Los miembros de la banda se presentarán a su debido tiempo, pero aquí va un anticipo: Starsoldier en guitarra y voz, Starbreeder en teclados y Starcleaner en percusión
Y aquí va la letra de su canción más exitosa:
Tu sonrisa brillaba
Como una estrella fugaz
Como duele saber
Que no pude protegerte
Semilla de la vida
No desaparezcas
A través del universo
Busco tu perfume
Escucha mi voz, te amo
¿Donde estás ahora?
Mi princesa
Respóndeme
Con tu dulce voz
Ni bien comenzaron el viaje, la tripulación se encontró con un skittermander llamado Chiv-chiv, que se había colado en la nave. La banda lo consideró un buen presagio, por lo que decidieron dejarlo acompañar al grupo. Chiv-chiv habla vesk fluído, pero apenas sabe hacerce entender en la lengua común. Lleva consigo una caja con inscripciones en forma de extrañas runas.
Ha demostrado ser un aliado muy motivador para con sus compañeros en la batalla*.
*Traducción: es un envoy.
En un punto del viaje, los personajes se acoplaron a una nave mercante para reabastecerse. Durante su estancia en aquel vehículo fueron abordados por un escuadrón drow. Afortunadamente, la princesa, su líder, viendo que eran personas muy capaces decidió que, en vez de pelear con ellos les encomendaría una misión: Encontrar a un desertor llamado Lecroder, vivo o muerto. No tenía mucha información sobre él.
*Se había unido a una especie de culto
*Se lo había visto en companía de muertos vivientes
*Se lo ha visto en las cercanías de Bretheda
Como parte de la gira, la banda dio una entrevista televisiva en Verces. Pero durante la emisión del programa, un escuadrón de zombies irrumpió en el estudio y secuestró a la conductora. Todos fueron detrás de los captores para intentar rescatarla, pero entonces...
Durante la persecución en las calles de la ciudad, se produjo un choque múltiple, del que los personajes, milagrosamente, salieron ilesos.
Comenzaban a pensar que los zombies escaparían pero, al parecer, el zombi que iba más adelante, había logrado contactar con su líder y pedir refuerzos.
Una nave aterrizó en medio del tráfico, provocando aún más choques y confusión. Entonces el chatarraciclo que llevaba a la conductora se estacionó cerca de ella.
Un duende espacial bajó de la nave. Tras decirle algo en goblin a los zombies, el duende apuntó a la conductora con una gema, engarzada en un brazalete con inscripciones nigrománticas, que llevaba en la muñeca. De la gema salió un chorro de oscuridad que impactó directo en el pecho de la mujer. La verthani lanzó un grito de agonía que les heló la sangre. Entonces, un objeto brillante con forma de semilla salió rompiendo sus costillas y atravesando su pecho, dejándolo abierto como una flor, y comenzó a flotar hacia el brazalete, al tiempo que la mujer caía muerta.
A medida que aquel extraño objeto se le acercaba, el duende dijo algo más, también en goblin, mientras lo miraba maravillado.
Sinembargo, antes de llegar a sus manos, el objeto dejó de brillar y se puso negro, lo cual hizo que su expresión cambiara por otra de decepción. Entonces arrojó lejos la negra semilla, como si de basura se tratase, miró al cadáver de la joven y le dijo algo que parecía una órden. Luego le apuntó denuevo con el brazalete.
Esta vez, de la gema salió un rayo rojo que infundió el cadáver de la mujer con energía nigromántica. La chica, entonces, se levantó mientras la herida en su pecho se cerraba, pero ya no era la misma. Se había transformado en un muerto viviente. El duende le dio otra órden y ambos se pusieron a pelear, junto con los otros dos zombies, contra los héroes.
Luego de una batalla en la que, lamentablemente, tuvieron que acabar con la verthani zombi, lograron vencer al goblin. Extrañamente, un instante antes de morir, los extraños frazaletes que usaba, estallaron en pedazos y se desvanecieron.No lograron averiguar nada más sobre el Goblin, pero los problemas cesaron por un tiempo, por lo que todos decidieron tomarse un breve descanso.
Aquí es donde termina la primer temporada.
Durante su visita a Bretheda, Karzar y Twaku acompañaron al Starsoldier a su suite. Luego te tomar unos tragos de las cervezas que el servicio de cuarto había traído, el músico pareció relajarse un poco
-Quiero agradecerles por lo que están haciendo. Sé que toda esta situación es muy extraña. Es una pena que tengamos que lidiar con estas cosas y… bueno… yo se que mis temores y mi cobardía no ayudan… Es sólo que... Yo sólo quería cantar nuestra canción.
Entonces se puso a cantar a capela la canción más famosa de la banda.
Tu sonrisa brillaba
Como una estrella fugaz
Como duele saber
Que no pude protegerte
Semilla de la vida
No desaparezcas
A través del universo
Busco tu perfume
Escucha mi voz, te amo
¿Donde estás ahora?
Mi princesa
Respóndeme
Con tu dulce voz
Pero esta vez parecía que se la estaba cantando a una persona en particular. Por un momento, pudieron sentir una especie de aura emanando de su cuerpo.
Cuando le preguntaron si había perdido a alguien, y si eso había tenido algo que ver con la lluvia de estrellas, el músico se puso visiblemente nervioso, como si hubiera hablado de más.
-¿Starsoldier, que haces?¡Estás emitiendo tu poder! -los interrumpió el Starcleaner, que recién había entrado a la habitación- Te van a encontrar.
En ese momento, un submarino pasó por la ventana y de él salió un draelik que se lanzó directo contra el cristal, rompiéndolo y causando que la habitación comenzara a inundarse. El draelik llevaba un brazalete igual al del duende espacial. La criatura dijo algo en aklo, el idioma de su planeta y tuvieron que luchar con él. Afortunadamente, lo derrotaron.
Entre las pertenencias que el draelik dejó atrás, encontraron dos cosas inusuales. Unos brazaletes, similares a los que usaba el duende y una medalla con un símbolo tallado. El símbolo representaba un agujero negro con un rayo saliendo de él. Habían oído hablar de aquel emblema. Representaba al Devorador, el que se traga las estrellas. El dios oscuro de la destrucción, los agujeros negros y las supernovas. Personificaba la entropía del universo. Según las creencias, el Devorador buscaba acelerar la entropía del universo y desencadenar el fin de todas las cosas. Naturalmente, el culto a este dios estaba prohibido en la mayor parte de los mundos civilizados. Pero se sabía de pequeños santuarios funcionando en la clandestinidad. Sus adoradores eran, en su mayor parte, bárbaros, caníbales, locos y nihilistas. No era común encontrar grupos organizados, pero se creía que podían existir.
Ante la evidencia encontrada, los guardaespaldas comenzaron a hacer preguntas y Starsoldier intentó explicar:
-Pues... no sabíamos si contarles, pero han demostrado ser gente confiable. Se hacen llamar "El Ejército de los Reanimados". Sabemos que son adoradores del Devorador y que no nos buscan sólo a nosotros. Hay otros objetivos. Pero no sabemos quienes son. Tampoco conocemos los métodos que usan para seleccionar a sus candidatos. A juzgar por el patrón que siguen, parecen elegir a gente con mucho talento o muy sobresaliente en su profesión. Pero no todos sirven, y cuando alguien no les sirve, de todos modos lo convierten en muerto viviente para engrosar sus filas. Eso fue lo que pasó en nuestro sistema. Comenzaron a atacarlo y sólo nosotros y nuestra princesa logramos escapar.
Más tarde unos ikeshti bood-minders atacaron, con órdenes de capturar vivos a unas personas a las que llamaban guardianes.
Lograron vencer a los reptiles, pero durante la actuación de la banda junto con el músico local, Kai-O, un drow llamado Lecroder, acompañado de un zombie se presentó en el escenario. Llevaba un traje de cuero y uno de esos brazaletes. El extraño le dijo al artista "Kai-o, tu talento te hace brillar con la luz de las estrellas. Por eso, yo, el general Lecroder del ejército de los reanimados, quiero ver tu semilla cósmica." y luego utilizó el infame brazalete contra él. Un extraño objeto brillante, en forma de semilla, salió atravesando su pecho y llegó a la mano del drow, esta vez sin apagarse. Pero Kai-o no pudo soportarlo y cayó al suelo, sumamente debilitado.
Entonces el drow dijo "¡Sí!¡La encontré!¡Esta sí es una auténtica semilla cósmica de un guardián!¡El comandante Galácticus estará orgulloso de mí!¡Esto nos acerca un paso más a nuestro objetivo!", de lo que sólo entendieron una palabra: Galácticus, y colocó la semilla en un pequeño drone en forma de mariposa. Le ordenó "Llévale esto al comandante" al aparato y éste se alejó volando.
-Amigos… ¿Que me pasa? -le dijo Kai-O a los miembros de Stardust. Le costaba hablar- Siento que… me muero…
Starsoldier corrió hacia donde yacía Kai-o.
-Oh, amigo. Lo siento -le dijo el guitarrista mientras lo abrazaba- Esto es culpa nuestra. No podemos ayudarte. Pero... no te preocupes -dijo tratando de fingir optimismo- Mientras tu semilla cósmica siga brillando, tú podrás existir eternamente.
Poco después, el cuerpo de Kai-o se convirtió en polvo que se escurrió entre los brazos de Starsoldier y se fue volando, desparramado por el viento.
-¡Noooooo! ¡Kai-o, no te mueras! -sollozó.
El drow pareció notar que Starsoldier hablaba de las semillas cósmicas. Les dijo a los miembros de Stardust "Vaya, vaya. Parecen saber mucho sobre este asunto de las semillas cósmicas. Y con el talento que tienen… Bueno, sólo digamos que no creo en las coincidencias. Voy a ver sus semillas también. Quien sabe. Tal vez sea mi día de suerte y pueda llevarle a mi comandante otras tres semillas, además de la que le había prometido. Seguro que me asciende. Jajaja", rió y se puso en guardia. Tuvieron que combatir con él, al tiempo que intentaban razonar, a lo que Lecroder respondió:
-Ustedes no entienden. Los hombres drow hemos sido oprimidos durante demasiado tiempo. Primero por los elfos que nos desterraron a Apostae y luego por el perverso matriarcado de nuestra gente. Tuve que conformarme con trabajar como un mugroso traficante de armas para sobrevivir. Pero cuando desperté mis poderes como el guardian de Apostae, supe que no tenía porqué aceptar todo eso. ¡Yo era un guardián de ese planeta y me debían respeto! Aún así, mi poder no era suficiente para cambiar las cosas. Pero entonces, conocí al comandante Galácticus y supe que con su ayuda podría cambiar la historia. El matriarcado no habrá existido nunca, los elfos no habrán existido nunca. Los hombres drow dominaremos tanto Apostae como Catrovel. ¡Ese es mi sueño!
Luego de luchar un rato, lograron capturarlo e interrogarlo. Lecroder intentó decirles lo que sabía:
-N... no sé bien cómo funciona -titubeó el drow- Sólo sé que el comandante necesita las semillas para invocar al Devorador. Una vez que el Devorador entre en nuestra dimensión, destruirá el universo y creará otro nuevo en su lugar: Un universo perfecto, donde todos nuestros sueños se harán realidad...
Pero entonces, un holograma misterioso, que el drow reconoció como Galacticus, se presentó, lo acusó de traición y se las arregló para hacer desaparecer los brazaletes de sus muñecas, lo cual acabó instantáneamente con su vida.
De nuevo, surgieron preguntas. Esta vez, Starbreeder intentó explicar:
-Las semillas cósmicas… Verán, cada criatura en el universo tiene una semilla cósmica que es su fuente de vida. Normalmente, cuando la semilla es extraída se apaga inmediatamente. Pero existen algunas, muy pocas, con un brillo eterno. Esas semillas pertenecen a los guardianes que fueron elegidos para proteger a los planetas, lunas y estrellas. Su energía no desaparece porque está ligada a la de su planeta guardián. En cualquier caso, extraer la semilla suele ser fatal para su dueño. Sólo una criatura muy poderosa tendría alguna chance de sobrevivir, y tendría que tener un poder realmente impresionante para no quedar muy debilitada.
-Eso fue lo que pasó en nuestro sistema -continuó Starsoldier, ya más relajado- Nosotros éramos guardianes y nos asegurábamos de mantener la paz. Pero de pronto esta gente, que se hace llamar “El Ejército de los Reanimados”, llegó de quién sabe dónde y comenzó a extraer las semillas de nuestros compañeros. Sólo nosotros y nuestra princesa sobrevivimos. Pero ya no teníamos el poder suficiente para defendernos, así que tuvimos que huír. Nos camuflamos en la lluvia de estrellas que vieron hace poco. Es posible que el enemigo haya hecho lo mismo, ya que parece haber llegado al mismo tiempo que nosotros. En cualquier caso, durante el viaje nos separamos de nuestra princesa y ahora no sabemos dónde está. Por eso nos convertimos en estrellas de rock, para poder llamarla con nuestra canción.
-Desafortunadamente -secundó Starbeeder- en este sistema no saben nada sobre los guardianes. Así que no hemos podido identificarlos para intentar advertirles. Tal vez ni siquiera ellos sepan que son guardianes. Sinembargo, eso también lo hace difícil para el enemigo. A juzgar por la cantidad de zombies que tienen, han cometido muchos errores.
Más tarde, cuando todos se subieron a la nave, una elfa y un zombie cibernético que habían permanecido ocultos, se presentaron ante ellos. La elfa llevaba uno de esos brazaletes. Dijo "Los felicito. Lograron engatuzar a los haan a los que incité para que los persigan, pero su suerte se termina aquí." en lashunta y ambos abrieron fuego. Los miembros de la banda se enzarzaron en un tiroteo con el zombi mientras el resto del grupo se encargó de reducir a la elfa.
Más tarde, en Castrovel, un escuadrón formícida llegó marchando al set. El que parecía el líder, dio un paso al frente y les habló telepáticamente.
"Grupo conocido como “Stardust”. Ustedes son guardianes de planetas extranjeros al sistema Gollarion. Dado que ha estallado una guerra entre guardianes de diferentes sistemas, nuestra reina ha decidido considerarlos sospechosos. Tenemos órdenes de arrestarlos e interrogarlos. Entréguense sin oponer resistencia."
El soldado pareció creer, al menos, hasta cierto punto, la historia que Twaku le relató, porque se volteó, como buscando la aprobación de alguien. Entonces lo notaron: Un obrero acompañaba al escuadrón. Cosa bastante inusual, ya que el rígido sistema de castas de los formícidas no permitía a los obreros participar en actividades militares. Al ver que todos estaban algo confundidos, el obrero dio un paso al frente, aunque manteniéndose dos pasos por detrás del soldado, y les habló también.
"Permítanme explicarles la situación. Cuando desperté como guardián, me resultó imposible ocultar este hecho a mi gente, dada la conciencia colectiva de nuestra raza. Pero esto también nos permitió aunar esfuerzos para averiguar lo que estaba pasando. Sabemos que existen guardianes renegados de otros sistemas y que están atacando a los guardianes de Gollarion. Los miembros de la banda son guardianes extranjeros también, y aunque no tenemos evidencia en su contra, tampoco sabemos de qué lado están. Por favor, sepan comprender. Varios de nuestros guardianes han caído ya. Sin sus guardianes nuestro sistema es vulnerable. No podemos permitirnos perder ni uno más."
-Está bien -respondió Starsoldier, resignado- Será algo problemático, pero si es necesario para aclarar todo este asunto, nos someteremos a la justicia de su gente. Iremos sin oponer resistencia.
Pero los soldados no tuvieron tiempo para arrestarlos, porque de pronto, 3 zombies cibernéticos irrumpieron en el set y comenzaron a atacar a todo el mundo.
Los soldados reaccionaron, como es natural, intantando defenderse.
El obrero quiso luchar también.
"Compañeros! Aguanten, voy a ayudarles…"
Pero entonces un rayo negro atravesó su pecho y su semilla cósmica salió despedida.
"¡Arggg! No… he sido derrotado…"
Esas fueron sus últimas palabras. El obrero se convirtió en polvo.
Mientras tanto, las extrañas runas grabadas en la caja que llevaba Chiv-chiv, comenzaron a brillar.
Cuando buscaron el origen del rayo, notaron a un guardia aeon disparándole con uno de esos infames brazaletes.
Entonces, dijo "¡Este es mi día de suerte! No sólo conseguí la semilla que vine a buscar, sino que se me ha revelado la identidad de otros tres guardianes. ¡Ustedes son los siguientes!" y disparó otro rayo, esta vez contra Starcleaner. Y así, nada más, el percusionista perdió su eternamente brillante semilla y se convirtió en polvo frente a los ojos de todos.
-¡No! ¡Starcleaner! -dijo el guitarrista mientras corría a ayudar a su amigo, aunque para cuando llegó, sólo encontró una pila de polvo. Entonces miró al azlanti con odio-¡¿Qué le hiciste, maldito?!
Aunque en el fondo, ya sabía la respuesta.
Starbreeder le dijo "Entonces… ¿El imperio Azlanti está detrás de todo?". Éste le respondió: "No me hagas reír. ¡Esos tontos del gobierno no entienden nada! Deserté hace tiempo de la armada. El comandante Galácticus me prometió que con la ayuda del Devorador podremos crear un universo nuevo. ¿Entienden lo que eso significa? Nuestros antepasados tuvieron que dejar Gollarion, desterrados, despojados de su honor. Vagaron por la galaxia y pasaron un sinfín de penurias. Se convirtieron en gente dura, demasiado dura. Cuando por fin encontraron un lugar donde prosperar, se convirtieron en tiranos, tan crueles como aquellos que los habían desterrado. Pero ahora, tenemos la oportunidad de cambiar la historia. Nuestra gente ya no será desterrada, ya no habrá imperio Azlanti. Todo será como debió haber sido. Yo, el general Tinger tengo ese sueño y no permitiré que nadie se interponga en mi camino para hacerlo realidad -Y luego de enviar el dron continuó-Luego me ocuparé de extraer sus semillas. Primero, voy a darles una lección."
El guardia entonces colocó las dos semillas que había conseguido en uno de esos drones y lo envió lejos.
-Entonces… ¿Estás dispuesto a acabar con la existencia de todas las criaturas del universo sólo para corregir un error del pasado? No aceptaré eso -dijo una voz que salía de la caja que llevaba Chiv-chiv.
Las runas inscritas sobre la caja comenzaron a brillar aún más. La caja entonces se abrió y de su interior salió un rayo de luz. Dentro del rayo, una criatura femenina, que parecía yacer con los ojos cerrados se materializó en el aire y comenzó a descender lentamente, mientras giraba hasta terminar poniéndose de pie en el suelo.
-¡Princesa! -exclamó Starsoldier.
-Lamento haber hecho que se preocuparan -respondió la doncella- Estuve escuchando su canción todo el tiempo. Pero mi recuperación tardó más de lo que esperaba. Por suerte, Chiv-chiv estuvo cuidándome todo este tiempo y dándome ánimos para que me mejore. Pero ya habrá tiempo para ponernos al día. Ahora tenemos que vencer a este reanimado. Yo también soy una guardiana. Los voy a ayudar. ¡Estrellas, protéjanme con su luz!- y al pronunciar estas palabras una fina capa luminosa se formó sobre su cuerpo. Juntos, lograron diezmar poco a poco a los enemigos.
El guardia Aeon, viéndose superado en número, como buen soldado que era, tomó una decisión.
-Me has demostrado tu superioridad -le dijo a Nueve- Tanto en poder de combate, como en sabiduría. Quisiera creer que lo que dices es verdad, que este universo es hermoso tal como es. Tal vez en otra vida pueda comprobarlo. Sinembargo, ya es demasiado tarde para mí -entonces comenzó a quitarse los brazaletes- Galacticus me engañó para que me entregara al mal y ahora sólo me queda una salida -y mientras se quitaba el segundo brazalete y su cuerpo se deshacía, se dirigió al resto- Luchen con valor hasta el final.
Esas fueron sus últimas palabras, antes de desintegrarse por completo.
Entre sus posesiones, encontraron una tarjeta de seguridad de una fábrica, de una empresa llamada Thasteron Dynamics. La recordaban por los libros de historia. Antes de que se inventara el viaje por “La Deriva”, la compañía era uno de los principales fabricantes de un poderoso combustible basado en en una sustancia conocida como thasteron. Pero la nueva tecnología volvió al producto obsoleto en un segundo. Así fue como la economía de todo Akiton colapsó. Por lo que sabían, la compañía se declaró en bancarrota y abandonó todas sus instalaciones, incluyendo la fábrica que funcionaba en medio del desierto. Tal vez el enemigo había usurpado las instalaciones y las estaba utilizando como base secreta. Ya nadie se molestaba en marcar la ubicación exacta de la fábrica en los mapas, por lo que tendrían que viajar hasta el poblado más cercano y contratar un guía local.
Pero antes de pensar siquiera en ir a Akiton tuvieron que defenderse del escuadrón remanente de zombies cibernéticos.
Luego de tantas batallas, los soldados formícidas se prepararon para retirarse.
"Ha sido un honor pelear junto a ustedes. Desearía acompañarlos durante esta guerra, pero debo regresar a mi colonia para rendir homenaje a nuestro guardián, informar a mi reina e intentar convencerla de realizar una acción militar más agresiva. Si ella me autoriza, intentaré alcanzarlos más tarde."
Y así, los valientes soldados se marcharon.
Luego, durante su viaje de regreso a la civilización, tuvieron que superar los numerosos peligros, propios del ecosistema selvático del planeta. Ahora, ya en un lugar seguro, todos se ponen a recopilar la información obtenida. Todas las pistas apuntan a Akiton.
Bueno, ha sido agotador, pero aquí está la recopilación de lo más importante de la historia hasta el momento