Partida Rol por web

Una vez que acabamos con el último de los zombis, me acerqué al penoso humano nigromante. Tenía el brazo izquierdo inutilizado por la herida que me hizo el zombi y me sangraba bastante. El joven novicio estaba en el suelo, con la espada de Anawelle en la nuca. No parecía que quisiera colaborar con ella pese a que estaba en una delicada situación.

-"Yo que tú muchacho, sería colaborativo con la dama. Sino quieres vértelas conmigo, contesta a sus preguntas."

Con gestecillos de la punta de los dedos le indicó a Viveka que había llegado el momento de rapiñar y que entre las dos conseguirían encontrar lo mejor que aquel noble pomposo, elfo delgaducho y militar valentón hubiesen traído con ellos.

En aquel momento, Viveka estaba por fin aliviada, lo peor había acabado y lo que más le alegraba es que ambas estaban bien, principalmente su fiel compañera. Le sonrió y le dio un abrazo cuando terminó de hablar y prodigio a buscar entre las cosas, algo de valor.

tras vencer a los zombies, os ponéis a buscar, a la par que intentáis sacar información del joven nigromante, y os encontraís con la pila de cadaveres que había mencionado Anika, lo cual era mas asqueroso de lo que os había imaginado, y por otra parte el kislevita encuentra una buena cantidad de papiros y libros que aunque no sabía que ponían, le daban muy mala espina y posiblemente era de donde el nigromante sacaba sus poderes para levantar a los muertos.

Un halo de corrupción se notaba en el ambiente, algo maligno y antinatural. La pila de cadáveres era algo asqueroso y vomitivo, alguno de mis compañeros mudaron la cara al observarlo.

Anawelle no quería ver la descomposición, mutilación y asquerosidad de los cadáveres apilados. Sabía que si los veía, se le revolvería el estómago y tendría pesadillas por la noche. Seguía vigilando al nigromante, clavando su mirada en el joven que había causado tanto trastorno, fijando toda su voluntad en él para no ver los cadáveres.

Aquello era grotesco, pues a pesar de que Viveka no tendía a impresionante, la pila de cadáveres en descomposición le hacia sufrir el estómago. Intentó ser fuerte pero aquello era demasiado, a tal punto, de causarle mucha ansiedad.

tras rebuscar, no encontraís nada de valor salvo los pergaminos, salvo tal vez lo que parece una carta escrita en lo que parece un idioma que no conocéis y el nigromante no parece intimidado por vuestras palabras, por lo que lo atáis y entre el matador y el kislevita se llevan al pobre, el camino trascurre sin muchos incidentes.

Al llegar a la superficie, cuando la noche esta a punto de caer y el atardecer rojo sangre va a pasar a la oscura noche, y contarle al alguacil del pueblo y a Brokk todo lo sucedido en la parte donde estaba el nigromante y el gran cumulo de cadaveres y la desaparición de 2 de los grupos, el rompeescudos toma permiso para llevarse al prisionero, mientras el alguacil prepara una fiesta para celebrar la resolución de los problemas de la mina, algo que todo el campamento celebra con jubilo y se prepara un banquete en honor de los aventures y de todos los caidos, aunque lo único que contracta es el grito de dolor del nigromante al ser torturado, la fiesta pasa sin muchos problemas, la cerveza corre a raudales, así como las chicas o algún joven guapo del pueblo.

Pero a la mañana, junto a la resaca se suma otro problema, el prisionero ha escapado, y tanto Brokk como otro guardia se han encontrados dormidos, donde es fácil para una hechicera como Anawelle reconocer el hechizo de sueño sumado posiblemente al de los enanos, ha permitido que el joven nigromante escape, y al entrar en la mina e ir hacía la zona donde esta (y casi perdese varías veces por la resaca), llegan a la zona donde encuentras que hay un monton de cadaveres de skaven y todos los pergaminos y libros de nigromancia han desaparecido, y una caja de piedra que debía de estar llena de piedra bruja totalmente saqueada.

FIN, por ahora.

(anika no que ya la hizo)

No sabía que tenía que tirar de toda maneras - Tres secs! 

Anika volvió a asustarse tremendamente ante aquel terrible espectáculo y se aferró temblando a su jefa quien temblaba tanto como ella. Quizás entre las dos encontrasen el coraje que se les había escapado; con el nigromante hecho prisionero y sus nuevos amigos vivos y coleando no tenía nada que temer --- Bueno, ahora sí pero mañana ya seguro que no.

- Ya pasó lo peor ¿verdad? -preguntó esperanzada al grupo mientras salían de aquel horrible lugar- Así que... ¿Cervezas y pellizcos?

Anawelle miró a Anika. Tan joven e ingenua. No, lo peor no había pasado, estaba por venir. 

-Acepto ese trago, pero de vino.- No quería aguarle la fiesta a la pequeña y la siguió la corriente. Después de esa copa escribiría inmediatamente a los maestros de su orden para informar de todo lo que había visto.

Después de aguantar las náuseas ante aquella escena, Viveka se sintió un poco aliviada de que todo hubiese acabado por el momento. En el fondo, sabía que las cosas podían complicarse de un momento a otro, pero por este día quería simplemente relajarse y divertirse un poco, a pesar de que no estaba acostumbrada a ello.

El extranjero no se sentia agusto con la escena, deseaba poder respirar "arie" -podemos irnos de una vez- dijo algo desesperado.

Este ya se veia en la cabaña, bañandose en compañia de alcohol y señoritas, esto produjo mas desesperacion en el fuerte hombre...