Shiro está haciendo unos recados para su tío, y al parecer Kaoru se ha pasado sola por tu casa con simpatía y las buenas intenciones de comprarte comida que te hacía falta y alguna que otra cosilla.
Buenos días Córen. - Te dice con viveza al abrirle la puerta. - Te he traído un poco de comida y demás. Shiro está haciendo unos recados para su tío y me preguntaba si necesitarías algo de esto. - Dice señalando a las bolsas que lleva.
A Córen se le ilumina la cara al ver a Kaoru, y una ligera sonrisa aparece en su rostro. Se sentía agusto en presencia de esa chica.
-Buenos días Kaoru.Pasa, estaba limpiándo la katana.-dice saludándola e invitándola a entrar.-Ehm, gracias, pero no tendrías que haberte molestado...-añade señalando a las bolsas de comida.
Como siempre se queda un rato mirándola fijamente, como intentando retener la imágen de cada detalle en su cerebro. Ya estaba casi acostumbrado a su nuevo sentido pero con Kaoru seguía fijándose.
Oooh, no es nada hombre. - Responde con una agradable sonrisa. - Me gusta hacer estas cosas de vez en cuando, no me disgusta en absoluto.
Lleva las bolsas de la comida a la cocina y empieza a sacar productos variados y a ponerlos en el frigorífico o en la despensa.
¿Qué tal estás hoy? - Pregunta simpática.
Córen le ayuda a transportar la compra a la cocina.
-Bueno, pero no hace falta que te preocupes por mi.-die mientras va colocando los distintos productos en su sitio.
-Hoy, como siempre.-dice respondiendo a su pregunta en un tono neutro.-¿Y tú?-añade distraido.
Kaoru sonríe.
Nada, también como siempre. Las mañanas en las que no hay instituto la verdad es que suelo aburrirme un poco porque suelo levantarme temprano lo haya o no. - Comenta con una leve risilla al final, que te resulta encantadora. - Oh, mira, también he traído esto...
Kaoru saca de unas de las bolsas apartadas una pequeña maceta alargada con unas flores dentro de ella, también alzándose sobre la misma.
Un par de orquídeas rojas, de un color bastante rosado y suave, que las coloca con delicadeza en la mesa de la sala principal.
Las he cogido de otras que tengo en casa del tío de Shiro, pensaba que seguramente darían un toque más alegre a la casa. - Dice con cierto entusiasmo. - Son orquídeas. Me encantan las orquídeas. - Comenta ampliando la sonrisa, una sonrisa a la que te resulta imposible decirle que no. - No te rpeocupes, son fáciles de cuidar, ya te diré cuántas veces debes regarlas al día y ya está.
Córen no sabe muy bien como reaccionar, e incluso podría decirse que se pone algo colorado, más cuando se da cuenta de ello apela a su personalidad fría característica para controlarse.
E...esto no es propio de mi...Pero con ella no puedo evitarlo...me tiene...hipnotizado.
-Vaya...gr...gracias Kaoru. Son muy bonitas.-Como tú.-No se si sabré cuidarlas...-añade con algo de apuro.
Es la primera vez que "ve" unas orquídeas así que se queda embelesado unos segundos captando todos los detalles.
Hmhm... - Ríe con la boca cerrada. - Tranquilo, sólo hay que darles luz y regarlas un poco cada día...
Y con cariño claro... - Añade mientras da una leve caricia a una de las flores. - Con mucho cariño, así crecerán mejor.
Se detiene un momento para mirarte. Aunque notas tu leve ruborización, ella no parece comentar nada al respecto, sin saber si lo nota o no.
¿Sabes? Shiro acabará tarde con el recado de su tío. ¿Te gustaría acompañarme a hacer unas pocas compras más para Shiro y yo? - Te propone. Tus ganas de salir no son muchas, pero que sea acompañando a Kaoru las acrecentan bastante.
Las palabras de Kaoru le pillan un poco de sorpresa, pues no pensaba salir para nada ese día, y aunque al principio vacila termina aceptando la propuesta.
-Ehm...Si...claro. Espera un momento que termine con la katana y vamos ¿ok?-dice encaminándose a su habitación para terminar rápidamente de limpiar la katana, mientras intenta autoconvencerse de que no tiene nada que ver su afirmación con la extraña sensación que le recorre el cuerpo cada vez que esta cerca de esa chica.
Si claro...puestos a ser hipnotizado...Bueno no hay para tanto. Sólo ayudo a una amiga a transportar la compra y lo hago voluntariamente, no tiene nada que ver con que sea excepcionalmente y dulce...
Kaoru se alegra bastante de ello. Espera paciente en la sala a que termines de limpiar tu katana y luego simplemente salís a comprar unas pocas cosas de comida y una prenda de ropa que vió en un escaparate que le pareció bonita.
Aun a pesar del paseo tan largo al que no estás acostumbrado y por la ciduad, en parte no se te hizo tan horrible al estar junto a ella.
Entonces es cuando empezó a aparecer en ti la idea de que quizás ya no es que te gustara la chica, sino que probablemente te estabas enamorando...
De momento terminamos por aquí xD