Entré en la sala, y miré hacia todos lados mientras escuchaba a aquel personaje que me hablaba, me desencapuché y levanté los hombros:
No se si Alá me sonríe o se ríe de mi
-Saludos -quise ir al grano, ya que dudaba de mi seguridad en aquel sitio, y moviendo los labios comencé a recordar fórmulas y a desechar componentes- para silcharde, mmm, estos componentes mas que de mago son de herreros, debería pedir cosas mas exóticas aquí, visión de futuro, mmm, si UNA PIEDRA DE GUL PARA VER EL FUTURO -se me escapó en un volumen un poco mas alto de lo normal-perdón -proseguí con lo mío - Ungüento de bruja Cicuta, mmm ya tengo, acónito me falta, agua de lluvia fácil de conseguir, pero si me lo regala..., hojas de álamo se pueden conseguir fácil , no será muy caro y hollín, que ya tengo...
En total: Piedra de Gul (supongo que no me lo darán ya hecho, sino que lo tendré que conjurar yo), acónito, agua de lluvia y hojas de álamo
"Gul"... Cuando el tipo oyó decir tal vocablo no pudo evitar arquear una ceja, abrir un poco la boca ensimismado y ciertamente asombrado y... ¡Comenzó a reirse en tu propio rostro!
¡¡Pu...pu... Puaaaajajajjaja!! -reía como quien ve a un hombre ebrio tropezar y hacer caer su cara contra la mierda de un caballo...-.. Ej...Ejem... -el tipo hizo como que luego se aguantaba la risa, intentando recomponer su cuerpo y sus formas... Muchacho... anda, toma... de momento confórmate con lo que tengo... Je je... -su risa aún escapaba pensando en lo que le habías pedido-. ¿Acaso sabría Yurem realmente qué le había pedido?
Y se dió la vuelta, levantó su colchón de paja seca y "picajosa" y extendió su brazo a una de las tantas bolsitas que tenía bajo él. De una de ellas extraño un par de onzas de algo.
Es acónito -te dijo-. La onza son doce maravedíes... -y esperó para ver cuánto dinero sacabas-. Je je... ¿puedo preguntarte de donde eres, muchacho? Es increíble, diría yo... Je je je...
No tenía muy claro el porqué, pero no me asombró lo mas mínimo el comportamiento del brujo al escuchar mis peticiones, en especial la de la piedra, y bueno, no me lo tomé a mal. Saqué mi saquito de dinero, y comencé a contar.
Mmmm, me quedo pelado, tendré que vivir de lo que pueda de mis compañeros otra vez....
-Sólo tengo para una onza. -dije apenado- , pero bueno.
Y luego comencé a charlar animosamente:
-Pues yo no me siento propio de ningún sitio, sinó mas bien un nómada. Me gusta recorrer caminos y conocer gente, así se aprenden cosas diferentes. y bueno, podría decirte que estoy buscando un gul, pero te reirías, jajajaja
No te lo preguntaba por eso... -te dijo el hombre mientras cogía una onza para dártela y se quedaba con tus dineros-. ¿Acaso donde vives no se cuentan también historias? Claro que, si dices que "vas y vienes"... ¿Sabes realmente qué es un Gul? Si te lo detallara querrías morir al instante, pues el propio recuerdo te haría perder la cabeza... Malogrado aquel que lo vea de frente, muchacho... emmh... ¿quieres algo más? -esto último te lo preguntó con cierto tono de reproche, como queriendo que te fueras ya-.
Réstate 12 maravedíes y apúntate 1 onza de acónito.
Me pareció excepcional la historia sobre el Gul, aunque noté prisas en sus palabras, y supuse que tenía cosas mas importantes que hacer que estar perdiendo el tiempo conmigo.
-Gracias -le dije- y si necesitases algo, avísame...
Me di media vuelta y abrí la puerta saliendo sin hacer ruido, la cerré tras de mi y esperé delante de los porteros a que devolviesen mis cuchillos.
El par de tipos de la puerta ya estaban desarmando a otro truhán, que seguramente iría a comprar cosas poco limpias... Aquello no parecía sino un prostíbulo de maravillas importadas. Uno de los tipos echó una mirada mientras habías abierto la puerta, comprobó que en el interior la cosa había ido bien y te devolvió las armas. Te hizo un gesto con la cabeza, muy austero, como para que te largarsa de allí al momento (una vez acabada la venta).
¿Quieres hacer algo más o lo dejamos aquí hasta la próxima partida?
Enfundo mis cuchillos sin decir nada, y me dirijo hacia la escalera.
Bueno, eso decide su merced, según si voy a encontrar cosas raras o dinero, o simplemente voy a marear una perdiz.
Los otros jugadores no se como les va en su minipartida. Ya que yo fui el artífice de estas, te dejo elegir a ti.
Has sido el único que la ha jugado, junto con otro. Y eres el que más cosas ha hecho. Lo dejamos aquí, pues, hasta la segunda parte. (Un placer)