Partida Rol por web

Por un instante, Amara centra sus ojos en Allende y vuelve en sí. Las dos mujeres sostienen la mirada, apenas dos segundos, lo suficiente para que la psicóloga comprenda que lo ha logrado. Por primera vez desde que la conociera, Amara esboza una sonrisa realmente cálida, sincera.

Allende le da un pequeño golpe en el casco: Vamos a por esa abominación.

Amara empuña de nuevo el arma, se dirige hacia la esclusa mientras Allende se queda un momento detrás.

Levanta el arma, decidida y entonces se desata el caos.

La llamarada pasa por Amara como un tornado de fuego, tan rápido que apenas es consciente de ello, impacta en la criatura, propulsándola a través del túnel y arrancando la escotilla exterior. Los gases en su fuga arrastran a Amara, algo la golpea, quizás un trozo de mamparo, está demasiado aturdida para que le importe.

Ve la negrura del espacio abrirse ante ella.

En un instante capta la escena: la estación girando en su lenta agonía, su cápsula, todavía amarrada, moviéndose a toda velocidad.

Tiene una posibilidad... se arquea, rota y logra activar el impulsor de su traje con el poco gas que le queda en dirección a la cápsula.

Unos segundos agónicos, sus manos extendidas ansiosas, la respiración entrecortada, su pulso acelerado palpitando en las sientes, un golpe, ¡es la cápsula! No puede creerlo.

Se aferra con todas sus fuerzas a la esclusa. Mira hacia atrás a la moribunda estación.

De algún modo la cosa ha logrado aferrarse y cuelga de un zarcillo. 

-Santa Madre de Dios.

Harlan está junto a la criatura, casi pegado.

¿Y Leni?

-¡Allende, Allende!

CANAL GENERAL:

Tras la detonación...

-Santa Madre de Dios -es la voz de Amara y sólo un italiano podría entonarlo como ella.

...

-¡Allende, Allende!

...

-Aquí, Ren. Descompresión explosiva. Expulsados al exterior... -una larga pausa- No les veo. Estoy en la escotilla de acceso A. Viva.

La explosión agarró a Leni de improvisto. Salió despedida y chocó de espaldas con una columna metálica, uno de los pocos restos que quedaba de la pared que acababa de desintegrarse. Perdió el aliento. La falta de aire tuvo un efecto acumulado con la anterior intoxicación. La novelista prácticamente perdió la consciencia.

Su cuerpo se dirigía al espacio exterior, a través de caos y hierros. Sus manos inertes no trataron de agarrarse a nada. Volaba hacia las estrellas, como en un sueño. Podría parecer una pesadilla, pero era una visión preciosa y se sentía tan relajada...

A veces se había preguntado cuál sería su consuelo ante la muerte, siendo atea convencida desde que tuvo uso de razón. Ahora estaba pletórica, sentía que iba a reunirse con Paula de nuevo. Estaba tan convencida de ello como la mayor de las devotas, casi diría que ya estaba viendo su rostro. Sólo lamentaba no poder escribir sobre esta felicidad.

Los problemas mundanos se desvanecían. Ese bendito golpe, le había cogido de la mano y le acompañaba en el tránsito hacia el infinito. No sudaría, no gritaría, tampoco se helaría ni se asfixiaría. Solo dormiría, manteniendo una eterna sonrisa en su rostro. Un último privilegio.

Tryss Entra en la Capsula se acopla en el asiento del piloto y comienza a mover palanquitas, apretar botones y  ajustarse los sistemas de arranque.

Harlan los mismo que ese ser sale disparado por la presión logra sujetarse para no perderse al vacío, pero no le quedan mucha más fuerzas para continuar, el bicho también le esta afectando el vacio del espacio, sus movimientos son lentos pero firmes, avanza poco a poco con su extensión prensil, hacía Harlan el casco te impide ver hacía atrás, pero sabes que esa cosa anda cerca, muy cerca…

Amara la explosión casi le ayuda,  ese empujón dado sabe aprovechar la ocasión arquea rota, recorre esos largos metros hasta poder llegar a la capsula.

Atrás ve la moribunda estación.

Leni sale disparada, dando vueltas, ve alejarse la estación le queda unos minutos de oxigeno ojala pudieran recogerla antes de tiempo…