Partida Rol por web

Lunnaris se quedó dentro de la cueva, pero en un punto donde pudiera ver algo más allá, pero donde también estuviese escondida. Quería ayudar a sus compañeros, pero había decidido que sería una buena opción aparecer como enemigo sorpresa, o como si no la esperasen. Aunque también era cierto que si les estaban siguiendo, sabrían que ella andaría por allí.

Salí de la cueva con las armas en mano y tratando de moverme sigilosamente para sorprender al posible atacante que comento Lunnaris y ayudar a Damakos. Pensaba en algún tipo de allanador de tumbas o algo así, que a lo mejor había decidido explorar el lugar en el que estábamos.

Montar guardia era un suplicio. La sensación de que había alguien vigilándome era constante, y la soledad no lo hacía mejorar. En cualquier momento podía aparecer y atacarme por la espalda. Cuando veo a Aerandir salir de la cueva sigilosamente casi doy un salto, pero mantengo la guardia como mejor puedo. Sin desviar la vista del frente, susurro esperando que Aerandir me oiga...
-¿Puedes verlo?

Al comprobar y no ver a nadie decidí salir de mi posición. Damakos será mejor que entremos todos en el agujero. Lo cierto que dentro solo era posible que alguien entrara detrás nuestro o viniera del fondo del lugar, no como aquí fuera que cualquier enemigo podría esconderse y acechar desde cualquier sitio. Creo que será más seguro. Acabe de decir a mi compañero.

Luego me gire para hablar a Lunnaris. Por lo que visto no veo nada. Le comente.

Lunnaris se quedó mirando a Damakos extrañada. ¿Estás totalmente seguro de lo que viste? ¿Quizá pudieron ser algún tipo de alucinación tuya? Dijo escrutándolo a él y a su alrededor. Por mi parte, si no veis nada más. Podemos pasar dentro, a ver qué es lo que hay ahí. Y a ver si lo que encontramos es de verdad algo... concluyó encogiéndose de hombros.

-Espera, ¿qué?- pregunto extrañado. Mis dos compañeros no pueden ver nada- ¿Cómo es posible?
La sensación de que alguien sigue observándonos desde algún punto no puede abandonar mi cuerpo ni siquiera después de que mis compañeros me aseguren que no hay nadie en los alrededores. Cuando miro a mi alrededor no hay nada, pero aún así mi mente sigue insistiendo y no puedo simplemente abandonar la idea. Puede que el estrés de la situación, sumado al extraño clima desértico que no acaba de agradarme. Mis compañeros deciden entrar en la cueva.
-Su... Supongo que... Habrá sido una alucinación...- digo, sin acabar de estar del todo seguro- Siento haberos hecho perder el tiempo...

Hice un gesto a Damakos para quitar importancia al tema y para que se metiera dentro, sería más fácil controlar cualquier ataque o algo parecido si no teníamos un frente de batalla de 360 grados, de esa manera solo habría dos posibles vías para un ataque.

Cuando entremos si queréis podéis ocultaros en la entrada y vigilar. Comente a mis compañeros. Mientras avanzo comprobando el lugar, por lo que vi me pareció que hace mucho no pasa nadie por el sitio. Les dije lo poco que pude ver antes. O si no podemos avanzar juntos, como deseéis. Pero si tenéis armas mejor empuñarlas. Les expongo mientras muestro las espadas que empuñaba. Mejor estar preparados.

Yo no he dejado de hacerlo ni un segundo. Dice señalando su arma. Yo prefiero investigar contigo, pensaba hacerlo de cualquiera de las formas. Tú qué dices, Damakos. ¿Te quedas o vienes con nosotros?

-Entremos a ver- dije. Tampoco es que quedarme solo me pareciera una magnífica idea-. Yo vigilaré la retaguardia sin separarme de vosotros, si queréis.

Escuche al resto así que volví a meterme por el pasillo retomando el camino que había dejado antes. Darme unos metros por si hubiera alguna trampa, al menos no caigamos todos, aparte avanzare en silencio. Pedí al grupo, mientras comencé a meterme en el pasillo. Entonces mis movimientos se volvieron de nuevo felinos y elegantes, aparte de ser prácticamente silencioso. Agradecía tener compañeros, pero en estas situaciones acostumbraba a ser una sombra solitaria, algo letal para mis enemigos.

Avanzo con cuidado por el pasillo, parece que todo está bien, cosa que me produce más preocupación, paso a paso me muevo como un felino, miro un momento a mis compañeros para comprobar que están bien. En efecto eso parece, así que me vuelvo y sigo avanzando, al dar el primer paso, lo veo. El suelo ha desaparecido formándose un barranco profundo, noto como mi cuerpo se tambalea en el borde con peligro de caer.

Reacciono rápido y clavo las espadas en las paredes a modo de ancla, para no precipitarme hacia el suelo. "Uff fue por poco". Me giro esperando al resto. Cuidado hay un gran agujero aquí. Les digo y muestro el barranco. Puede que sea natural o algún tipo de trampa, aparte observo la distancia hasta el otro lado del agujero.