Partida Rol por web

Nadie sospecha nunca de una niña, así que si podía sacar información valiosa asomandome a una ventana cercana no iba a desperdiciar la oportunidad. Estaba teniendo un día de lo más guay y cuando eso ocurre tienes que aprovechar la racha.

Me acerco a la ventana y paro el oído con atención.

#Shatura

Bresc miró por la ventana a la mañana soleada, luego a ti.

- ¿Me estás vacilando? – le pregunto enarcando una ceja.

Sabes que no es un mal tipo. Trabaja para Jackson porque tiene buenos músculos que pueden ayudar a defender el lugar y porque lo prefiere a tener que eslomarse cultivando, además de los beneficios que tiene ser uno de los chicos de Jackson.

- Mira, sé que eres buena en lo tuyo. Te estoy muy agradecido por cuidar de mi mujer hace dos semanas – recuerdas que tuvo un resfriado normal que la dejó en cama, que poco pudiste hacer por mejorarla, pero al menos ayudaste a que llevara mejor los síntomas, claro que Brest no sabe hasta que punto ayudaste en su recuperación – pero yo ni pincho ni corto. Sólo sigo órdenes.

#Eve

La pareja que terminaba su desayuno se miraron uno al otro con una mirada que sabías identificar como “¿se lo decimos?”. Luego vino la otra mirada que conocías tan bien “te lo digo, pero no me hagas nada, por favor”.

- Se la llevó Jackson con un par de tipos de los suyos. – te contestó uno.

- Pero no sabemos a dónde – se apresuró a aclarar el otro intuyendo tú más que evidente siguiente pregunta.

#Jeremy

No, no estabas muerto, eso lo tenías claro. Ante ti el árbol seguía en pie.

- Así que el hijo pródigo regresa al hogar… - resonó una voz en la oscuridad.

#Alicia

- ¿y esto como te lo metes? – oíste la voz de Pastas, uno de los chicos de Jackson preguntando.

- Por la nariz, que pareces idiota – le contestó cargado de condescendencia Marco, uno de los chicos de Manduca

- No sé tío… - parecía dubitativo

- Mira, quédatelo. La primera es gratis. Cuando pruebes el viaje que te da y como te hace sentir ya me contarás. Sobre todo si te lo metes antes de darle una paliza a alguien. Ya verás, ya. – se reía por lo bajo de una broma que sólo el pillaba.

- ¡Pastas, vamos! Toca turno en el jardín y tenemos que pirarnos ya. – oíste que lo llamaba Cangrejo, otro de los chicos de Jackson.

Los pasos apresurados de Pastas se alejaron. Al poco oíste como Marco se marchaba sin ninguna prisa. Estabas segura que era imposible que supieran que los habías estado escuchando escondida detrás del muro debajo de la ventana.

Avanzó chapoteando a ese lugar.

Se miró sus pies, ahora desnudos, acto seguido se dio cuenta que ya no le dolía nada, ni los pulmones, ni la espalda ni la herida que había recibido. El contacto de sus pies con aquella agua y la piedra que había debajo era agradable, le traía memorias aunque ese lugar en concreto no lo reconocía.

Y la voz, la voz la conocía perfectamente.

— Audrey, solo estoy de visita. Me habré pasado con alguna seta y estaré haciendo un viaje astral. Pero si, siempre fui el mejor de los dos, aunque un idiota de seguirte hasta la fin del mundo.. hermana mía.

Se acercó lentamente hacia el árbol mirando a su alrededor. La última vez que vio a su hermana fue cuando huyó del lugar, abandonado el grupo para siempre. Ella es la que dirigía el cotarro aunque no había inventado todo aquel negocio, simplemente fue la segunda al mando.

El árbol estaba cerca, reconocía su olor. Contemplaba su follaje y el estado de su corteza, que casi se despegaba sola. Era el momento óptimo para su recolecta. Tomar la sabia de aquellos arboles estaba reservado solo para aquellos de rango mas alto, el resto era para rituales ¡JA!.. el resto era para ser cortado con tras substancias y general la maldita droga.

Se juró que nunca volvería a tomar esa mierda, se había enganchado a todas las drogas posibles tan solo para paliar aquel mono demoníaco que lo mataba por dentro. La Sabia era demasiado..

Trato de resistir la tentación, se quedó quieto a medio camino y se agachó para mojarse la cara. 

Despierta, idiota, no caigas, se decía.

—Me refería que parece que hay problemas... y tampoco te estoy pidiendo nada, joder—. se quejó Shatura tratando de parecer más dolida de lo que realmente estaba. La muchacha se llevó las manos a la cara y esta vez no fingía ni un ápice— Joder, necesito descansar, y que Jackson se de puta cuenta de que no miento con lo de la puta plaga.

Los chicos de Jackson se estaban metiendo algo por la nariz que les daba fuerza para pelear.

"Mierda"

La primera imágen que se dibuja en mi cabeza es la de uno de esos gusanos o cienpiés entrando por los orificios de esos desgraciados.

La otra opción igualmente válida era algún tipo de medicamento o droga, quizás pudiera preguntar a Shatura luego

"¡Shatura!"

De repente caigo en la cuenta que me había comprometido con la médico a ir a la enfermería rápidamente a contarles lo ocurrido a los demás.

En cuanto siento que el camino está despejado, saco la cabeza por detrás del muro y sigo en dirección a la enfermería.

#Shatura

- Todos necesitamos algo. – contestó con un tono que no era especialmente borde, simplemente el que constata un hecho. Mientras no le des problemas no te los va a buscar. Le han pedido que te vigile y eso hará sin regodearse en que estéis a solas (lo cuál ya es más de lo que haría la mayoría), pero si causas problemas intentará solucionarlo para no recibir una paliza (o algo peor) de Jackson. Sabes que si te abres a la Tormenta y no hay problemas no te va a dar una ostia para sacarte de ella, pero si ve movidas raras, como que te salga espuma por la boca, pedirá ayuda para no cargársela. Vigilarte incluye evitar que te mates mientras que Jackson no diga lo contrario porque si Jackson te quisiera muerta ya te habría matado él, así que algo de ti querrá.

Si no te quieres arriesgar a que intervenga si algo va mal durante tu viaje a la Tormenta deberías buscar una forma de distraerlo antes o de que te deje a solas.

#Jeremy

El olor de la Sabia inundaba tus receptores olfativos. Un olor que traía todos los recuerdos; el primero, su textura espesa, más empalagosa que la miel, solo un poco menos que el maldito y jodido tofu. El segundo, su intenso sabor dulce que inundaba las papilas gustativas para dejar al final un ligero regusto acartonado, de papilas gustativas dormidas por la sobrecarga de sabor.

Junto al olor de la Sabia el de tu hermana. No era exactamente perfume, pero erais capaces de reconocer el olor el uno del otro como dos cachorros que han dormido todavía su vida juntos y han crecido hasta convertirse en terribles perros de presa.

- No tiene sentido resistirte, Jeremy. Lo sabes…

Su mano izquierda acaricia tu mejilla elevándote la cara para mirarla. Al alzar la vista ves como de sus dedos índice y corazón está cayendo una única, espesa y monumental gota de Sabia. Te la ofrece para que la tomes de sus dedos o simplemente dejes que caiga en tu boca.

Arrodillado, con la mirada vuelta hacia arriba, tu boca se abre inconscientemente. Toda la energía de tu cerebro se quema luchando contra el recuerdo de los colocones. Puedes ver como esa gota, del tamaño de una canica, cae desde sus dedos. Sin ser consciente, sacas la lengua para recibirla…

Un terrible zarandeo te despierta. Estas en la enfermería. Un vistazo rápido te indica que Kim y Ruth no están. Han sido reemplazadas por dos tipos mal encarados con la cara de pocos amigos de los que trabajan directamente para Jackson para garantizar la seguridad del asentamiento.

- Levántate viejo. Jackson quiere hablar contigo. – te dice el que tiene el pelo castaño.

- ¿Dónde está la otra? ¿La pequeñaja de la máscara? – te pregunta más como un gruñido el otro más moreno.  

—Voy a intentar algo... 

Shatura quería ser todo lo clara que podía con aquel tipo. Sabía que no iba a traicionar a Jackson ni  a jugarse el tipo ni siquiera un poco por ella, pero también sabía que era mejor ir a buenas. No solo porque quería seguir jugando su carta de mujer indefensa e inocente, que en el fondo lo era, sino porque si en algún momento necesitaba engañarlo, era mejor ser y aparentar toda la honestidad posible todo el tiempo. Sentada sin moverse, con las manos cruzadas sobre el regazo, Shatura volvió a abrir su mente a la tormenta. Hacía tan solo unos días no hubiese soñado con hacer todo aquello si no era para curar a alguien. Pero lo cierto es que aquello no se le daba mal. Y enganchaba.

Joder, sí. Era mejor que las putas drogas.

Se despertó con la boca abierta, como si fuera a recibir algo en ella. Luego chasqueó al ver la situación real.

Hizo un amago de incorporarse pero se aquejó de sus heridas, llevándose una mano a la cadera y exhalando un pequeño gruñido de dolor. Negó varias veces para sí.

— Tendréis que conseguirme una silla de ruedas, porque ahora mismo este viejo no es capaz de moverse por sí mismo. La doctora me ha dicho que es posible que haya perdido parte de la movilidad — mentía como un bellaco.

Tras girarse y comprobar que no estaba Eve, disimuló la sorpresa. — ¿Ruth? ¿Alicia? ¿Eve? ¿Qué pequeñaja? Han estado todas aquí pero se han ido yendo cada una sus cosas, yo estaba delirando y no se donde han ido.

#Shatura

Sientes el subidón en tus venas, en tu cerebro, en tu alma. Ese pequeño momento de éxtasis en el que durante una fracción de segundo que te transporta mecida hasta el siguiente en lo que parecen eones, en el que te abres a la Tormenta, en el que la dejas entrar en ti.

Al conectar con ella puedes notar todas las cosas conectadas con ella. Puedes notar la débil conexión de Jeremy por su estado de salud. Una pequeña luz pulsante roja en mitad del océano oscuro que te rodea en lo que supones será la ubicación de la enfermería.

Por otro lado puedes sentir la fuerte luz intensa como un faro que es la rabia contenida de Jackson. No es que pierda los papeles, no es que se enfade, es que siempre está enfadado y eso es lo más jodido de él, y lo que, ahora que te paras a pensarlo, más deberías admirar de él, su capacidad para contener toda esa rabia que tiene dentro y saber canalizarla cuando y como quiere.

Por último sientes el vacío violáceo oscuro, incluso más oscuro que el vacío intemporal que es la Tormenta, que es la nueva extraña presencia de Eve. La puedes sentir en el comedor devorando algo con un ansia como jamás habías sentido, un ansia insaciable. Un pequeño agujero negro. Dudas siquiera que Jackson fuera capaz de hacerle daño aunque quisiera, salvo que usara artillería pesada.

Retrocedes asustada de esa presencia y oyes una voz suave y dulce. La voz de Timmy.

¿Dónde está el osito, Shatura?

#Jeremy

Cada uno por un lado te cogieron por debajo de los hombros.

- Andando viejo. Mueve tú también esas piernas o te las partiremos para que necesites de verdad esa silla. – te gruñó el moreno.

- Te lo ha dicho. La de la máscara. De esas solo una lleva máscara. Será mejor que no te hagas el listo así cuando hables con Jackson. No tiene sentido del humor, ¿sabes? – te dijo el rubio con una sonrisa sardónica y ligeramente sádica.

Entre ambos te sacaron de la habitación para iniciar el descenso por las escaleras.

#Alicia

Al salir en dirección en la enfermería llegas a las escaleras. Ves delante de ti un par de tipos que trabajan para Jackson que están subiendo las escaleras por delante. Ni te han visto ni te han oído. Uno de ellos es rubio, delgado. Te suena que se llama Zack. El otro. ¡Mierda! ¡El otro es un gusano de tamaño humano que anda sobre cuatro patitas mientras tiene otro montón de patitas saliendo de su cuerpo erguido. Su piel es de un tono rosáceo-marrón con reflejos metálicos. Dos ojillos hundidos en la carne de su bulbosa cabeza. Su asqueroso pico negro pequeño y chato. Es la primera vez que lo ves. Avanza con Zack.

Los sigues a una buena distancia prudencial después de ver a ese insecto. Llegas hasta la puerta de la enfermería. Oyes las voces dentro. No entiendes bien las palabras. Hay movimiento de la cama al arañar el suelo arrastrada para forzar a alguien que se levante. Por las palabras sueltas que captas desde detrás de la puerta tienes la sensación de que se dirigen a ella para salir. Si no haces nada, te verás en unos instantes.

¿Qué haces?

Aquel estaba siendo un mal viaje, no en el sentido de perdida de control ni nada por el estilo. El cuerpo de Shatura permanecía estable, como siempre, pero lo que estaba viendo era malo. Muy malo. Lo que estaba dentro de Eve era algo aún más horrendo que todo lo que habían visto. Si se desataba, estaba segura que acabaría con todo lo que había cerca, quizás hasta consigo misma... en el mejor de los casos. De pronto, ya no quería salvar a Eve. Quería agarrar a Jeremy, quizás a Ruth y a la pequeña Alicia y salir pitando de allí. No podía salvar a todos, no sin antes convencer a Jackson de que había cosas que él no alcanzaba a comprender. Pero podía sacar a las niñas de allí. Eso compensaría lo de Timmy ¿no? Al pensar en el niño, como era lógico se apareció. Shatura se volvió hacia él y, por un momento, creyó estar después de la operación. Antes de recordar aquellas voces que, tras la interesante droga de Azotitos, le habían ordenado "equivocarse". Antes de darse cuenta de lo que había hecho y huir.

—Hola Timmy, ¿Ves como ya no te duele el costado? Era el riñón, que estaba malito.— Shatura sonrió al niño, completamente ida. Al fin y al cabo, Timmy era la única persona en el mundo a la que le daría el peluche, Y por supuesto que no tenía que dolerle, pues estaría hasta arriba de opiaceos. Para el pequeño Timmy solo lo mejor. La mejor ángel del lugar, las mejor cama, las mejores medicinas que quedaban...— Lo tengo aquí, ¿lo quieres de vuelta? Lo he cuidado muy bien todo este tiempo, pero no se ha olvidado de t...

Ver a Timmy no le sorprendió tanto como la falta del peluche. Shatura se llevó la mano al pecho, donde normalmente llevaba enganchado el peludo animal y, de la angustia al ver que no estaba, llegó a olvidar que estaba en medio de la Tormenta y que había una cosa dentro de Eve que los iba a matar a todos. ¿Acaso era eso lo que iba a hacer?  ¡Igual daba! Si no estaba el peluche de Timmy... Shatura trató de hacer memoria. Lo llevaba encima en todo momento, lo sabía porque su tacto le tranquilizaba los nervios y... y... no lo tocaba desde el incidente en el comedor. ¿Estaría allí?

—Creo... ¿Lo has cogido tú? Lo llevaba encima... Quizás esté en el comedor, porque no lo tienes, ¿no?

-No me jodas... -susurró Eve mirando al suelo- ¿Por dónde se fueron? -añadió levantando de nuevo la mirada y con nerviosismo.

Tenía que encontrarla... Bueno, o quizá no. Podía ser buena idea que fuese ella sola en busca del árbol.

Sin esperar a una respuesta. Eve salió del comedor en dirección a la enfermería. Debía informar a Jeremy de su idea.

Al principio se dejó arrastrar pero finalmente recuperó las fuerzas 'milagrosamente'. Se sacudió como pudo de aquellos matones y empezó a andar.

— Hace dos días que no como, me voy a desmayar. Tened un poco de clemencia o caeré redondo delante de Jackson. — se levantó su camisa desvencijada para mostrar su cuerpo desnutrido y viejo, marcando las costillas.

— Se que tanto vosotros como Jackson disfrutaríais enterrando mis huesos, pero os hago falta para arreglar vuestras mierdas. Sin el agua del pozo la palmamos todos. Soy perro viejo y nada me pilla por sorpresa ya. La de la máscara no tengo ni puta idea donde se ha ido, no soy su padre ni su abuelo.

#Shatura

La voz se desvaneció en el vacío mientras una sensación de una marea que se aproximaba te inundaba. Una marea por todos lados, envolviendo el vacío intemporal en el que te hallabas.

- ¿Shatura? – la voz con un atisbo de preocupación te llegó desde el otro lado de la habitación. Estabas de vuelta en aquella silla que se te clavaba por todos lados. Abriste los ojos a la luz que entraba por la ventana. La cara de aquel tipo te miraba con cierta preocupación, aún desde el mismo sitio donde estaba. Cuanto rato había pasado era algo que siempre era difícil de decir cuando se regresaba de la Tormenta.

#Eve

La pareja te miró extrañados señalándote hacia la puerta del comedor, sin saber muy bien si se referían simplemente hacia afuera o a algo más allá, a alguno de los edificios que no se usaban de residencia.

Sintiendo que no ibas a sacar más en claro seguiste la dirección que te indicaban. Fuera habría alguien que los hubiera visto pasar. Jackson no pasaba nunca desapercibido, menos si llevaba a Shatura con dos de sus tipos.

A penas has dado un paso más allá de la puerta que te topas de bruces con dos de los matones de Jackson, casi chocándote con uno de ellos.

- Vaya, al fin te encontramos. – con una sonrisa ladeada.

- Ven, Jackson quiere hablar contigo. – con un tono que distaba años luz de ser una sugerencia.