Bueno, ya hablaremos de eso. - Suelta Samuel calmado. - Acompañadme los dos. - Dice refiriéndose a Juan y a Lockey. - Y tú, tranquilízate. Ya has jugado suficiente. - Le sentencia a Lockey, unas palabras que cualquiera se tomaría en serio.
De hecho, el mismo Lockey vuelve a su estado físico normal dentro del recipiente, más tranquilo, asegurándole a Samuel que ya se había calmado.
Tras eso, el extraño recipiente desaparece de la misma forma que apareció, y Juan y Lockey se dispusieron a seguir a Samuel y a Alban. Aunque Lockey te lanza una mirada fulminante un instante antes de irse.
Ambos se adelantan con Alban, el cual empieza con ánimo y brío a dispersar la amalgama de gente, diciéndoles que el espectáculo ya había terminado.
Samuel se acerca un momento a vosotros.
¿Estáis bien? - Os pregunta, a lo que Shiro vuelve a asentir.
Córen mantiene la mirada de Lockey unos segundos, pero al final termina apartando la vista.
-Si...-dice Córen poco convencido de sus palabras respondiendo a la pregunta de Samuel. Aunque no se sienta impactado es totalmente cosciente de lo cerca que ha estado de sufrir graves daños, e incluso morir.
Se agita un poco para relajar los músculos.
-Deberías dejarlo encerrado todo el tiempo.-sice dirigiéndose a Samuel.-Así no habría problemas.
-se queda callado un rato y vuelve a preguntar.-¿Cómo podéis aguantarlo? Puede que sea muy fuerte, eso no lo dudo, pero no tiene sentido mantenerlo si se pelea con los de su mismo bando...-dice algo cabreado.
Samuel ríe levemente con la boca cerrada.
Sí, es cierto que a veces resulta un fastidio. Pero no se lo tengas en cuenta, no suele ser tan violento, será que hoy está muy irritado. - Comenta, como si de una mascota estuviera hablando. - Además, aunque no lo parezca, ese pequeño delincuente tiene coco para ciertas cosas. De todas formas me encargaré de que no os de más el follón.
Algunos de los que aún no se han ido, miran, incluso hasta llegar a estar sorprendidos, de que el mismísimo Estrella de la Verdad siquiera os dirija la palabra.
Bueno, pues si me disculpais, voy a ponerle un poco en cintura. - Dice a modod e despedida, encaminándose hacia Alban, Juan y el problemático Lockey.
Al irse, Kaoru y Celia van hacia vosotros, con aire preocupado, preguntándoos de nuevo, aunque ya hayan oído la respuesta, si estáis bien.
Córen termina asintiendo levemente tanto después de las palabras de Samuel como para despedirse.
Mientras llegan las chicas a preguntarles Córen le da una ligera palmada de reconocimiento a su colega Shiro.
-Si tranquilas. no nos ha pasado nada.-es verdad, aunque ha faltado poco para que no fuera así.
E... ese era Samuel Lo... La Estrella de la Verdad ¿No?... Y el otro era Lockey, la del Este... - Dice, aún algo impresionado por seguramente la pequeña demostración de los poderes de ambos. - Así que así de poderosas son Las Estrellas de Ancestra...
Un día cualquiera después de haberse duchado tras los entrenamientos Córen decide ir a ver a Kaoru para decirle algo importante.
Celia tiene razón...tengo que decírselo, aunque ella ya lo sepa...
Se acerca a la puerta de su habitación y la golpea dos veces.
-¿Kaoru?-dice para que ella sepa quién está al otro lado de la puerta.
Sí, un momento... - Se escucha la voz amortiguada de Kaoru tras la puerta, tras unos pocos segundos que la abre, viéndose tan normal pero a la vez tan especial como siempre.
Alza levemente las cejas al verte.
¿Sí? Dime Córen.
Córen esboza una ligera sonrisa cuando Kaoru aparece ante la puerta.
-Ehm...Si...¿puedo pasar?-dice con torpeza. Entra a la habitación y cierra la puerta tras él.
Entonces se acerca a Kaoru ago nerviosos y le mira a los ojos.
-Kaoru...quería decirte algo importante...algo que necesito decirte, aunque sea innecesario. Verás...supongo que habrás notado que contigo me comporto de manera distinta que con los demás...incluso que con Shiro...-intenta mantener la mirada fija en los preciosos ojos de la chica, pero no lo consigue y de vez en cuando desvía la mirada.-Y la verdad es que no se muy bien cómo decirlo, aunque creo que ya lo sabrás pero...-hace una pausa y esta vez si fija sus ojos en los de ella.-Yo...te quiero.-sentencia torpemente pero de corazón. Como todo lo que tiene que ver con relaciones sociales a Córen le sale una declaración algo torpe, pero teniendo en cuenta cómo es, sólo decirlo ya es un gran evento. Cualquiera diría que ese chico es un frío Haze dispuesto a todo por conseguir poder...
Kaoru te había invitado a entrar. Su habitación era también pequeña y algo mal cuidada como la tuya, pero parece que había intentado mejorarla lo posible, destacando entre sus métodos para ello, la colocación de unas visibles orquídeas rojas en la mesa de su escritorio junto a la ventana.
Te invita a pasar, aunque la chica no hace ademán de sentarse, con bastante interés por la razón de tu visita.
Ante tus palabras, la chica no parece variar la expresión de su rostro un ápice. Sólo entreabre su mandíbula un poco, entrecierra los ojos y baja la mirada al suelo en una expresión que, debido a la naturaleza de la situación, te es imposible comprender.
Oh... Córen... - Se limita a decir, y a soltar un par de brevísimas carcajadas, que parecían más un par de tosidos. - Sí, ya sabía que, bueno, no eres precisamente un as del disimulo... - Dice con tono tímido. - Yo... es que... buf... Es que así, tan de sopetón... - Da otro par de risillas, esta vez, nerviosas, aunque a la chica no le ha impactado tanto como se esperaba el hecho.
Tirada: 1d100
Motivo: EQM
Dificultad: 72-
Resultado: 1 (Éxito)
Córen se queda en silencio y algo decepcionado tras observar los gestos y la respuesta de Kaoru. Se siente derrotado. No tenía muchas esperanzas puestas en su capacidad orativa pero no esperaba algo así.
Bueno, no sé de que te sorprendes, era de suponer...Pero si es así...¿por qué me siento tan mal?
-Ejem...Si bueno...-comenta nervioso sin saber muy bien que hacer.-Bueno, lo siento. Sólo quería que lo supieras...-dice algo apurado mientras se levante dispuesto a marcharse. Otra muestra de torpeza ante las relaciones sociales...
No, tranquilo Córen, no es por ti... - Intenta explicar, con cierta dificultad. - Me caes muy bien... En serio... Es solo que, ahora no, me interesa entablar una relación con nadie... - Dice cabizbaja, escapando la mirada por el suelo, en un gesto tímido y apurado que resultaba a la vez la mar de tierno. - Yo... ¿Lo entiendes...? - Añadió con mirada suplicante.
Córen detiene su marcha con la cabeza aun baja. parece como si no se atreviera a mirarla otra vez a los ojos. Cuando se da la vuelta se encuentra con una imágen totalmente tierna. En esos momentos parece la chica más desvalida que puede haber en la tierra. Es imposible resistirse a eso. A Córen se le rompe el corazón en mil pedazos. ¿Cómo decirle que no?
-Claro.-dice esta vez esbozando una extraña sonrisa mezcla de tristeza y felicidad.-Pero...yo no puedo evitar lo que siento por ti, asi que siempre estaré cuando me necesites.-dicemirándola a los ojos de nuevo.
El último comentario parece entrañarle a la chica, la cual sonríe tiernamente cabizbaja, mirándote alzando los ojos en una expresión tierna.
Gracias Córen. - Se acerca y te da un beso en la mejilla. Hecho que hace que llegues a estremecerte en medida, con un hormigueo recorriéndote como sid e una corriente eléctrica se tratara la cabeza de a los pies.
No... no te lo tomes como un NO, ¿Vale? Sólo como un... dame tiempo... ¿Ok? - Te pregunta, más cerca de ti y con una expresión alegre pero muy relajada. Para aparecía algún atisbo de nerviosismo o incomodidad.
-De acuerdo.-dice Córen sin borrar su extraña sonrisa de la cara. El tierno beso le ha dejado algo trastocado y sin palabras.-Bueno, pues...ya nos vemos por aqui.-dice sin saber muy bien como terminar la conversación. Le dedica una última sonrisa y sale despacio de la habitación. Cuando sale al pasillo no puede evitar llevarse la mano a la mejilla.
...