- Ves? Relatividad, relatividad por todos lados. Si por aquí te refieres a mi club... yo te he hecho traer. Pero supongo que tu aquí es otro. Tu aquí es mas bien: "como demonios caí en el hoyo del conejo de Alicia?"... Bien, parece que no sabes hacer muy buenos amigos. Alguien te regaló un poco de plomo en medio de tu vuelo. Moriste, y como todos llegaste a este lugar...
Al joven diplomático le extrañó lo que estaba escuchando. ¿De qué vuelo estaba hablando? Intentaba hacer memoria pero le resultaba en vano, lo que le hacía enfadarse consigo mismo. Pero de pronto una de las últimas palabras que habían salido de la boca de aquel hombre resonaron en su cabeza sin cesar: «Moriste, y como todos llegaste a este lugar».
– ¿Estoy muerto? –fue lo primero que pudo verbalizar.
Se miró a las manos, las cuales temblaban con violencia.
- Estás muerto. Pero no es tan terrible verdad? Cómo imaginaste que sería? Luces blancas y verdes prados? Enormes castillos tal vez?
Y qué ganaré YO con todo esto querido?? Noelia estaba acostumbrada a que los hombres hagan su deseo, sus mentes eran tan sencillas, predecibles que era un un juego de niños. Pero este hombre era diferente, será tal vez por estar en otro plano...
Y quienes son los OTROS con que deberé trabajar??
Perdon Ezequiel, no había visto el post previo XD
- Qué que ganarás tú...?
Merv sonrió y se acercó al borde del sillón.
- Un amigo MUY poderoso...
Volvió a recostarse y tomar su Martini.
- Otros como tú. Especiales... Mas aburridos, claro.
Me gustan los amigos MUY poderosos...dice Noelia sonriendo levemente ante las palabras del sujeto. Y cualquiera es más aburrido que yo, querido...
Y bueno...estoy lista para conocer a gente menos interesante...En realidad estaba ansiosa por las últimas palabras de Merv Especiales y anhelaba ese contacto. Solo deseaba ponerse ya en marcha.
- Pronto los conoceras! Nous avons un accord. Estaremos en contacto pronto.
Merv sacó su pañuelo y saludó a Noelia con él, mientras ella sentía que se alejaba y se alejaba inexplicablemente.
- Bon voyage, un petit lapin...
El cuerpo de Noelia comenzó a aflojarse y sus ojos se cerraron mientras una placentera sensación de estar volando la invadía. Se sentía bien, liviana, ligera. Poco a poco fué cayendo en un estado de total incosciencia...
Cambiamos de escena. Vamos a Convento De Santa Cecilia.
Sus labios esbozaron una dulce sonrisa por primera vez, e incluso rió notando una sensación de ligereza, como si se hubiese quitado un peso de encima.
¿Entonces estaba muerto? No parecía tan grave.
– La verdad, señor... –vaciló por un instante al no conocer su nombre– nunca me lo he planteado, aunque es cierto que no soy nada religioso.
- ... Señor... solo señor está bien. Frankie me imagino que estás acostumbrado a negociar, así que iré al grano contingo. Tal vezdeje que salgas de aquí en breve...
- Estos días han sido realmente exitantes. No eres el primero que pasa por aquí. Hay otros como tú... spéciaux. Seguramente te encontrarás con ellos. Y tengo una propuesta para hacerte que te valdrá la amistad de una gran persona: de mí! Y créeme, ser mi amigo es algo realmente útil por estos luagares. Señaló a su alrededor. Muchas de las caras de allí realmente eran aterradoras.
- Lo que necesito de tí es algo simple, que me mantengas informado de lo que hacen. Qu'est-ce que tu penses? Veux-tu gagner un bon ami?
Tardó en reaccionar, hasta que finalmente volvió a recaer en que estaba muerto, o al menos eso era lo que estaba empezando a asimilar.
– ¿Por qué iba a negarme? Ya no tengo nada que perder, supongo –se encogió de hombros mirando a su alrededor. Aquellas caras, siempre atentas a la suya, le incomodaban.
- Ah... Levantó su dedo indice en señal de advertencia. He allí un grave error. La muerte, mi querido, es solo una parte mas de nuestra paródica exitencia. Pero, créeme, tienes muchísimo que perder aún muerto. No tienes idea de lo que es una eternidad de sufrimientos sabiendo que no hay nada mas...
Bebió lo que restaba de su Martini de un solo sorbo y dejó la copa en la mesa.
- Pronto sabrás de mi nuevamente. Bon voyage!
Frank comenzó a sentrse somñoliento nuevamente. Poco a poco fue perdiendo control de sus miembros y sintiendo cómo su cuerpo se aflojaba, hasta caer en un profundo sueño...
Cambiamos de escena.