Partida Rol por web

Parece que al final la superioridad del guardia le ha jugado una mala pasada, y he conseguido dejarlo inconsciente. Aunque digamos que no me ha sentado nada bien, estoy bastante echo polvo. Además, unido al cansancio... Digamos que no estoy pasando por una buena situación, he estado mucho mejor. Pero Rachel no puede esperar más, tengo que encontrarla cuanto antes.

Me apresuro a limpiarme la sangre de la cara con el uniforme de trabajo que llevo puesto, y me lo quito para intercambiarme la ropa con el guardia. Le quito el uniforme que lleva él y me lo pongo yo. Una vez estoy ya vestido, arrastro al guardia hacia un arbusto y lo dejo lo mejor escondido que puedo.

Lo más rápido que puedo, cojo el rifle que dejó caer el guardia al comenzar la pelea y, sin correr pero con paso firme, me acerco al granero y ocupo la posición que tenía el guardia en la puerta.

A intervalos regulares, pero intentando no delatarme, echo una ojeada al interior del granero.

La ropa que tenia el guardia es un pantalon negro y chaqueta de cuero negra. Estas disfrazado. Recuerdame si lo mataste o esta inconciente. Te limpiaste y no hay problema, aunque no tiene un espejo para arreglarte, no parece que tengas mucha sangre en la cara. Pero pronto habra un chichon. Inflamacion en el golpe. Je je.

El granero. Es bastante amplio. Pude caber una avioneta si fuese el caso. Hay varias SUV de lujo, equipo agricola que se nota que tiene tiempo sin usarse. Hay unas rampas de metal como unas trampillas para descender pero lo suficientemente grande como para meter un carro. En unas de las paredes del fondo hay un ascensor. Y un pequeña oficina que se nota esta cerrada.

Junto al ascensor hay un guardia que te ve desde lejos y hace un ademan de que todo esta bien. La iluminacion es precaria. No le ves la cara por lo lejos. Tal vez 80mts de largo, pero el tampoco ve la tuya.

Puedes esconderte sin tirada. El guardia no esta en alerta. Sientes que el telefono repica. Marta te esta llamando. Escribele si quieres atender.

Noto que el móvil vibra en mi bolsillo, así que disimuladamente lo saco y miro el número. Es Marta. Me doy cuenta además que tengo una cantidad de avisos indecentes de llamadas perdidas. Espero que no sea nada urgente...

Me vuelvo a guardar el móvil en el bolsillo y, disimuladamente, haciendo como que patrullo, muevo mi posición a un punto en el que el guardia no me vea usar el teléfono. Entonces lo cojo.

- ¿Marta? ¿Estás bien? Yo digamos que lo he pasado un poco mal... Pero estoy infiltrado en... Dios sabe dónde. ¡Cuéntame!

Cuelgo el teléfono después de mi conversación con Marta, y vuelvo al puesto que tenía. Veo al guardia al fondo. Está vigilando un ascensor, así que parece que de momento no lo voy a poder utilizar.

Me fijo detenidamente en lo que parece una pequeña habitación que probablemente sea una oficina al uso. Aprovecho un momento en el que el guardia se gira para ocultarme gracias a la poca luz y, ayudándome de todo lo que haya desde aquí a la oficina, me voy cubriendo hasta que llegue a ella...

Al entrar en la oficina cierras la puerta en silencio. La puerta tiene la parte de arriba de vidrio traslucido asi que te mantienes agachado para evitar la sombra. Hay unos archivos de gavetas, oxidados y polvorientos.

Un pequeño escritorio con una computadora. En las paredes hay algunas repisas con herramientas para cortar y llaves para tuercas y otras cosas de mecanica. Hay un tambor de metal con aserrin en una esquina y una filtro con un botellon de agua potable en otra esquina.

Aunque todo esta sucio y descuidado se nota que el filtro y la computadora se han usado con cierta frecuencia. Otra puerta da a un pequeño bañito con solo una excusado y un lavamanos. Ambos manchados por el agua y su poco uso. Alli solo una ventanita muy pequeña da ventilicacion. Las paredes al exterior son de madera y se siente la humedad de viejo.

Hay algunos afiches de mujeres desnudas pegados en las paredes pero se notan que estan pegados desde el siglo pasado. Estan amarillos, descoloridos o llenas de telarañas.

Sobre el escritorio hay un dos juegos de llaves. Uno con un llavero de una calavera, y otro con una etiqueta de cuero sin nombre.

A la enésima fue la vencida. Cuando ya estaba a punto de mandar todo al carajo y darse la vuelta a su casa, la línea de teléfono se descolgó al otro lado.

Joder, Peyton. ¿Qué mierda es esta? ¿Qué coño está pasando? La pasma está por todos lados. Estaba a las puertas del garito justo cuando han llegado. Intenté colarme pero fue imposible. Ahora estoy en las escaleras de servicio decidiendo qué mierdas voy a hacer... ¿Qué es eso de que "Dios sabe dónde"? Cuéntame tú, ostias!!!

El tono era más de frustración y nervios que de falta de educación. No conocía a Peyton, y desde luego no se merecía que le hablaran así. Pero la cosa estaba muy tensa al otro lado del pasillo...

Peyton esta inactivo. Cuando estas en la calle ves una camioneta negra fuera de la alcance de la policía. Dentro dos sujetos hablan. La camioneta tiene el logo del club del penthouse. Lynette.

- Ufff... Pues a mi me pilló todo el lio de la policía en uno de los pisos superiores y tuve que hacerme pasar por un cliente... Nos llevaron a una especie de hangar "punto de control" en medio del bosque, y es donde estoy ahora mismo, aunque no tengo ni puta idea de dónde estoy.

- Vi algunas cosas muy raras en ese sitio... Chicas metidas en baúles... ¿Quieres un consejo? Sal de ahí cagando leches como puedas!

- No se si Rachel estará por aquí, voy a intentar buscar al máximo. ¿Quieres que intente conseguir una localización de este sitio y me echas una mano por aquí? Digamos que me vendría bastante bien...

Marta escuchaba a Peyton con interés mientras veía como el número de policías aumentaba. Era peligroso estar aquí y había que salir cagando leches.

Joder, todo se ha complicado. Aquí están pasando cosas muy raras. Mándame tu ubicación a ver si puedo hacer algo por ti. Me piro del edificio...

Marta desciende a la calle por las escaleras. Los ascensores están vigilados y con Peyton fuera del edificio, no tiene ningún sentido seguir aquí. Si la descubren la detendrán y a saber qué cojones pasaría después. Aquí todo olía a podrido y no se podía uno fiar de nadie.

Cuando Marta ve la camioneta de Lynette, un rayo de esperanza vuelve a surgir... Saca el móvil y simula como que está hablando, acercándose con disimulo a la camioneta con la intención de oir lo que estaban hablando...

Los hombres de la camioneta conversan que ya recibieron sus ordenes. Deben regresar a la base. El hombre enciende la camioneta y esta por salir de alli.

Que haras.

- Ten cuidado, espero verte en un rato si no se vuelven a torcer las cosas...

Cuelgo y me dispongo a ver si funciona el GPS del móvil para mandarle la ubicación a Marta.

Marta ve que la oportunidad de recabar algo de información útil se le va de las manos. Escucha cómo el motor de la camioneta se enciende. Debe tomar una decisión ya. Simulaba que hablaba por el móvil. Así que manteniendo la escena se interpone en el camino de la camioneta buscando hacerla parar... Piensa jugar a la chica desamparada y asustada que busca consuelo en los brazos de hombres fornidos.