Partida Rol por web

Por supueeesto, Córen. - Dice Samuel, haciéndoles una seña con la cabeza a sus dos acompañantes para que pasen.
Primero pasa Samuel, luego la chica de blanco de expresión educada, que te dedica una sonrisa al pasar el umbral, y el chico que simplemente pasa cabizbajo.

Una vez dentro de la casa, van al salón, que está a simple vista. Samuel se quita su calzado como bien marca la costumbre japonesa, la chica Enrietta iba a no hacerlo, pero éste la señala y le llama la atención al respecto de una forma tranquila, tras lo que tanto la chica como Lucia también se quitan el calzado.

Una vez en el salón, toman asiento a la tradición japonesa. La chica Enrietta suelta un alegre comentario sobre la casa, tras lo que los tres vuelven a centrar su atención en ti, aunque el chico Lucia parece algo absorto.
Muy bien Córen. - Dice Samuel pausado. - ¿Qué quieres saber?

Córen se sienta cuando están los 3 sentados. Lo hace al estilo japonés dejando su katana a su izquierda.
-Para empezar quiero que me digáis porqué sabéis quién soy y lo que sueño. Quiero saber quienes sóis vosotros y en qué consiste esa oferta "que no puedo rechazar"-lo último lo dice con cierta ironía.
-Y sobre todo quiero saber que representan esos sueños, si es que representan algo, y quiero saber quién es la mujer de los tatuajes que aparecía en ellos...-termina con seriedad.
Veamos que dicen...

El hombre de largo pelo azabache no cambia su expresión y media sonrisa de seguridad y confianza en sí mismo.
La mujer que viste en esos sueños tuyos es una de nosotros. Su nombre es DreamSeen, eso de aparecer en los sueños de la gente es su poder, se llama entroducirse en los sueños. - Explica calmado. - Te hemos estado buscando, porque creemos que eres la persona idónea para unirte a nosotros...
Supongo que ya lo habrás supuesto, nosotros, al igual que DreamSeen, somo Hazes, al igual que tú. Sabemos que la Orden renegó de ti nada más en el momento de tu nacimiento, y también sabemos que tú mismo has renegado de ella. Lo comprendemos. - Dice eso último, alargando visiblemente su sonrisa. - La Orden Haze no puede hacer que consigas tu sueño, tu anhelo...
Quieres convertirte en una leyenda entre los Hazes, ¿Verdad?... - Hace una breve pasua, clavando su confiaza mirada en tí. - Con nosotros podrás hacerlo...

Córen escucha con atención cada palabra que sale de la boca de Samuel. Poco a poco se tranquiliza. Lo que dice ese hombre tiene, en principio, su sentido, aunque hay algunos cabos sueltos.
-¿Podéis conseguir que sea el mayor cazador de Sheenes de la historia?-reflexiona para si mismo más que preguntar.-Pero sigo sin entender algunas cosas. ¿Porqué soy la persona idónea?. Sois Hazes pero has dicho "para unirte a nosotros", pero no parecéis de la Orden. ¿Sois una especie de organización?-pregunta extrañado.
No parece que les caiga muy bien la Orden, y encima dicen que comprenden mi marcha. Nadie de la Orden comprendió mi marcha...
-Y por cierto. No creo que me queráis ayudar asi como asi. Pediréis algo a cambio ¿no?-pregunta esta vez con algo de desconfianza.

El hombre Samuel emite una leve risilla ante tus palabras, pero para nada burlona.
Eres un chico perspicaz, Córen. - Dice. - Te hemos estado observando, y creemos que eres la persona idónea porque vemos en ti un gran potencial que, estando en la Orden, serías completamente incapaz de exprimirlo al máximo. Es por eso que sí, estoy dispuesto a decir, que con nosotros podrías convertirte en el mayor cazador de Sheenes de la historia... - Te cuenta, sin un atisbo de duda en sus palabras.
¿Que quiénes somos dices? Somos Hazes que, al igual que tú, nos dimos cuenta que la Orden, estancada en su conservadulismo, sería incapaz de avanzar, tanto para con ella como para con nosotros.
Nosotros somos los que podemos ir más allá de los límites Córen. Los que podemos ser algo mucho más elevado. Nosotros, somos, Ancestra. - Sentencia, con un gran énfasis en la última palabra. - ¿Te suena de algo...?

Córen se queda pensativo un rato. La verdad es que le sorprende que Samuel sea tan sincero (o al menos lo parezca) pero bueno eso suma puntos a su favor.
-Ancestra ¿eh?-dice paladeando la palabra.-La verdad es que no me suena de nada. Nunca me hablaron de una organización.-dice casi reflexionando e intentando recordar si en alguna conversación escuchó algo de ese estilo.
Niega para si mismo y pregunta de nuevo, esta vez más serio.
-¿Sois enemigos de la Orden?-la pregunta era de esperar, pues Córen ha notado que Samuel habla de la Orden con cierto recelo, aunque él mismo también hablaría así de ella después d elo que le pasó.

Enemigos... es una palabra que suena un poco fea ¿No te parece? - Dice con su media sonrisa. - Digamos que nuestros ideales difieren mucho los unos de los otros. Somos Hazes que sencillamente no creemos en la Orden. No creemos en su filosofía arraigada en el estancamiento, en contra de los cambios, lo cual no hace avanzar nada. Y, por supuesto, eso nos incluye a nosotros.
Ancestra es una organización de Hazes, fundada hace ya cientos de años, con una ideología bastante distante a la de la Orden. Fundada por Hazes como tú... Y como yo. Hazes que creemos que el sistema de la Orden nos estanca y no nos permite avanzar todo lo que podríamos hacerlo.
Hace una breve pausa.
Hace tiempo, cuando tenía más o menos tu edad, la Orden también renegó de mi. Me abandonó, me hablaron de la organización a la que ahora pertenezco y me uní a ellos. Y te puedo asegurar que me he convertido en un Hae más poderoso de lo que jamás podría haberlo hecho en la anticuada Orden...

-Uhm...-gruñe Córen sopesando las palabras. No podía ser cierto. Pensaban lo mismo que él. La Orden ya renegó de él cuando era pequeño y al final tuvieron que aceptarle a la fuerza, porque era evidente que tenía mucho poder, para finalmente volver a renegar de él. y esta gente había sufrido esos mismos padecimientos, y teníana el mismo tipo de pensamiento.
La sonrisa de coren empieza a ensancharse hasta mostrar todos sus dientes. Es una sonrisa algo siniestra parecida a la del propio Samuel.
-He de admitir que tenía mis recelos cuando habéis venido, pero ahora mismo me considero bastante afortunado. No voy a necesitar ni pensarlo más. Creo que tengo claro vuestros ideales, pues son los mios y quiero entrar en Ancestra para convertirme en el mejor Haze. ¿Qué debo hacer?-dice con los ojos brillantes y un entusiasmo poco habitual en él, lo que añade siniestralidad a la escena.
No me lo puedo creer. Es como una bendición...Ahora entiendo porqué la Orden nunca me habló de esta organización...Sino me hubieran perdido mucho antes...
De repente cambia un poco su expresión, com osi se hubiera acordado de algo.-Una última pregunta. Supongo que sabréis que tengo un amigo que se llama Shiro. He estado entrenando con él desde hace un tiempo y le prometi que los dos nos convertiríamos en grandes Hazes. ¿Podrá venir él también?-dice algo más preocupado, aunque no mucho. El lado egoísta de Córen empieza a relucir de nuevo...

La sonrisa de Samuel también se ensancha levemente al oír tus afirmativas palabras.
No te preocupes por Shiro, Córen. - Te dice respecto a él. - También se lo comunicaremos a él, al fin y al cabo, es también uno de nosotros. - Dice con seguridad en sus palabras, refiriéndose a que también es un Haze con potencial del que la Orden renegó. - No te preocupes por eso.
El chico, Lucia, seguía igual de absorto que al principio, la chica, Enrietta, sin embargo, no paraba de mirar con alegre cara hacia todos lados con cierto disimulo, para no parecer maleducada, y también sonrió cuando dijiste de unirte a ellos, bastante más que la tímida sonrisa de Samuel, el cual estaba empezando a inspirarte bastante confianza.
Me alegro mucho de que quieras unirte Córen. Creeme... Dice levantándose, a la par que le siguen los otros dos. - ...Con nosotros te harás más fuerte de lo que nunca te habías imaginado. - Añade por último para tenderte la mano, tanto como para ayudarte a levantarte en un gesto gentil como para de alguna forma terminar la proposición.

Córen respira aliviado después de saber que no tendrá que faltar a la promesa de su amigo.
Se levanta cuando Samuel le tiende la mano y una vez de pie se la estrecha con fuerza sin dejar de sonreir.
-Eso espero.-sentencia. Todavía tenían que decirle si tenían base o algo por el estilo y admeás en que iba a consistir su "entrenamiento" asi que se queda esperando la próxima reacción del grupo y de Samuel.
bueno de todas formas ya habrá tiempo para saber esas cosas...

La ligera media sonrisa de Samuel vuelve a ensancharse ligeramente de nuevo cuando le coges la mano.
No te arrepentirás, Córen. - Dice, esta vez aunque con cierto tono siniestro. - Partiremos ya mismo, si no tienes inconveniente. - Añade, esperando otra respuesta.

Córen piensa un poco la respuesta.
-No claro. Voy por mis cosas.-dice finalmente encaminándose a su habitación. Alli coge una pequeña mochila deportiva y mete un poco de ropa de cambio. Coge su katana y el broche de Akira. Después vuelve al salón con el grupo.
-Supongo que donde sea que vamos estarán Shiro y Kaoru ¿no?-se sorprende a si mismo haciendo esa pregunta mientras indica a sus invitados por dónde salir. Realmente ya formaban parte de su vida.

Me temo que de momento no, Córen. - Dice sin quitar su media sonrisa. - Te llevaremos a ti primero y luego nos ocuparemos de tus amigos.
Con estas palabras abandonáis la casa. Te aseguras de que todo esté en orden, pues algo te dice que quizás no vuelvas a ella hasta dentro de mucho tiempo...

Una vez fuera, en vez de dirigiros hacia la ciudad, os internáis un poco en el bosque, en pleno bosque, donde no hay sendros ni nadie pasa excepto los animales del mismo.
Aquí estará bien. - Comenta Samue por lo bajo. - Adelante Enrietta, llévanos... a casa. - Le dice a la chica, mostrando cierto énfasis satisfactorio en la última palabra.

Sí. - Suelta la jóven animada, mientras se situa frente al grupo.
La chica de blanco vestido alza la mano y frente a vosotros aparece al instante una delgada línea de blanco brillo que se alarga verticalmente. Una vez habiéndose alargado la línea hasta la altura de una persona, se divide en dos horizontalmente abriendo una puerta a lo que parece otro sitio que no es el bosque, como si hubiera cogido un bisturí y hubiera cortado el espacio.

Esto no sólo te lo confirma la vista, también el oído, pues el radar sónico que tienes por naturaleza indica que un espacio más amplio y diferente se abre tras ese extraño portal que al parecer la chica ha invocado.
Listo. - Finaliza sonriente.

Samuel deposita suavemente su mano sobre tu hombro.
Por favor, ve el primero Córen. - Te pide con tono gentil. - Tranquilo, no tienes de qué temer.

La chica de blanco obra su increíble magia para distorsionar la realidad. Es bastante impresionante verlo ahora que puede. Sin embargo a la hora de entrar recela un poco, pero finalmente sin decir palabra avanza hacia el interior del portal...

Tras de ti, entran por orden Samuel, el autista Lucia y la alegre pero callada Enrietta, la cual cierra el portal tras de sí, dejando el bosque solitario de nuevo.