Rodrigo se alegró de que Raimundo se calmase. No es que le importase ni dos maravedies los bellacos que habían venido a matarles, pero si hubiera seguido con su sed de sangre lo mismo hacía alguna imprudencia. Otra más, quería decir.
No obstante cuando escuchó a Fadrique y entrevió el plan que pretendia se le salieron los ojos de las cuencas.
-Menos mal que Raimundo no estará a favor de...-
Cuando su compadre dió a entender que se estaba planteando el plan del criado, si no incluso aceptado, se le cayó el alma a los pies. Aquello empezaba a tomar un cariz demasiado serio para su gusto. Y aunque había prometido ayudarle con la moza, nada había dicho de enfrentarse a todo un ejercito de italianos como seguramente habría en el palacio del Virrey. Esperó a que los malnacidos se marchasen antes de hablar.
-Raimundo, tened cabeza en esto. No podemos entrar así como así en el palacio del virrey. Comparado con ello la casa de los Moritzo en un burdel con descuento al lado de un cuartelillo.-
Como lo otro había sido tan fácil. XDDD
José María estaba apunto de marcharse pero escucha las palabras de palacio, asaltar y virrey y se alegra, la trama se está volviendo cada vez más interesante. Camina como un angelito, un angelito borracho, al lado izquierdo de su amigo Raimundo, la imaginación del poeta está desbordada y habla de manera picaresca -¡Pardiez! Asaltar el castillo de un virrey, eso si que es una historia que contar, necesitaremos mucha pólvora y un carromato. Moveremos el carro cerca de la puerta del castillo, dispararemos y ¡BUUMM!- Gesticula mientras explica su ingenioso plan sin fallas.
-Adelante, amigos míos, estamos en las puertas del mismísimo Olimpo.
Al par se les daba una higa si asaltaban el palacio o si en su lugar optaban por otro tipo de venganza más sutil y menos difícil de llevar a cabo. Lo que importaba era tener la vida a buen recaudo aunque ello supusiera dejar sus prendas, valga la redundancia, en prenda. Una vez confirmaron que podían marcharse, con el culo al aire empezaron a poner tierra por medio hasta que las nalgas salpicadas de numerosos matojos aquí y allá apenas se distinguían en la oscuridad.
Entonces lo que vuesas mercedes tendrán a bien hacer será...
El criado simplón se reía como un niño chico al ver a los salteadores huir con el culo al aire. Por desgracia las palabras del trastornado poeta hacía que la risa no pudiera durar mucho. El buen entendimiento del otro amigo de su señor le iba muy bien y, además, ponía a su señor en una situación de importancia que le agradaba a Fadrique. Siempre era grato saber que se sirve a un hombre tan estimado.
- ¡Quía! Sí, selensia. Queremo sabé cuá é se plan tan astuto ca estao pensando.- Preguntó, meloso.- A seguro ques una idea mu fina y de musho seso. Argo que sea discreto. Mu asín de su selensia, ques un señó de la cabesa ló pie.
—Volar cosas por los aires nos pondría en situación delicada con la guardia de la Villa. Entiendo vuestra emoción querido Jose María, pero podrían herirse inocentes. No, mi cuita es con ese malnacido italiano cobarde. Mi intención es entrar de esta guisa, con los ropajes de los cobardes que han huido, y cuando el tipo crea que viene a recompensar a unos asesinos le pienso mostrar que la parca muchas veces juega con dados cargados.
Miró a Rodrigo, apreciando su preocupación.
—No te diré que no haya valorado matarlo amigo, pero me conformaré con exigirle una satisfacción en forma de disculpa. Siendo cobarde y estando al alcance de mi acero no dudo que me la dará. Claro que si se resiste ¿quién soy yo para negarle el pago debido a la señora de la guadaña? Más no os voy a obligar a seguirme en esta locura. Ni siquiera a ti, mi querido Fadrique. Con esas bolsas tendrás suficiente si a mí me pasa algo, seguro que hay señores a quien tan buen vasallo pueda servir.
Y resuelto con la idea de dejarle las cosas claras al italiano el osado Raimundo se puso las ropas de uno de los matarifes intentando no pensar en el olor que despedían.
Explotar cosas... conozco a a alguien que estaría encantado ¿no crees @Maese? Si estuviera aquí @Genarin ya iba de cabeza.
El criado lloriqueaba falsamente* mientras ayudaba a vestir a su señor con las ropas más finas que pudo reunir de los salteadores.
- ¡Oh! É su selensia mu crué con el pobre Fabrique.- Dice entre hipidos más falsos que un real de madera.- ¿Cómo pué sé que quiera partarme d'usté 'hora que va a poné de fomma tan gallarda su vidan piligro? Nonono... Vi compañá su selensia, que manque ya va su mersé bien servío de fiele migo como ló aquí presente, un señó comusté no pué í pó et-ta tierra de Dió sin un sirviente fié pa que no le farte de ná.
Iba a añadir algo sobre el supuesto poco valor que le daba al oro y de cual era su idea donarlo a la iglesia en nombre de su señor, pero le pareció que demasiada mentira junta podría atraer un justiciero rayo divino sobre él, así que prefirió callarse eso, pues ya había dictaminado su amo que aquel dinero era para él.
El propio Fadrique, una vez hubo vestido a su amo, dispuso para sus amigos, igualmente, otras ropas de los salteadores que no estaban manchadas de sangre y el criado se hizo una composición con los restos, combinando prendas sin sangre con algunas suyas que no pudiera substituir. Se caló un sombrero de ala ancha y una toledana al cinto, como si fuera un señor, a pesar de no tener ni idea de como atizar con aquel fierro, pero le hacía sentir un fiero espadachín sentir el peso de la hoja en la cintura.
Dudaba que alguien como aquel pisaverde contratara personalmente a gente de la carda y seguramente sería algún criado de confianza quien hubiera hecho el servicio, pero se calló ese dato, y esa era la frazón principal por la que quería ir. Se olía el despido fulminante de un criado de ese estranjero que olía a marques o virrey o lo que fuera aquel lechuguino. La desgracia de unos podía ser la fortuna de otros, como se decía. Y en cualquier caso, entrar en un palacio abría un mundo de posibilidad de afanar cosas de valor.
*Algo así:
https://www.youtube.com/watch?v=Ug-DZM2bhmo&list=PLSMETuURtTXCzW7Q_ZIy4QzEnyUG8totf&index=95
Explotar cosas... conozco a a alguien que estaría encantado ¿no crees @Maese? Si estuviera aquí @Genarin ya iba de cabeza.
Madreeee... Maldito Bum Bum. Un chalao potrudo. Sería un plan muy propio de él y el troll. Muy grandes.
-Eramos pocos y parió la abuela.-
Fue lo que pensó Rodrigo al escuchar a Jose María. Al menos Raimundo atenuó un poco las pretensiones del dramaturgo, pues ya se veía siendo ajusticiado y ahoracado en el patíbulo por la muerte de inocentes.
Cuando su amigo le dijo que no había necesidad de acompañarle, que no le debía nada, Rodrigo se lo pensó. Y en su fuero interno sabía que por un momento estuvo apunto de aprovechar la coyuntura, más la amistad pesaba demasiado. Se echó las manos a la cabeza antes de contestar y empezar a vestirse como un vulgar bellaco.
-Voto a dios Raimundo que estás como un cencerro. Y peor debo estar yo por acompañarte. Esto no va a salir como esperas, pero pase lo que pase no puedo dejarte solo. Si mí estás perdido y puedes cometer alguna locura. Alguna más digo.-
Total, from lost to the river.
Hubieron de ponerse la ropa con mucho tiento pues se encontraba rajada por algunos sitios, sin embargo con un poco de cariño y con improvisación podía dar bastante el pego. No en vano aquellos matasietes tenían más peor pinta que auténtico peligro. El olor que desprendían era harina de otro costal, pero era necesario para terminar de conformar el disfraz.
Tenían una satisfacción que cobrarse, y a buscarla se dirigieron raudos a la calle mayor. Apenas un par de indicaciones necesitaron para conocer cuál era el palacio que les habían referido como una de las residencias del Virrey de Nápoles. La construcción no era en absoluto modesta: lo primero que se apreciaba era su zócalo de piedra del que nacían varias pilastras que flanqueaban las ventanas que se iban abriendo a cada paso a lo largo de la fachada, y sobre todas éstas se trazaban unos frontones triangulares. Todo ello fue diseñado por un constructor italiano que se trajo el virrey del país de la bota para que diseñase su construcción.
Enfiló el cuarteto sin dudarlo hacia la puerta y tras propinar varios llamados con ayuda de la aldaba, aguardaron respuesta. Ésta llegó en forma de maldición en italiano. Nadie supo qué decía pero quedó claro que eran palabras soeces, sin embargo les sabían de poca parla italiana y acabaron por mandarles a la otra puerta para recibirles, cosa de imagen suponían.
Para cuando llegaron a donde les mandaron, el que les recibió no era el pisaverdes con el que se habían citado la noche anterior. En su lugar vieron a un tercero de mejor planta y rostro serio rematado por un bigotillo.
—¿Acaso san vuelto pazzo... locos? ¿No piensan ustedes? ¿Cómo se les ocurre plantarse en medio de la calle principal?
Iba el criado muy ufano con su nuevo atuendo. Los señores estaban acostumbrados a ropajes con más cintas y menos remedos, pero no era el caso de Fadrique que, además, ahora iba con feroz hierro al cinto, lo que le daba gallardía.
Al abrir el italiano agraciado, con sus quejas de hombre de cuentas, se le echó encima, con la daga a la altura de las asaduras.
- ¡Quía! Sa boca quietica o t'abro una nueva'n la tripa.- Amenaza el criado.- 'Quí mi señó quiere tené satisfacsión del señó taliano de las cinticas que ronda la de Motrico. No la gustao ná so de lo' señore que hanviao en su nombre. Asín que mehó será que no' lleve su mersé hat-ta ese señó, sin hasé ecandalera ni grito, que si hase asín su mersé será el primero en gritá como cochinon día matansa.- Avisa, pinchando un poco al italiano con la daga.
Rodrigo fue todo el camino hasta la residencia del Virrey de Napoles rascandose en la comisura de las ropas. Trataba de no pensar cuanto hacia que no se habían lavado aquellos harapos, o lo bellacos que la llevaban hacia un rato, pero no podía evitarlo. Y cuanto más se rascaba más le picaba.
En la puerta les dieron con el susodicho palmo de narices, como no podía ser de otra manera al fin y al cabo, pero el mandarlos a la puerta de servicio les dejaba una pequeña posibilidad. Posibilidad que les cerró el criado o asistente que les abrio, y que a todas luces no les iba a dejar pasar.
-Bueno. Lo hemos intentado. Es hora de rendirnos a la evidencia y dejarlo est..- Estaba pensando Rodrigo cuando Fadrique en un arrebato de valentia nada propio en él saco un cuchillo y amenazó al pisaverdes.
-Por otro lado.-
Ya no había mucho más que hacer después de aquello que seguir avanzando hasta el final. Así que empujó gentilmente la puerta para abrirla y que pudieran pasar todos mientras miraba la cara de pavor del criado.
Soy muy fan de Fadrique.
—Así que sois los cazzos arribistas que exigían pendencia con el joven señor esperando alcanzar gloria dándole matarile. ¡Apartaos de ser! —Exclamó intentando zafarse del abrazo al que le tenía sometido Fadrique, más vio que era inútil especialmente al sentir la fría caricia de los aceros en su nuez.
—A ver si sus váis a creer que iba a ir el pobre hombre que nada ha hecho para que vos os jactáseis por las tabernas de haberle clavado un hierro por no sé qué asuntos. Si algo tenéis que reclamar por esta noche es a mí, Don Giuglio Alfonsini serví y tuve la dicha de ser camarada de armas de mi señor marqués y ahora al servicio de su joven hijo estoy. Soy yo quien lo ha gestionado y quién aflojó las sacas para pagar el trabajo pues es mi deber para con mi señor.
Miró entonces a los otros tres, pues el cuarto estaba en su punto ciego y apretando el filo deseando en un momento u otro terminar de cortar, pero no le daría motivos. Sin saber quién era el que partía el bacalao en aquel negocio volvió a insistir:
—Así que como dije, si algo tenéis es para conmigo. Dejad al pobre zagal fuera que nada tiene que ver en estos asuntos salvo el de juntarse con los españoles que no debía y que tuvieron a bien mal aconsejarle entre lisonjas con aquello de rondar a quién no debía.
—¿Así resolvéis las cosas en vuestra tierra? ¿Cómo traidores en las sombras o mujeres acobardadas para dar muerte a vuestros enemigos contratando bellacos? ¿Qué tipo de camarada de armas has sido, pisaverde, acaso de los que se escondían detrás del batallón ladrando órdenes lejos del filo? Habréis visto que vuestro oro de nada ha valido. Dos de los idiotas que mandasteis a una misión suicida están ahora criando malvas más ni siquiera era mi intención matarlos, como tampoco iba a matar a ese payaso que tenéis por señor. Tan cobardes sois que pensáis que todos son de vuestra condición.
Echó a un lado la capa dejando ver la cazoleta de su espada.
—No vengo a matar a nadie porque no mato sin ton ni son, como si fuera un perro rabioso. Vengo a exigir una satisfacción en forma de disculpa por la afrenta de mandarme a unos asesinos. Podéis darme la disculpa verbal o si lo deseáis batiros conmigo. Exijo si es lo segundo que defináis si queréis hacerlo a primera sangre o a muerte de forma que podamos saber hasta que punto debemos aplicarnos. A mí tanto me tiene recobrar el honor de palabra, primera sangre o ensartaros como un pollo. Suéltalo Fadrique, veamos de que pasta está hecho el italiano de marras1.
[1] ¡Juro que no quería hacer un juego de palabras barato! ¡Salió así! XDDD
Tras las palabras de su señor el criado repasó al italiano de arriba a abajo y dio un paso atrás.
No se fiaba del italiano, que se dice en los mentideros que son de natural cobarde y traicionero, por lo que se mantuvo atento para arrearle una puñada al criado extranjero si hacía algo que no fuera satisfacer las demandas de don Raimundo.
[1] ¡Juro que no quería hacer un juego de palabras barato! ¡Salió así! XDDD
XDDD
–Eh… –fue todo lo que alcanzó a balbucear tras escuchar la explicación del hidalgo–. Desconocía esa costumbre tan castellana que pregonáis
Tragó entonces antes de proseguir su justificación:
–En mi tierra no somos de resolver nuestras afrentas de tales maneras y cuando el chico vino diciendo que se había concertado duelo a muerte por rondar a vuestra enamorada. Así se lo explicaron… –Sabía que el daño estaba hecho y de nada valían justificaciones. Tan sólo quedaba subsanarlo por la vía rápida sin que salpicara demasiado a la imagen de los que servía:
– Ruego a vos que disculpen a este idiota que se excedió en su diligencia y os malinterpretó. –Se disculpó, entonces empezó a menear el cuello para pedir a Fadrique que aflojase su presa para en el proceso acompañar la disculpa de singular reverencia.
Y con esto damos la partida por finiquitada, pongan vuesas mercedes un post a modo billetito de despedida contando lo que tengáis que decir de la situación, si aceptáis disculpas o no. Y ya caerá en mí la labor de concluir con unas palabras escogidas a modo conclusión para terminar de atar todos los cabos sueltos ;-)
Sólo queda deciros que ha sido un placer, espero que lo hayáis disfrutado tanto como yo :D
José María simplemente ignoro lo que decía el italiano, no tenía de que preocuparase por tales problemas, ya tenía suficiente con los que tenía. Pensaba en todo el rato en la obra, que ayudaría a Rainindo en conquistar a su amada, dicho esto, si habría pelea,mal ya tenía dispuesto sus aceros...
Por mi parte pido disculpas que netos últimos días, he estado más inactivo, mi vida se ha complicado un buen rato, y no he podido estar más atento.....
por otra parte, también ha sido un placer para mí jugar esta partida y bueno es la primera que completo en umbría :))
pd: aún me falta la foto de perfil xd
Al final el dichoso italiano se acabó arrugando también. Lo cual la verdad ya le venía bien a Rodrigo, al que no le apetecía lo más mínimo empezar a pelearse con altos dignatarios italianos.
-Venga Raimundo. Dejalo estar por esta vez. El pobre ha quedado escarmentado por lo que huelo desde aquí, y no vas a sacar más de esto a menos que quieras montar un espectaculo digno de José Maria. Has salido victorioso, con la honra intacta y el orgullo alto. Demuestra también que sabes ganar y vayamos a celebrarlo. Creo que Fadrique invita la primera ronda.-
Y de esta manera dejo dicho el nombre de todos por si acaso quiere venir más adelante a vengarse. XDD
Yo me lo he pasado muy bien, la verdad. Ha sido un placer, pero ya había jugado antes más desafios con Dryo y sabía que cumplia de sobra. :)
Raimundo asintió.
—¡Pero como voy a matar a alguien simplemente por un insulto!— lanzó una carcajada —En tal caso tendría que haber pasado a cuchillo a mitad de la Villa cualquier noche de francachela. Ea, no se hable más. Asunto resuelto.
La capa volvió a cubrir la cazoleta del arma y el hidalgo se tocó el sombrero.
—Tenga usted buena noche y cuide las compañías del muchacho que muy bien no lo han guiado. Por nuestra parte asunto subsanado. ¿Vamos allá muchachos? ¡Tenemos otra misión que cumplir!
Y mientras salían de la residencia iba charlando ya con Jose María:
—¡Espero que puedas meter esto de alguna manera en la historia de teatro! Pero más bonito quedaría con un duelo final a capa y puñal ¡para darle color! ¡Y fuego y llamas! ¡Eso siempre es sinónimo de calidad en una buena obra de teatro! Digo yo que...
Sin perder un ápice de su entusiasmo Raimundo ya se veía triunfal en su nuevo oficio de actor. Era tal su arrobo que ya había olvidado la finalidad de montar la obra de teatro ¿cómo podría reservarse para una dama cuando todas vendrían a ofrecerle sus favores?
Genial, pues aquí termina esta pequeña aventura ;)
El criado batía de palmas como un chicuelo ante la airosa conclusión de todo aquel altercado. Se amostazó un punto ante el comentario guasón de Rodrigo sobre que el criado invitara a una ronda, pero tampoco podía negarse.
- ¡Quía! Vamo a hasé 'no vinoh.- Propuso Fadrique, sin rehuir la propuesta de Rodrigo.- Bié 'caba locacaba bié. Si su selensia queren, conosco 'na bodeguilla de puntapie ande hasen na pepitoria bien buena... Má mejó no pregunte ande sale la can-ne.
Dijo con una risotada mientras salían. En la calle ya había oscurecido, pero en la mente del criado se había hecho la luz con todo aquel asunto de la obra. Tenía pensado hacer correr la voz entre sus amigos criados de otros pisaverdes, para que acudieran para rondar a la de Motrico. Y correr la voz entre los buhoneros y vendedores de golosinas que tanto abundan en los corrales. Todo ello iba a llenar los bolsillos de Fadrique, pues estaba seguro que aquel conocimiento iba a ser de gran valor para muchos hidalgos fogosos.
- Qu'un villano invite a tré señore. Y de cómo currió sa cosa tan rara. M'apuet-to argo a que su selensia del Puet-to pué sacá d'eso que no ha contesio hoy 'na obrilla bien 'pañá.
Y así se calló, pues ya fuera su señor empezó a hablar con el dramaturgo de como iba a a ser la obra, y el oportunista criado asentía como un fiel lebrel a las palabras de su amo.
—¡Espero que puedas meter esto de alguna manera en la historia de teatro! Pero más bonito quedaría con un duelo final a capa y puñal ¡para darle color! ¡Y fuego y llamas! ¡Eso siempre es sinónimo de calidad en una buena obra de teatro! Digo yo que...
Ideal final de aventura las aplabras de mi señor, con ese fundido en negro por las calles de la Villa y Corte, sin duda. :-D
Creo que por nuestra parte no queda nada más que añadir. Ya hemos dicho la última palabra todos los jugadores. Como buen villano he sido el último en hablá.