Partida Rol por web

Los días fueron pasando y los novatos empezaron a habituarse a la rutina de la comisaria. Empezaron a hacer amigos entre sus compañeros y Laura unos días después de su primer encuentro con los novatos, les presento a su nueva pareja, de la que les había hablado en el bar el primer día que se conocieron.

Los primeros días a los novatos se le asignaban compañeros con cierto grado de veterania para que fueran viendo y acostumbrándose a como se trabajaba, como actuaban en las distintas situaciones en las que se veían involucrados, etc etc.

Al principio todo se hacia cuesta arriba, pero con el paso del tiempo, la experiencia y la ayuda de los compañeros, todo se hacia mas fácil.

09:00 de la mañana, sala de reuniones de la comisaria

Entrais en la sala de reuniones y veis a Gregorio sentado en su silla. Este espera a que esteis todos y toma la palabra...

...Bueno chicos, ya llevais al servicio de esta comisaria un año y he de decir que me alegra el teneros entre nosotros. La verdad es que al principio dude de vuestras capacidades como policías pero poco a poco me habeis ido demostrado que teneis madera para esto… dice Gregorio con una sonrisa en su boca.

Hoy los que habeis tenido como compañeros durante todos los días de servicio se despedirán de vosotros. Todos coinciden en que estais preparados para deambular a vuestro aire por las calles de la ciudad, asi que os he reunido aquí para asignaros nuevos compañeros.

Podemos hacerlo de dos formas, elijo yo al compañero que vais a tener durante mucho tiempo o sois vosotros los que elijáis el compañero… Gregorio quedo esperando una respuesta por parte de los policías allí presentes.

<<Nunca me ha gustado esta parte>> pienso mientras observo las caras de mis compañeros. Desde siempre, éste ha sido el momento más tenso, donde todos nos quedamos atontados pensando si alguien nos va a elegir o no. Incluso en el colegio sucedía. 

Miro a Marcos. El primer día me dio buena impresión y hasta ahora me ha parecido un buen tipo, serio y responsable en lo que cabe. Paco es bastante atractivo... pero quizá eso sería un inconveniente más que un atributo. Luego está Jose... demasiado introvertido para mi gusto, además, de seguro él y Paco harán equipo. 

Me acerco decidida a Marcos. Podría aprender mucho trabajando con él.

_Marcos, ¿qué te parece si formamos equipo?_ digo con educación, pues no quiero que hayan malas interpretaciones

Comedidamente ingreso a la sala de reuniones, observo que Gregorio ya se encuentra allí, así que hago un movimiento de cabeza saludándolo y procedo a tomar asiento, uno a uno van llegando los demás.

Bueno, el momento de elegir al compañero quien será tu apoyo en situaciones hostiles, situaciones a las que estamos entrenados para dar lo mejor, simplemente miro a mí alrededor viendo a los ojos a cada uno de mis compañeros, en silencio y escuchando las palabras del jefe.

Animada Martin se dirige a Marcos y se dispone a compartir equipo con el, yo esbozando una sonrisa en mi rostro solo miro a José y digo:

-Sánchez, creo que entonces tú y yo vamos a ser compas, tienes mis conocimientos y habilidades como parte de mi apoyo-

El anuncio de Gregorio, aunque no es inesperado, no deja de ser un poco motivo de nervios. Aunque no seamos "novatos", el ir con alguien mucho más experimentado que tú siempre da seguridad. Ahora, todos vamos a depender de alguien de nuestro nivel, por así decirlo. Eso hará las cosas más arriesgadas... y también hará que la confianza y la cordialidad sean más importantes si cabe.

Escucho a Martín preguntarme, y la verdad es que la idea no me desagrada. Es más jóven que yo, así que probablemente tendrá mejor forma física y fondo, y sobre todo tiene pinta de ser una chica decidida y resuelta, sin llegar a ser una bala perdida. Yo soy más de meditar bastante las cosas, así que en ese sentido, creo que la verdad es que, por las cualidades de cada uno, nos vamos a complementar bien el uno al otro ahí fuera. Además, esas mismas cualidades hacen que me caiga bien. Me imagino que Paco y José harán pareja, ya que es obvio que son amigos y se conocen de hace tiempo, así que tampoco me lo había planteado.

Por mi parte, me parece perfecto. No tengo nada que objetar. Si a tí también te gusta la idea y Gregorio no tiene objeción, trato hecho.

Por ahora decido no decir nada más y ser simplemente neutral y educado.  Por supuesto, como compañeros vamos a pasar mucho tiempo juntos y con el tiempo la confianza y el respeto- o incluso el afecto mutuo- serán importantes para los dos, el trabajo de policía es así. Siendo una pareja mixta siempre habrá más posibles "complicaciones" con eso, pero no hay que olvidarse que aquí todos somos profesionales. Martín es policía- o sea, compañero y aliado- primero, y chica después. Ella lo tiene claro, por el tono en el que lo ha preguntado, y lo que procede es demostrar que yo también. 

Tras un año, se encontraba bastante a gusto allí. Tengo madera de policía, ¿quién pensaría eso de mi hace tan poco tiempo? Tendré que demostrárselo más veces
Gregorio habla sobre los grupos, y suponía que lo formaría con Paco, y así se lo propuso. Jose, sonríe ante el comentario de Paco, y le pone una mano en el hombro.

-Por supuesto, equipo. Pero si me pasa algo en las manos tendrás que sujetarmela mientras meo.- Tras este comentario, suelta una carcajada. -Pero no esperes que haga lo mismo, ¿eh?-

Pero que coñ… jajaja eres un… vale que hay que ponernos atentos; y jefe, que armamento llevaremos, ¿podremos escoger o nos dotaran lo standard?. Sonrió mientras espero la respuesta del jefe.

Gregorio asiente con la cabeza mientras sonríe ante los nuevos grupos que se han formado. Parece satisfecho y con un gesto de conformidad os dice… Muy bien agentes, no hay nada mas que decir. Espero que hayan acertado en su decisión y suerte en el futuro. Ahora dirigiros al garaje. Alli debeis buscar a Herminio, el os asignara vuestro coche patrulla. Asi que ya podeis ir eligiendo quien será el conductor y quien el acompañante.

Suerte con vuestros nuevos compañeros… dice ya saliendo de la sala.

Tomo rumbo al terminar la palabras de Gregorio, ya estaba ansioso por saber qué tipo de auto tendríamos, y que nos depararía el día de hoy en las calles, espero que haya un poco de acción, esto de entrenamientos y pruebas de conocimientos me tienen hasta la coronilla.
Al momento de llegar al garaje, saludo a Herminio, -Hola que tal, venimos de parte de Gregorio, a por las patrullas que serán destinadas- sonrío mientras espero la respuesta de aquel hombre.
Mientras volteo mi rostro y me dirijo a Sánchez, -Yo tomare el control de la nave, si no tienes inconveniente en ello, ¿Qué dices?-

Acompaño a mis compañeros hasta el garaje. Me encanta la idea de conducir, pero las pruebas ejecutadas hoy han sido sufientes para decirme que no las tengo todas conmigo. Sería el colmo que saliera en patrulla por primera vez y tuviera un accidente. No, mejor no pensar en eso.

Me fijo en mi compañero, un hombre más mayor que yo y de seguro experimentado. La verdad que a su edad, no muchos habrían podido lograr lo que él. Es un mérito que nadie le puede negar. Por eso las mujeres preferimos hombres maduros, dije para mí mientras una sonrisa se dibujaba en mi rostro.

No es que viera a Marcos más allá de la profesionalidad, ni tampoco a ninguno de mis compañeros varones. Simplemente, como las mujeres solemos madurar antes, nos sentimos más cómodas junto a hombres que sobrepasen nuestra edad. Aquellos que son menores o tienen los mismos años que nosotras, suelen ser poco más que niños grandes. Tener un compañero de patrulla mayor que yo, sin duda me planteará puntos de vista y acción diferentes a los míos, y eso puede llegar a ser gratificante, si se sabe valorar.

Ya en el garaje, observo los vehículos. Paco se adelanta a hablar con Herminio, el hombre que nos ha encomendado Gregorio. Al verlo, miro a Marcos: _¿Te apetece conducir a ti? Has demostrado tener más reflejos que yo en estas pruebas y soy mejor conduciendo motocicletas.

Sonrío. Me cae bien este tipo. Creo que seremos una buena pareja de policías.

Sonrío un poco al oír las palabras de Martín.

Tampoco te creas, he tenido algo de suerte. Pero no hay problema, puedo conducir yo. Al fin y al cabo, si en algún momento te apetece a ti no tienes más que proponerlo. Hay más días que longanizas, como decíamos en mi pueblo.

La verdad es que conducir en sí me da un poco igual. Tengo el carnet desde hace años ya, y soy un conductor como otros millones de ellos, ni bueno ni malo. Conduzco porque hoy en día hay que hacerlo y lo hago bien, no hay más historia. Aunque en la academia se dan cursos de conducción agresiva y no he tenido problemas con ellos, no creo que me vaya a ver en esa situación. Vamos, llevo viviendo en la ciudad muchos años y lo más que he visto a alguna vez es un zeta embalado con las sirenas puestas. Las persecuciones a tiro limpio pegando derrapes por el centro están muy bien para las películas, pero aquí dudo mucho que vaya a pasar nunca.

Dicho lo cual, me adelanto a hablar con Herminio.

Sí, mi compañera y yo veníamos a lo mismo.

Compañera. Esta es la prueba de que ahora las cosas empiezan en serio. Bueno. Creo que estaremos bien. Estos meses previos han ido bien, y Martín tiene pinta de ser buena gente. La verdad es que podría ser mucho peor.

Sigo a mis compañeros despues de la pequeña charla con Gregorio y despues de haber elegido quien seria el compañero de quien. Cuando llegamos a la cochera dejo que hablen primero mi compañero. Cuando me pregunta asiento con la cabeza aprobando el echo de que el sera el conductor.

Perfecto paco, asi yo me dedicare a tomar cafe y comer donuts mientras conduces!!!... una pequeña carcajada se me escapa.

Herminio os entrega las llaves de vuestros coches ( un citroen picaso ) y os indica cuales son. Martin y Marcos tienen asignado el coche 525. Mientras que Jose y Paco tienen asignado el 242. Los conductores de los vehículos cogen las llaves del mismo cuando Herminio les hace entrega de estas.

La voz de Gregorio resuena detrás de vosotros… Bueno chicos, coged vuestros coches y salid a patrullar las calles. Y recordad, gastad cuidado ahí fuera.

A oír la voz a mis espaldas, me vuelvo.

_Gracias por todo Gregorio.

Luego me giro hacia mi compañero mientras emprendo la marcha hacia el coche asignado.

_¿Preparado Marcos? Porque yo estoy algo nerviosa_ digo sonriente mientras abro la puerta del acompañante _. Después de tanto esfuerzo, tantas pruebas físicas y psicológicas, ahora llega el momento de la verdad.

Me acomodo en el asiento mientras suspiro. Noto como mi corazón ha incrementado el ritmo de los latidos. Las manos me sudan y tengo un hormigueo en el vientre. Debo relajarme, así que mientras cierro la puerta del coche y espero a que mi compañero ocupe su sitio como conductor, realizo un par de respiraciones profundas para tranquilizar los nervios. Luego me abrocho el cinturón.

_Esto va a estar bien... _ digo, más para autoconvencerme que para entablar conversación.

Hago tronar mi cuello mientras camino hacia el coche, es mi primera vez en una patrulla de policía, y mucho menos nunca había manejado un auto como tal, bien, quiero decir en cuanto a la calidad de coche, es uno de los últimos modelos, espero sea amigable, espero probar todas funcionalidades para el servicio el día de hoy.

-Sánchez apúrate, que nos vamos, es hora de la acción-

Paso por el lado de Martín que ya se encuentra en el auto y le doy un guiño de ojo mientras sumo un comentario jocoso –Pareces nerviosa, no te preocupes ahora que salgamos vas a ver que todo se compone-… llego hasta el auto y abro la puerta con mucho ánimo, ingreso con cuidado y me siento en la parte del conductor, introduzco la llave y enciendo el motor, dejo calentar mientras Sánchez llega, y me abrocho el cinturón, acomodo el espejo retrovisor y los laterales a gusto.

Nos metemos en el coche en silencio, cada uno pensando en lo suyo, y mientras me ajusto el cinturón voy haciendo un par de comprobaciones en el coche. Los pedales van suaves y están a buena altura, no necesito ajustar el asiento. El cambio va un poco más duro de a lo que estoy acostumbrado, pero no parece que esté en mal estado, simplemente tendré que "hacerme" a él. Sonrío al oír a Martín. Esta bien saber que no soy el único que se ha venido sintiendo así.

Llevo nervioso desde que salimos de la Academia, para qué te voy a engañar. Se me ha venido pasando un poco estos días, con lo de estar al lado de alguien con experiencia... tener una red de seguridad, por así decirlo.  Pero nos las apañaremos, ya lo verás. Los profesores creen que estamos preparados, y nuestros compañeros también. Quiénes somos nosotros para llevarles la contraria, ¿no?

La última broma era para despejar un poco el ambiente. Se la ve bastante nerviosa. Yo también lo estoy, pero precisamente por ser más mayor, siento que tendría que esforzarme más en controlarlo y que no se me note. Es una idea un poco quijotesca, pero... la verdad, hay que ser un poco quijotesco para querer entrar a este trabajo, así que todo cuadra.

Giro la llave y el motor responde.  Con cuidado, voy sacando el coche del garaje, sin prisas. En parte para acostumbrarme al coche y en parte para darnos algo de tiempo para respirar hondo. Finalmente, a la puerta, miro a ambos lados de la salida para asegurarme de que no haya tráfico, y miro a Martín.

¿Listo, compañera? Pues hale. Al turrón.

Y con esas palabras, el zeta deja la comisaría camino a... ya veremos qué.

Jose se dirige al coche, a la parte del conductor, abre la puerta y se acomoda en el asiento. Su compañero ya esta al mando del volante y dispuesto a arrancar y salir de alli rapidamente.

Venga paco, vamos alla!!!

Los coches patrulla salen del garaje a patrullar por la ciudad en su turno de tarde. Los nervios están a flor de piel. Llevaban tiempo al servicio de la comisaria pero ahora les daba la sensación de realmente estar solos ante el peligro. Antes parecían estar bajo la protección del manto de la veteranía de sus antiguos compañeros, pero ahora son todos por asi decirlo “novatos”.

El conductor se centra en la conducción del vehículo mientras que el copiloto revisa notas, atiende a la radio y de vez en cuando observa a su alrededor si alguien está cometiendo alguna infracción de tráfico o si la tranquilidad de los transeúntes es optima.

De repente una llamada de radio hace saltar todas las alarmas…

10-45…10-45

Nos han informado de un 61 con posible 72 en la gasolinera del puerto, necesitamos efectivos en la zona. Tened cuidado alta probabilidad de 87

No íbamos a mas de dos manzanas lejos de la comisaria, y suena la radio llamando a por una eventualidad, -Escuchas eso compañero, hora de la acción; a ver de que estamos hechos y que tanto aprendimos-

Piso el acelerador y enciendo la sirena, para que los coches me abran paso, voy mirando mis espejos retrovisores y laterales, mientras Sánchez acude a responder la radio y decir que vamos en camino, un par de cambios y tomamos mas velocidad, a pesar de que es muy diferente este coche en su maniobrabilidad, no tiene mucha dificultad.

-Animo Sánchez todo lo pondremos bajo control-