- ¡A POR ÉL! -gritó señalando por dónde se había ido el hombre mientras corría como uno de esos retardados de nacimiento.
Motivo: Correr
Tirada: 1d100
Dificultad: 20-
Resultado: 91 (Fracaso)
Más ágil que un mono, si señor. - le contesté al morisco dándole la razón. Luego uno de los hombres a los que había saludado en la posada antes del robo habló de ir a comprobar como acababa el asunto, me fuí con él, pues parecía tan intrigado como yo mismo.
Voy contigo
- Es mi dinero lo que ese bribón se ha llevado... por supuesto que voy.
Y sin prestar atención al dolor de su brazo echó a correr mientras miraba hacia arriba intentando ver si aquel escurridizo ladronzuelo aún seguía por los tejados , esquivando con gran agilidad a mercaderes, curiosos, tenderetes y demás fauna repartida por el mercado.
Motivo: Correr
Tirada: 1d100
Dificultad: 20-
Resultado: 2 (Exito)
Después de ver las actuaciones de todos los hombres que había por allí, bastante torpes casi todas, voy caminando hacia un cristiano conocido como Simón, y le pongo una mano en el hombro y le digo una cosa:
Luego continué caminando hacia donde se perdió la pista del acróbata.
Ahmed dirigió sus ojos al cielo, implorando en mudo gesto la misericordia del Único Dios. Tal vez los ángeles habían elegido aquel preciso momento para comenzar a enderezar su vida de crímenes y encaminarle a la virtud, aun contra su voluntad y por la fuerza. Con un trote desganado siguió a quienes, tropezando y atropellando al gentío, corrían hacia el río, procurando por su parte evitar los mordiscos de las mulas asustadas.
Veo que se apunta demasiada gente para perseguir al chico, unos con gran acierto y otros no paran de tropezarse con el gentío de la gente.
Intento observar a los tejados y a las diferentes reacciones de la gente para intuir por donde se ha ido el chico.
Motivo: Rastrear
Tirada: 1d100
Dificultad: 40-
Resultado: 34 (Exito)
Simón gritó tras varios intentos señalando la dirección por donde se había ido el muchacho: hacia el sur, cruzando el tejado del Mesón de la madera y perdiéndose ya en la altura.
El musulmán Has fue el primero en correr, junto con el propio Simón, que no parecía sino bien dispuesto a deshacer los típicos embrollos rutinarios, por desgracia, que acaecían en la ciudad. Por su parte, el recién llegado no se lo pensó dos veces; es más: parecía uno de los más implicados en la persecución. Tanto él como Has chocaron varias veces con algunas personas del Potro haciéndoles caer o retroceder "¡Qué prisas llevan algunos!" -pensarían los tales-.
Abid hizo lo propio segundos después, no parecía tampoco estar dispuesto a perderse el encuentro. Obviamente, como si le fuese la vida en ello... (dicho lo cual quizá en varios sentidos), el propio Bermudo salió a la carrera tras los primeros, mirando hacia arriba par intentar vislumbrar al ladrón, pero sin éxito. Eso sí: su agilidad era impecable... ¡Qué movimientos!, parecía inversamente proporcional la distancia con su bolsa al grado de agilidad y presteza en la carrera ¡Créanme cuando les diga que era digno de ver!
En cuestión de un segundo, adelantó a Has y Diego, que habíanse chocado y dejó atrás sin problema alguno a Simón, al que otro musulmán (Yurem), pareció conferirle algo al oído*, casi imperceptible. Por otro lado Ahmed se pregunta si Alláh había dado alas al muchacho, y mientras lo hacía y se tropezaba con la gente, seguía poco a poco a la multitud, aunque sin mucho ritmo como el tal Yurem. Entonces Durán miró** por los tejados, pero tan sólo hizo lo propio que el resto: intentar seguirle.
Escena cerrada.
*: La próxima vez no me hagas triple post ;)
**: rastrear es para seguir rastros o huellas básicamente. No estás ni en el tejado ni las tejas (si estuvieras allí) o la madera han dejado huella, por lo que no cuento la tirada.
A todos los que no habéis hecho tirada de Correr (AGI) os cuento como si os hubiérais tropezado.