La presencia de Valev, el fiel sirviente no-muerto de Kyliana si es que era su sirviente, cosa que la propia sacerdotisa dudaba, era una constante en la cotidianediad del Templo. Su presencia le recordaba a Kyliana la inevitabilidad de la muerte, incluso para ella, que había muerto y regresado a la vida en otra forma. Valev, con sus ojos sin vida y su piel pálida como el mármol, era un testigo silencioso de los pasajes del tiempo y de la fragilidad de la existencia.
La sensación de culpa pesaba sobre Kyliana cuando Valev, con una mirada cargada de resentimiento, le recriminó por haberlo dejado tanto tiempo encadenado. La sacerdotisa goblin se sintió abrumada por la angustia y el remordimiento al darse cuenta del sufrimiento que había infligido a su fiel sirviente no-muerto al que en otra vida amó.
- Mi intención nunca fue causarte daño, ni sufrimiento. - Le dijo con la esperanza de que le creyera. - Te aseguro que tomé la decisión de encadenarte únicamente para rotegerte y mantenerte a salvo. - Le dijo sin comprender completamente el alcance de su desesperación y su hambre insaciable.
Con el peso de su error sobre sus hombros, Kyliana prometió redimirse ante Valev, jurando hacer todo lo posible para compensar el sufrimiento que le había causado. Determinada a enmendar sus errores, se comprometió a encontrar una solución a su hambre insaciable, cosa que no iba a resultar fácil.
—Yo solo existo para servirte, ama, como tú debes servir a aquel que sustenta mi existencia más allá de la muerte. Y Él está complacido con los servicios que le has prestado más allá del Muro de Hielo. Puede leer los secretos de tu corazón y nada se le oculta, ni las dudas, ni los triunfos. Desea que sepas que continúas teniendo su favor y que se te presenta una nueva oportunidad de servirle.
»Desde que aquel al que los mortales llamaban Paladine cayera de los cielos, muy poco queda ya de su poder en Krynn. Sin embargo, todavía hay juramentos hechos en su nombre que perviven por los siglos. El de su Guardiana Brillante es uno de los últimos que todavía perduran. Un juramento tan solemne que ha trascendido quinientos años a la muerte de aquella que lo pronunció. Aquel al que sirves desea que el monasterio sea desacralizado y el cuerpo de la santa regado con agua maldita para encadenar su alma al único y verdadero Señor de la Muerte; un destino al que durante demasiado tiempo ha escapado.
- Comprendo... - Respondió la goblin tras asimilar las palabras de Valev. - No será algo sencillo de llevar a cabo. - Negó con la cabeza tras analizar las implicaciones que aquel acto podría conllevar.
Desacrilizar aquel lugar sagrado iba a ser una acción claramente maligna y contraria a todo por o que ella y el resto de miembros del Vadabal habían estado luchando todo ese tiempo. Si llevaba a cabo aquella labor a ojos de sus compañeros, podrían no entender sus motivaciones. Servir a Chemosh era por otro lado, un deber para consigo misma y su fe. Si Chemosh quería que regara con agua maldita el cadáver que reposaba en aquella capilla, tendría que hacerlo.
Si alguno de sus compañeros se enteraba de lo que iba a hacer, podrían dejarla de lado, prohibirle regresar con ellos a su hogar o peor aún, tratar de acabar con ella y en ese caso, tendría que defenderse con la consecuente destrucción que ello conllevaría. Si iba a hacer aquello, tendría que ser de forma furtiva, no le quedaba otra. Los caminos de la magia podían ayudar en aquella empresa. O eso esperaba.
- Llevaré conmigo algunos viales de agua maldita. - Le prometió a Valev. - Intentaré que esa capilla deje de ser sagrada. Sea com sea, el propio Emperador nos ha mandado profanarla... - Se encogió de hombros. - ¿No es así?
Motivo: Saber religión
Tirada: 1d20
Resultado: 14(+6)=20 [14]
¿Qué se sobre la capilla y la santa?
Trataré de crear agua maldita en el Templo y la guardaré en algunos viales antes de partir.
Recuerdas, de tu vida pasada como copista en la Gran Biblioteca de Palanthas, haber leído que el citado monasterio existía ya antes del Cataclismo, que ocurrió hace más de cuatrocientos años. De la citada Santa Leodinia solo puedes suponer por las palabras de Valev que en su época fue una importante sacerdotisa de Paladine. Quizá tan importante como tú lo eres ahora del dios de la muerte.
Fuera quien fuese, sus hazañas y su fama no han sobrevivido hasta estos días, porque estás segura de que nunca se ha celebrado ninguna festividad en su honor desde la fundación del Imperio Solámnico, ni tampoco antes que tú recuerdes. Ojalá tú si consigas que tu fama resuene por toda la eternidad.
De lo que sí tienes la certeza es de que para desacralizar un lugar consagrado a los dioses de la Luz necesitarás más que fe y un poco de agua consagrada a Chemosh.1
Tirada oculta
Motivo: Saber (historia)
Tirada: 1d20
Resultado: 15(+5)=20 [15]
1 Véanse los componentes materiales para un conjuro de "desacralizar".
Conseguir los componentes necesarios para llevar a cabo aquel ritual no iba a ser tarea sencilla. Si valor era elevado y en aquel lugar inhóspito perdido de la mano de los dioses donde se encontraban, tampoco iba a ser sencillo.
No obstante, tenía que hacer todo lo que estuviera en sus manos para complacer a Chemosh. Tampoco tenía muy claro si una vez en aquel lugar sagrado, tendría la oportunidad de llevar a cabo el ritual, pues no iba con la gente indicada para tal tarea, aunque no le quedaba más remedio que intentarlo. Quizás como última opción pudiera tratar de engañar a los miembros del Vendaval diciéndoles que ese ritual era necesaria para alguna cosa del bien... Otra cosa era que se tragaran o no el embuste.
- Voy a tener que reunir unas hierbas, aceites e inciensos muy infrecuentes y por lo tanto muy caros. - Gruñó enfadada la goblin. - Quizás pueda reunir algunos de los componentes sobrantes de cuando me dessacrilice este Templo en nombre de Chemosh...
Hierbas, aceites e incienso por valor de al menos 1.000 po.
De dónde saco eso? No tengo claro que pueda encontrarlo en la fortaleza y tampoco que tenga tiempo para ir a buscarlo a otro sitio...
1) Tu capilla en la Torre del Vendaval, no se encuentra bajo los efectos de un conjuro de "desacralizar".
2) Puedes adquirir los componentes necesarios durante el viaje hasta el monasterio, pero tienes que indicarme qué vendes de tus pertenencias para comprarlos.
3) He añadido a tu inventario el frasco de agua sacrílega, descontando su coste del "Material para inscribir rollos de pergamino".
Venderé el sombrero de disfraz. Me sacó 1.000 po para los componentes materiales. Si no logro el objetivo del templo de Santa Clotilde, ya desacralizaré la capilla d Chemosh.