Estaba deslumbrada, había simplemente dejado en evidencia nuestro lugar de encuentro con La Alianza ante un completo desconocido, malgastado el esfuerzo de Leah, arruinado la oportunidad de apostar con este "aventurero" y ni siquiera había reparado en ello, la semielfa tampoco se interesó mucho en lo que sucedía, lo más probables es que ninguno hubiese reparado realmente en lo extraños que eran estos encapuchados...
Me daba igual, siempre había trabajado sola y -notar cosas- era mi habilidad, moví mi silla al lado del muchacho y volví a sentarme de la misma forma, tomando un trago de mi vaso y suspirando con premura, -No hagáis caso a nuestro amigo Corian, creo que la reacción del público ha afectado su juicio- comenté sonriendo.
Luego me mostré de lo más interesada en lo que decía Uther, asi que Aventurero profesional ¿eh? Mire de reojo al bicho aquel, debes llevar una vida de lo mas interesante... ¿De donde dijiste que eras querido? Pregunté a nuestro invitado, tratando de desviar la atención de los, otra vez, desafortunados comentarios del Bardo.
La Claroscurina al ver que el bardo abandonaba el lugar
Amigas ha sido un placer cenar con ustedes y ponernos al día con una grata charla, espectáculo incluido. La verdad es que mi dinero costó el concierto, aunque considero que está bien invertido, tranquilizando así los ánimos del público. Considero que se ha de anteponer a los camaradas por delante de lo material.
Pero me temo que partiré con Corian, no quiero dejarlo a solas tras el último incidente y menos que "hunda" la ciudad de Rylond. Seguro que pasaría mejor la velada con ustedes, pero no estaría tranquila ni por un momento, pensando en nuestro rompecorazones metiéndose en algún lío. Así que me despido de ustedes y les veo mañana por la mañana.
Procuraré que Corian entre en razón y duerma caliente aquí en la posada del Dragón de los tres Cuernos. Ya que entiendo que la señorita Silvara le ha levantado el veto.
La caballero se acabó la copa de un trago, agarró sus cosas y se fue tras los pasos del bardo.
Cuando Leah nos dice que ha decidido seguir a Corian, y por qué, me sentí culpable de dejarla ir sola. Sabía que Corian es como una cucaracha, no importaba qué pueda pasarle que él iba a sobrevivir sin problemas. Al menos siempre había pasado así, como buen ejemplo lo que habíamos tenido que vivir; él se mandó desastre tras desastre tras desastre desde que arribó al bar, y salió del mismo sin que los problemas se hayan cargado sobre él, y todos sobre el grupo, sin aun saber cuáles serían las consecuencias a mediano o largo plazo de sus actuaciones.
Pero con ahora Leah queriendo ir a buscarlo, sabía que la situación se complicaba si nos dividíamos, aunque ¿nos estábamos dividiendo? resignada, resoplo y le grito a Leah que estaba yéndose la vuelta: ¡espera! deja que pague la bebida que me tiene que traer Sil y te acompaño.
"no puedo creer que vine para una cosa y estoy al final solo encargándome de los problemas que trae Corian..." pensaba mientras esperaba a Sil. Miro a Furya y sé que ella y Aleysha se iban a encargar de ver quien era ese extraño, por si algo surgía.
Silvara asintió cuando Leah menciono lo del veto, haciendo un mínimo de mohín, como siempre, iba y venía, escuchaba e interactuaba. Traía bebidas y comidas a petición, pero la vieron muy atareada como para hacerle peticiones complejas.
Uther observo a las jóvenes damas que se encontraban con él, y como chistaban de la mesa privada para que se unieran a el. La pequeña criatura que resulto ser un zorro con muchas colas lo tomo de improviso, si tomo nota o se sorprendió por la información que brindo el Bardo, no lo demostró, porque se encontró mimando al pequeño animalito, quien a pesar del interés inicial en el equipo del hombre, era medio receloso a dejarse acariciar por otro que no fuera Nova. Asintió educadamente a lo que decía la defensora, y se quedo a solas con la Exploradora y la mujer de Gundabar.
- Y ustedes.. ¿A que se dedican, además de tener amigos que gustan de llamar la atención? – pregunto, mientras el Zorro volvía con su dueña haciéndose el ofendido y levantando la nariz.
En tanto, Nomi dejo unas monedas sobre la mesa, y siguió a Leah, quien había salido responsablemente en busca del Bardo saltimbanqui.
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Corian bajo las escaleras con facilidad, dando muestras de su agilidad notable, y llego por fin ante las puertas de la posada, escaleras abajo. Salió al muellecito, y escucho como no, que tardíamente se movían en su búsqueda. Abrio las puertas para sentir rápidamente el olor salubre del mar que entraba en el puerto, y como esta ciudad requería de una locomoción marítima para moverse, aunque mas no fuera un bote, que no parecía haber en ese muellecito.
Si noto que a lo lejos, venia uno, pero tardaría alrededor de unos cinco minutos, o… quizás debía saltar descaradamente en una barcaza que pasaba cerca, y arreglarse con ellos, con su labia.
[No es complicado, Atletismo DIF 12.]
Nova habla en japones y no se acuerda que no todos lo hacen. Su "Kitsune"Es un pequeño zorro blanco con manchas con tres colas.
Leah se apresuró por alcanzar a Corian, haciéndole un gesto a Nomi para acelerar el paso.
No hay que darle ventaja a nuestro bardo o se adentrará en la Ciudad y no habrá quien lo encuentre. Ya sabemos lo inquieto que es Corian, quizás sólo habrá que seguir el rastro de peleas y tumultos. Pero prefiero prevenir que curar o nos haremos famosos en Rylond en una sola noche.
La defensora abrió la puerta, que accedía a las ecaleras, para dejar pasar a Nomi primero. Leah nunca dejaba los modales en casa, ya que en su opinión eran una muestra de respeto al prójimo.
Des de las alturas intentó avistar al bardo, para reclamar su atención y que este las esperara.
Corian BladeDecks, espera a este par de tus "chicas favoritas". Nos apuntamos contigo a un paseo nocturno por la ciudad de Rylond.
La caballero sabía de sobras que para llamar la atención del saltimbanqui, tenía que utilizar el orgullo de Casanova del que tanto alardeaba. Esperaba que Nomi no se ofendiera. Haciéndole otro guiño de complicidad.
Corian vio la barcaza que pasaba junto a la posada y estuvo tentado de lanzarse tras ella, pero se imaginó como iba a ser el resto de la noche si fallaba y caía a esas aguas en las que las casas de la ciudad tiraban todos sus desechos y cambió rápidamente de opinión.
Con una potente voz entrenada en miles de tabernas llamó a gritos a los marineros de la barcaza mientras hacía ostensibles gestos con su bolsa de monedas. - Aquí chicos, dadnos un pequeño paseo hasta la próxima taberna y os compensaré por las molestias con unas monedas. Además de camino os contaré la historia del marinero Runios y sus 40 amantes. (historia típica para baja estofa, llena de chistes fáciles y detalles obscenos en la que dicho marinero sale bien parado en todas sus aventuras de manera milagrosa).
Tras ello se giró hacia Leah y Nomi con un rápido giro para que su capa ondeara mientras comentaba Señoritas, preparaos para escuchar esta noche las mejores historias que jamás hayáis hecho, si os atreveis a meteros en una barcaza llena de marineros, claro.
Motivo: Persuasión
Tirada: 1d20
Resultado: 7(+8)=15
Intenta convencer a los de la barcaza para que se aproximen a ellos.
Tirada de 15 en Persuasión.
Nomi pasa cuando Leah se lo permite y le devuelve una sonrisa de gratitud. Cuando la escucha hablar de que somos "sus chicas favoritas" y su gesto de complicidad, me río a lo bajo, porque sabía que debía tener... muchas chicas favoritas en todos lados. Pero que seguramente detendría un poco el paso del bardo. Mientras nos vamos acercando a Corian, veo que éste se encuentra esperando una barcaza que parecía venir de lejos, mientras los tienta con una bolsa con aparentemente dinero en su interior.
Al llegar, nos habla de entretenernos, a lo cual le digo: Corian, podrías entretenernos en la taberna donde estábamos, ya Sil no tiene problemas con que estés ahí o duermas en ese lugar, de hecho ya está todo preparado para que durmamos ahí, la gente en este momento está mas entretenida con el alcohol gratuito que recibió que con otra cosa. Además estamos dejando a Furya y Aleysha solas en la taberna con un desconocido que noté que llamó mucho la atención de ellas, y me da curiosidad saber a qué se debe eso. Podemos perfectamente escuchar tus historias allá, es mas, podemos escucharlas desde la tarima que tiene Sil para eso -digo esto guiñando el ojo y sonriendo inocentemente-.
Primero Furya y ahora Nomi, la rubia miró a la pelinegra con una simple ceja enarcada, al parecer las muchachas tenían una peculiar afinidad por Aleaysha al momento de practicar lenguaje de señas.
- Si quieres preguntar algo, hazlo. - dijo a Nomi con tanta tranquilidad como si le hablara del clima. Tomó su tarro y bebió fijando sus ojos nuevamente en Furya quien parecía gata en celo intentando desviar la atención del bardo, por detrás de la bebida le sonrió de medio lado a la rubia al tiempo que le guiñaba un ojo en aplauso.
Sin embargo su atención se fijo en aquella oscura defensora, la miró con cierta pena y agradecimiento, sabía que ella también podría ser un poco mas participativa con el grupo en cuanto a cuidar al bardo pero... - Suerte Leah, puedo ver que no vas contra tu propia naturaleza. - Se paró, acercándose a la caballero, apoyando una mano en el hombro de ésta. - Sólo procura evitar exponerte más de lo necesario. - le susurró con su profunda voz al acercarse a su oído. La vio tomar sus cosas aprisa y salir detrás de aquel que de galante solo tenia la faceta.
Su rostro resignado cambió a uno de ligera sorpresa al ver a Nomi también correr para hacer de niñeras del hombre. Sonrió de medio lado y levantó su mano para saludarlas mientras salían.
La voz del joven de cortos cabellos la sacó de su taciturnia, se giró hacia la mesa y se sentó en su silla nuevamente con una sonrisa serena. Tomó su tarro e hizo una seña a Silvara para que le sirviera. Y prosiguió a presentarse con su voz serena y profunda.
- Mi nombre es Aleaysha Nova. Soy exploradora, aunque mejor soy bebedora. - aseguró, aunque no hubo ningún tono que demostrara que estaba bromeando. - ¿Primera vez aquí? - sondeó sin dejar de mirarlo fijamente mientras sentía a Luna Wig volver a sus piernas para ser acariciada por la rubia semielfa.