Partida Rol por web

Shatura estaba prácticamente en la puerta y, sin pensarlo demasiado, dejó las bolsas allí mismo. Los gritos de dolor de Jeremy le perforaban los tímpanos y sabía que tenía que hacer algo para curarlo. No solo porque era su amigo y se lo debía, sino porque sin él no podrían salir de allí.

—Vamos Jeremy...— la muchacha le puso las manos en la clavícula, intentando parar la sangre que brotaba sin parar. La herida era horrible, pero lo peor es que Jeremy no dejaba de moverse y de tratar de apartar sus manos, como si tuviese miedo de que le estrangulase. Shatura quería curarle sin abrirse a la tormenta, como había hecho con Azotitos. Entonces había salido bien aun estando en peores condiciones, pero ¿qué posibilidades había de hacerlo bien dos veces?—Cálmate, estoy aquí...

Poco a poco fue consiguiendo que la herida dejase de sangrar. Era perfectamente consciente de que el estado del viejo era precario y que su ayuda había sido un simple parche, pero al menos seguía vivo. Shatura se llevó la mano al pequeño peluche de Timmy, buscando tranquilizarse. Los tiros y gritos hicieron que diese un respingo.

—Tenemos que irnos ya. Hay que llevarlo al coche. 

Si tenía que elegir entre las bolsas o Jeremy, Jeremy iba antes. Al fin y al cabo, sin el genio las bolsas no valían de nada.

Jeremy se incorporó con problemas, el dolor era muy fuerte aunque por suerte vivía en un estado de aturdimiento constante gracias a la droga que fumaba a todas horas.

— Gracias Shatu, mis viejos huesos están apunto de partirse, creo que necesito jubilarme.

Empezó a andar apoyándose con la mano en las paredes. Había estado en situaciones similares en el pasado, pero había un punto que el cuerpo ya no es lo que era.

Eve miró con curiosidad la sustancia gris proveniente del zombi. ¿Sería algo relacionado con el polvo que inhalaban? Estaba muy intrigada pero los gritos de Eliza le recordaron que no tenían tiempo de andar investigando chorradas.

Se incorporó con intención de correr hacia el piso de arriba y ayudar a sus compañeros, pero un pinchazo en el costado le recordó que no estaba para muchos trotes, así que siguió el camino, pero sin correr tanto como le hubiese gustado.

-Llevad las piezas al coche -les dijo a sus compañeros y salió por la puerta.

Cargó la escopeta y miró alrededor con intención de disparar contra el primer capullo de ojos saltones que se le cruzara en su camino.

-Ya voy -susurró.

Secreto: Jeremy hace mucho tiempo dirigía un pequeño orfanato en uno de los asentamientos que vivió mas tiempo. Había construido un sofisticado sistema de emergencia y avisos que funcionaba contra cualquier intruso que quisiera asaltar el lugar. 

Tras varios años, un fatídico día falló uno de los motores principales, explotando con fuerza y creando un incendió que calcinó aquel pequeño edificio. Muchos niños murieron atrapados entre las llamas pues no pudo salvar a todos.

Desde entonces decidió vagar por las tierras y ahogar sus penas en la droga fumada. Aún así siempre ha guardado especial cariño a los niños, aunque nunca ha querido hacerse cargo de ninguno. Por ello le encanta crear pequeños cachibaches (que no puedan explotar) para ellos.