Partida Rol por web

Magor no recordaba nada anterior a aquel día tormentoso, sólo la sensación de haber descubierto algo que le costaría la vida. Huyendo de aquellos implacables rayos de luz del triarcho y de su terrible influencia, descendió a las profundidades de metal oscuro en busca de un lugar donde poder esconderse. La tormenta atronaba, arrancando metálicos ecos al terrible material que le tenía tan irremediablemente atrapado. Descendió y descendió, más allá de los suburbios, más allá de cualquier signo de vida.Se acurrucó en la oscuridad y esperó...

Cuando despertó, seguía en la oscuridad, pero el suelo era liso y duro. El cazador de sueños se encogió sobre sí mismo, esperando ver las mismísimas fauces del imperio de darkrott avalanzándose sobre su alma desnuda... pero no fue así.

Magor escrutó el lugar donde se encontraba; y  ante su atenta mirada una vela, y luego otra, y otra, se fueron encendiendo. Sintió un escalofrío ante la sublime belleza que se erguía ante el y que en aquella enigmática penumbra apenas podía vislumbrar.

Estaba dentro de una sala rectangular, alta como una catedral, repleta de estanterías atestadas de viejos libros.