Saltas al vacío antes de que la persona entre el piso. Caes en la calle, haciéndote mucho daño en tu pierna derecha, ruedas y te resguardas entre unos cubos de basura.
Bueno! he entrado porque quería editar el post... ya que la caida desde un segundo son 3D6, no 2D6, :s (de 1m-3m es 1D6, 4-6m 2D6, de 5-8m son 3D6, etc. para ya te habías lanzado!!
Y para que yo lo entienda, entonces fallas Trepar, por lo que debería sorprenderte en la casa.
¿la tirada de Disfraz para qué era?
Y luego tiras Saltar, entiendo que para que no te vean y y huir saltando de un segundo y no hacerte daño.
Aquí debería ser Salomónico, y tirar el 1D6 adicional, pero es un poco injusto porque cuando decidiste Saltar el daño que te había dicho era 2D6, y además te has dado una buena leche de 8PG jejeje
Bueno lo voy a dejar así, diciendo que debajo de la ventana de Brittle hay un contendedor de basuras muy grande que hace que el salto no sea hasta la acera, reduciendo la altura y dejando los 2D6.
Y un comentario legal. Tenéis toda la razón con lo del allanamiento, pero.... son los años 40... en el Bronx... y la Policía a veces abusaba un poco... pero me parece bien todo lo que hagáis. Según la teoría no se puede entrar en una casa sin permiso (y en algunos Estados te pueden disparar si lo haces jaja)
- ¡Mierda...! - Pensó Rogers ahogando un grito de dolor.
Miró entonces hacia la ventana de aquel piso tratando de localizar a su compañero. El salto había sido catastrófico y creía que no le habían visto bien, aunque todo podía ser. Igual saltar desde el balcón sólo había servido para hacerse daño y poco más.
- Vamos Stone... sal de ahí... - Pensó con cierta angustia. - ¿Dónde cojones estás?
Al ver que John se dirigía rápidamente a la ventana, la abría y saltaba... me pensé que la escalera de incendios estaba justo al otro lado. Fui a hacer lo mismo, pero en el alfeizar vi que no había escalera ni nada similar. Abajo, en la acera, al lado de unos cubos de basura, estaba el cuerpo de mi compañero hecho un guiñapo. Me quedé patidifuso, sin saber qué hacer. ¿Descender por la fachada? No, qué va. Terminaría igual que él o peor. Seguramente se hubiera partido las piernas o el cráneo por la caída. Le vi moverse, por lo que muerto no estaba.
El sonido de la puerta me hizo reaccionar y me giré raudo para encararme al tipo que en ese momento estaba entrando. Aún no le veía la cara, pero tenía que encauzar la situación. Me puse recto y con la cara seria, mirando al umbral de la puerta. Era un poli de NY y eso nos hacía superhéroes. Sí, estaba en casa ajena, pero si era sospechoso de algo, el juez lo entendería si resultara que los asesinatos y las locuras las provocaba este tipo.
Motivo: Trepar
Tirada: 1d100
Dificultad: 40-
Resultado: 62 (Fracaso) [62]
Buffff! Perdonadme. Esta semana está siendo criminal en el curro, con jornadas de 14h. Ayer llegué a casa, me duché y me fui directamente a la cama.
Muy malas tiradas, Ank.
- ¿Está bien amigo? - un vagabundo negro, con pelo canoso y sentado en el suelo entre los cubos de basura a un par de metros de ti te pregunta - Créame, entiendo perfectamente su situación... Demonios... Claro que sí.
- Ella era realmente increíble en la cama, y tenía un cuerpo que quitaba el hipo, pero cuando de repente entró su marido con un bate en la mano con la intención de reventarme los sesos... pues saltas desde un segundo piso... o lo que haga falta heheeh
- Eso fue hace veinte años... y desde entonces sigo igual... hehe... en el arroyo - ríe - Tome un poco de esto, le ayudará a calmar el dolor.
Te tiende una botella de licor de la que está bebiendo, metida en una bolsa de papel.
Nada, nada. Tranquilo. Gracias por el esfuerzo de postear, y si estás muy petado avisas y ralentizamos o alargamos más allá de Septiembre. Lo primero es lo primero.
La puerta se abre y entra Brittle relajadamente, lleva en una mano la funda de saxofón, en el brazo un paquete envuelto en papel marrón y atado con una cuerda, y en la mano derecha las llaves, que se está guardando.
De repente te ve, y su expresión cambia a sorpresa y alarma.
- ¿Quién es usted? ¿Qué está haciendo en mi casa?
Ahora (supongo jeje) vendrá una conversación. Para no gastar varios días de tiempo real en eln pregunta/respuesta, sugiero hacerlo así.
Posteas lo que quieres decir y los puntos que quieres tener en la conversación en un sólo post. Él contesta, y si aplica otro post lo hacemos, pero nuevamente con varios puntos.
Ejemplo:
- Hola, he venido a reparar su TV.
- ¿Qué opina usted del arranque de temporada del Madrid? Yo haría ciertos cambios tácticos...
- ¿Estuvo ayer en la despedida de soltero de Harry? ¿Qué le pareció?
- ¿Disculpe, dónde está el baño?
O bien algo más genérico, como prefieras:
Le explico que soy el reparador de la TV. Luego le voy a preguntar por el incio de temporada del Madrid, y si estuvo en la despedida de soltero de Harry y qué hizo ahí. Luego le pregunto dónde está el lavabo, con la intención de huir por la ventana.
Poniendo cara de tipo duro, que no se me daba mal al ser de ascendencia italiana y haberme criado en un ambiente bastante hostil, me voy dirigiendo despacio hacia el dueño del piso. Había entrado y me había pillado, pero había que salir de la situación. Con voz ruda, le respondí:
-"Me llamo George y soy policía. Siento entrar así en su piso, pero estoy investigando un caso muy importante para mis superiores y algunas pistas me han llevado hasta aquí, hasta usted."
Dejé unos segundos de silencio para que digiriera el verme allí y que era policía.
-"El otro día estuve viendo su concierto en el club de jazz y he de decir que toca magistralmente ese instrumento que lleva en el maletín. ¿Dónde aprendió a tocarlo? Debe de ser muy valioso para usted, ¿no?" Le pregunté, mirándole directamente a los ojos y acercándome unos pasos hacia él.
Acojonarle y que se creyera el centro de una investigación policial era primordial. Casi sin dejarle tiempo para responder, proseguí.
-"Veo que ha estado en el ejército. Luchó en la Gran Guerra, ¡vaya! Es usted un jodido héroe. Dígame, ¿quiénes son esos curiosos hombrecillos con taparrabos? ¿Son los que le regalaron todas estas anticuayas?" Le dije, señalando los objetos extraños que estaban diseminados por la casa.
"Me llamo George y soy policía. Siento entrar así en su piso, pero estoy investigando un caso muy importante para mis superiores y algunas pistas me han llevado hasta aquí, hasta usted."
- ¿Un caso? ¿Qué ha ocurrido? ¿Por qué me busca? - dice intimidado al identificarte como Policía.
-"El otro día estuve viendo su concierto en el club de jazz y he de decir que toca magistralmente ese instrumento que lleva en el maletín. ¿Dónde aprendió a tocarlo? Debe de ser muy valioso para usted, ¿no?" Le pregunté, mirándole directamente a los ojos y acercándome unos pasos hacia él.
- Gracias - dice halagado pero cauto - Aprendí un poco en Alabama cuando era adolescente, pero aquí en NY he tomado clases. - Te acercas unos pasos, pero él se mantiene quieto, no retrocede o parece importarle que te aproximes.
- ¿Mi saxofón? - lo apoya con cuidado en una mesa, y también el paquete - Me costó el sueldo de seis semanas para comprarlo en una casa de empeños. No es gran cosa, pero los hay peores. - sonríe.
-"Veo que ha estado en el ejército. Luchó en la Gran Guerra, ¡vaya! Es usted un jodido héroe. Dígame, ¿quiénes son esos curiosos hombrecillos con taparrabos? ¿Son los que le regalaron todas estas anticuayas?" Le dije, señalando los objetos extraños que estaban diseminados por la casa.
- Sí que he estado, ¿Señor...? - dice dando pie a que te presentes con apellido - Serví en la Guerra como Radioperador de Bombarderos en la Quinta Fuerza Aérea - dice sin ocultar un tono de orgullo, era muy raro que una persona negra tuviera acceso a tripulación de combate. - Tuve que completar mis estudios y aplicar y esforzarme mucho, pero lo conseguí.
- Esa gente son los Dayakos. - mete las manos en los bolsillos del pantalón - Nuestro avión fue derribado por fuego de los cazas japoneses. El Capitán consiguió aterrizar en una pequeña isla de un archipiélago cerca de Borneo. Allí nos encontraron los Dayakos, una tribu salvaje, pero no nos trataron demasiado bien. Estuvimos nueve meses en semi-cautividad, a decir verdad no podíamos huir de la isla, y las enfermedades se cebaron con nosotros.
- Un día aparecieron unos soldados de las Fuerzas Especiales británicas, que estaban organizando y entrenando a las tribus locales como guerrillas contra la ocupación de japonesa de Borneo, y nos liberaron. La mayoría de estos objetos de arte los compré durante mi servicio en el Pacífico.
Rogers, no te preocupes por haber saltado, igual os viene hasta bien más adelante.
- ¿Qué mierdas estará haciendo Jones? - Se preguntó tratando de mirar a través de la ventana por la que acababa de saltar. - ¡Vamos tío, sal de allí, joder!
Rogers, estaba dolorido y preocupado por su compañero. Ignoró deliberadamente al vagabundo que le hablaba no sabía muy bien por que razón. Para él, aquellos vagos no era mejores que los negros. De hecho eran peores, pero por alguna razón, no podía uno acabar uno con el problema de una forma eficaz...
- Vamos... vamos... - Le intentaba decir a su compañero a través de algún tipo de conexión mental.
Finalmente, y al ver que Stone no se movía, probó su pierna. Aún estando muy dolorida, no estaba rota. Comenzó a caminar no sin dificultad hacia la puerta de entrada. Si George estaba en apuros, no le quedaba otra que ayudarle.
Escuchaba cada palabra del negro absorto, pensando rápidamente qué preguntarle después. Tras varias preguntas acerca de su reclusión forzada por los Dayakos, me centré en el saxofón.
-"¿Me podría enseñar el instrumento?" Le pregunté, sonando más imperativo que nada. "Me gustaría comprobar una cosa. Y dice que lo compró en... ¿Cómo ha dicho que se llamaba esa tienda de antigüedades? ¿Todas las cosas que tiene aquí como recuerdos son de esa tienda también?"
Quería comprobar que la pieza no tenía ningún signo extraño, como runas o marcas esotéricas. Visitar la tienda de antigüedades nos daría más información sobre el instrumento. Una visita al amigo corroboraría lo que me estaba contado el músico.
- Claro, por supuesto - abre la funda del saxofón y lo saca.
Puedes ver que es un saxofón de latón, normal y corriente.
De repente, y antes de que te de tiempo a hacer nada, se lleva la boquilla a los labios y empieza a tocar...
¡Buuum! Tu cerebro hierve al oír esas notas y una sensación de electricidad recorre tu sistema nervioso. Todo empieza a dar vueltas como si estuvieras en una lavadora, y notas esa sensación de horror paralizante que sentiste en el Club y que te sumerge en la locura más abyecta.
Tira Cordura.
- Éxito: Pierdes 1D3+5. Tu mente hace un esfuerzo sobrehumano para soportarlo, y eso te permite hacer una acción. Después caes al suelo de rodillas tapándote los oídos, algo totalmente fútil, pues no puedes evitar seguir oyendo la música, pero tu instinto de supervivencia te obliga a taparte los oídos, próximo a la parálisis del horror.
- Fallo: Pierdes 1D8+5. Las paredes, el techo, el suelo, tu ropa, todo tiembla y desaparece y reaparece intermitentemente. En cada instante que desaparece ves que en realidad estás en un lugar de luz blanca infinita, en el que el suelo hasta donde se pierde la vista son cristales rotos. Pero esa música... sigue sonando cada vez más rápida... ya ni ves a Brittle...¡La música viene de dentro de tu cerebro!
Desesperado te tapas los oídos y caes al suelo gritando horrorizado, y revolcándote en los cristales que hacen sangrar tu cuerpo desnudo. Recibes 1D6 de daño (tira tú)
Cuando sacó el saxofón y se lo llevó ipso facto a los labios, me llevé rápidamente la mano a la pistola. La música empezó a sonar, provocándome un fuerte dolor de cabeza que se extendía por el cuerpo. Apunté y disparé, antes de soltar el arma al suelo y llevarme las manos a los oídos. Me puse de rodillas, dado que todo daba vueltas y mi mente divagaba por sitios extraños. Me estaba pasando lo mismo que en el club, pero más doloroso. Sabiendo que mi compañero se había tirado por la ventana, mucho me temía que estaba solo ante el peligro. Deje de ver al músico y la habitación, para sumirme en las tinieblas...
Motivo: Cordura
Tirada: 1d100
Dificultad: 55-
Resultado: 53 (Exito) [53]
Motivo: Puntos perdidos
Tirada: 1d3
Resultado: 2(+5)=7 [2]
Motivo: Desenfundo y disparo rápidamente
Tirada: 1d100
Dificultad: 70-
Resultado: 68 (Exito) [68]
Motivo: Daño
Tirada: 1d10
Resultado: 7(+2)=9 [7]
Me resto 7 puntos de los 55 que tenía, quedándome 48 PC.
En tu agonía acústica apuntas pero disparas casi por intuición. No oyes la detonación, ni ves el resultado del disparo, pero crees haberle alcanzado porque te parece que deja de tocar....
Aún así tu cabeza sigue dando vueltas y quedas incapacitado en el suelo por la experiencia.
Rogers:
Cojeando visiblemente subes las escaleras del portal. En el portal está aún la mujer hispana con el sombrerito minúsculo, hablando con un vecino en el portal todavía desde que entraste, la puerta del portal está abierta.
Cuando pasas a su lado te mira con los ojos desorbitados como si no pudiera creerlo... ella misma te ha visto pasar hace unos minutos ¿para volver a entrar ahora?
En ese momento se oye un disparo que viene de los pisos de arriba. La mujer, el vecino y tú miráis hacia arriba por el hueco de la escalera.
- ¡Dios mío! - dice ella.
Empiezas a subir cojeando lo más rápido que puedes, cada vez que apoyas el pie derecho te duele muchísimo, debes tener algún hueso de la pierna roto.
A la altura del primer piso ves a Brittle, que está bajando las escaleras por encima de tu posición. Tiene la camisa y americana empapadas en sangre por una herida en el pecho. Se tambalea por la herida, pero baja lo más rápido que puede. Lleva su saxofón en la mano.
Ambos os miráis por un segundo que parece eterno.
¿Qué quieres hacer?
Motivo: Lugar del balazo
Tirada: 1d10
Resultado: 6 [6]
¡Le das de lleno!
1-PD
2-PI
3-BD
4-BI
5-9: Torso
10: Cabeza
- ¿Eso ha sido un disparo? - Se preguntó Rogers al escuchar el sonido en la lejanía.
Sin pensarlo dos veces, el detective incrementó la marcha todo lo que su maltrecha pierna le permitía. A la vez, desenfundó su arma por lo que pudiera llegar a pasar. Sólo esperaba que Jones estuviera bien. No acababa de entender que era lo que estaba haciendo todavía allí dentro, pero aquel sonido indicaba que algo malo estaba sucediendo.
hemos posteado a la vez, creo que mi post cubre el tuyo. Perfecto, sacas el arma.
Puedes seguir :)
- ¡Alto y deja ese saxofón en el suelo! - Le ordenó Rogers apuntándole con su arma. - ¡No tienes escapatoria! ¡Una tontería y viajarás al otro barrio en primera clase!
Las amenazas de John sonaron un tanto ridículas. Tan sólo habló con un hilo de voz y soltó un gallo. Apuntaba hacia el techo en vez de hacia su objetivo y caminaba torpemente sin casi mantener el equilibrio tras el gopetazo contra el suelo. Si, aquel hombre se movía y no hacía caso a sus indicaciones, dispararía. Ya estaba lo suficientemente débil como para dejarle tiempo de pensar a aquel condenado negro.
Motivo: Initimidar
Tirada: 1d100
Dificultad: 65-
Resultado: 99 (Fracaso) [99]
Motivo: Disparo
Tirada: 1d100
Dificultad: 40-
Resultado: 84 (Fracaso) [84]
Intento intimidar... y fallo crítico...
Si se mueve hacia mi con intenciones hostiles, disparo y fallo.
Tus órdenes no funcionan, y sigue bajando escalones mientras te mira fijamente.
Empieza a llevarse el saxofón a los labios justo cuando disparas y fallas.
El disparo le asusta, pero vuelve poner la boquilla en la boca y empieza a interpretar otra de sus terribles piezas de su repertorio a pesar de estar herido...
Tira Cordura.
- Éxito: Pierdes 1D3+5. Tu mente hace un esfuerzo sobrehumano para soportarlo, y eso te permite hacer una acción. Después caes al suelo de rodillas tapándote los oídos, algo totalmente fútil, pues no puedes evitar seguir oyendo la música, pero tu instinto de supervivencia te obliga a taparte los oídos, próximo a la parálisis del horror.
- Fallo: Pierdes 1D8+5. Las paredes, el techo, el suelo, tu ropa, todo tiembla y desaparece y reaparece intermitentemente. En cada instante que desaparece ves que en realidad estás en un lugar de luz blanca infinita, en el que el suelo hasta donde se pierde la vista son cristales rotos. Pero esa música... sigue sonando cada vez más rápida... ya ni ves a Brittle...¡La música viene de dentro de tu cerebro!
Desesperado te tapas los oídos y caes al suelo gritando horrorizado, y revolcándote en los cristales que hacen sangrar tu cuerpo desnudo. Recibes 1D6 de daño (tira tú)
- ¡Para! - Gritó Rogers, pero aquel bastardo no paró.
El dolor en los oídos y la mente se incrementaba. El sonido se incrustaba en su cerebro haciendo que prácticamente quedara paralizado. Pero aquel jodido negro no se iba a ir de ahí así como así. Pese a que había puesto las manos en los oídos para amortiguar el sonido infernal que manaba del saxofón, no había soltado su arma. Con una gran fuerza de voluntad, apuntó con su arma hacia el fugitivo, apuntó de forma instintiva y apretó el disparador.
Motivo: Cordura
Tirada: 1d100
Dificultad: 45-
Resultado: 36 (Exito) [36]
Motivo: Cordura pérdida
Tirada: 1d3
Resultado: 1(+5)=6 [1]
Motivo: Disparo
Tirada: 1d100
Dificultad: 40-
Resultado: 3 (Exito) [3]
Motivo: Daño
Tirada: 1d10
Resultado: 9(+2)=11 [9]
Motivo: Lugar del balazo
Tirada: 1d10
Resultado: 10 [10]
Por fin unas buenas tiradas!
La cabeza de Brittle revienta como un melón, los sesos salpican la pared de la escalera.
Cae rondando escalera abajo y queda a tus pies, con el pecho perforado y la cabeza reventada.
A su lado queda el saxofón abollado.
Ves caer la pistola de tu mano junto a él, rebotando en el suelo, aunque no lo oyes.
Sí oyes los gritos histéricos de la vecina a tu espalda, como algo muy lejano... por debajo de esa música...
Todo es muy confuso, te sientes entumecido, aún con la cabeza dando muchas vueltas, mientras unos enfermeros te sacan en camilla, y a Stone también.
Luego te dan morfina para el dolor de la pierna y te desmayas.
¡Bang! Brittle tiene 14 PG, así que está más muerto que Julio César...
FIN ESCENA 4