PROLOGO - T.U.P
La escena era mas que morbosa, era el epitome del placer tomando forma en el cuerpo de una mujer de dorados cabellos y azules ojos. Mirarte me excitaba, pero tenerte pegada a mi cuerpo, con mi dureza calvada hasta lo mas profundo de tu cuerpo, por esa entrada trasera que tan bien sabias utilizar, mientras tus dedos masajeaban tu sexo, era algo que sin duda me llevaba a la locura. Sentir como me hundia y como tu me mirabas con esa lascivia que solo mostrabas en estos momento de intimidad... me hacia pensar en descargarme en lo mas profundo de ti, una y otra vez... asi como en algo mas... en la posibilidad de un futuro... donde eso fuera aun mas intenso.
Alcanzaste el climax y la presion de tus nalgas me llevo al mio, de una forma exquisita, sintiendome morir en el interior de la mujer que amaba, mientras nuestros cuerpos eran uno. Senti tu climax sobre mi pecho, la humedad de tu sexo, expulsada sobre mi y me relami de placer, mientras intentaba yo mismo recuperarme del tremendo orgasmo.
Me apoye hacia delante, quedando cerca de tus labios, esos que habias marcado con el simbolo del silencio y sonrei mientras te besaba. - Me parece amor mio... que con ese orgasmos que has tenido y el mio... todo el barrio sabe ya que estaba poseyendo a mi mujer... - Mordi tu dedo. - Pero si... sera nuestro secreto...
Senti como perdia fuerzas mi sexo y aun asi, pegue mi cuerpo al tuyo, para quedarme mas tiempo en tu interior.
Se que puedes hacerlo y si, la idea es que vayas... ademas hacer las cosas bien delante de Rose, nos ganara amigos, a ti y a las Ratas con el tiempo. Renaceremos amor... tenlo por seguro. - Senti esas caricias y sonrei antes de escucharte esa pregunta con mas seriedad. Levante mi mano y acaricie tu mejilla. - Jamas le quitaria a la mujer que amo y me vuelve loco... el tiempo con su hijo. Aun queda cerca de una hora larga apra la reunion, disfrutemos de él juntos o por separado como prefieras...
Lentamente sali de ti, y bese tu sexo, lamiendolo para quedarme con tu olor y sabor. - Amor... ¿que te pareceria si te dijese... que me gustaria que fueramos cuatro en lugar de tres?
SANGRE, ACEITE Y MALA LECHE
Sonrei porque la verdad es que me caias bien, eras directa y clara y eso aunque acostumbrado a ello, traia frescura cuando lo hacia una tia buena, cargada de tatuajes de trazos orientales y una puta katana. Te moviste, rotaste enseñando el genero ante mis ojos y no dude en disfrutar del espectaculo. Acabe por ladear la cabeza en un gesto que te decia a las claras, que estabas buena un rato.
Gracias... es mutuo... de momento tambien. - Una risa clara, mientras eras consciente de que mas de uno se habia girado para mirarte, y casi con la misma rapidez se habia vuelto a mirar a otro lado. No te quedo claro si por mi presencia o la tuya, o la mezcla de ambas.
Observe como realzabas tus pechos y aunque no dude en mirar, no te molestaste y eso me gusto. Eras una mujer con las cosas claras y disfrutabas de tu cuerpo, como tu querias y con quien tu querias. Eso tambien podia entenderlo. No viste que babeara, solo disfrutar de un ser que era una obra de arte, tanto de carne como de tinta. Levante la mirada y la fije en tu mascara, viste la curiosidad en la punta de la lengua, pero no se tradujo en lo obvio. - Te vas a hartar de usar la katana entonces... no me cabe duda...
Termine mi vaso y lo rellene y mire de rellenar el tuyo si estaba medio vacio o vacio del todo.
Te acercaste ante mis palabras y yo te mire, viste ese punto oscuro que todos ocultan, ahora mas a flor de piel y te dio un ligero y sutil escalofrio. Entendias ese sentimiento, podias notar un odio profundo arraigado en su interior. Un odio ardiente. Solo hable cuando dejaste la botella sobre la mesa y la tome para beber yo tambien a morro. - No lo se... se que se mueve por aqui, asi que espero y escucho y observo... esperando que aparezca... - Tu propuesta me hizo mirarte detenidamente y levantar un dedos que recorrio la sonrisa marcada en tu mascara. Lo hice lentamente pero sin ningun atisbo de sensualidad, sino como si le trajeras recuerdos de algo. - Lo pensare... pero es personal... y quiero ver arder a ese cabron... no que me lo cortes en pedacitos...
Quite el dedo de la mascara... y viste como esa oscuridad desaparecia. Como parecia sin duda que no iba a ser la unica que iba a darse un buen lingotazo esta tarde-noche. Puesto que tenia toda la pinta de estar dispuesto a vaciar esta botella y alguna mas.
Sonrei ante la palabra destino, mas cuando terminaste de hablar dejaste claro que es lo que querias hacer. Me gire y te mire y fuiste consciente de que habia espacio de sobra para moverte como quisieras, sobretodo si yo estaba cerca, no eras capaz de entender el motivo de ese pequeño circulo a mi alrededor. - Por mi no te cortes, pienso seguir disfrutando de la bebida y de ti bailando, algo que sin duda debe ser una verdadera maravilla... - Viste una sonrisa de humor, aunque estaba claro que si disfrutaria de ti. Bebi otro trago. - A menos que me estes invitando a bailar contigo...
PROLOGO - T.U.P
- Me parece amor mio... que con ese orgasmos que has tenido y el mio... todo el barrio sabe ya que estaba poseyendo a mi mujer... - Mordi tu dedo. - Pero si... sera nuestro secreto...
Reí mientras te golpeaba el hombro a modo de juego tras tu mordida - No me referia a eso. Si no a tu pregunta de cuanto me gusta que me la metas por ahí detrás - sonreí de nuevo con lujuria - y lo mucho que me encanta que aún la sigues teniendo dentro de mi - te di un fugaz lamentón en la barbilla mientras tú seguías hablando y yo te escuchaba mientras intentaba recuperar el resuello que me habías arrebatado con tanto disfrute
- Lo que a ti te apetezca mi amor. Somos tres desde hace ya un tiempo así que también puedes decidir si quieres pasar eltiempo con nosotros o no - mis labios compusieron un mohín travieso, hasta que te apartaste y lamiste mi sensible y todavia hinchado clitoris, arrebatandome un fugaz gemido una vez más. También percibia los latidos de mi entrada trasera, que guardaban aún tu semilla hasta que yo quisiera liberarla, y haciendo más que evidente la ausencia de tu polla.
De repente me quedé mirandote. Fijamente. Intensamente. No habiamos puesto medios en ningún momento y no había llegado nada, cosa que a veces me daba que pensar, pero eran pensamientos que me guardaba solo para mi. Me incorporé y tomé tu rostro entre mis manos, permitiendo que mi falda bajara y dejara ya fuera de tu alcance mi sexo totalmente satisfecho.
- Eso me encantaria vida mia - te besé con renovado ímpetu mientras mis brazos envolvian tu cuello, pero esta vez no buscaba placer, sino el cobijo de tu cuerpo.
SANGRE, ACEITE Y MALA LECHE
Parecia que no, pero estaba atenta a los detalles. Incluso alguna idea fugaz se me había colado en el cerebro. Volví a centrar mi atención en tus ojos antes de volver a beber de la botella. Seguía quemando pero ya era una calor que encendía cada fibra y célula de mi cuerpo.
- Bailar sola es aburrido - te susurré mientras cogia tu mano y tiraba de ti, solo invitandote, sin fuerza. Si querías venías, si no, solo me iba a alejar unos pasos de la barra. Pero me acompañaste y tras elevar tu brazo y dar una vuelta sobre mi misma te solté mientras permitia a mi cuerpo empaparse de la música que hacia vibrar aquel circulo invisible que impedia que nadie se aproximara
- Ahora pido permiso yo para saber si puedo tocar, pero sin ningún tipo de intención - dije burlona, sabiendo que si yo pedia y exigia, él también tenía derecho a opinar sobre ello. Solo necesitaba una ligera confirmación para apoyar mi mano sobre tu hombro mientras mi cadera se movia cadenciosa al compás de la múscia logrando que el potro de mi vientre se uniera al baile
- Se lo que significa querer venganza y no poder saciarla. Así que si me dices su nombre, estaré alerta por si oigo algo yo. Solo necesito saber como hacerte llegar el mensaje - mis ojos se elevaron enmarcados por mi imperturbable sonrisa de negro haciendote saber que hablaba en serio. Nunca arrebataria el placer de extinguir la vida de quien te la ha jodido.
El ritmo comenzó a acelerar y me solté de tu brazo para seguir bailando igual pero preparandome para el subidón - Por cierto, ¿como lo haces? Es cierto que desprendes cierto aire peligroso... pero...joder... es que no hay ni un puto tarado cerca - me rei contenta, contenta de poder dejarme envolver por los efectos del alcohol, por no preocuparme de nada ni de nadie. Tal y como prometía, las notas que llenaban el lugar cogieron fuerza y comencé a saltar a la par de los latidos de los altavoces, con los brazos alzados por encima de mi cabeza, sin importarme nada más que ese momento que el frenesí al que me había transportado.
Quizás no sea este el tipo de música que hay en el garito, pero yo la necesito para ambientarme, XDDD
SANGRE, ACEITE Y MALA LECHE
Iba a tomar la botella que habias dejado, cuando tu mano agarro la mia y aunque hubiera sido facil detener tu movimiento o negar tu ofrecimiento, me permiti levantarme contigo y acercarme a la pista de baile donde la gente bailaba. El circulo se redujo pero aun asi habia espacio suficiente para bailar sin ser molestados. Mas fue mas que eso, no solo me arrastraste sino que usaste el movimiento para crear un movimiento de baile mientras yo sonreia y buscaba acompañarte.
No tardaste en darte cuenta de que no era exactamente lo mio y aunque no se me daba bien, mientras no levantase los pies del suelo, el resto de mis movimientos eran... pasables a cierto nivel.
Rei ante tus palabras y asenti. - Siempre hay intenciones Ania... solo hay que asegurarse de no malinterreptarlas... - Una sonrisa mas sutil, un brillo de ojos intenso. - Bailemos... aunque no sea lo mio. - Sonrei con mas fuerza, mientras colocabas tu mano en mi hombro y te observaba bailar, moviendo tu cuerpo de aquella forma que era dificil de pasar por alto, o a la que no dedicar mi atencion.
El movimiento que adquiriste tomandome como punto de apoyo, sin duda era... excitante, sensual y hablaba de muchas formas diferentes, solo hacia falta saber escuchar y no buscarle mas significado que el que parecia tener. Una mujer preciosa, buscando desinhibirse a sabiendas de que no le pasaria nada malo.
Mi mano se coloco en tu cintura, ligeramente mas abajo de tu vientre pero sin acercarse en ningun momento a ningun lugar comprometido y buscando usar el movimiento que insinuabas, trasmitirlo a traves de ese toque hasta mi cuerpo, pero sin duda, resaltaba mucho mi falta de garbo en esos menesteres.
Acerque mi cuerpo al tuyo, pero aunque sin duda la distancia era muy inferior, no notaste ninguna intencion que ya habias dejado claro que no deseabas. Baje mi rostro colocandolo justo al lado de tu mascara. - ¿Estas segura Ania? No sabes nada de mi... ¿Quieres eso? - Un instante de silencio, mientras mi mano te indicaba que siguieras bailando. Podias olerme, podias sentir la fuerza de mi presencia al estar tan pegado a ti. - El Coleccionista. Ese es el hombre al que busco... y si quieres encontrarme, deja un mensaje en la barra. Ellos me lo haran llegar. - No era raro, estabas segura de que no estaba en el mismo sitio demasiado tiempo, asi que si habia que tener un punto de contacto, que mejor que un lugar fijo en el mundo.
Me aparte, volviendo a la distancia de inicio y volviendo a bailar lentamente de esa forma tan poco agraciada. Entonces llegaron tus preguntas y me encogi de hombros. - Supongo que solo hay que saber como encender una buena hoguera... para que las alimañas sepan que deben apartarse... - Te guiñe un ojo y cuando la cancion dejo de ser de bailar y mas de saltar, lo hice, siendo obvio que eso se me daba mejor. Un salto, dos saltos y al tercero las manos en alto.
No tardamos mucho en chocar, risas, y sonrisas, y llego otro choque, que fue mas buscado que otra cosa, mientras podias ver como reia de forma clara mientras no dejaba de saltar. Eras tu la que habias dicho que bailasemos juntos y eso era lo que hacia... aunque fuera con un simple toque de esos y mis ojos no perdian de vista tu mascara... viste como entre saltos, me preparaba para darte otro toque, no especialmente fuerte, pero sin duda nuestros cuerpos volverian a golpearse levemente.
SANGRE, ACEITE Y MALA LECHE
Grabé ese nombre en mi cabeza. Muchas preguntas se agolpaban en mi cabeza, pero no era el momento. Era una noche para celebrar, para pasarlo bien, y no quería amargar a mi compañero de aquella noche haciendole recordar más cosas de las necesarias. Ya bastante le había removido, así que simplemente disfruté de su baile, que aunque desgarbado, me gustaba, porque ponia atención, porque respetaba mi espacio, y porque estaba muy bueno y sus caderas acompañaban el movimiento de las mias, y eso era lo que importaba.
Comenzamos a saltar a la par y reí con ganas, disfrutando del momento y de aquellos toques tuyos, donde el último casi logró tirarme, no por la fuerza que empleaste, sino porque el alochol y la euforia se me estaba subiendo a la cabeza y tuve que abrazarme a tu cuello, mientras seguía riendo. Tu olor era más fuerte ante esa cercania que quizás mi subconsciente habia buscado como pretexto aquella falta de equilibrio y suspiré con fuerza, intentando centrar mis pensamientos.
- Me gusta como hueles.. - se me escapó y apoyé una mano en tu pecho - será mejor que me aparte antes de que me den ganas de comerte la boca. Cosa que no puedo hacer porque nunca, nunca, me quito la mascara. Es la que me da poder - sentía la lengua espesa mientras alzaba el indice con cierto aire de embriaguez y me apartaba con pocas ganas para volver a coger mi vaso. Estaba vacío, obvio, así que volví a buscar la botella y a recogerla para beber algo más.
- Creo...que deberia salir a que me diera el aire... me está entrando mucho calor - una risa teñida de desinihibición mientras intentaba enfocar la puerta de salida.
SANGRE, ACEITE Y MALA LECHE
El baile se volvio divertido y yo... tambien me divertia. De un tiempo a esta parte lo habia intentado, Senegal, habia influido mucho en ello, pero nunca habia sentido muchas ganas de divertirme desde aquello, pero ahora... por algun motivo esta chica estaba consiguiendolo por el simple hecho... de no querer nada mas... ademas de atraer mi curiosidad y mi interes.
Saltamos chocamos y acabaste colgada de mi cuello, mis manos no dudaron y te tomaron de la cintura, ni muy arriba ni muy abajo. Fije mis ojos en ti, notaste mi pecho hincharse y como mis labios brillaban expectantes, mientras mi mirada parecia atravesar la mascara que portabas y clavarse directamente en esa mirada zafiro que poseias.
Sonrei ante tu comentario, momentos antes de que te separases de mi. Viste como me mordia el labios levemente y buscaba controlar una respiracion y un ritmo cardiaco que habias alterado. Rei levemente, ladeando la cabeza y bajando por un instante la mirada, para luego subirla... - Bueno... yo nunca te quitaria aquello que te da poder pero... que tu no puedas besarme, no quiere decir que yo no pueda hacerlo... Una ceja alzada, la partida que lo decia todo.
Te diste la vuelta y sabias, sin lugar a dudas de que igual como habia hecho antes, estaba repasando ese escultural cuerpo de arriba a abajo.
Te acompañe hasta la boptella y le di un trago de amorro cuando la dejaste. Baje mi mirada, fijandola en la tuya, porque tras tus palabras del inicio, eso parecia una proposicion interesante... excesivamente interesante y la verdad... queria saber que es lo que buscabas... porque quisiera admitirlo o no, yo sabia lo que me apetecia en estos momentos.
Me pegue a ti, notaste mi pecho en tu espalda, pero nada mas, dejando claro que mantenia las distancias que merecian la pena ser mantenidas, si tu decidias dar marcha atras. Baje hasta colocarme justo detras de tu oido, al lado de tu mascara. - La salida... - Cogi tu mano y la desvie hasta señalar en otra direccion, casi 90 grados de distancia de donde tu parecias encaminada. - Esta por ahi... - Notabas el tacto de mis dedos osbre los tuyos. - Dime Ania... si te aprece bien que te acompañe... en tu estado igual seria lo mejor... para evitar que nadie que tu no quieras, se aprovechara de ti...
La voz, el olor, las formas, y como la respiracion caia pesadamente sobre tu clavicula, moviendo ese dorado pelo tuyo, era... una tentacion... pero al mismo tiempo, podias sentir como sid ecias que no, me retiraria.
SANGRE, ACEITE Y MALA LECHE
El suelo parecia inclinarse ligeramente, pero seguía permaneciendo de pie y en aparente estabilidad mientras bebia tras dejarte beber a ti. Y entonces....estabas tan cerca, y me hablabas tan próximo a ese punto sensible que erizaba toda mi piel y endurecia mis pezones. Di gracias por que el cuero ocultaba aquello. Todavía no sabía lo que quería, porque por un lado no podia permitirme aquello, pero por otro.... mi cuerpo clamaba por ciertas atenciones. Y tu estabas muy bueno, y sabías como encenderme quizas si quiera sin proponertelo, o a lo mejor si era tu intención.
Me llevé una mano confusa a la frente - Si... creo que tienes que acompañarme - lo dije como si la idea hubiera sido mia y no tuya - pero nos llevamos la botella - mi tono de voz ya mostraba ese punto álgido donde el alcohol ya se estaba llevando todas mis inhibiciones dejandome claro que es lo que quería.
Quería que me follaras, pero también queria besarte, así que me giré entre tus brazos para encararte y dejar mi pecho pegado al tuyo mientras mi brazo libre rodeaba tu cuello - Llevame a algún sitio oscuro y hacemos... cosas - si la Ania sobria hubiera controlado aquella situación me habría dado de ostias por exponerse asi ante un tio al que acababa de conocer, pero...
Me aparté y esperé tu respuesta mientras volvia a beber....
MUSICA, ALCOHOL Y NAPALM
Sonrei, disfrutando de la cercania de tu cuerpo, del roce de las yemas de mis dedos contra esa piel tuya, que daban gans de lamer. - Si, creo que tienes toda la razon. - Te la di, tu habias tomado mi idea y yo no iba a quitartela, porque sinceramente aunque no deseaba nada al inicio de la jugada, ahora… ahora si lo hacia y me estaba costando horrores no cogerte y estamparte contra una de las paredes para hacerte mia. El alcohol ayudaba, pero era tu juego con la mascara, tus bailes lo que habia acabado por conseguir que saltaras el muro que habia estado ahi siempre… y seguiria estandolo.
Pillaste la botella y la mano que habia estado sobre la tuya, bajo al vientre, pasando los dedos y manteniendolos ahi pero sin hacer nada, solo como si estuviera atento a que no perdieras pie.
Te diste la vuelta, senti esos preciosos pechos, los mismos que se habian movido al ritmo del baile de forma tan sensual pegados a mi, la forma en que sin duda ya era obvio como iba acabar esto y entonces dijiste esas palabras que me hicieron sonreir… fuiste a apartarte y la mano que habia estado en tu vientre tomo el borde del pantalon y tiro hacia mi, pegando tu cuerpo al mio.
Deslice mi lengua por tu mascara, lentamente, en direccion a tu oido, mientras eras consciente de lo duro que estaba mi sexo bajo mi pantalon. Alcance tu oreja y la lami lentamente, antes de dejar escapar mi respiracion sobre ella. - Iremos a un sitio oscuro… y te hare todo lo que quieras que te haga y quizas mas... porque quiero disfrutar de ti... por completo... - Mordi el lobulo de tu oreja. - De cada centimetro de ti...
Sentiste mis labios sobre tu cuello, y entonces, me aparte de ti y te di la vuelta, pegandome a ti y dejandote sentir mi excitacion justo sobre tus nalgas y la parte baja de tu espalda. Te guie entre el gentio y cuando pensaste que te llevaria fuera, te meti por un pasillo del local de Moxxy, uno que parecia ser solo para empleados. - Mi habitacion esta al fondo… no es gran cosa pero la cama es muy comoda... ademas... solo tiene una bombilla… puedes quitarla… romperla... o fiarte de mi... eso Ania… lo decides tu... - Era consciente de que la oscuridad, seguramente fuera por tu mascara... si era asi, sin duda deseaba besar los labios que escondias detras de esta.
MUSICA, ALCOHOL Y NAPALM
La sangre comenzaba a acelerarse en mis venas y a concentrarse sobre todo en mi entrepierna. La cabeza empezaba a darme vueltas mientras parecia observar todo como si no estuviera en mi cuerpo. Pero si estaba, y aunque mi cerebro habia desconectado gracias al alcohol, percibia tu proximidad con demasiada claridad, sintiendo tu mano en mi vientre casi como si la hubieras colado entre mi pantalón. El ansia por que me poseyeras allí mismo, y la misma falta de ello me impedia siquiera soltarme de tu sujección, pues me temblaban las piernas, aunque creía estar segura que solo yo podia sentirlo.
- Me estas poniendo muy mala - susurré cuando mordiste mi oreja olvidandome por completo de Lizzie, de Li, de ÉL. Mi deseo había tomado el control y éste crecía más con cada pequeño gesto tuyo, como ponerte a mi espalda para hacerme saber que estabas empalmado. Preparado para lo que fuera.
Me llevaste por un pasillo que estaba segura que no recordaría al día siguiente, pero no me importaba.
- Mi habitacion esta al fondo… no es gran cosa pero la cama es muy comoda... ademas... solo tiene una bombilla… puedes quitarla… romperla... o fiarte de mi... eso Ania… lo decides tu... -
Me revolví entre tus brazos para darme la vuelta y pegarte contra la pared - Me fio de ti, pero callate y llevame de una puta vez a tu cuarto - no sabía porque esa agresividad de repente pero brotó sola mientras mi mano se colaba por entre tu ropa para sentir piel con piel aquello que solo me habías dejado intuir. Sin sacar la mano te dejé moverte, conmigo pegada a ti, y en cuanto me sentí a salvo te liberé, di un par de pasos tambaleantes hacia atrás mientras dejaba la botella en el suelo y comenzaba a desabrochar la máscara. No había dado la luz, pero percibia tu presencia llenandolo todo y solo podía pensar en tu miembro endurecido.
Me costó algo más de lo esperado, pero cuando mi rostro pudo respirar por fin, me lanzé hacia ti para cogerte la cara con ambas manos y besarte con hambre, con lujuria y desenfreno, buscando otra vez que no quedara ni una pequeña rendija libre entre nuestros cuerpos. Mis desdos recorrieron tu rostro, tu cuello y bajaron por tu pecho para luego colarse por debajo de la prenda y poder clavarlos en tus costados para apretarte más contra mi.
MUSICA, ALCOHOL Y NAPALM
Una respiracion densa, calida sobre tu oreja, en el borde caso de la misma mascara. - Entonces ambos estamos en igualdad de condiciones...
Te removiste, escapaste de mis brazos, te giraste y sin dudarlo, estampaste mi cuerpo contra la apred del pasillo, mientras yo te miraba desde mi altura, con una sonrisa lasciva y de disfrute. La sonrisa se ensacho en una de autentico placer al escucharte hablar y mi boca se abrio emitiendo un jadeo mudo cuando tu mano cogio lo que habia entre mis piernas, esperandote. Note como lo tomabas, como disfrutabas de ello. - Espero que sea de tu gusto. - Una lilgera mirada socarrona, mientras me relamia los labios, dejando claro que todo lo que tenia delante... era mas que del mio.
Cogi de tu ropa, tire de ti hacia mi, obligandote a ponerte de puntillas por la fuerza mientras mi lengua recorria tu cuello, y mis dientes mordian suavemente tu piel. - Ahora mismo... - De esa guisa con mi sexo completamente en tu mano y tu cuerpo parcialmente dominado por el mio, nos movimos en direccion al cuarto. Sentias como iba poniendose cada vez mas dura, la humedad que seguramente mancharia levemente tus dedos y como esta parecia querer salir de su encierro.
Suaves jadeos escaparon de entre mis labios.
La puerta se cerro y tu te moviste en la oscuridad, tus manos aprecian estar fijas en tu cabeza, por lo que supuse que la misteriosa Ania, estaba a punto de revelarse en la oscuridad. Eso solo queria decir… que pensabas usar tu boca para algo mas interesante que hablar… y solo de pensar en lo que harias con ella, me excitaba aun mas.
Aun asi no esperaba ese hambre, no espera esa fiereza y senti tus manos, mientras mis labios devolvian los besos, pasionales, ardientes y cargados de autentica fuerza, mis manos bajaron a tus caderas y estamparon tu cuerpo contra el mio, en un acto similar al tuyo. Tu pierl, tu cuerpo, lo queria todo, en estos momentos. Abri tus labios, jugue con tu lengua, la chupe, para luego morder de Nuevo tus labios y dejarte sentir como mi ereccion clamaba por ti. Tus uñas me hicieron escapar un jadeo, mis manos bajaron a tus nalgas, las cogieron con fuerza y sentiste como te abria el pantalon.
Me di la Vuelta y acorrale tu cuerpo contra la pared, sin dejar de besarte. Sentiste mi presencia sobre tu cuerpo, el aroma, el hambre, las ganas de ti, desatadas y controladas por ti. Mis manos deshicieron los nudos y sin dudarlo baje por tu cuerpo, mordiendo y lamiendo alli donde tu carne lo permitia, mientras tu perdias los pantalones y las botas en el proceso. Cole mi boca directamten sobre tu sexo, mis manos por dentro de tus piernas hasta coger tus nalgas y en esaposicion, use mi fuerza para levantarte.
Te sentiste elevar mientras dejaba directamente a mi disposicion tu cuerpo, hundiendo tu sexo directamente en mi boca, mientras tu debias aprender a guardar el equilibrio. Chupe, lami, lo abri y lo disfrute. Saboree cada centimetro de ese lugar, antes de usar mis labios sobre tu sexo, cerrandolos alrededor de ese punto de locura y comenzar a chupar mientras pasaba mi lengua por el lugar. Sentiste violencia, fuerza y deseo… todo por ti... mientras era obvio la atraccion que habias ejercido.
MUSICA, ALCOHOL Y NAPALM
Mi excitación crecía con tus jadeos, a la par que tu polla en mi mano. Y cuando los besos dominaron la escena, solo era consciente de que el alcohol parecia potenciar todas las caricias de tu lengua dentro de mi boca. Me acorralaste contra la pared, como si no quisieras que escapara y aquello me encendió más. Mis manos bajaron ansiosas a tu trasero para pellizcarlo, para cogerlo con ganas y apretarte contra mi mientras mis labios seguían clamando por más.
Empezaste a bajar por mi cuerpo, y en el proceso me deshice de la parte de arriba que cubría tu cuerpo, tironeando de ella, sin importarme si la rompia en el proceso o no. Solo quería sentirte bajo mis manos ya que solo tú silueta era lo que captaban mis ojos. Repasé la forma de tus hombros y sin darme tiempo a reaccionar, ya estabas entre mis piernas, besando y lamiendo mi intimidad con habilidad y descaro, alzandome como si apenas pesara nada, y arrancandome un pequeño grito de sorpresa y una carcajada cargada de pura excitación y ebriedad.
Mis manos se echaron hacia atrás, esperando encontrar la pared. Desde luego necesitaba apoyar mi espalda pues me estabas matando. Cuando logré algo de estabilidad, pude liberar de forma bastante audible los gemidos y gritos de placer que empezaron a llenar la estancia, como si mi cuerpo neecsitara dejar constancia de lo mucho que estaba disfrutando de aquello. - No... aguantaré... Dante...Bajame o... o me caeré... - en mi voz entrecortada se leía la súplica, pues ciertamente sentía que me caía...en un agujero de pasión y desenfreno.
Ya decidieras bajarme o no, no tardé mucho en correrme y fue la puta ostia. Necesité tiempo para recuperarme después de aquello, aferrada a ti sin saber muy bien como ni por donde. Pasé mi nariz por tu cuello, oliendote, para dejar guardado en mi cerebro el olor que desprendías, o al menos intentarlo.
- Ahora creo que me toca a mi - bajé el tono, para hacerlo más provocador mientras desabrochaba tu pantalón muy despacio y mi lengua hacia el mismo recorrido que la punta de mi nariz - Aunque yo no puedo subirte tan alto - me reí de mi propia broma mientras apoyaba mis manos en tu cadera y te obligaba a recular un poco para arrodillarme delante de ti. Alcé la cabeza desde abajo, y no estaba del todo segura si podiás ver mi mirada, pero esperaba que al menos si pudieras sentirla, al igual que mi cálida respiración sobre tu miembro mientras mi mano volvía a hacerse con él, despacio, con cuidado, antes de pasar la punta de la lengua por el glande hasta llegar al lugar donde antes había sentido tu excitación en forma de humedad.
- Realmente me pone cachonda comermela entera ¿lo sabes? - mis labios se cerraron sobre ella, mientras poco a poco la iba introduciendo centimetro a centimetro, para luego sacarla sin llegar al final del todo, para repetir el proceso un par de veces más, antes de permitirte que entraras hasta el fondo y entonces ejercer cierta succión.
MUSICA, ALCOHOL Y NAPALM
Tiraste de la ropa, la arrancaste de no poder y tus manos fueron a mi espalda, mientras yo bajaba por tu cuerpo con mis dientes, mis labios y mi lengua. Mas tus manos no encontrarian piel tersa ninguna, nada mas alcanzar la espalda notaste un piel extraña, mas endurecida, con giros y vueltas, parecian poseer sus propias cadenas montañosas, seguidas de estraños remolinos y un tacto cuando menos extraño. No era raro tener cicatrices en este mundo nuestro, pero cuanto mas acariciabas, cuanto mas tocabas, eras consciente de que no era una cicatriz sin mas... practicamente sino toda la totalidad de mi espalda estaba marcada con lo que a ti te parecian cicatrices de quemaduras... y no parecian haber sido quemaduras normales.
Eleve tu cuerpo con relativa facilidad y me hundi en un humedo valle de deseo y placer, donde el sabor de de alli manaba era simplemente delicioso. Un manjar, eso es lo que eras tu. Disfrute teniendo sentada sobre mi cara en medio de la nada, donde no podias ampararte en ningun punto, donde todo dependia de mi pero sobretodo la excitacion que producia y el subidon de adrenalina.
Buscaste apoyo, encontraste algo en la pared mientras yo no dejaba de follarte con mi lengua, mientras tu humedad bañaba mi rostro. Suplicaste y eso solo me hizo arreciar en mi juego, en la lenta tortura mientras mi lengua recorria tu sexo una y otra vez y mis labios se cerraban sobre esa cumbre de esplendoros gozo. Eras una corredora de la Arena, acostumbrabas a montar vehiculos ruidosos y rabiosos, pero en esta noche, en este momento seria al reves, tu poseias el control sobre mi rostro pero tu cuerpo, era de la bestia que habias decidido montar. Yo.
Tu climax llego y fuiste consciente de como bebia directamente de ti, sin dejar ni nuna sola gota por desperdicio. Rociaste mi rostro, manchandolo con tu orgasmo y yo me relami los labios por ello. Al sentir como tu cuerpo parecia perder fuerza, te fui bajando hasta dejar tu rostro frente a mi y lamer tus labios, disfrutando de hacerte saborearte a ti mismo. - Eres una delicia Ania... - Mi nariz contra la tuya, mis labios sobre los tuyos y mis ojos fijos en esos preciosos orbes azules que me miraban en medio de la oscuridad.
Lamiste mi cuello y notaste un escalofrio, asi como el calor de mi cuerpo, denotando una excitacion mas que obvia. Buscaste el cierre del pantalon y mientras te peleabas con el, eras muy consciente de la dureza que esperaba mas alla. Dura, enhiesta y calida, esperaba por ti y para ti.
Me empujaste y te arrodillaste delante mia y yo baje la mirada, mientras te dejaba hacer, arranque de mi cuerpo las ultimas trazas de ropa, si es que habias dejado algo. Perdi la ropa, y senti tu cercania, habia oscuridad pero aun asi habia rastros de escasa luz, no la suficiente como para poder ser consciente de tu rostro, pero si para poder ver tus ojos. Tu respiracion, tu mirada clavada en mi, desde ahi abajo, como algun tipo de criatura nocturna que habia venido a alimentarse lentamente de mi cuerpo. Sonrei y baje una mano que acaricio tu rostro. - Subir o bajar... que mas da... mientras se disfrute...
Lamiste la punta de mi sexo y notaste un leve jadeo, porque era obvio que me tenias mas que cachondo. Estaba completamente excitado y mi sexo estaba pidiendo a gritos por tus atenciones. Rei ante tus palabras y mire hacia abajo, fijando mis ojos en los tuyos... - Pues es toda tuya... disfrutala entera... degustala... porque ni te imaginas las ganas que tengo de sentir el fondo de tu boca... y de follarmela despues...
Una declaracion de intenciones claras, quizas tuviera que ser un polvo, pero estaba claro que si me dejabas... pensaba explorar cada centimetro y agujero de tu cuerpo, usandolo para tu y mi disfrute.
Entro, no entera, saliste y volviste a repetir. Una vez y otra, mientras yo jadeba, gruñia, mis piernas se tensaban, mi mano agarraba tu melena con fuerza, pero por el momento no aprecia ir al punto que ya habia dicho, solo me dejaba hacer. Gemi con fuerza cuando por fin la introdujiste entera y succionaste de aquella manera.
Joder... joder... - Los gemidos se hicieron mas seguidos, las bocanadas de aire sin sonido mientras mi cuerpo disfrutaba de esa profundidad. Sentiste como todo aprecia descontrolarse, como la forma de comermela de esa manera, me estaba gustando demasiado, era obvio el puro disfrute de la situacion. - Si sigues... asi... maldita sea... - Un jadeo intenso. - Mas... - Notaste como mi mano se cerraba con mas fuerza, mientras todo mi cuerpo tembalba de placer.
Me corro Ania... me... - Tuviste tiempo, lo tuviste mientras sacabas mi miembro de lo mas profundo de tu garganta, para decidir que hacer, porque lo que era yo, mi rostro estaba mirando al techo, mientras jadeaba y gemia y notabas la tension justa, creciente sumada a ese instante de silencio que seria roto por un tremendo gemido de placer mientras comenzaba a correrme, alli donde tu hubieras decidido.
Me permitiste bajar, pero solo cuando me hube corrido encima tuya y aquello fue un goce dificil de definir. Lamiste mis labios y yo los repasé luego con mi lengua, sin apartarme de tu cercania, agradeciendola de hecho, para poder controlar el centro de mi cuerpo, tomando como referencia el tuyo.
Me arrodillé para tomar lo que quería, dejandome envolver por tus palabras que me encendían y lograban que me esmerase más a pesar de mi ebriedad. Tu polla, tan grande, tan dura, entraba y salía de mi boca solo como yo quería. Sentí el tirón de mi pelo y eso me arrancó una sonrisa maliciosa pues me hacia ver que estabas a mi merced, que aunque fuera yo la que estaba en esa posición, podía hacer contigo lo que quisiera.
Mi zurda se aferró con fuerza y con posesión a tu gluteo derecho cuando me avistaste de que te ibas a correr para impedirte que te alejaras. No lo pensé, si estaba bien o mal, si era seguro o no... pero no iba a dejarte marchar así. Mi lengua siguió trabajando alrededor de tu miembro mientras te dejaba irte en mi interior, clavando mas fuerte mis dedos en aquel culito tan apetitoso.
Me aparté despacio, saboreandolo y chasqueando luego la lengua - No está nada mal. Pero que nada mal - me levanté limpiandome la comisura del labio de mi propia saliva, pues del liquido blanquecino que me habias regalado no habia desperdiciado nada. Tenía experiencia con aquello. Apoyé una mano en tu hombro y te rodeé felina, despacio, para acabar a tu espalda. La yema de mis dedos descendieron por el brazo para volver a recorrer las cicatrices que había percibido antes en tu espalda, cubriendo el camino después con pequeños y húmedos besos.
- Las mias no son tan evidentes.. - murmuré sumida por un momento en difuminados recuerdos que debido a mi estado pude deshechar facilmente. Seguí descendiendo hasta llegar a la parte baja, para luego desviarme hacia tus costados y acceder a tu abdomen, pegando mis excitados pechos a ti y mi pelvis rasurada a tu trasero.
Mi otra mano descendió por tu muslo - No sabes lo cachonda que sigo... - y volvió a ascender, rozando ligeramente tu polla. - Espero que pienses en hacer algo para remediarlo... - me puse de puntillas para poder morderte el cuello desde atrás y luego deslizar mi lengua por el mismo lugar.
La forma en que te dedicabas a mi, la atencion al detalle, la intensidad de cada gesto, el como tu boca no dudaba en recibir mi polla por completo… me estaba llevando a un autentica agonia de placer. Tus labios apretando y jugando con mi polla mientras esta se deslizaba hasta lo mas profundo de tu boca, la lengua disfrutando del recorrido y esa ligera intensidad de tus uñas marcando mi carne. Todo eso amplificado por el dolor al sentir tus uñas clavandose justo cuando me fui por completo en tu interior. Note como no dudabas, como disfrutabas de mi calida semilla en tu boca, como tragabas sin desperdiciar ni una gota… el deslizar final de tus labios, el como lipiabas a tu paso, me dejo en un estado de bruma de placer que no sabia com identificar.
Joder era una de las mejores comidas de polla que me habian hecho… porque esto no era una mamada, ni de coña.
Te relamiste, y yo volvi un poco mas en mi. Me acerque a ti, antes de que te movieras y meti mi lengua en tu boca, saboreando mi semilla y compartiendo en cierta forma la union de ambas, en nuestra boca. Un coctel de fluidos de placer, usando como coctelera nuestras bocas y lenguas. la fuerza, la intensidad era como si fuera un incendio, uno que Aun con lo ocurrido parecias haber avivado mas que paliado.
Rodeaste mi cuerpo, deslizaste tus yemas por mis heridas, por mis cicatrices, provocando mas de un escalofrio de placer. Mi respiracion se agito, podias notar el ansia de ti, el autocontrol para no tirarme literalmente encima tuya. Escuche tus palabras… y mire de reojo hacia atras… - Lo importante es asegurarse de que cicatrizan… - Pudiste entender que no me referia al estado fisico de las mismas, sino al mental.
Rozaste mi muslo, senti esos preciosos pechos pegados a mi espalda, tu mano tocando levemente mi polla… y entonces soltaste aquello, justo antes de morder mi nuca. Inspire, expire, mientras eras consciente del placer en ese mordisco. Me di la Vuelta y te mire, mi mano subio por tu vientre, acaricio tu pecho y alcanzo tu cuello, notaste como la mano se cerraba levemente sobre ese punto, algo de fuerza pero cargada de una sensualidad oscura y ligeramente perversa. - Voy a follarte hasta que no puedas moverte Ania...
Te movi, un par de pasos atras y tu espalda golpeo contra la pared, al lado de la cama. - Te follaria sobre ella... pero… no... eres un animal salvaje… y eso es para modositas… y quiero ver tus colmillos… - Sonrei antes de que pudieras decir nada. Notaste mi sexo abriendose camino entre tus muslos, abriendo los labios de tu humedo sexo mientras pegaba mi cuerpo al tuyo… y de esa forma te epgaba a ti a la pared. Tus pezones duros marcados contra mi pecho, baje, lami tu cuello, mordi tu lobulo… deslice una sola mano hasta tus nalgas y las azote con fuerza, antes de darte la vuelta y pegar tu rostro contra la pared y dejarte sentir de Nuevo mi sexo contra ti, abriendote entre tus muslos.
Dime... tienes alguna preferencia… por donde quieres que te folle Ania? - Presione tu sexo con mi polla, para luego deslizarlo hasta tu entrada trasera. - Por lo que es yo… te follaria todos tus agujeros... una y otra vez... hasta que no puedas mas... - Presione algo mas tu entrada trasera… - Mmmmm esta apretadito… - Azote tus carnes, mordi tu cuello y lami hasta llegar al lobulo. - Vamos… dimelo… dime lo que quieres… para que pueda destrozarte...
Me cogiste del cuello arrancandome el aliento con aquel gesto y obligandome a alzar el mentón, permitiendote cubrir toda la extensión de piel y carne que lo conformoba, dejandote sentir los latidos desaforados de mi yugular, ya que mi excitación se había puesto en pie de guerra ante aquel gesto. - Eso espero, que me folles como nunca has follado a nadie -
Sentí la pared contra mi espalda y el animal que llevaba dentro empezaba a descontrolarse buscando tocarte con ansiedad y desesperación, como si pudiera atravesarte con mis dedos para llegar a lo más profundo de ti, intentando dar una dentellada para atrapar tu boca.
Sentí tu miembro entre mis piernas y las abrí algo más para facilitarte el acceso mientras tu calor pasaba de tu cuerpo al mio mientras mis pezones acariciaban la piel de tu musculado torso. Me encantaba que supieras que no era una pusilanime y que podias penetrarme de pie de la forma que mejor gustases, porque a mi me gustaría igualmente.
Me diste la vuelta y aquello me arrancó una sonrisa perversa y lasciva. Sentí el frío en mi mejilla en contraste con la calidez de tu polla recorriendo mi entrepierna envuelta en mi propia humedad, aproximandose a mi entrada trasera y provocandome pequeños escalofríos. Me azotaste y me saboreaste a tu anotojo y aquello me sumergía más en aquel estado de disfrute y ebriedad que tanto había anhelado.
- Puedes meterla por donde quieras, pero por el culo... me gusta mucho - gemí mientras te empujaba con mi trasero para buscar mayor inclinación, para dejar con mayor evidencia mis gluteos ante ti - Aunque vayas a destrozarme porque antes... me ha costado metermela entera en la boca - mis manos se clavaron a la superficie contra la que me habías acorralado preparandome porque desde luego que era grande y cuando se abriera paso através de aquella estrechez...
Senti el palpitar de tu sangre, el bombeo acelerado de tu sangre, mientras estirabas el cuello de forma que mi mano quedase por entero abarcando su superficie. Dandome control, entregandomelo en pos de placer... muchisimo placer. Tus palabras hicieron brillar mis ojos, viste como me relamia los labios y como me acercaba hasta los tuyos para besarlos con un calor que parecia inundarte, mientras no dejaba de mirarte. - No te preocupes Ania... por borracha que vayas... vas a acordarte de esta noche... te lo aseguro... porque pienso asegurarme de recordarla yo tambien... - Me acerque a tu oreja y la mordi con virulencia. - Y me asegurare de que las noches a solas, la recuerdes para que puedas tocarte bien a gusto...
Tus manos, tu cuerpo, tus ansias, tu hambre, solo atizaban el salvaje impulso de necesidad que sentia por hacerte mia. Queria follarte, pero queria mas... por algun motivo queria que lo recordases, no queria un simple polvo en la noche... queria que la enmascarada cuando volviera a colocarse su fachada de carmin negro y maquillaje blanco, recordase cada instante en que habia estado sobre y o debajo de mi... cada gramo de placer entregado y recibido... aunque solo fuera por una noche...
Mis manos recorrieron ese cuerpo terso y perfecto, senti las durezas de tus pezones escribir su placer sobre mi musculado cuerpo mientras yo me regodeaba en tus nalgas, en tu espalda y en esos pechos que no dudaba en desear morder hasta que los gemidos escapasen de entre tus labios. Eras una maravilla, realmente increible y ademas peligrosa... y eso acrecentaba mis ganas puesto que me gustaba el peligro y sentir como este palpitaba bajo tu piel... me hacia desinhibirme aun mas... sacando al piromano que llevaba dentro y eso, solo podia traducirse en salvajismo.
Coloque tu cuerpo de espaldas, mientras te escuchaba y podias sentir mi calida respiracion sobre tu nuca. Baje por tu espalda, mordiendo, lamiendo, besando, tomando pedazos de tu cuerpo que estiraba para darles humedos y lascivos besos que cse convertian en autenticos mordiscos, como si estuviera comiendote literalmente. - Por el culo... asi que a la pequeña Ania le gusta que le abran su puerta trasera... - Notaste mi sexo, humedo de tu saliva, deslizarse entre tus nalgas, punteando por un momento antes de deslizarse hasta arriba y volver a repetir el movimiento, dejando que tus nalgas abrazaran mi sexo. Sonrei y mordi tu cuello. - Quiero destrozarte... quiero que grites... que te corras... que gimas hasta que no te queden cuerdas vocales... pero no de dolor... voy a matarte a placer Ania... - Sentiste entonces como lamia y chupaba dos dedos, y como estos se abrian paso entre tus nalgas, para entrar con fuerza en tu culo sin tapujos, moviendose, culebrean en su interior... y abriendote, pero no demasiado... no... no demasiado.
Pegue mi cuerpo al tuyo, sentiste mi sexo, duro y enhiesto justo en la entrada de tu sexo, rozandolo, humedeciendose, antes de subir hasta ese lguar que era fruto de tu deseo. - Aun no estas lo bastante abierta... - Ambos sabiamos que algo de dureza, algo de dolor,a crecentaba el orgasmo posterior, si se hacia en su justa medida. - Grita... - Entonces la sentiste, como la punta de mi sexo, humeda, ardiendo, abria ese anillo estriado lentamente, dejandote sentir cada segundo mientras iba entrando en tu interior, centimetro a centimetro, sin prisa pero sin pausa. Escuchaste mis jadeos, un leve gemido... - Joder... si que estas estrecha... es... una delicia... romperte el culo Ania... realmente una delicia... - Sentiste como ya quedaba poco y como entonces me detenia, mientras mordia tu nuca, mi respiracion, la intensidad de mi cuerpo. Mis manos cogieron las tuyas, las colocaron en tus nalgas para que las abrieras mas para mi... - Alla voy... - Apenas un instante despues embestia con fuerza, para dejar que esos ultimos centimetros avanzaran de una sola estocada, hasta lo profundo de tu cuerpo. Que sintieras como acogias toda mi polla en tu interior hasta quedar solo mis huevos fuera disfrutando del calor de tu sexo.
Entre los jirones nebulosos de mi mente se colaban tus palabras y tu deseo de que recordara aquel momento. Desde luego que pensaba hacerlo, o eso quería en estos momentos donde encendías cada tecla de mi placer con cada roce, cada húmedo beso, cada frase lasciva.
Mis manos buscaban con desesperación aferrarse contra la pared contra la que me habías forzado a pegarme porque sentía que perdía el sentido, con tu respiración en mi nuca provocandome pequeñas descargas, con tu lengua recorriendo la piel de mi espalda y tus dientes despertando el dolor mezclado con placer. La expectación de sentir como tu miembro se adentraria en aquel lugar tan pequeño hacia latir desbocado a mi corazón, pero me torturabas alargando el momento con las caricias evasivas de tu polla en él, con tu boca contra mi cuello y mi oido, susurrandome lo que me ibas hacer.
Me cortaste el aliento cuando tus dedos se introdujeron con brusquedad para luego acelerar el ritmo de mi respiración que acompañaba a los gemidos que brotaban de mis labios entreabiertos. Mi diestra se había colado entre mis piernas, rozando tu polla que buscaba untarse y lubricarse con mi excitación, para luego hacer yo lo mismo y poder acariciar mi sexo porque sabía que lo que venía... iba a doler más que tus mordiscos.
Entonces grité. Un grito corto pero fuerte que me dejó jadeando. No solo porque me lo hubieras pedido, sino porque notaba como me abría entera ante tu enorme y abrumadora intrusión y como mis carnes se estiraban con esfuerzo intentando acoplarse a ti. - Pedazo de cabrón. Si que me vas a romper entera - el tono de mi voz dejaba a las claras que a pesar del insulto, eso es lo que quería. Mi mano se movia ritmicamente, entrando y saliendo y deleitandose más tiempo en el centro de todo mi placer. - Pero... no...pares... - me mordí el labio mientras apoyaba ahora mi frente contra la pared recibiendo tú última embestida - jodeeeer -
Mi zurda también se coló entre mis piernas, pero ésta para recoger entre sus dedos tus huevos y deleitarme con su tacto, con su movimiento, mientras daba algún tironcito que otro, quizás algo más fuerte alguno cuando empezaras a moverte dentro de mi trasero mientras yo sentía como empezaba a llegar como una ola demoledora - Dante.... Dante....joder, Dante... - repetía perdiendo ya la noción del tiempo de cuanto tiempo llevabas dandome por culo...solo sentía tus embestidas y el orgasmo tan arrollador que empezó a sacudir mi cuerpo en pequeños espasmos que fueron cediendo poco a poco.
Tu cuerpo no tardo en aceptar mis dedos y mientras lo hacia con cierta brusquedad y violencia, pude sentir como tu cuerpo respondia de la mejor manera posible, dejando que el aire que exhalas por tus labios viniera unido al placer de una hembra al disfrutar de los placeres mas oscuros del sexo. La forma en que tus nalgas se movian, la forma en que tus musculos se contraian o extendian mientras invadia con fiereza tu cuerpo, me hacian besar con lascivia mientras era consciente de las ganas que tenias... del ansia voraz que anidaba en tu interior por ser tomada, posedida con virulencia.
No me refreno, no me contuve y cuando llego el momento introduje mi sexo en tu interior, abriendome paso por tan estrecho lugar con placer y disfrute, sintiendo como tu cuerpo exprimia el mio a cada centimetro de tan voraz y perversa invasion. La humedad de ambos, la que yo le habia entregado a tu cuerpo y la que el mio propiciaba para aseugrar que aunque brusca, violenta y agresiva, la cosa llegara a buen puerto mientras tu te masturbabas con fuerza.
Vaya... vaya... quien diria que dentro de ti habia toda una mujer hambrienta de sexo... eres una delicia Ania... voy a disfrutar destrozandote a pollazos... - Susurre mientras mordia tus carnes tras escuchar tus insultos. - ¿No es lo que querias? Que te rompiera... que destrozara este bonito culito tuyo... - Sentiste ese embiste final, hasta el fondo. Un gruñido de placer, un jadeo de ansia de mas.
Embesti, una y otra vez. Primero lento, moviendo mi pelvis hasta casi sacar mi sexo antes de volver a profundizar, que notaras mis huevos golpeando tu humedo sexo por debajo. Una vez la lubricacion de ambos hizo efecto, el nivel de ritmo ascendio, podias notar mi cuerpo pegandose al tuyo, embistiendo con verdadera fuerza, abriendose paso en tu cuerpo sin pausa y sin ningun tipo de pudor, abriendose camino con fuerza e intensidad mientras mis jadeos y mis labios se movian por tu piel, lamiendo y besando tu nuca, buscando tus labios cuando me los entregabas.
Comenzaste en el apogeo a jugar con mis testiculos, mientras embestia, a tirar, a tomar a coger. Gruñi, jadee.- Si joder... asi... vamos Ania... asi... me encanta este culito... - Lami tu cuello, mordi tu cuello y clave mi colmillo en tu lobulo. - Espero que hayas venido para quedarte un buen rato... porque despues de esto... no voy a querer parar de follarte...
Aumente el ritmo y entonces hablaste de nuevo y yo sonrei... - Si, Ania... si... soy yo... yo te estoy rompiendo el culo... vamos... correte... correte porque pienso rellenarte... hasta el fondo... - Una embestida profunda, calvandome por entero en tu interior, antes de volver al ritmo acelerado, brusco y agresivo de esos ultimos metros de climax. - Dejame oir como se corre una autentica Rata... vamos... correte Ania... correte mientras te follo... - Notabas como yo mismo no aguantaria mucho, si lo hice, si aguante fue solo por escuchar y sentir tu orgasmo, sentir como te ibas por completo, justo antes de dejarme ir yo mismo, llenando tu interior con mi caliente semilla, aplastando tu cuerpo contra la pared, mientras mis dientes saboreaban tu piel junto con mi lengua, dejando un mordisco salvaje justo en la nuca, clavando mis dientes mientras mi sexo palpitaba expulsadolo todo, en el interior de tu culo.
Jo... der... - Notaste como me temblaba todo y aun asi, estaba atento a que tu te aguantaras. Menudo maldito polvo... la hostia... menos mal que no buscabas nada.