Verano de 1947. La ola de calor ha golpeado la ciudad sin piedad. Todo el mundo está enfadado, la gente intenta dormir con las ventanas abiertas, pero es imposible dormir.
Una huelga municipal de los servicios de basura ha provocado que un millón de moscas lleguen a la ciudad dispuestas a darse un festín de inmundicias y sustancias en putrefacción. Al igual que ha provocado que un millón de periodistas y ciudadanos estén haciendo la vida imposible al alcalde, a tan sólo 8 meses de las elecciones.
Lunes, 8:48 AM
Os encontráis en la Comisaria donde trabajáis, en el briefing de la mañana. Todos los detectives de la Comisaría estáis en una sala con sillas de madera, rodeada de archivadores y demás elementos de oficina. Muchos beben café, otros mascan chicle, otros fuman... e incluso alguno está comiendo un donut.
El Jefe de Detectives MacEnzie va asignado casos y tareas. Es un hombre con pelo blanco, delgado y mirada felina. Se ha quitado la americana y lleva las mangas de la camisa subida hasta los codos. Lleva la sobaquera con el arma reglamentaria y manchas de sudor empiezan a asomarse en la tela desde las tiras de cuero que sujetan el arma.
- "Johnson, Turner... un asesinato doble en el Soho.... Nicholson, Scott... un atraco a mano armada en una licorería... Garfield, Nash... un hombre decapitado en el parking del Madison Square Garden"
Finalmente termina de asignar los casos, los detectives se van mientras charlan entre ellos.
- Y recuerden... ¡Tengan cuidado ahí fuera!. - añade MacKeczie
Cierra la puerta y se sienta frente a vosotros.
- Hoy tengo una asignación especial para vosotros. - abre una botella fría de Coca-Cola y se la pasa por la frente.
Los ventiladores del techo y uno sobre un archivador rugen con continuo y eterno zumbido.
- Clark Price es un joven artista que vive de alquiler en el Upper Manhattan. Es un bohemio, y posiblemente un vividor y un drogadicto, y por las noches se dedica a hacer ruido. Ruidos molestos de madrugada, con golpes y no sé qué historias. Hemos enviado dos veces un coche patrulla pero, o no abre la puerta o cuando habla con nuestros agentes no les hace caso.
- No me miren así... ya sé que es una porquería de caso. - Bebe de la botella.- Pero resulta que el sobrino del Alcalde vive en ese bloque. Y ha hablado con su padre, su padre con el Alcalde, el Alcalde con el Jefe del Departamento, el Jefe con el Comisario, el Comisario conmigo.... y ahora yo con vosotros.
- Tenéis que ir y hablar con el Señor Prince, y convencerle de que a partir de ahora debe comportarse como un buen vecino y ciudadano ejemplar. Creo que está claro y no tendréis problemas en que entre en razón.
Os da la dirección, y cogéis vuestro coche (es un coche civil, que no está pintado ni tiene sirena). Lleváis una escopeta del .12 del departamento en el maletero. Por si acaso algún día os encontráis con problemas serios.
De camino tenéis tiempo de una parada en el puesto de perritos de Joshua Algernon, un hombre negro mayor, al que siempre compráis un perrito con todos los condimentos y con el que habláis un rato de beisbol.
Finalmente llegáis a la dirección, es un edificio en una zona buena de Manhattan. Habláis con la portera, una señora mayor delgada de pelo blanco.
- Sí... sí... el Señor Price es muy indecente. Siempre haciendo ruido y con esos olores para las obras que utiliza. Y no saben lo peor agentes - se acerca ligeramente hacia vosotros - a veces sube alguna chica a la habitación... a dónde vamos a llegar.- Se santigua.
Llegáis al quinto piso y os indica la puerta del pasillo que es de Clark, la 555. Ella ya no os acompaña más y rápidamente entendéis por qué: el hedor llega varios metros por el pasillo más allá de la puerta. Se oyen continuos golpes como de metal desde el otro lado de la puerta. El olor es una mezcla de pintura, aceite y Dios sabe qué cosa podrida.
Os plantáis en la puerta y llamáis con los nudillos
- ¡Señor Price! - dice George - ¡Abra, Policía!
Los ruidos cesan de repente, pero a continuación se renuevan a una frenética velocidad aún mayor.
¿Qué queréis hacer?
Post largo pero iré lo más rápido posible en la historia.
Si quieres haberle hecho alguna pregunta a algún PNJ decidme y os contesto aunque esa parte haya acabado.
En estos momentos estáis frente a la puerta. Es por la mañana.
- Dios mío... - Maculló entre dientes Rogers.
Aquello no era un caso. Aquello era sin duda un asunto privado entre gente privada. De no ser por que la queja venía de donde venía, no habrían mandado a nadie hasta el lugar. Aquel asunto era un asunto para los jodidos patrulleros, no para dos detectives como lo eran ellos.
- ¿En serio? - Preguntó Rogers mirando a su compañero. - Stone... ¿de verdad estamos aquí?
Rogers golpeó de nuevo la puerta varias veces y de forma más fuerte e insistente. Si no derribaba la puerta de un golpetazo, poco faltaría.
- ¡Abra la puerta! - Gritó. - ¡Policía!
Rogers no se iba a cansar de golpear con la puerta. Podía estar llamando facilmente cinco minutos seguidos. Si aquel pintor, artista o lo que fuera podía molestar a los vecinos con sus jodidos ruidos, él también podía molestarle a él con su insistencia.
- Se va a enterar... - Dijo mientras se llevaba la mano libre a la nariz. - ¿A qué mierdas huele? - Le preguntó a Stone. - ¿Y si tiene allí dentro el cadáver de las chicas que de vez en cuando suben a su cuarto? - Comentó de forma bromista. Enseguida se le cambió la cara. - ¿Y si... allí dentro tiene el cadáver de las...? - Repitió mucho más serio.
Motivo: Descubrir (olor a muerto?)
Tirada: 1d100
Dificultad: 25-
Resultado: 88 (Fracaso) [88]
Has estado en muchas escenas de crímenes, y es cierto que notas cierta similitud, pero no estás seguro de que pueda ser de un cadáver ya que ese olor pintura y disolvente no te permite distinguir bien, y más estando detrás de una puerta.
Nos habían asignado la mierda de caso que siempre le asignaban a los primerizos. Pero al final era trabajo, así que allí que fuimos. Quieras o no, era la típica historia de colegueo entre altos cargos.
-"Me temo que nos ha tocado el premio." Le dije.
Tras llegar allí, hablamos con una vieja católica que seguramente se supiera todos los cotilleos del vecindario. Gente antigua para un barrio que cambiaba a años luz. Más pronto que tarde, toda esa gente estaría muerta o viviendo en otra zona. La inmigración se quedaría con el barrio, como sucedía en todos los sitios. Al llegar a la planta y después a la puerta, la golpeé. Se oían ruidos, como si alguien trabajara en el interior reformando la vivienda. El olor era nauseabundo, como a muerto, cosa que me erizó los pelos de los brazos. Rogers empezaba a ponerse nervioso.
-"Ahora lo veremos. No creo que tenga ahí a sus amantes y esté dando golpes como si nada. Lo mismo es que le gustan las fiestas desfasadas." Respondí.
Pero los golpes que escuchábamos dejaron de sonar y nadie vino a abrirnos. Eso me puso en guardia. Viendo que nadie venía a abrirnos, volví a llamar fuertemente a la puerta, y al no obtener contestación, le indiqué a mi compañero que se apartara. Cogí carrerilla e intenté derribar la puerta de un empujón. Entre el olor a descomposición y que hubieran dejado de hacer ruido, algo me decía que en el interior algo pasaba, algo malo, sin duda.
George toma carrilla y da un empujón a la puerta que la hace temblar y la empieza a sacar de los goznes, un segundo empujón la hace abrirse de sopetón mientras saltan algunas astillas y por la inercia entras en la habitación.
Una bocanada de aire pestilente os golpea la cara y provoca un gesto de repulsión que dura unos instantes.
Ante vosotros hay un salón de apartamento, con bastante desorden. Cajas, restos de basura y alguna botella vacía (el alcohol es legal en el 47) cubren parte del suelo. Por todas las paredes hay cuadros y esculturas extrañas e incomprensibles (avant garde, surrealismo), así como una extensa cantidad de botes de pintura y frascos de disolventes. Junto a pared hay un sofá desgastado.
En el otro extremo del salón se encuentra un joven delgado, vestido con un mono de pintor de color blanco multicolor debido a muchas manchas de pintura. Tiene el pelo negro despeinado y luce una barba rala sin afeitar.
Cuando derribáis la puerta el hombre está cubriendo con una sábana una mesa de trabajo junto a él, quedando un bulto cubierto y ocultando de vuestra vista lo que fuera que estuviera haciendo. Deja caer una llave inglesa al suelo y sale de un brinco por una ventana abierta junto a él, que da a la escalera de incendios por la que empieza a subir. (La típica escalera de incendios de NY que se ve en las películas que es de hierro en el exterior de la fachada)
Hay tres puertas más en la habitación. Una está abierta y parece dar a una cocina, las otras dos están cerradas.
¿Qué queréis hacer?
George: Tira CONx5 o pierdes 1D3 PG por magulladuras al derribar la puerta.
Ambos: Tirad Descubrir (Éxito: Tu PJ se da cuenta de que algo mueve bajo la sábana ligeramente. Fallo: Tu PJ no percibe movimiento alguno)
- ¡Voy tras él! - Gritó Rogers al ver como aquel individuo trataba de escapar.
No podía evitarlo, cada vez que algún sospechoso echaba a correr, John saltaba como un resorte y cual pitbull salía tras sus pasos tratando de darle caza. Si tenía que desfondarse lo haría y no dejaría de correr hasta que no le quedase una pizca de energía. Todo lo demás era ahora secundario, la sabána, las pinturas, las puertas cerradas... placar a ese hombre era ahora lo único que tenía entre ceja y ceja.
- ¡Alto, policía de Nueva York! - Le ordenó ante la evidencia de que no serviría para nada, pero ya quedaba advertido de las consecuencias de no hacer caso a un agente de la ley.
Motivo: Descubrir
Tirada: 1d100
Dificultad: 25-
Resultado: 48 (Fracaso) [48]
Motivo: Descubrir
Tirada: 1d100
Dificultad: 25-
Resultado: 2 (Exito) [2]
Le he dado dos veces sin querer al descubrir... lástima del orden de las tiradas...
Si tengo que tirar algo más, me dices.
Cargar contra la puerta me había producido un daño terrible en el codo, que noté que se me hinchaba. Era una zona que siempre me daba problemas desde pequeño. Ahora me tiraría una semana tomando alguna pastilla contra la inflamación de la articulación. Al entrar en la casa, lo primero que vimos fue a un extraño tipo que estaba tapando algo en una mesa de trabajo. Al vernos entrar, dejó caer una llave inglesa y salió corriendo por la ventana hacia la escalera de incendios. Jhon salió como un resorte detrás de él. Yo me quedé un momento revisando la estancia para ver qué encontraba.
-"Ten cuidado Jhon." Le grité.
El hedor presente me indicaba que algo malo había pasado allí. Debajo de la sábana algo se movía, así que me moví hacia allí inmediatamente. Quizás me encontraría alguien malherido o vete tú a saber.
Motivo: CONx5
Tirada: 1d100
Dificultad: 50-
Resultado: 51 (Fracaso) [51]
Motivo: Daño
Tirada: 1d3
Resultado: 1 [1]
Motivo: Descubrir
Tirada: 1d100
Dificultad: 45-
Resultado: 19 (Exito) [19]
John:
Cruzas el salón a la carrera y sales al exterior de la ventana. Empiezas a subir las escaleras de incendio, puedes verle subiendo y llegando al tejado. Abajo el tráfico de Manhattan circula ruidoso y lejano.
Llegas a al azotea, que tiene alguna claraboya, y un depósito de agua grande de los usuales en NY.
El hombre sigue corriendo y empieza a huir por los tejados de los edificios de ladrillo. Cuando le das el alto gira la cabeza para mirarte, y puedes ver en sus ojos una expresión muy extraña, entre aterrorizado o enloquecido, pero sigue corriendo.
Le persigues frenéticamente, para ello hay que correr, saltar muros bajos, bajar por alguna escalerilla, evitar ropa tendida, etc.
George:
Algo se ha movido bajo la sábana. Algo vivo con toda seguridad. Es una mesa del tamaño de comedor, desgastada por el uso como artista y escultor. La sábana cubre toda la mesa, tapando un bulto bastante grande. Definitivamente es la fuente del hedor que inunda la habitación.
Extiendes la mano del brazo que no está magullado y retiras lentamente la sábana para ver qué es lo que cubre.
A primera vista hay un amasijo de pelos, carne, sangre todo atravesado por diferentes tubos de fontanería metálicos. Ojos y bocas con colmillos asoman y gimotean con sonidos agónicos...
Un instante después entiendes lo que ves: ha cogido media docena de perros, y los ha mutilado, roto las extremidades, los encadenado y luego los ha unido y empalado con trozos de tuberías de varios colores, como una especie de grotesca escultura viviente. Algunos perros están ya muertos, otros están en agonía, deben llevar bastante tiempo
¿Qué queréis hacer?
John:
Para la persecución por los tejados hay que hacer una tirada enfrentada de DES. Tú tienes DES 10 y él DES 12, por lo que las posibilidades son un 40%. Tira y consulta esta tabla:
Especial: (1-8) Lo alcanzas y lo placas rodando los dos por el suelo.
Éxito: (9-40) Lo alcanzas y lo acorralas en una azotea.
Fallo:(41-95) Se escapa por los tejados.
Pifia: (96-100) ¡Pierdes pie y resbalas por un tejado! Quedas agarrado por las manos de una canaleta, suspendido en el vacío. Hay una caída de siete pisos.
George:
Tirada de COR: 1/1D6.
Si pierdes más de 5 puntos de COR de golpe hay que hacer una tirada de Idea (INTx5).
Éxito: Tu mente se da cuenta de lo que está viendo, y obtendrás una fobia o trauma menor (no enloquces). Puedes inventar lo que quieras o si prefieres yo lo hago.
Fallo: Sigues actuando normalmente, pero luego luego no recordarás bien lo sucedido, pues tu mente bloqueó los recuerdos.
- ¡Alto he dicho! - Ordenó John al acorrala a aquel tipo contra la esquina de una pared, mientras le apuntaba con su pistola. - ¡Tírate al suelo, ahora! - Le ordenó.
Su intención evidentemente era la de arrestar a aquel extraño individuo. Una vez se tirase al suelo le inmovilizaría y le pondría los grilletes. Tenían que interrogar a ese tipo y también tenían que registrar su hedionda guardia. Unas simples molestias vecinales, se podían acabar por convertir en algo mucho más serio.
De no hacer caso, le golpearía con la culata del arma en la cabeza para tatar de dejarlo inconsciente. Si extraía un arma, aunque sólo fuera un cuchillo, no dudaría en abrir fuego. Ya tenía experiencia en esas situaciones y sabía de algunos compañeros que habían resultado heridos o incluso habían fallecido, por dudar en un momento como ese. No iba a ser su caso.
Motivo: DES enfrentada
Tirada: 1d100
Dificultad: 40-
Resultado: 39 (Exito) [39]
Saltas ágilmente y le vas ganando terreno, hasta que llega a una azotea donde no puede seguir, y le cierra el paso una pared.
Le apuntas con tu pistola y le ordenas tirarse al suelo, te encuentras en la otra punta de la azotea, pero le tienes encañonado y atrapado.
Te mira con esos ojos inexpresivos, y en vez de tirarse al suelo, y antes de que puedas llegar hasta él, se da media vuelta y echa a correr con todas fuerzas hacia el alfeizar de la azotea.
Apenas puedes creerlo, pero va a saltar para intentar llegar al otro edificio de al lado. La separación entre edificios es un callejón de unos 2m, no es mucho, pero la caída es mortal.
Cuando llega al borde del alfeizar da un primer salto, se apoya en el quitamiedos de ladrillo con el pie y se arroja hacia el otro edificio. Consigue llegar al otro lado, y aunque choca con su cuerpo se agarra con los brazos al alfeizar vecino, porque no ha conseguido salvar el vacío y caer de pie, pero se encarama y consigue llegar a la azotea.
Te mira por un instante y luego echa a correr.
¿Qué quieres hacer?
Motivo: Saltar al edificio de al lado
Tirada: 1d100
Dificultad: 36-
Resultado: 13 (Exito) [13]
¡Buena tirada! Aprietas el paso hasta que lo acorralas. :)
Para llegar al otro edificio hay que conseguir una tirada de Saltar.
Tiene un 36% en Saltar. Lo va a intentar ¡Pues lo consigue! :-o
Me acerqué despacio a la mesa, decidido a levantar la sábana que cubría lo que olía tan mal y cuyo olor se extendía por toda la casa. Extendí el brazo y quité de un plumazo la sábana. Abrí desmesuradamente los ojos y me llevé una mano a la boca para impedir que nada escapase de mi estómago, que estaba a punto de entrar en erupción y escupir toda la comida que llevaba. Ante mis ojos, una escena dantesca, digna de una película de terror. Los pobres perros sufrían, se retorcían entre gemidos de dolor. Sus ojos suplicaban terminar con ese sufrimiento. Miré alrededor y no vi nada que me sirviera para terminar con su tormento, así que fui a la cocina en busca de algo punzante para clavárselo a cada uno de los agónicos animales.
Motivo: Cordura
Tirada: 1d100
Dificultad: 60-
Resultado: 41 (Exito) [41]
Pierdo 1 punto de Cordura.
- ¡Mierda! - Exclamó Rogers al ver como aquel hombre se jugaba la vida para huir de él.
El detective cogió carrerilla, dio una palmada al aire y acto seguido inició una carrera para tratar de saltar al otro lado y seguir así los pasos del pintor demente al que acababan de pillar con las manos en la masa... fuera lo que fuera lo que había hecho tenía que ser grave. De no ser así, ¿por qué tanto riesgo al escapar de él?
- ¡Vamos! - Se dijo a si mismo iniciando una carrera hacia el abismo.
Fue justo en el momento de llegar al borde del edificio cuando se detuvo y a punto estuvo de no poder frenar a tiempo y acabar despeñándose hacia la vía pública. Miró hacia abajo. La caída sin duda alguna era insalvable. Si fallaba estaba muerto.
- No me voy a matar por ese tipo. - Pensó. - Y menos sin saber que cojones había debajo de esa puta manta...
Sin pensarlo mucho más, inició el regresó hacia el apartamento de aquel demente. Su compañero estaba allí y seguramente abría descubierto algo interesante. Tendrían que seguir buscando a ese tipo, pero no se jugaría la vida. No de esa manera tan absurda.
George, entras en la cocina con paso decidido. El espectáculo de una cocina sucia y desordenada no te sorprende tras lo visto en el salón. Abres un cajón y encuentras un cuchillo. Vuelves al salón y alivias a los perros de su sufrimiento. No es agradable pero había que hacerlo.
Al poco entra por la ventana John, al ver que viene solo entiendes que el hombre ha conseguido escapar, y (entiendo) que te cuenta lo sucedido. John se interesa por lo que había debajo de la manta, y pone una expresión agria mientras dice "Jodidos maníacos del arte".
A continuación registráis el piso encontrando muchos objetos de arte, una gramola junto a una extensa colección de discos de jazz y algo de droga (opio y morfina). Las cantidades son pequeñas, pero es ilegal. No hay nada más relevante.
Lo más normal sería llamar a la perrera o servicios de limpieza para que se lleven los restos.
Si queréis se podría abrir una denuncia de oficio al Price por la droga, lo de los perros es más difícil que podáis procesarle (son los años 40).
Tendréis que pasar un reporte a vuestro jefe con lo ocurrido ¿le contáis todo tal cuál? Si no es así me decís lo que contáis.
Aparte de esto podéis hacer cualquier cosa que queráis, claro :)
¿Qué queréis hacer?
Genial, sólo pierdes 1 punto de Cordura.
Respecto al salto, creo que has hecho bien (cuando estaba empezando a leer tu post estaba pensando "¡oh no! que este salta también!!!" jaja). Tus posibilidades eran del 45%. La caída desde el séptimo piso eran 7D6 de daño :s
John no tiene que tirar COR por ver lo que había debajo de la manta, ya que los perros han muerto y la tensión del momento se ha rebajado.
- ¿Qué cojones es toda esta mierda? - Le preguntó Rogers a su amigo. - ¡Demente! ¡Estamos tratando con un jodido demente! - Se quejó amargamete.
Que se le hubiera escapado aquel bastardo le dolía. A John Rogers no solía escapársele nadie y se lo tomaba como algo personal. Pero lo iba a pillar, de eso no tenía ninguna duda. Fuera como fuera, tenían que ir a comisaria y contarle lo sucedido a su jefe. Al final, aunque sólo fuera un maníaco, si había un caso relevante en aquella a priori absurda queja vecinal. Si salía en prensa, sería un recorte muy leído por eso del morbo.
- A ver que opina es jefe de toda ésto... - Le dijo Rogers a su compañero. - Se lo voy a contar tal cual. Escuchamos ruidos dentro, que podían ser de alguien agrediendo a una persona... - Sonrió. - Tenemos que tener un motivo de importancia para tirar la puerta abajo. - Se encogió de hombros ante la mirada de su compañero. - Y luego encontramos al loco éste y el espectáculo dantesco... - Se llevó la mano al mentón. - Deberíamos preguntarle a los vecinos por el tipo éste. A ver si lo conocen. Un nombre, un lugar que frecuente... - Chasqueó la lengua fastidiado al recordar que no había podido seguirle la pista. - Hay que dar con él y no creo que vuelva por aquí. Pero por si acaso, alguien tendría que estar vigilando el edificio. Se lo pediré al jefe...
Tras acabar con la vida de los perros que aún seguían con vida, di alguna vuelta por la casa para ver si encontraba alguna cosa que me dijera por qué aquel tipo había hecho esa barbaridad con los animales. Nunca había visto una locura así. Cuando llegó John, le señalé la mesa para que viera aquello. ¡Cada vez que lo miraba, me revolvía el estómago!
-"No sé qué significa John, pero estoy de acuerdo en que ese bastardo es un puto demente." Le respondí.
Di alguna vuelta más por aquí y por allá, mirando en las papeleras y en la basura también.
-"Creo que el jefe va a alucinar con nuestro informe. Lo de la puerta, ya sabes: olor a muerto y golpes en el interior. No quiso abrir, así que..." Le dije, levantando los hombros. "Preguntemos a los vecinos, sí. Quizás nos den alguna pista. Al jefe podemos pedirle que envíe algún coche patrulla a vigilar, quizás a esos pimpollos de Jan y Dexter, para que se jodan."
Me gustaría echar un vistazo más por la casa antes de hablar con los vecinos. Hago de tripas corazón.
Registráis de nuevo la casa, esta vez más a fondo, pero a parte de las obras de arte, los discos y las drogas no hay nada más de interés. En una caja de zapatos hay 140USD, posiblemente todo su dinero actualmente.
Para ganar tiempo entiendo que dejáis el dinero y requisáis la droga para entregarla en Comisaria. Pero si no es así me decís! Aquí todo lo que queráis :)
Preguntáis a los vecinos, pero ninguno sabe más que la portera ;)
Habláis con el Jefe MacKenzie y le contáis todo como habéis indicado, y se muestra exultante.
- ¡Estupendo! - gesticula con las manos - Buen trabajo muchachos. Le habéis dado un gran susto y ha salido con el rabo entre las piernas, ¿eh?. Y además tenía droga en su casa, esto es suficiente para que el casero le eche, el sobrino del Alcalde esté feliz, el Alcalde esté contento y quedamos estupendamente ante los Jefes - se recuesta en la silla con las manos detrás de la nuca.
- Sí, buena idea lo de vigilar la casa. Sí... pondremos a Jan y Dexter, bien pensado. Venga, a trabajar.
Cuando estáis a punto de salir os dice.
- Y... cogeos un par de días libres al final de mes. El Comisario no va decir nada.
Luego vuelve a seguir leyendo una gran colección de informes extendidos sobre su mesa.
FIN ESCENA 1