Partida Rol por web

Probando, probando...
Free Bird haciendo personaje.
2 puntos de protagonismo, madre mía...
3 puntos para repartir en habilidades propias de su profesión o similares: mecánico de taller.

Causas: Agentes químicos
Contagio: Inhalación
zona afectada: Global

Hitos por ahora: 20.

¡Incroyable! Lo que ha salido puede aplicarse al argumento de la peli: The happening:

"¡La naturaleza se ha rebelado! Las plantas consideran al ser humano como una amenaza y han desarrollado su propio mecanismo de defensa. Lo que comenzó siendo una serie de incidentes aislados a lo largo del planeta, ha terminado por convertirse en un fenómeno a escala global. Una potente toxina es liberada al aire por las especies vegetales y afecta el nivel más primitivo del cerebro, empujando al individuo a un impulso de autoaniquilación. Los boletines informativos bombardean continuamente con noticias de nuevos suicidios colectivos. La gente se precipita desde edificios o se estrella en las autopistas o busca cualquier otro macabro método para quitarse la vida. Los científicos trabajan contra una anti-toxina o una vacuna, pero hasta entonces... ¿Qué hará Manolo, perdido en un pequeño pueblo de La Rioja?"

Ni siquiera te has dado cuenta de que te han dejado solo en el taller, tan enfrascado como estabas con aquella vieja cafetera de Pascual, el tornero. Emerges de debajo del vientre de la furgoneta y miras con sorpresa a tu alrededor. Nadie, ni Braulio, ni el atontolinado de Raulete. Estás más solo que la una. Comienza a hacer un poco de fresco, te desengrasas las manos en el lavabo y das un par de voces. Nadie responde. Agarras la pelliza. La radio emite sólo un zumbido extraño y el televisor portátil está apagado. Miras la hora: son las cinco de la tarde de un día torvo de Noviembre. El jefe no está, así que te va a tocar cerrar el local en breve.

"Parece increible que Raulete no esté ahora. Son las cinco de la tarde, tiene que cerrar este hombre y no está.

Y a esta radio que le pasa? Tendré que decirle al Julián que se pase."

Después de esperar 5 minutos sin saber nada de éstos decido cerrar el taller.

Cierro desde dentro. Le doy otro golpe a la radio y me dirigo a la puerta trasera del taller para salir por la calle de atrás.

Mientras cierras la puerta con llave, sientes un crujido debajo de tus botas de trabajo. Son trozos de cristales. Extrañado, miras a tu alrededor. De repente, un bulto se precipita desde la altura y se estampa contra la calzada, encharcada de sombras alargadas. Tu corazón ha dado un vuelco, afinas la vista... Eso... Eso... ¿no es un hombre? Un estallido de cristales vuelve a sorprenderte. Alzas la vista protegiéndote el rostro con las manos, pero no ocurre exactamente encima de ti: de una cuarta planta, en el edificio que acoge en los bajos el taller de Braulio, el taller donde trabajas desde hace veinte años, cae una mujer, con un halo de cristales, cae como un peso muerto y se estampa sobre el capó de un coche aparcado. Pero no cae sola: detrás de ella se arroja un niño. Tendrá siete años, lo ves descender en el vacío. ¿Qué les ocurre? El niño cae sobre el cuerpo de la mujer, con un sonido estremecedor. Se mueve en el suelo, parece que sigue vivo.

"Pero que ha sido eso?" No me puedo ni creer lo que ha ocurrido. El impacto ha sido estremecedor. El corazón me va a mil. Me lanzo hacia donde ha caido la mujer y ese niño. No me puedo ni creer lo que he acabado de ver!

Es un chaval jovencillo! Quien es este chaval???? No lo conozco... Dios! parece que respira. Me acerco un poco más. No quiero ver el cuerpo de esa mujer, está totalmente deshecho, pero el chaval.... ha sido un milagro....

"Chico! chico!"

Se empieza a quejar. y YO EMPiezo a gritar y pedir auxilio pero nadie hace caso... no hay nadie aqui. Pero que ocurre?.

Lo arrastro para la acera, abro el taller  nuevamente y lo acuesto en el sillón de la trastienda.

De los oídos del chico mana sangre. De pronto, un espasmo lo sacude, y un caño de sangre sale por su boca. Está reventado por dentro, lo sabes, lo estás viendo, no va a sobrevivir. Intentas incorporarlo, pero es inútil, ya está muerto.

El corazón empieza a desvocarse. No me puedo ni creer la imagen dantesca que tengo en frente de mi.

Aun así intento hacerle algunas preguntas... "¿Pero donde carajos se ha metido todo el mundo?"

Dejo al chaval moribundo en el sillón y entro en el taller corriendo, contiguo a la habitación en busca del movil. La radio sigue emitiendo un ruido extrañisimo. Le vuelvo a dar otro golpe. Estoy tan asustado que las fuerzas se desvocan y la lanzo hacia la televisión con tanta puntería que le da al botón para que se ponga en funcionamiento.

Cuando estoy marcando los números para llamar a mi mujer oigo en la televisión nuevamente ese ruido extrañísimo. Esta vez ese ruido es ensordecedor. Son sonidos agudos como queriendo decir algo que se entremezclan. Son desagradables, amenazadores y...terroríficos. Me tengo que tapar los oidos como buenamente puedo. Se me meten en las entrañas y empiezo a gritar y corriendo vuelvo a salir de la estancia.

Cuando vuelvo a la habitación donde había dejado al chico moribundo veo que en estos momentos tiene los ojos abiertos como platos. Está quieto y me mira fijamente. Una mirada fría.

Me quedo petrificado.

Mientras tanto en el movil se oye la voz de la mujer de Ali gritandole unas palabras....

-Manuel, Manuel, ¿estás ahí? ¡Está ocurriendo, lo que pasó en Nueva York! Pero ahora se ha desencadenado.¡¿Dónde demonios has estado toda la tarde, Ali?! ¡¡Te he llamado durante horas!! –la voz de Carlota se quiebra y un sollozo desesperado estalla al otro lado de la línea. Pudo añadir, antes de que se cortase bruscamente: - Nos hemos encerrado en casa, y lo hemos sellado todo, Manolo; dijeron que esa toxina se esparce por el aire, que ataca a los grupos de personas y que es mejor…

El silencio cayó como una lápida sobre el mecánico, que durante toda la llamada no había podido apartar los ojos del cadáver.

Un sudor frio empieza a caerme por la cara. Se me cae el movil al suelo y salgo corriendo del taller

6: Encuentro con un personaje no jugador en peligro.

Esta vez lo haces por la puerta principal y, mientras corres como alma que lleva el diablo en dirección a tu hogar (situado a pocas manzanas), no dejas de advertir un reguero de cadáveres sobre las aceras. En un momento dado, tus pies resbalan, justo al torcer una esquina y por los pelos te sujetas a una farola. Instintivamente, miras al suelo y descubres un charco de sangre cuyo origen parece ser la puerta de una peluquería de señoras. No quieres ni imaginar qué habrá sucedido allí dentro.

De repente, algo llama tu atención poderosamente, el comienzo de una brisa desasogante. Te hallas en la esquina de una amplia avenida, al fondo de la cual, la brisa demuestra ser un viento furibundo, que agita el ramaje de los árboles de paseo. A medida que el viento avanza, ves cómo más gente se arroja por las ventanas de los edificios flanqueantes; la imagen evoca unas hileras de fichas de dominó que cayesen. ¿Qué locura transporta ese vendabal? Entonces, descubres a una joven, a cierta distancia, en mitad de la calle; como tú, observa horrorizada el espectáculo. El viento la alcanzará irremediablemente, si no haces nada, en medio minuto, en un cuarto de minuto... Es imposible saberlo.

El miedo me hace tambalear. Parece que esa chica está igual que yo. Es la única persona que veo viva desde hace rato! Empiezo a gritarla:

Sus ojos son espejos del horror.

Le hago un gesto con la mano para que venga conmigo. "No se ni lo que hago..."No puedo ni hablar. Estoy cansadisimo y el miedo me ha dejado sin habla.  

Llego a la puerta de mi casa y empiezo a llamar al timbre. A los timbres. A todos. Le empiezo a dar patadas a la puerta.