Partida Rol por web

Esta es tu escena personal. Todo lo que ocurra mientras estes solo, lo postearás aquí.

Un camarada LaSombra llamado Vittorio te ha enviado un mensaje solicitando tu presencia en Viena. Parece ser que las cosas no marchan del todo bien allí, por lo que decides viajar a Viena para conocer la ciudad, sus gobernantes, y sus conspiraciones en la sombra. Al llegar, no encuentras a Vittorio, pero te hacen llegar una invitación a una fiesta que da en su palacete privado. Esperas a que llegue la fiesta y por fin, es esta noche...

Aurelio abrio los ojos en la oscuridad de su alojamiento en Viena. Tardó un segundo en recordar que no se encontraba ya en la calida Venecia si no en Viena, recordó asimismo que no habia aún ecnontrado a Vittorio. Ese era un detalle que requeriría su atención en un futuro próximo, sin duda, pero esta noche lo reclamaban otras ocupaciones.

Se levantó de la cama en la que había descansado durante las horas diurnas y comprovó con agrado que su criado Giacomo había colocado encima del arcón las vestiduras para esta noche, comprobó tambien con agrado que se encontraba sólo. Giacomo conocía los gustos de su amo. Las ropas para esa noche consitiían en una tuncia bordada al estilo oriental con amplias mangas y pliegues así como una holgada capucha para cubrir el mayor de sus secretos, su propio rostro.  Con esas ropas parecia casi un espectro provocando inquietud y temor entre sus inferiores, ocultandoles su figura y su rostro.

Además los ropjes le proporcionaban otras ventajas, entre los pliegues podia ocultar sin dificultad su fiel daga. De esta manera igual que el escorpión llevaba siempre consigo su aguijón para caer sobre sus presas desprevenidas.

Una vez vestido y cubierto por la capucha ascendió por las escaleras y abandonó el cuertpo en el que dormia para , discretamente y a través de una puerta oculta, entrar en el comedor de su anfitrión. este era un comerciante de Ferrara quien al estar convenientemente en viaje de negocios ignoraba completamente la naturaleza e incluso existencia de su "huesped".  Degustó la copa de sangre que Giacomo le tendía mientras reflexionaba sobre la fiesta a la que iba a acudir ¿Acaso se trataba de una trampa? ¿Debaría tomar alguna precaución especial?

Apuró el trago antes de abandonar el comedor, tomó la capa que su criado le tendía y se internó en la noche con destino al palacete en el que se celebraba la fiesta.

¿Tu criado cómo se llama? Si queires dame una imagen de él para hacerle un PNJ

Aurelio volvia a estar en la ciudad de los canales, descansando en una cripta familiar en el interior de una vieja iglesia. La caida del sol lo despertó y abandonó su lecho para ascender hasta el atrio de la iglesia. Vestia como de costumbre ropas holgadas al estilo de los infieles pero estaba seguro de que eso no le haria destacar en la noche veneciana. No en vano llamaban a la ciudad "La Puerta de Oriente" el puerto del que partian las "muda" o caravanas de barco con rumbo a Bizancio, al Levante y a las tierras de los infieles mahometanos, comerciando con las especias y las sedas del lejano oriente y el oro y la sal del africa negra.

De acuerdo con las leyes del Dux dejó la espada en su lecho y llevó consigo solo dos dagas escondidas entre los pliegues de la ropa. Sentía en su interior la sed que empezaba a acuciarle, la necesidad de encontrar y dar caza y muerte a la presa. De sentir el placer de la sangre y de la muerte.

Abandonó la iglesia por la puerta principal y cruzó el campo (plaza) donde esta se encontraba para internarse en los callejones. Olió el aire, se fijó en las pisadas en el pavimento y aguzó su oido tratando de descrubrir los signos del paso de algún mortal desprevenido. Percibió que alguien habia pasado apenas hacia unos minutos por ese mismo callejón y se dispuso a seguirle. La competición intrinseca de la caza era para él casi tan exquisita como el hecho de cobrarse la presa en si.

Empezó a seguir sigilosamente a su presa, tratando de ocultarle su presencia, deleitandose en el acecho.

El mortal está algo alerta, agarrando su bolsa de monedas con fuerza

Aurelio avanza hacia el mortal con una sonrisa en los labios. Dispuesto a poner a prueba su ingenio contra el de la presa. La excitación de la caza, el summum para alguien como él nacido para competir, afila sus sentidos y depsierta su astucia. Suelta un torrente de palabras tratando de confundir a su presa para que no huya, para que se quede en este callejón plagado de sombras, incauta e ignorante de su destino fatal.

Las palabras confunden y distraen al mortal mientras Aurelio da un paso más hacia él y se concentra en despertar a su oscuridad interior. El perverso don de Caín compartido por los Lasombra, los más elevados de entre los malditos. La Obtenebración. Consumiendo parte de la sangre moral que corre por sus venas se dispone a invocar a los brazos del abismo.

Dos negros tentaculos surgen de la sombra, uno de ellos midiendo 2 metros de longitud y el otro 4. Ante la mirada atonita del mortal tratan de hacer presa en él. Las tenebrosas abominaciones, blasfemas manifestaciones de uan oscuirdad primordial, rodean a la victima sosteniendola en vilo frente a Aurelio. Este como un depredador satisfecho se acerca lentamente al desdichado.

Suena un campanario lejano. La hora de la reunión con Maese Vittorio está cerca.

Aurelio se ac erca lentamente a su presa, disfrutando de la sensación de poder frente a la victima indefensa. La competición ha acabado y el ha resultado vencedor. Así debe ser cuando uno lleva en sus venas la sangre Lasombra. Se acerca lentamente a la presa inmovilizada por los brazos de la oscuridad y clava sus colmillos en el cuello de su victima. Sacia el ansia, notando el mareo de sensaciones que inundan al Cainita el probar la sangre mortal, se siente pletorico cuando finalmente se separa de la agonizante presa.

Nota sus sentidos agudizados al maximo cuando extrae su daga y apuñala a la presa.  Repite el golpe hasta qu este queda moribundo, hecho esto lo arroja al canal. Los mortales creeran que se trata de una de las victimas que cada noche la vida criminal de Venecia esparce por callejones y campos. Va ser dificil que ecnuentren a este.

Sintiendose pleno de la fuerza de la maldición de Cain volvió a tomar el poder de la sombra primordial y se transforma en una siniestra forma sombria de bordes difusos, poco más que una tenebrosa mancha que se desliza silenciosa hacia el lugar de la reunión.