Partida Rol por web

Ya era la gota que rebosa el vaso, hasta aquí llegaba, se acabo auto compadecerme, el pensar en todos menos en mi, y se acabo el pensar una y otra vez que hago y como llegue a esta clase de pesadilla. Se acabo, todo tiene un limite y a mi, que una tipa semidesnuda, que explota sexualmente su condición de mujer, me acuse de machirulo. !A mi¡, que fui a mas manifestaciones a favor de las mujeres que a bares y discotecas en mis tiempos mozos, a mi que llevaba a mi ex incluso cuando ella ni ganas tenia, pensando que podría entender a las mujeres y tener un poco de su respeto, a mi que solicite una huelga en la empresa para que las compañeras tengan igualdad de derechos, incluso llevando la reprobación de parte del colectivo masculino y parte del femenino que me calificaba de gay, cosa que no me importaba, pero ahora me doy cuenta de que tan sumido en la mierda estaba para conseguir algo de aprobación, y como era esas ansias por conseguirla, las que me hundían mas.
Se acabo, hasta aquí, no se como llegue, no se que hago, pero si me toca ser un superheroe lo seré a mi manera, y si me toca acabar mal, pues que así sea, pero lo pienso disfrutar, como dice cierto bohemio canta autor.
"Si la vida me deja yo le meto mano".
Pienso todo esto mientras la tipa me increpa, solo una vez uso un calificativo para referirme a una mujer y me monta la de dios. Y después con el psicópata del bazooka, va de lo mas tranquila y correcta.
Muy bien, lo primero lo primero.
Me acerco a la muchacha, me coloco por el lado contrario entre ella y el loco de los cohetes, y con una mano la agarro por las nalgas, bien fuerte, clavo mi mano en su trasero, si voy a morir que haya merecido la pena.
La levanto y la paso al lado contrario, quedando yo entre ambos, sobra decir y comentar que disfruto ese momento, vaya si lo disfruto, nunca en mi vida pude tener una mujer como esa tan cerca, y menos aun tocarla, con lo que agarrar unos torneados gluteos, ademas de algo único en mi vida, es un buen motivo para morir.
Mientras la cambio de lado, la miro fijamente a los ojos, e intento sacar una cara de lujuria como los actores, nunca lo supe hacer, pero que ostias, ahora soy un superheroe, seguro que podría.
La dejo en el suelo mientras mi mano queda en su cintura.
- Ponte a cubierto, !Rápido¡
Con lo que me vuelvo para el loco y me uso como escudo, si muero abra merecido la pena, y si no...

!Ya veremos¡

Viste salir la bala del bazooka y tu cuerpo se disparó, ¡y que cuerpo!. Tenías la adrenalina por castigo, y antes casi de que pudieras casi pensarlo ya estabas encima de la rubia feminista, con tu capa ondeando al viento y un pelo que parecía recién salido de la peluquería. La cogiste por las nalgas y la apartaste del camino del misil. Eras un héroe, uno un poco salido, pero héroe al fin y al cabo, y si tenías que morir haciendo lo tuyo, ¿No merecía un moribundo una pequeña recompensa antes de morir?

La apartaste, la mujer enrojeció como si se hubiera tragado cinco kilos de chiles y bajó la mirada, no sabías si por timidez, vergüenza o porque estaba preparando un fatality para crujirte. Cuando te giraste ya era muy tarde para esquivar el proyectil, que te alcanzó de lleno provocando una gran explosión, y dolía, dolía mucho. 

Volaste impulsado por el impacto y empotró tu cuerpo contra un autobús, partiéndolo por la mitad y provocando que decenas de curritos llegaran tarde ese día a su puesto de trabajo. El pavo del bazooka se empezó a descojonar mientras decía

- Bueno, me vale, uno menos..... Con ese pepino tu novio no se levanta. - El barbas se quitó las gafas en actitud chulesca y le dijo - Por cierto, ¿Recuerdas lo que dije de tu novio? Bueno, había una pequeña inexactitud, fui yo el que lo partí por la mitad. No quería que me convirtiera en esto y me amenazó.... y a Butcher patriota no lo amenaza nadie.

 Al tipo le brillaban los ojos que parecía que se había metido 10 kalimotxos en san fermines. La mujer miró en tu dirección, miró en dirección a él, no sabía en quien de los dos confiar. Te levantaste a duras penas y, oh, dioses, estabas sangrando, y te habías despeinado. Imperdonable.

Apenas me pongo en dirección al loco del bazooka, noto un golpe en el pecho como nunca había sentido, tan brutal que hace que salté por los aires, acompañado con una enorme sensación de calor. Bueno, estoy muerto, este es el fin, por una vez en mi vida hago algo heroico y muero por ello. Que se le va hacer. No se que me espera si el cielo, el infierno, o al perecer de forma tan horrible después de acto tan heroico, se abrirá de par en par el valhalla, con multitud de valquirias.
¡Joder como duele¡, Buffff, consigo abrir los ojos y nada de eso ocurre, sigo en el mismo lugar, bueno unos cuantos metros alejado del lugar donde estaba inicialmente, y ¿que hago dentro de un bus?.
La hostia recibida tuvo que ser brutal para terminar donde estoy ahora, y con tremendo dolor, me cuesta muchísimo respirar.
Toso mientras me incorporo y noto como me arde todo el pecho, la garganta, los pulmones, COF, COF.
Observo la gente horrorizada intentando salir del bus como podían, veo sus rostros de terror y como abren la boca para emitir toda clase de gritos, los cuales no escucho ya que en mi cabeza suena un pitido que ensordece todo lo que ocurre a mi alrededor.
No escucho, tengo la vista nublada, me tambaleo y siento un enorme dolor, la cosa no pinta nada bien, estoy bien fastidiado, me siento derrotado, no puedo seguir, no voy a seguir, debía estar muerto, todo lo que venga en adelante sera solo mas y mas sufrimiento, el cual ni quiero ni se lidiar con el.
Me apoyo en el hueco del autobús echo por mi, para poder mantenerme en pie y en un momento de derrota total, paso la lengua por mis labios... Espera, que era eso, que sabor era ese que llenaba mi boca, era un recuerdo lejano que me llevó de vuelta a la infancia, años de no sentirlo, que digo años, toda mi vida casi.
Paso la mano por mis labios y puedo observar que era aquello que causaba esa sensación, ¿estaba sangrando?,
¿el cabrón me había echo sangrar?. Me siento como Popeye con sus espinacas, el sabor de mi propia sangre hace que me cabreé mucho, y saque fuerzas de donde no las tengo, y el discurso pesimista desaparece por completo, que coño, acababa de recibir un pepinazo en el pecho y solo tengo unos cortes y unas magulladuras, vale, es mas que eso, tengo un dolor como nunca sentí, pero debería estar en trocitos minúsculos siendo yogur de superhéroe, y sigo entero, se va enterar el mierda seca este.
Me dirijo hacia el con decisión, ahora si que se va a enterar.

El impacto del proyectil había sido duro, pero seguías respirando, a duras penas. Al menos el loco había confesado ser el autor material del novicidio y eso te habría las puertas a una relación con la rubia. Tenía pasión, eso no se le podía negar, porque sino no habría ido en plan Mel Gybson en Braveheart para vengar a su amor. Aunque si no te levantabas de poco te iba a servir, así que te intentaste desincrustar del autobús como buenamente pudiste. Afortunadamente no había mucha gente en el bus, y una viejecita sentada te miraba como si fueras un golfo que se acabara de tirar un pedo en vez de reventar el autobús por la mitad.

Saliste de él como buenamente pudiste, te pusiste de pie y al pasar la lengua por tus labios saboreaste sangre, sangre y derrota, como cuando aquella niña te quitó el bocadillo y... mejor no pensar en esos episodios de la vida. Sangrabas, pero tenías cinco litros, y tu tipo sanguíneo, el JB+, era de los más comunes, así que una paliza, una transfusión y como nuevo, ya podías estar camino del altar del bellezón con mallas. La sangre te toca las narices, recuerdas de otra vida que tu madre se dejó una pasta en tus brackets, y todo lo que tenga que ver con los dientes te toca las narices. Te tocaste los piños y parecía que estaban todos en su sitio. Con la seguridad de que estabas bien y viendo como la moza se prestaba al combate te lanzaste hacia él para partirle la crisma.

El tipo era rápido, contenía a Starlight que no dejaba de tirarle rayos de luz que no parecían ser demasiado efectivos con el loco de la barba, que le tiraba unos rayos por los ojos que no auguraban nada bueno. La mujer volaba lo mejor que podía para esquivarlos, pero se la veía apurada. Cuando te uniste al combate te recibió con un guantazo, quitándote del medio como si fueras poco más que un mosquito. Cuando caíste al suelo Starlight intentó ir en tu rescate, muy heroicamente, y acabo pillando. Butcher arrancó un trozo de asfalto con sus manos desnudas y se lo tiró derribándola como quien caza gorriones con una escopeta de feria. No cayó demasiado lejos tuyo y comenzó a arrastrarse hacia ti mientras Butcher hacía el famoso discurso del malo.

- Putos súpers, os creéis invulnerables, con vuestros trajes estúpidos e identidades secretas, vendiendo merchandising a los gilipollas que se creen que por comprarse una camiseta de 50$ hecha en China van a contribuir a salvar el mundo. Una mierda es lo que digo.... Solo habéis servido para darnos una falsa sensación de seguridad, pero, ¿Quién cojones nos salva de vosotros? - sonrió satisfecho - Yo. Yo que me he creado para mataros a todos..... Así que si queréis daros un besito antes de que os rebane adelante....pero rapidito, que tengo que encargarme de profundo. Au....joder....

Al lado de Butcher estaba la viejecita, la del autobús, y le estaba soltando bolsazos al supervillano como si le hubiera robado el sitio en la carnicería.

- Deja a estos chicos, no te dejaré que les hagas daño, animal, abusón, gaznápiro. 

Y luego decían que la tercera edad solo servía para cobrar la pensión. La aparición de la señora os daba una oportunidad e introducía un problema, porque según lo que hicierais podía ser una víctima colateral. Si tuvierais fuerzas, si hubiera esperanzas, pero parecía demasiado fuerte. Inevitable, como las inspecciones de hacienda.

La moza lo esta pasando mal para intentar no ser golpeada por los rayos del barbas, es verdad que lo intenta con ganas y decisión, pero sus chispitas poco pueden hacer, no te preocupes rubia, ya voy yo, pienso para mis adentros, aunque el resultado final, no fue el esperado..
Para una vez que no caigo en la aptitud del derrotado y me armo de valor para afrontar lo que venga, al barbas me suelta una hostia que ni veo venir. Me tuerce la cara con una rapidez y una fuerza que cuando me quiero dar cuenta de lo sucedido, ya estoy en el suelo con la cara caliente. Estoy en shock, en el suelo, hundido y magullado en el rostro y en el orgullo, no sirvo ni para super héroe, y eso que disponía de amplios conocimientos por lo menos teóricos del mundo de los super héroes.
Coleccionaba comics, películas, novelas y libros, incluso disponía de diversos trajes que guardaba como un tesoro, cosplay seria el nombre correcto, tus putos disfraces era como los llamaba mi ex, y para mis padres era esa ropa de niño que tienes, sea como fuere, no era nada fácil ser un superheroe, tocaba sufrir y bastante.
Mientras estoy en el suelo el tipo se pone a lanzar un discurso, que si nos creemos esto, y lo otro, que si identidades secretas bla bla bla, y la verdad, tengo que darle la razón, esto es un mundo irreal que debería quedarse en el imaginario y la fantasía de la gente, no sirve tener un mundo con super héroes danzando a sus anchas.
Ahora en lo que no estoy de acuerdo es en lo del merchandising, jajaja en eso si que me hace reír.
No hacemos nada que un tal Amancio Ortiga no haya echo ya en su empresa TINTITEX, hecho en china dice, si, ojala, el contrato sera en empresas chinas, si, pero sub contratadas a su vez en talleres Vietnamitas con mano de obra india, globalización en estado salvaje, y que quieres que te diga, no lo apruebo pero si hay tolandras que pagan pues oye, como dijo un ministro en el juzgado, !ES EL MERCADO AMIGO¡.
Mientras divago mentalmente sobre el libre mercado, economía global, y sus efectos, una señora que estaba en el bus se lía a bolsázos con el barbas, hasta ahí se podía llegar, como super no lo podía permitir, si ella tenia la voluntad de enfrentarse a el, yo no puedo seguir un segundo mas en el suelo.
Me incorporo y voy directo por el barbas, seguro que de otro manotazo me vuelve a tumbar, pero no puedo dejar a la abuelíta hacerlo todo.
Aunque en este mundo de fantasía, pueda ser la superabuela.

El malo tenía su guasa, pero de marketing y merchandising friki no tenía ni idea. Seguro que no había ido ni una vez a un cosplay, ni a una convención, n tenía amigos que se llamaban Mazinger como tú. El tipo podía tirar rayos, podía estar cuadrado y tener ese look de buenorro con barbita a lo Russell Crowe en gladiator, pero de frikismos no podía darte clase, lo atestiguaban todas y cada una de las camisetas frikis que habías llevado en tus días jóvenes, y no tan jóvenes, tanto a clase, en citas, a las bodas (debajo del traje, por supuesto), por no contar la colección de gayumbos que obraba en tu poder. Era ponértelos y sentir como tus.... bueno, tus huevos, estaban protegidos ante cualquier mal. La risa te ayudo a levantarte, la risa era terapéutica decían, pero lo que realmente te puso en marcha fue ver a la viejecita arrearle de bolsazos al malo.

El tipo que estaba peleado con la maquinilla de afeitar se la quitó de encima, no le dio muy fuerte, pero era una viejecita, y nada más caer tú ya sabías que se había roto la cadera fijo y no podría veranear en Benidorm en ese año, pero aun vieja y vencida no había dicho su última palabra (la penúltima en realidad, la última fue cabrón... Menuda era la vieja). Con gran esfuerzo y gesto de sufrimiento se quitó un zapato, una chancla, la blandió al aire como si fuera la dama del lago y te la lanzó. No es que fuera a ganarse un puesto en los New York Yankees, pero era lo único que tenía. Tras ello se desvaneció, mientras tu te lanzabas al ataque con todo lo que tenías.

Te miró con su mirada láser y te dio de refilón. Pudiste oler a guiri en Mallorca en mes de agosto, o a cerdo al que le están quitando los pelos, pero aguantaste, por la vieja, por la rubia, por tus cojones morenos. El tipo te intentó soltar dos galletas, así, en plan Apollo Creed, pero tú eras como Rocky, no había dolor, solo esperabas a que se cansara para darle lo suyo, y vamos, vamos si se lo diste. Izquierda, izquierda, derecha, derecha, adelante, detrás, 1, 2, 3, le bailaste toda una yenca en la jeta, le diste un palo por cada una de las letras del abecedario, que el tipo cuando pararas iba a estar cagando dientes durante toda la semana. Le habías podido, tú solito, con tus manitas, habías cogido al malo, le habías dado una tunda, y habías salvado el mundo, a la rubia, a la vieja. Te sentías en la cúspide del mundo, y encima tenías un cuerpo todo mazado, un pelazo y una línea de merchandising ¿Qué más podías pedir?

Te diste la vuelta para examinar el panorama, el tipo ya estaba vencido y solo necesitabas que viniera la policía por él. Al darle la espalda se levantó, se dirigió a ti con intención asesina y cuando estaba a punto de arrancarte el corazón una chancla voló por el aire. Tú no sabías que las chanclas pudieran clavarse, pero Starlight lo había hecho, le había pegado tal chanclazo que le había volado media cabeza. Se retiró el pelazo de rubia con un gesto femenino y calculado y te dijo

- Eran unas chanclas doctor martens.... ¿Estás bien?

Si es que encima de estar buena era fuerte, tenía puntería, y era rubia... ¿A que esperabas? En la vida, cuando te dan limones, tienes que hacer limonada, pero joder, cuando te la dan hecha, y te la sirve miss mundo, vamos, que cuando la vía te sonríe, no hay que ponerle cara de culo.

Ahora creo que lo voy entendiendo todo, comprendo esa clase de comentarios y actitudes, ya lo voy pillando, claro, solo me costo media vida, y todo un viaje de alucinaciones que ni las peores pesadillas, pero creo que ya lo pillo.
Toda mi vida fui siempre el correcto, el gentil, el educado, el bueno, primero por que es lo que se supone que debe ser uno, y por que no decirlo, por que siempre creí que uno recibe lo que siembra, pero ¿Que recibí yo?.
Indiferencia, falta de respeto, ser relegado y siempre el ultimo, un pargela, un tolai, y siempre por mi cumpla, por no hacer frente a los problemas, por resignarme y asumir mi derrota.
Pero eso no es lo que ocurre, ahora me siento mas vivo que nunca, mejor que ningún día de mi vida, me siento cansado, adolorido y con el sabor de la sangre en mi boca, pero nunca me sentí mejor.
La adrenalina, dopamina, seretonina y toda cuanta sustancia terminaba en -ina, que de una u otra manera estimula el cuerpo humano, fluyen por todo mi cuerpo como una cascada en plena jungla.
Le doy una somanta de palos al barbuchas que Mike Tyson a mi lado era un sparing de peso pluma, ni las veía venir, solo llegaban y estrellaban en su rostro.
Incluso, para ser justo, hice un par de combinaciones y de golpes totalmente innecesarios, solo por lo bien que me sentía, joder. Y ni la mas mínima sensación de lastima o de arrepentimiento, nada, cero, solo disfrute y goce absoluto cada vez que mis puños impactaban sobre su rostro.

Una vez vencido y apaleado tirado en el suelo mas echo mierda que un calcetín usado, va la rubia y de un chancletazo le vuela media cabeza.
Vaya técnica, vaya potencia, vaya..., me quedo con los ojos como platos por unos segundos y la miro.
Joder, mi madre era buena lanzando la zapatilla, de echo cuando era niño creí que se entreno con ninjas para obtener esa depurada y certera maña. Disponía de un amplio catalogo de golpes, "el misil rastreador", te lo tiraba desde la cocina estando en mi habitación y la zapatilla solo volaba, sorteaba el pasillo, giraba a la derecha, entraba en mi cuarto y me golpeaba, si creces con un enemigo con ese desarrollo tecnológico, y sin opción a hacer túneles, !como te salvas¡ ya me gustaría ver al vietcong contra mi madre, el pobre Ho chi minh no muere de viejo.
Y como esas mil trucos mas, pero hasta hacer volar media cabeza, pues no, !joder con la rubia¡

Si, estoy bien, "guapa", le digo mientras le muestro una sonrisa y un gesto de complicidad. ¿Tu, como estas?.
La respuesta era obvia, !como estaba la rubia¡.
Aquí parece que ya terminamos, ¿Nos vamos?

Lo habíais derrotado del todo, tanto que lo iban a tener que recoger con fregon, porque los súpers nunca se hacían cargo de la limpieza, para eso había una brigada para encargarse de todos los destrozos, un seguro de responsabilidad civil de tantos ceros que tenía que escribirse en una cartulina y sobre todo, lo mejor, la prensa y los palmeros. No sabíais de donde habían salido, pero ya os estaban haciendo fotos y vitoreandoos mientras la pobre ancianita agonizaba de su fractura de cadera. Se te acercó una periodista pelirroja muy destapada y te puso el micrófono en los morros

- Homelander, homelander, ¿Qué se siente al enfrentarse a alguien con un poder parecido al tuyo? ¿Crees que la ayuda de Starlight ha sido primordial? ¿Incorporareis la chancla dentro del arsenal heroico?

La verdad es que la mujer no se daba cuenta de cuando sobraba. Allí había tensión sexual no resuelta. La rubia, tú, y nadie más, las cámaras podían esperar. Starlight se acercó a ti, sonrió a cámara y dijo

- Esto es en nombre de todas las mujeres de Nueva York, y en el mío propio, Homelander, eres un héroe.

Y te besó, delante de las cámaras. No es que fuera el beso más largo del mundo, pero no se podía negar, aquella mujer tenía dinamita en los labios. Solo una persona la había tenido, tu ex, pero aquello te enseñaba que había más peces en el mar, que con ese cuerpo y ese pelazo todo era posible, y al menos ya no te quería matar. Notaste una presión en el pecho, tal vez el bazookazo te había causado una hemorragia interna, tal vez aquel cabrito te había despachado pero tu cuerpo no se había enterado todavía. Te zumbaban los oídos y te dolía el pecho y notaste que te besaban mientras la rubia te miraba extrañada, a un metro de ti, pero sin tocarte. Llantos, llantos y presión en el pecho. No entendías nada, de pronto notabas frío en la espalda, frío y más llantos, golpes en el pecho, y besos.

Abriste los ojos y diste una bocanada de aire como si fuera la primera vez que respirabas. Estaba todo oscuro pero no estabas solo, alguien lloraba, de alegría, alguien que con voz temblorosa te decía

- Joder, que susto me has dado. ¿Estás bien?. Te he encontrado medio muerto en el suelo y...y... - se le rompía la voz - y he empezado a hacerte la RCP, pero no esperaba.... Joder Diego, no me vuelvas a hacer esto nunca más.

La voz la habrías reconocido en cualquier sitio. Era Laura, tu ex. No habías vuelto a saber de ella en un par de meses, desde que se mudó con su instructor de Hot Yoga, pero recuerdas que te dijo que iba a pasarse a coger algunas cosas. Tú estabas en el suelo, ella estaba a tu lado, con las manos todavía en tu pecho. Todo era perfecto, salvo la costilla que te había fisurado haciendo la RCP. Era una mierda, pero estabas vivo y fuera de la televisión. No más osos, no más locos que tiran rayos por el culo, solo la vida real, una nueva oportunidad para hacer las cosas bien, o para cagarla de nuevo.

Después de darle una paliza al barbas y repartir de forma desinteresada mas hostias que alimentos los de Caritas, de la nada me veo rodeado de gente, sin saber de donde salen, me veo rodeado de personas.
Palmadas en la espalda, peticiones de fotos que acepto con la mejor de mis sonrisas, gritos, silbidos.
Por fin soy el centro de atención por algo heroico, y disfruto el momento, eso si, echando alguna mirada, casual y picara a la rubia, no vaya a ser...
Una periodista me aborda sin mas mientras sigo atendiendo al gentío.
No me apetece nada atender a la gente, y mucho menos ponerme ahora a responder preguntas, solo deseo que esto acabe y poder empezar algo con la rubia, pero la tipa tampoco esta nada mal, y !ademas pelirroja¡. Mi mente comienza a divagar sobre un posible trío el cual podría ser la siguiente campaña de Benetton. Si ademas de ropa tuvieran departamento de orgías, claro.
Ni escucho su pregunta, ni tampoco se que responder, solo pongo mi mejor sonrisa e intento decir algo para quedar bien.
Un el mal nunca triunfa, las drogas no son la respuesta, o no olviden mineralizarse y supervitaminarse, pero por suerte nada de eso llego a pronunciar pues la rubia se acerca y me planta un beso delante de las cámaras.
No fue gran cosa, pero estuvo mas que bien, corto en tiempo pero correcto en todo lo de mas.
La presión adecuada, el tacto sutil sin entrar en el lengueteo pero llevando el momento a mas que un simple "pico". Muy disfrutable, y si, ya se que no me besaba a mi y era al cachas repeinado que jamas seré, pero disfruto del momento de todas formas.
Pero todo lo bueno dura poco y un dolor en el pecho me invade de repente, !Dios, como duele¡, me cuesta respirar, y el dolor cada vez es mayor, me falta el aire, me asfixio poco a poco.
La presión en el pecho aumenta, y me cuesta respirar cada vez mas, cuanta mas presión menos aire entra en mis pulmones,no puedo toser, un sudor frío recorre mi espalda, todo a mi alrededor se desvanece poco a poco.
!En serio¡ ahora que podía intentar un trío entre la rubia y la pelirroja, ahora que me tocaba disfrutar y no andar discutiendo con un viejo mojado hasta los huevos, ahora que no tenia que correr delante de un oso, ahora que había terminado con el malo, ahora que me tocaba lo bueno, ahora me tenia que morir.
!Maldita mala suerte¡ Bueno, por lo menos me llevo un agarron de las mejores nalgas que pude tocar en mi vida, y un beso de una tremenda mujer. Si tocaba morir no estaba mal el final, no era lo mejor, pero bueno.
Con mis ultimas energías y aliento, consigo abrir los ojos y me sorprendo lo que veo.
Ya no soy el cachas repeinado, ni estoy con la rubia, aparezco en mi pequeño apartamento tirado en el suelo con mi ex, solo la miro sin articular palabra mientras recupero poco a poco el aire y vuelvo en mi.
Ella tiene sus manos en mi pecho, presionando de forma rítmica, como si hiciera una reanimación.
Sus ojos llorosos, su expresión de preocupación en el rostro, sus palabras de angustia.
Era Laura, mi ex, la mujer de mi vida, bueno, la única mujer de mi vida, fue mi primera novia, mi primer amor, mi primera vez, y parece que mi heroína.
Con gran esfuerzo y en un leve hilo de voz consigo responder.
- Si Laura, estoy bien, muchas gracias. mientras todavía respiro con esfuerzo.
Cierro los ojos y suelto un gran suspiro mientras intento volver al sueño con la rubia, pero parece que se desvanece por completo, solo asumo mi realidad y vuelvo a abrir los ojos, mirando a Laura fijamente a los suyos.
-No llores anda, que estoy bien le digo mientras paso mi mano por su rostro y seco sus lagrimas.
Eres la única mujer con el poder para matarme y salvarme a tu antojo le digo mientras le dedico una leve sonrisa e intento incorporarme.
Me duele todo, estoy echo mierda y lo mas sensato sería quedar tirado, pero ya no, ese Diego Gomez quedo atrás, ahora me levantaría por mi mismo de todas las caídas.
¿Y que te trajo por aquí "guapa"? le pregunto mientras me voy a la nevera y le echo una mirada de arriba a abajo.
¿Quieres tomar algo? No se ni lo que hay en la nevera, y no creo que mucho, pero de todas formas la invito a algo, me había salvado la vida, que menos que ser cortes, siempre quedaba el chino abajo o pedir algo para llevar.

Todo lo que va viene. Todo lo que sube baja, y tal como se te había subido el soufflé de los pectorales se te había bajado, y de rebote se te había subido el tamaño de los "abobinables". Volvías a estar rellenito, pero era mejor estar rellenito y estar acompañado que rellenito solo, y aunque la postura era un poco vergonzosa y el corazón te iba más desacompasado que un desfile de cojos ella estaba allí. Laura estaba allí, te había devuelto de un anuncio de campofrío por navidad, y a cambio solo te había dejado las costillas del revés, pero estaba preocupada, y se notaba que había llorado por ti. Cuando finalmente consigues responder te suelta un puñetazo en el brazo y te dice

- Si me vuelves a hacer esto te juro por Dios que te mato yo misma y te entierro con mi madre. - Y es que las relaciones con tu exsuegra nunca habían sido las más cordiales. Laura esboza una sonrisa forzada mientras te mira como si te fuera a dar un telele de nuevo. Cuando le pasas la mano por la cara se deja hacer, una actitud muy distinta a cuando se piró, que te digo que no la ibas a tocar ni por bluetooth. Te volvió a dar otro golpe por decirle que estabas bien y que podías matarle, pero era uno de esos cariñosos - Ya si eso lo dirá el médico si estás bien, ahora voy a llamar al 112 y te vas a hacer un chequeo, que te necesito en forma....

Te ayudó a incorporarte y con su ayuda llegaste al sofá. No era plan de morir de una pulmonía después de que te hubieran tratado de ejecutar con la silla eléctrica.  Tu otro tú se habría quedado tirado hasta que llegara el 112, pero tu otro tú se había ventilado a un supervillano y había besado a una superpiba, así que tu nuevo tú bien podía ir a la nevera a pillarse una cerveza y algo de picar. Si había que morirse por una hemorragia interna, al menos que te pillara con una birra en la mano. Con tu seguridad recién ganada le preguntaste por el motivo de la visita. La chica te sonrió, parecía casi, ¿avergonzada? por tu inesperada labia y cuando le preguntaste si quería beber algo te dijo que le trajeras lo mismo que a ti. La nevera estaba llena, afortunadamente, de cerveza y pizzas de tarradellas, comida de soltero, muy alejada de la comida más sana que comías cuando estabas con ella. Por una vez no te dio la paliza con lo de la comida sana, simplemente abrió la cerveza y se sentó frente a ti mientras te miraba de arriba a abajo.

La verdad es que parecías un cromo, pero allí estabas, vivo, y ella estaba allí, y todavía no te había dicho lo que quería. Carraspeó y te dijo

- He pasado a buscar los zapatos de fiesta y los trajes, aun están en el armario del vestidor. ¿Te acuerdas de la boda de mi prima Enriqueta en el pueblo? Pues eso, que quería ver que me cabía para deslumbrar ante todas esas paletas. - Te miró, te estaba valorando, aquella era la mirada que ponía cuando comparaba entre un bolso y otro y comparaba sus características, era su mirada de cazadora de gangas - Había pensado que podrías venir conmigo, Diego, pero sin pensar cosas raras. Mis amigas todavía no saben lo nuestro y, bueno, Heli - el maldito profesor de Hoy Yoga - está poniéndose muy pesado en ir desnudo a la boda, que es una costumbre de Brasil.... así que te estarías haciendo un favor a ti mismo, porque si no ¿Qué ibas a hacer? ¿Tratar de suicidarte otra vez? Así te da el aire, además, me debes la vida.... así que digamos que me podrías acompañar y, bueno, ¿Crees que podrías perder 8 kilos para este fin de semana?

Siento dolor en todas las partes de mi cuerpo, incluso en zonas que jamas sentí ni que tuviera, pero bajo esta situación intento mantener la entereza y la compostura.
Voy a la nevera y le ofrezco una cerveza, pero veo lo que ahí en la nevera y esto se va a la basura de una vez.
- Toma una. Le digo mientras le entrego una botella. -El abridor esta en el segundo cajón. mientras lo señalo.
En otro momento se lo hubiera abierto yo, pero si tiene dos manos que las use... si quiere.

Me siento a su lado y la observo de forma seria y desinteresado, escucho con atención lo que me tiene que decir y viene a pedir, suspiro y me respaldo totalmente en el sofá, como siempre Laura haciendo de Laura otra vez, y era algo que odiaba de ella, el ser usado según sus necesidades y caprichos, pero aguantaba por que, ¿Que podía hacer?.

Era una buena oportunidad, siempre se dijo que de una boda sale otra, y pueda ser una pequeña entrada, un pequeño hueco por la ventana donde poder colarse y poder volver con ella.

Pero la verdad es que el plan era solo por mantener las formas, bueno, por eso y por que el otro quería ir en bolas.
No creo que me comentara nada si el tipo estuviera dispuesto a usar traje.
-Pues no se Laura, no me apetece mucho ahora mismo el ir a una celebración solo por mantener las formas y por que tu primera opción quiere ir en pelotas.
Adelanto mi torso dejando de tener la espalda recostada y la miro fijamente.
-Te agradezco y mucho el que me hayas salvado, pero me dejaste en la mierda, y me esta costando mucho salir, no quiero disfrutar un día, por aparentar, y tener luego que volver a la mierda de nuevo
La miro directamente a los ojos y con seriedad digo,-Tengo que volver a rehacer mi vida, contigo, o sin ti.
Suspiro y frunzo el ceño mientras toco mi pecho.
Me sigue costando respirar no se si por el dolor de las costillas rotas, o por el esfuerzo de mantener cierta dignidad frente a ella, eso era algo que nunca hice y no sabia hacer por lo que el esfuerzo para mi era inmenso, pero no pensaba ir, ni pensaba decirle que no tan rápido, no quiero jugar con ella pero voy a darle una ración mínima de su propia medicina.
-Dame un par de días y lo pienso le digo mientras vuelvo a recostarme mirando de forma vaga la tele apagada, observando nuestro reflejo en la negra pantalla y su cara de asombro al escuchar mis palabras.

Se acabo Laurita, pienso jugar duro, si crees que tenía como plan principal el suicidarme decirte que llegas tarde, tu oferta me hubiera parecido muy tentadora ayer, si vinieras esta mañana, por supuesto hubiese aceptado, si lo pidieras antes de sufrir este ataque, obtendrías un rotundo si, pero, no se si para bien o para mal, hiciste esa oferta después de sufrir una experiencia fantasiosa, que no se definir, y ahora no.
Ahora es demasiado tarde princesa.

Miro su rostro y esta seria, muy seria, seguro no se esperaba esta respuesta, me siento con un dolor de la hostia, un malestar de tres pares, y el respirar es una odisea, pero estoy muy tranquilo.
Ni cuenta me dí de que no había abierto todavía la cerveza, y la verdad tampoco me apetecía, quiero comenzar con nuevos hábitos y quiero hacerlo cuanto antes.
Cuidarme, beber menos, comer mejor, hacer deporte, salir mas, aumentar mi circulo de amistades y hobbies, no ser tan sedentario, etc etc, Tenía una lista de cosas enormes por hacer, pero dejar de ser un pelele con Laura, esa ya no estaba en la lista, hoy era el principio del cambio, ese punto sin retorno del cual ya no hay marcha atrás.
Iniciaba mi camino a las tierras de Mordor, en una aventura de la cual solo tengo dos opciones,o volver triunfante o morir en el intento, pero nunca mas volver a ser el temeroso y huidizo personaje sin carisma.
Eso se acabo.
Y se acaba aquí y ahora.

Pude jugar otras opciones, decirle que si pero no como pareja, decirle que si, pero todo tiene un precio, si pero como amigos y le pensaba atacar a toda la que viera medio dispuesta, y que no pensaba respetar ni a la novia, pero eso hubiera sonado a sobrada de aquí a China.

Voy a dejarlo así por el momento, creo que e sido bastante claro y directo, ahora le tocaba a ella actuar, y me imagino por donde va a ir pues nunca le gusto que la confronten y no acepten sus peticiones siempre fue muy caprichosa.

Respiro profundamente mientras cierro mis ojos, solo espero sus palabras, su frustración y su cabreo, son cosas que puedo aguantar, pero no sus gritos, de echo como inicie su respuesta con uno de ellos pienso decirle que baje la voz, solo pienso mantenerme firme, y mantener la calma.

Laura cogió la cerveza de tu mano y no se abstuvo del contacto. Te paso la mano con ternura y te miró como si no hubiera pasado el tiempo, de hecho ni siquiera protestó cuando la mandaste al cajón a por el abridor. Lo sacó, se abrió la cerveza en un gesto elegante, casi sexy, y se acercó coqueta a ti para brindar contigo su cerveza y explicarte su problema con la boda y donde cabías tu en él.

Tu respuesta le cayó como un jarro de agua fría y su sonrisa se esfumó. Te volvió a mirar con una mezcla de odio y rabia y tiró el abridor de mala manera a la pica de los platos. Resopló, haciendo un esfuerzo por contenerse y volvió a la carga

- Pues no es que te haya preguntado si te apetece o no, además, eres mi primera opción, no se lo he preguntado a nadie más - y a partir de ahí empezó a crecerse, a ser más Laura, así que con su sonrisa más despampanante te dijo - Pero vamos, que si no quieres no pasa nada, ¿eh?. Yo he venido a por los trajes y ya está, los cojo y tan amigos. 

Si esperabas que llorara o rogara podías esperar sentado. Laura era una orgullosa, y tenía más mala leche que un guardia civil retirado. La conocías, bajo esa sonrisa ardía la furia de diez soles, así que aquello era una pequeña satisfacción para ti. que te habías pasado varios años bajo su tiranía. Volvió de la habitación con un par de trajes y una bolsa pequeña que no habías visto nunca. Te la enseñó con una sonrisa y te dijo

- Esto es como un paracaídas, hay que abrirla en caso de emergencias. - Escuchó tu discurso melodramático sobre lo mucho que te había hecho sufrir y ella te mantuvo la mirada y luego negó con la cabeza - A ver, yo no tengo la culpa que estuvieras tan enchochado, y la culpa es tuya, te descuidaste y empezaste a coger peso, y ya no querías salir de fiesta, solo netflix, y joder Diego, ¿Tu te piensas que soy el tipo de mujer que se pasa un fin de semana en casa viendo las versiones extendidas del señor de los anillos? Pues no, este cuerpazo -  y lo tenía, que el monitor de Hot Yoga tenía que estar dándole trabajo extra - necesita ver la calle, salir de cena, joder, vivir, que parecía como si tuviéramos 60 años. A ver, yo no te digo que no rehagas tu vida, pero lo puedes poner en pausa, como los deseos de ir al gimnasio en enero. Yo solo quiero enseñarte una cosa, y luego ya si acaso tu decides...Esto es lo que me voy a poner

Y te enseñó el vestido azul eléctrico que se había puesto para alguna boda y le hacía tan buen culo. Te sonrió, con picardía, y abrió la bolsa, enseñándote su contenido, una pieza de lencería que nunca antes se había puesto contigo. - Debajo pensaba ponerme esto - Sonrió y te dio un golpecito - Venga hombre, que ya si acaso puedes rehacer tu vida al día siguiente, tu me ayudas, y ¿Quién sabe? Ya sabes que en las bodas se me suele ir la mano con el alcohol, igual echamos el último de despedida. 

El hecho que dijeras que te lo ibas a pensar la contrarió pero no te dijo nada. Guardo su picardías en la bolsa y se dirigió hacia la puerta. Antes de irse se giró y te dijo

- Venga hombre, si te he salvado la vida, y solo es una noche ¿No vas a hacer ni eso?. Irá en tu conciencia.... en fin, si no me llamas mañana a primera hora me busco a otro, así que no pienses tanto, no sería la primera patada que te doy.

Y cerró la puerta con un signo de interrogación. Sospecho que así, pretendía burlarse el olvido de ti.

El caso es que la cabrona me conocía incluso mejor que yo, y eso me jodía, sabia de antemano como iba a reaccionar, que decir, que hacer, y como un buen "pelele" siempre funcionaba, incluso esta vez tuvo que recurrir a la lencería y posibilidad de sexo de despedida, y me tenia, estaba a punto de decir que si, ya volvía otra vez a su red, pero dijo esa ultima frase esa que sonó como un disparo matando mi ya poca personalidad.
No Laura, no, esta vez no, "No sería la primera patada que te doy".
Pues tenia razón, no era la primera ni la segunda, pero va a ser la ultima, no mas, de echo ni espero a que llegaran los del 112, aquí me dejo para que me joda y le de vueltas a la cabeza.
Pero no, según cerró la puerta, Laura se fue de mi vida, Laura no está, ni se le espera.
Tenia razón en muchas cosas, es verdad que había dejado de cuidarme y mi estado físico quedó mas que relegado, me deje llevar por la rutina diaria, el esfuerzo laboral, tragando carros y carretes por no ser despedido, por continuar en la empresa, siendo relegado una y otra vez haciendo que el contacto con otras personas llegara a no disfrutarlo pero eso se acabo, voy hacerme valer, y comienzo ahora mismo.

Cojo el ordenador y comienzo a redactar un correo al departamento de recursos humanos, solicitando un aumento salarial por los servicios prestados, los años en la empresa, y mi valoración personal como trabajador en la empresa.

Una vez enviado reviso las webs de empleo para comenzar un nuevo cambio en mi vida, incluso busco ofertas laborales en el extranjero, para empezar de cero y dependiendo de mi, pues hacerlo a lo grande.
Redacto varios curriculums, cubro formularios, envío mensajes a mis contactos de linkedin.

Bien, un cambio en mi vida laboral iniciado, pero quedan mas pasos, busco gimnasios, centros deportivos y alguna actividad deportiva que me resulte interesante y que este en el barrio por lo menos.

Vale, eliminar el sedentarismo en proceso, ahora queda buscar recetas y alimentos saludables, un asesor de estilo, y cambiar un par de cosas, y el nuevo Diego esta en camino.
De echo ahora que lo pienso siempre quise montar en moto, pero nunca tuve la oportunidad, pues mañana me paso por la autoescuela y me informo para sacarlo.

Un nuevo futuro se levante delante de mi, y pienso aprovecharlo al máximo.

De echo que cojones, pienso hacerlo ahora mismo.
Agarro mi teléfono busco a Laura entre los contacto y le envío un mensaje.

Oye, que estaba pensando, por que no vuelves te pones esa prenda que me enseñaste y echamos el penúltimo y vemos si el ultimo se echa en la boda o no.

Seguro no volvía pero si no lo hacia ya tenia excusa para no ir a la boda.

No podías negarlo, te conocía, hasta el tuétano. Sabía que tecla pulsar para que saltaras, meneando la cola como un perro abandonado al que su dueño vuelve a buscar. Tal vez le habría funcionado si fueras el antiguo Diego, pero no lo eras. El antiguo Diego no había pescado salmones, no se había peleado con un viejo a hostias, ni había corrido de un oso, y sobre todo, sobre todo, no le habían besado rubias de película por tener unos abdominales donde se podía planchar una camisa sin problemas. Eras un nuevo Diego, uno mejor, y no ibas a caer en esa mierda, porque aunque fuera por una vez en tu te ibas a respetar, por mucho que te dolieran los huevos.

Cuando se fue te encomendaste a una cascada de buenos propósitos porque aquello no podía seguir así. Eras consciente de que te habías dejado pensado que todo estaba hecho, que Laura y tú erais felices, que envejeceríais juntos y todas esas cosas de película romántica del domingo. Tú habías luchado en tu empresa, intentando hacer frente a los pagos de la hipoteca con el EURIBOR por las nubes, tragando una y mil veces mientras los ascensos te evitaban como si tuvieras la lepra, todo por aquella relación, todo para acabar así, medio electrocutado por una televisión y tratado por tu ex como si fueras un trapo. Aquello iba a cambiar, ya.

Tu vida iba a cambiar, empezando por tu trabajo de mierda. Comenzaste con la prosa creativa de tu currículum para hacerte relucir como si hubieras inventado la cocacola y comenzaste a llenar con él la competencia de tu empresa. Sabías que podían chivarse, pero buscar curro no era ilegal y si te echaban te iban a tener que pagar una pasta y tenías el paro y 2 años a la bartola tampoco se veían tan mal, que habías trabajado tanto como tres chinos juntos. Lo siguiente el gimnasio, el del barrio te valía, y sobre todo empezar a dejar de comer de Tarradellas e incorporar algo verde a la comida. No creías que lograras los abdominales de patriota, pero al menos dejar de tener forma de botijo, y que no falte la moto, que no haya un cuarentón sin su Harley.

Lo tenías todo controlado en tu cabeza, te sentías fuerte como un titán, y era el momento de la venganza, o de doblar los beneficios. Le escribiste a Laura sobre la posibilidad de que volviera para ensayar el polvo de la boda, pero la muy .... la muy muy lo tenía previsto y lo único que hizo fue mandarte una foto para que se lo vieras puesto y para decirte, el día de la boda más, cariño.

Se iba a cagar. Esa semana empezaste a ir al gimnasio en plan animal, comiste solo verde y para el día de la boda habías perdido 5 kilos con tu plan de choque. Te compraste un traje nuevo y fuiste a la peluquería, que para ser cuarentón tener pelo era un logro desbloqueado, y con tu mejor aspecto en años te plantaste al lado suyo. Estaba tan segura, estaba tan feliz de tenerte ahí como un perrito moviendo la cola, no se lo vio venir. Te comportaste durante la ceremonia, en la cena ignoraste deliberadamente todos sus intentos de encandilarte, y cuando empezó la barra libre comenzó la caza.

Ella intentaba ligar con los camareros para llamar tu atención, pero tu atención estaba en sus amigas. Casi todas divorciadas, alguna de ellas incluso más guapas que Laura. Todas te decían que el traje te sentaba genial, que te veías más joven, que parecía que te habías quitado un peso de encima, y estaban en lo cierto, y bien valían un polvo de despedida, pero eran como tu exmujer, así que era mejor pasar de ellas. Empezaste a buscar en las invitadas del novio y la conociste. Era mona, no espectacular y llamativa como tu ex, porque no le gustaba llamar la atención pero era mona, y sobre todo, te entendía. A ella también le habían dado la patada hacía nada, y su ex le había pedido que le acompañara, estaba harta de su trabajo y quería dejarlo todo y viajar.

Bailasteis, bebisteis pero sobre todo hablasteis, teníais mucho en común, incluso lo de la moto, así que quedasteis para apuntaros en la misma autoescuela. 

Os hicisteis amigos, con Elisa era muy fácil hablar, y desterraste de tu vida a Laura, sacando todas sus cosas de tu casa y poniéndolas en un trastero en plan "¿Quien da más?". El gimnasio te iba bien, ya empezaba asomar la tableta y como en tu trabajo las cosas no mejoraban les distes los quince días. Fue muy divertido verles hacerte contraofertas para que te quedaras, pero estaba decidido, Elisa y tú ibais a montar una empresa organizadora de viajes en moto. Ella tenía experiencia en turismo, tú podías hacer una página web en tres patadas, así que en un visto y no visto "Despechado Moto Tours" estaba en el aire.

Fue un éxito. En el primer tour llegó el primer beso, y después todos los demás, besos que la vida (y Laura) te habían escatimado. Eras feliz, tenías una empresa, y una chica que de verdad te entendía. 

¿Y Laura? La habías visto de lejos en el corte inglés. Estaba desmejorada, había engordado, y más que cintura de avispa parecía que tenía flotador de escarabajo. Te llegó por un amigo común que el profesor de Hot Yoga la había dejado. Te llamó, pero tu corazón estaba apagado y fuera de cobertura. 

Si quería verte ya sabía donde encontrarte, en Despechado Moto Tours se da la bienvenida a todos los corazones cuarentañeros rotos.