Frank mira detrás de la barra y busca alguna puerta que de a algún almacén trasero.
Harbrald permanecía tabaleando con los dedos sobre la mesa, esperando su cerveza y observando con detenimiento a la clientela.
Rendor se dirige a cerrar las ventanas y las puertas, despues se va para el grandullon - Pero donde estabas Habrald, fijate estas ratas que han intentado atacarnos porque no los intimidas tu un poquito - dijo sonriendo.
Gabriel enpuja a los "valientes" al suelo y se pone encima del primero. Le coje la mano y le dice.- Por cada pregunta que no nos contestes te cortaré un dedo. Y si llego a cortarte los cinco te quito la vida. Y luego pasaré a otro de vuestros compañeros.- Amedranta Gasbriel sin expresión en su voz, cosa que le hace más imponente y poerturbador a sus vistimas.
- Primera pregunta. ¿Cual es el burdel más caro de esta ciudad? (si no contesta le corto un dedo, hasta que me conteste)
- Segunda pregunta. ¿Hay algún otro sitio donde se celebren fiestas privadas de alta alcurnia? (idema antes).
- Tercera pregunta. ¿Dónde están ambos sitios? (idem antes)
- Cuarta pregunta. ¿Quién los regentan? (idem antes)
- Quinta pregunta. ¿Qué personajes conocidos lo frecuentan? (idema antes)
Si se os ocurre alguna pregunta decídmelo y se la pregunto.
Los moribundos apenas sienten, pero el que aún está con vida ve cómo sus dedos pronto serán despegados de su mano si no responde bien. Ante morir ahora o morir después, elige morir después
-¡De acuerdo, de acuerdo! Os diré todo lo que se ¡No me mateis por favor!
Los burdeles en Viena no son muy caros, pero hay uno a la espalda de la catedral donde van clérigos y monarcas. De fiestas, en la mansión de Vittorio, un noble veneciano, se está dando una de rancio abolengo. Está a unos 300 pasos de aquí, yendo en dirección al Danubio. No conozco a quien lleva el burdel, pero por favor, no me mate!!
Harbrald viendo que nadie le hacia caso fue hacia detras de la barra, cogió una botella de cualquier tipo de alcohol que hubiera, la abrió y comenzó a beber.
Gabriel permanece en el sitio sin inmutarse. Parecía como si eso lo hubiera hacho toda la vida. Cuando consigue la información espera a que sus compañeros acudan y le digan si hay alguien más en ese antro, para seguir con esos "valientes".
Una vez que sabemos que no hay nadien en el local, Gabriel sacrifica a los mortales pasando su cuchillo por sus gaznates.- Nos han visto usar nuestros poderes y eso no puede ser. Cualquier Principe nos reprobaría esta acción.- Dicho esto se levanta y mirando a los demás comenta.- Será mejor que nos vayamos de aquí cuanto antes. Además tenemos una cita con el Príncipe que no podemos retrasar.- Dicho esto, Gabriel sale por la puerta de atrás para no ser visto.
- Bien vayamos ya y no perdamos mas tiempo, vayamos a ver al principe.................. gilipollas - dijó este refunfuñando esta ultima palabra para si de tal forma que nadie la oiria -
Harbrald no tenía la mas remota idea de lo que estaba sucediendo, pero bueno, tarde o temprano algo saldria a la luz y se pondria al dia con los acontecimientos. El gigantesco gangrel se limitó a coger un barril de cerveza y seguir a los demas por el camino.
El camino hacia la catedral se hace silencioso. Antes de llegar, reparais en que vuestros compañeros tambien están cerca, saliendo de otra taberna
Volved a postear en la de "Corrupcion y acero se dan la mano en Viena", que ya estais todos de nuevo juntos