Partida Rol por web

- Señor, no se si eso sera... Vera creo que la chica esta embarazada y nuestras leyes prohiben expresamente dañar o lastimar niños y embarazadas. Ademas me gustaria tratar este tema en privado.- Cierro la boca porque no quiero decir mas al respecto y entrego mi libreta de anotaciones al principe directamente, no quiero que pase por manos de nadie mas.

Lanzo una mirada aprobadora hacia Daniel y escucho atentamente a Ben.

- Muy bien, Daniel. Son exactamente ese tipo de ideas las que necesitamos. Sin embargo, los cazadores son asunto de el Señor Rox y de Kaulits y, como tal, deberíamos dejarles aparte de todo esto. Respecto a la embarazada... asignaremos a alguien para que la mantenga vigilada. Un ghoul, a ser posible. Pero que no sufra daños y que quede al margen. Cuando terminemos esta reunión nos reuniremos, Señor Rox, para ultimar la estrategia y concretar los datos. Hasta ahora son casi todo buenas noticias... salvo la muerte del primogénito Toreador.

Miro expectante al resto de los asistentes, en espera de recibir alguna otra idea válida.

"Esta pandilla de imbeciles va ha mandar todo a la puñeta por una gilipollez, no tengo nada que tenerme al jodido Doyle. "

No permitiré que se vete mi palabra en esta reunión-Dice el ventrue irguiendose, demostrando orgullo y decisión en sus palabras-Pero que un principe tome acciones contra otro principe de una ciudad vecina...Se llama guerra. Como reputado servidor de los vienes de la camarilla que soy...Me niego rotundamente a acciones tan directas...-Una vez dicho esto vuelve a mirar fijamente al principe Doyle, directamente a los ojos-Y dare parte a los arcontes si se toman acciones que vallan en contra del trabajo que durante siglos hemos hecho para conservar nuestro modo de existencia tal y como lo conocemos.

Doy tres sonoras palmadas ante el discurso de James mientras pienso en lo poquito que va a durar este niño bonito en esta corte, espero que crea en la reencarnacion porque se dirige a ella apresuradamente.- Eso a sido precioso, creeme, a mi tambien me gustaria contar con la camarilla pero ¿Que hace la camarilla por nosotros? Despues del gran terremoto ¿Sabes que dijeron esos cabrones? ¡Es vuestra ciudad, reconstruirla vosotros! Y yo digo, asi sea, que cojones. Si es nuestra ciudad para sacarla de la mierda tambien sera nuestra para defenderla.

Owen es un principe nefasto, sus torpezas estan dejando su ciudad en la miseria. Es como una puta garrapata que no va a parar hasta dejar seca su ciudad y entonces vendra a por la nuestra. ¿Crees que la camarilla va hacer algo para pararle? Owen es chiquillo de un pez gordo, no van a mover un puto dedo por ayudarnos. Aunque no lo creas estamos haciendo un favor a todo el mundo... despues de todo... lo unico que vamos a hacer es devolver a Owem una parte de la mierda que esparce.

"Hablo el niñato...Me lo ponen tan facil que ni siquiera tengo que esforzarme..."

Mi muy amado joven Daniel...Tu mismo has dicho que tan solo tienes unos 10 años de existencia vampirica...Por tu aspecto fisico cuando fuiste abrazado deberias de tener...30 años , quizás menos. El gran terremoto de San Francisco ocurrió en 1906...Tu ni siquiera habías nacido como mortal...¿Qué sabes tu de lo que ocurrió por aquel entonces? Por favor, deja de intentar ganarte los favores del Principe Doyle y respeta a tus mayores.

- Se lo que mi sire me conto y si no me crees pregunta a los vampiros que lo vivieron, siempre que escucho esa historia, sin importar de que labios salga, resulta ser la misma.- Gruño conteniendo a mi bestia interior. Raro es el Gangrel que llega a "viejo" pero nuestra existencia es muy intensa.- Si, solo he vivido 10 años entre vosotros, ¿Cuantos necesitaste tu para pensar por ti mismo? Yo soy independiente pero respeto la camarilla, RESPETO no significa besarles el culo ni ser su perro guardian.

Si estuviera aqui mi sire en mi lugar las cosas serian muy distintas para ti, niño bonito....

Miro interesado la disputa entre Daniel y Godfarth, fascinado ante la energía y pasión de los dos, pero con la sensación de ser una bomba de relojería a punto de estallar mientras los artificieros discuten por la merienda.

- ¡Basta! Señor Godfarth... vuestra actitud roza la insubordinación. Nadie más que vos ha hablado de tomar acciones directas contra Owem, ni de declarar guerras... nadie le ha vetado. He pedido su creatividad, y sólo es capaz de aplicarla para buscar el enfrentamiento interno. Muy mal, señor Godfarth. Además, por si todo esto fuera poco, aplica sus esfuerzos en contravenir directamente la primera directriz que he dado: no tratar este asunto acudiendo a las altas esferas de la Camarilla. Parece que tenéis un serio problema de sordera selectiva, o que sois de los que ejercen la oposición a base de descalificación y punto. Os creía más listo, Godfarth... decepcionante. Y ademas os permitís el lujo de enzarzaros en una absurda discusión histórica con el único Vástago que está aportando ideas en esta reunión. Es el segundo aviso. Como sabéis, soy amante de la paz, pero no tolero la insubordinación. No habrá un tercer aviso. Id con cuidado. Os llenáis la boca con las tradiciones de la camarilla... Violando descaradamente la Segunda. No soy idiota, señor Godfarth. Ahora, volviendo al tema que nos ocupa y dejando los juegos de niños de lado. Necesitamos dar un castigo ejemplar a Owem. No uno que implique un atauqe directo, ni la pérdida de vidas ni nada parecido. Otra cosa. Un castigo poético. Algo que el primogénito Toreador hubiese considerado bello y justo. Nada de violencia ni de ruptura de tradiciones. La única idea interesante que se ha aportado hasta ahora fue la del joven Daniel, de enviar a los cazadores contra Owem. Esa idea queda descartada por varios motivos, siendo el primero de ellos su carácter violento. Daniel, aprecio su esfuerzo y le ruego que siga en esa línea. Dado que parece que nos faltan datos para idear esta forma de justicia, lo someteré a concurso. Aquel vástago que me traiga la idea para castigar la indolencia de Owem, recibirá como premio un dominio en la zona Este de la ciudad, además de la responsabilidad de llevar a cabo ese castigo. Si el premio no se ajustara a los deseos del colaborador, éste podría cambiarse por algo más acorde con su naturaleza.

La Zona Este de San Francisco, conocida como 'Los Feudos del Pacífico', es una colección de zonas de caza de alto nivel que concedo sólo a los Vástagos más fieles y eficientes. Mientras dejo reposar la idea en las mentes de los presentes, me vuelvo a mi sitio en la ventana. Miro al horizonte detenidamente y, antes de dar tiempo a replicarme, lanzo una pregunta al aire.

- ¿Alguien sabe por qué está ardiendo el Saint Francis Memorial Hospital?

Víctor permanecía en silencio aguantando y mirando al Príncipe… Las palabras de algunos parecían exasperarle pero se controlaba de forma casi obligatorio antes de de estallar y cometer una de las prohibiciones del Eliseo.

Estas seguro de querer enviar a los cazadores contra Owem? Son Humanos… fáciles de Doblegar a menos que te hagan cenizas antes…. En fin yo veré de que se trata lo del Hospital…. Alguien viene conmigo? Pregunto el Gangrel

La idea de acercarse a un edificio ardiendo no es algo que agrade a los vastagos especialmente.- Comenta un nosferatum, azote del principe.- Ademas la prensa estara alli, la policia... demasiados ojos mirando como para poder descubrir nada. Mañana sabremos mas, las cenizas tambien cuentan historias si se sabe leer en ellas y todo lo que descubran los humanos estara en nuestras manos antes del anochecer de mañana.

Miro el fuego con atencion, aguantando las ganas de salir corriendo pese a lo lejano que se encuentra.- Parece provocado.- Comento.- Se origina muy arriba y en dos pisos diferentes, un cortocircuito solo tendria un foco inicial... ¿Pero que perturbado incendiaria un hospital?

Me alejo de la ventana, pensando con intensidad.

- Señor Kaulits, me habéis entendido mal. Esto seguro de NO  querer enviar a los Cazadores contra Owem, tal y como lo estoy de no querer tomar ninguna medida violenta ni militar contra él o su reino. Insisto:  necesito un castigo poético, no uno físico. Incluso uno económico nos serviría, señor Godfarth. Nada de declarar guerras ni provocar más derramamiento de sangre. Señor Rox, señor Kaulits, el asunto de los Cazadores es vuestro. Ni más ni menos. En cuanto esta reunión termine, hablaremos del tema. Para los demás... no queda mucho para el amanecer. A aprtir de mañana, estaré encantado de escuchar vuestras sugerencias. Recordad: un castigo poético. Sed creativos, por favor, y seréis recompensados. Se levanta la reunion a falta de encontrar un sucesor para la Primogenitura Toreador. Muchas gracias por su asistencia.

Aunque mis palabras son amables, mi actitud denota impaciencia. Me quedo de brazos cruzados, mirando por la ventana, esperando a que todos, salvo Benjamin y Victor, desocupen el Elíseo.

Mi muy amado principe, he propuesto desde el principio como una posible solucion un castigo economico o político, sin embargo, mi señoria se empeña en poner en mis labios palabras que jamas he pronunciado. Puede usted hacer memoria y comprobará que he descartado de plano aquello que ahora usted dice que es lo que no se debe hacer...No me malinterprete, no busco voler al mismo tema de antes, ahora con su permiso me marcho.

Abandona la sala con decisión y sin esperar a que el principe hable de nuevo.

Contemple todo en silencio desde un lado, era como una pelea de lobos, todos querian quedar mejor que el anterior, ya fuera por posicion, por el principe, por fuerza o cabezoneria.

Cazadores... bueno, no era algo que me preocupara ocn exceso, me molestaban mas lo vampiros que traicionaban que los humanos con poderes.

Cuando la reunion se dio por terminada mire al principe de reojo, dejandole claro que si queria tratar el tema conmigo solo tenia que decirmelo si no, sabia de sobra que yo no era como aquellos cachorros que sacaban los colmillos muy rapido.

Los vastagos van saliendo hasta que solo Kaulist y Rox quedan en la sala, acompañando al principe.

Suspiro pesadamente, relajándome de golpe, y me dejo caer en el sillón, en mi trono particular. Hago una señal a Victor y a Ben para que se acerquen.

- Venid, amigos, centremos nuestros esfuerzos. Ahora que la turba se ha dispersado, hablemos en serio. Quiero saber en qué situación exacta estamos en relación a estos cazadores. Me han llegado rumores inquietantes. Por lo que he oído, puede que esta gente esté apuntando a mi cabeza, ni más ni menos. - Echo un vistazo a la ventana sin apenas moverme del sitio.- Respecto al incendio, ni os preocupéis; bastante trabajo tenéis encima ya. Los Azotes Trece y Sam se ocuparán de ello, y te mantendrán informado, Victor. Contadme, en confianza... soy todo oídos.

Apoyo las manos en la mesa y les miro con confianza y un punto de complicidad.

- Fui a buscar a Kaulits y le informe de la situacion, cuando ibamos a buscar a John le vimos correr... casi se nos tiro en el capo. Estaba persiguiendo a alguien. Bajamos del coche y le seguimos intentando no llamar la atencion. Le perdimos de vista un segundo y escuchamos disparos en un callejon. Al llegar encontramos cenizas en el suelo y a John herido de gravedad... John nos reconocio nada mas vernos, eso me preocupo bastante, no sabia que hubiera humanos con tal don. Se nos rio en la cara, sabia que no colaboraria y que le quedaba poco de vida asi que me meti en su mente y saque trazos de su memoria. Penso en una chica peliroja, la vi ayudandole a cargar armas en un coche y deseandole buena suerte. 

Tomo aire un momento para pensar en como decir lo que sigue.- Creo que la chica es su hija adoptiva pero no se cual es su grado de implicacion. John pudo decirle que iba a cazar osos... pero la intuicion me dice que algo sabe de nosotros. Otro sospechoso es su hijo, pese a que vive lejos y hace años que no tiene relacion con su padre... podria ser una coartada y que secretamente sea su mejor ayudante....

- Entonces? que piensas hacer? quieres que la vigilemos desde lejos tratando de averiguar las intenciones de esta muchacha? - Pregutno Kaulits - O Mejor buscamos a su hijo, las distancias se acortan cuando hay una muerte en medio y quizas ambos sigan el trabajo de su padre, hay que estar atentos - Miro al Principe.

- Podria mandar a las ratas para que vigilen y estar mas seguros- Comento el Gangrel

Escucho a ambos Vástagos barajando los datos como si fueran cartas entre mis dedos.

- Comprendo. Usemos la lógica:  la chica está embarazada, y nuestras leyes prohíben dañarla de ninguna manera. Dejemos que las ratas la observen por si hace algo extraño, pero vosotros centrad vuestros esfuerzos en el hijo. Sobre él sí podemos actuar. Necesitamos saber cuáles son sus intenciones y de qué medios dispone; cuánto sabe respecto a nosotros, cuánto cree saber... todo. Pensad, amigos... lo que necesitamos es un señuelo. Tenemos que ponerle algún fragmento de información falso delante de sus ojos... guiar sus pasos para ver si muerde o no. Por ejemplo, mediante un confidente; un garganta profunda. Si el hijo de John recibe llamadas telefónicas de alguien que asegure saber la identidad del asesino de su padre... - Paro de hablar casi repentinamente, y cierro los ojos, moviendo las manos como si un tablero de la situación se hubiera desplegado frente a mi.- Eso es. Contactad con él. Telefónicamente. Decidle que sabéis quién acabó con la vida de John. Invetad una secta de mortales. Los Vampiros no existen. Son mortales fanatizados y dementes que cometen asesinatos rituales... Algo grotesco. Un culto demoníaco. Perfilad los detalles de esta historia para que sea creíble. Defenderemos la Mascarada y averiguaremos cosas de este mortal a la vez. - Abro los ojos de golpe y dejo las manos sobre la mesa. Miro a Rox y a Kaulits de una forma más sosegada.- Necesitare todos los datos, eviedentemente, todo lo que vayáis descubriendo, hacédmelo saber. ¿Ideas al respecto?

- Creo que eso es todo no ? haremos lo que este en nuestras manos para dar con el paradejo del Hijo.. prometo no hacer mas qeu un poco de ruido - Dijo el Gangrel mientras se levantaba con cierto pesar - Buscare algo mas de informacion y mandare a las ratas a vigilar los alrededores, quizas ellas puedan ver mas de lo que se nos oculta - Kaulits acomodo sus ropas y espero por que Ben hablase.