que estoy teniendo pese a que mis tiros son bastante efectivos, pero para eso hay que impactar, y más. Haciendo caso a las órdenes establecidas, me desplazo hacia el perímetro y el vehículo que tenemos habilitado para la marcha de este pequeño infierno que nos ha surgido, todo ello mientras abro fuego a los enemigos que se acercan. Al contrario que mis compañeros, yo no digo nada, sino que reflexiono sobre el hecho de que todos llevamos armas similares y estamos abriendo fuego por completo... y si mis cálculos no me fallan, vamos a tener que recargar todos a la vez, lo cual permitirá a los bichos que se acerquen más de lo que sería conveniente.

La nieve caía con gran intensidad mientras las fuerzas de los escuadrones Jack y Heat abordaban sus vehículos e iniciaban la retirada. Los cañones Sixgun seguían disparando contra todo lo que se acercaban mientras los vehículos iniciaban su retirada; el vehículo que había sido designado para el escuadrón Fox fue estacionado cerca de éste a fin de que los infantes pudieran abordarlo rápido. Mientras los pilotos descendían de aquel vehículo para reagruparse a sus unidades se escucho el fuerte estruendo de cañones y proyectiles que anunciaba la entrada en batalla de los Marauders.

Estos con su gran poder de fuego estaban destrozando a todo bicho que encontraban a su paso tornando la batalla muy sencilla y permitiendo que los vehículos abandonaran el lugar con completa seguridad y rapidez. Al sur, las fuerzas del escuadrón Fox se replegaban hasta su vehículo con gran efectividad, lo tenían ya a solo unos 5 metros, los pilotos habían dejado todas las puertas abiertas para que los infantes de Focker no tuvieran contratiempos.

Para el escuadrón Fox era claro que los Marauders se harían cargo de todo, y que la batalla estaba casi terminada, sin embargo las cosas no se dieron como ellos esperaban. Todo inicio con una serie de temblores, tras los cuales pareció que la tierra estallaba al surgir un enjambre de bichos desde el este, a solo unos pocos metros de ellos, pronto los Marauders se vieron rodeados por una infinidad de bichos que los atacaban por todos lados, consumiendo sus municiones rápidamente.

El primero en caer fue el mas alejado del escuadrón Fox, combatía casi de lleno en la zona de donde surgían los bichos; los infantes vieron claramente como las llamas de un par de tanques derretían el metal en torno al piloto de cual emanaban desgarradores gritos de dolor que eran trasmitidos a todos por el canal 1, por donde antes aquel fiero piloto hiciera bromas con los infantes de Focker ahora trasmitía a todos los últimos instantes de su vida.

Durante breves instantes todo se quedo congelado, los bichos seguían avanzando pero para los infantes lo sucedido era demasiado sorpresivo, fue el líder del escuadrón de Marauders quien rompió el silencio.

-Con una mierda, son demasiados; Sargento Focker, saque a sus hombres de aquí rápido, no soportaremos mucho... O madre mía!- La exclamación final de aquel hombre en aquellos instantes fue la clara señal de que las cosas no estaban bien, se lo que sea que hubiera visto debía ser peor que la mera visión del enjambre de bichos entorno a el.

-Es demasiado grande, maldición, salgan de aquí ya!-

La situación parecia estar mejorando cuando aparecieron los Marauders, lamentablemente todo empeoró aun más cuando uno de estos cayó. Las palabras del piloto vislumbrando algo terrible que nosotros no sabiamos fue más que suficiente para moverme a tomar una decisión rapidamente. Rapidamente me puse en la entrada del vehiculo y hablé a todos mientras los obligaba a entrar:

 - "Esta bien chicos, todos arriba. Sonny, tu conduces y yo disparo. Jake, intenta comunicarte con el Teniente para informar nuestra situación y coordinar nuestro siguiente movimiento."

Subo a mis hombres de manera que podamos salir lo antes posible de ahi. Hablo por el comunicador al piloto de Marauder para responderle:

 - "Nos vamos de inmediato, piloto. Cubra un poco de la retirada y larguese tambien. No se queden a esperar medallas."

Cuando el ultimo de mis hombres ha subido, subo al vehiculo, cierro la puerta y me voy al arma montada para operarla yo mismo.

Ante la situación que se puede escuchar por el canal 1, echo a correr a sabiendas de que mi arma está descargada y no me iba a ser de utilidad de ninguna manera excepto para cargar con ella, hago precisamente eso, corriendo con ella al costado hasta el vehículo.

Una vez dentro, asiento ante las órdenes del Sargento y encasqueto el rifle a mi lado mientras tomo asiento, exclamando un fuerte -¡Señor, sí, señor! -por el camino, y voy arrancándolo todo para cuando el último de mis compañeros se suba y el sargento ordene, poder salir pariendo fuego y muerte de este campo de bichos que se está montando. -Cuando ustéd mande, señor. -Le digo al Sargento por el comunicador una vez que lo tengo todo encendido y preparado, y caliento los motores.

Sin saber muy bien porque... quizas por el exito rotundo de su anterior disparo, Aleksei se queda el último, cubriendo que todos sus compañeros suban y que el sargento esté en posición...

Sargento, yo les cubro, cuando este en posición cubrame a mi...

Jake continuaba bromeando mientras disparaba sus últimas balas y esperaba órdenes para recargar o retroceder, o tal vez ambas cosas cuando empezarona caer los Marauders

Me cago en la madre que parió a todos los bichos!!! Hijos de perra!!! bramó realmente cabreado el táctico, pero tras un instante de dejarse llevar por sus sentimientos, el férreo entrenamiento volvió a tomar el control de su mente

Señor, a la orden señor! gritó mientras retrocedía hacia el interior del vehículo y se ponía manos a la obra a cumplir las órdenes del sargento Focker

Aquí el escuadrón Fox, repito, aquí el escuadrón Fox! Mi Teniente, señor... los Marauders están cayendo en una emboscada de los chinches y debemos replegarnos de inmediato. El sargento pide órdenes referentes a nuestro redespliegue, señor!

Jake empezó a repetir el mensaje, de nuevo hasta obtener contestación, mientras en su mente anotaba mentalmente que debía recargar su rifle... Nada sería más estúpido que olvidarse de algo así...

Sonia se cagó en todo lo cagable cuando vió que sus disparos no parecían tener el más mínimo éxito. Sin embargo, afortunadamente sus compañeros fueron más acertados y les quitaron de encima a los bichos que tenían más cerca. Bien, las cosas no iban tan mal...

Y maldita fuese la hora en que pensó que lo llevaban mejor, porque en ese momento para las marauders se desató el infierno: empezaron a salir insectos cabrones de todas partes, rodeándoles y agotando las municiones. Palideció en parte al escuchar la agonía, horrorizada... Estaba claro que aquello no estaba siendo bonito, ni mucho menos. Apretó los dientes para calmarse y escuchó las órdenes del sargento, asintiendo.

No se quedó a esperar más instrucciones: retrocedió hacia el vehículo sin perder de vista a la masa de enemigos, mientras recargaba su arma rápidamente, viendo como Sonny ya se estaba adelantando rápidamente a ocupar su puesto.

- ¡Sonny, como tardes en sacarnos de aquí cuando el sargento dé la orden, te aseguro que seré yo misma la que te patee el culo hasta que no puedas volver a sentarte jamás!

A ver que ocurría ahora...