Partida Rol por web

El carruaje seguía andando ahora bajo un cielo lleno de sol. Roy había viajado durante mucho tiempo para llegar a este terreno olvidado de Transilvanya. Lo había hecho cuando recibió una peculiar carta, la de un científico de renombre, un doctor llamado Van Helsing que le había hecho una singular propuesta.

Roy estaba a horas de llegar a la mansión de la sobrina del hombre, y en donde supuestamente se lo esperaba. El trato era bastante simple: el joven se había comprometido a ayudar al doctor en sus investigaciones sobre un mal que acaecía en este pueblo olvidado por Dios. Varias personas habían muerto a manos de una criatura que les dejaba sin una gota de sangre en el cuerpo. Van Helsing creía que el corazón de todos estos ataques yacía cerca, en un castillo entre los Cárpatos. Pero quería planear bien las cosas.

Y así ahora Roy estaba viajando para encontrar otro reto más, y una muy buena paga si conseguía triunfar en develar su misterio.

Mientras el hombre sostenía aún la carta del doctor, el cochero preguntó.

-¿Todo bien señor Hardee?

El oso rumano había demostrado ser una absoluta decepción. Nada comparable al Grizzly o al Kodiak... Por eso Roy se alegró cuando recibió la oferta del tal Van Helsing. Una criatura que dejaba a sus víctimas sin sangre... sonaba algo realmente extraño y curioso, todo un desafío, por lo que le leía entre líneas de la misiva del doctor.

Una vez acabado el afilado diario de su bowie, Roy sacó de nuevo la carta y la releyó una vez mas. Sin darse cuenta, acabó haciéndolo en voz alta, y ello debió llamar la atención del cochero. O tal vez solamente escuchó su voz y preguntó por cortesía...

Todo en orden, muchas gracias! dijo guardándose la carta de nuevo con rapidez. El tejano miró a su alrededor y abriendo la portezuela del carruaje, trepó con gran agilidad hasta el pescante, sentándose al lado del conductor

Espero que no le moleste... dijo sonriendo y, señalando al paisaje, añadió Da gusto tanto verde, ¿no es cierto? Tendría que ver usted el recorrido de la diligencia que cubre el trayecto entre Hassayampa y Schmidt's Wells, allí en Arizona... todo ocre, polvo y arena

Y sacando un par de trozos de carne seca del bolsillo, le ofrece uno al cochero, mientras le pregunta Por cierto, ¿qué puede contarme del Doctor Van Helsing? Mastica un bocado de su pedazo de carne seca y le explica al conductor mientras espera su respuesta, con una brillante sonrisa Tasajo de jabalí, cazado en Turquía. La gente de allí cree que es un animal impuro, pero yo no opino lo mismo...

-Oh -dice el cochero con una semisonrisa dibujada en sus labios.

-Es un hombre muy inteligente. No es tan fuerte como usted, por ejemplo pero sí que es ágil. Sin embargo, si tengo que resaltar una característica de su persona, es la enorme inteligencia que lo destaca. 

El carruaje se va acercando a destino, el cochero sigue con su explicación.

-Sin embargo he oído que ha enfrentado cosas que ningún otro hombre ha hecho. Al menos conservando la coherencia... así que mejor que tenga cuidado. 

En ese momento se ve una mansión antigua, que se va acercando conforme los caballos se aproximan a destino.

Pronto el vehículo se detiene delante de un portón. Roy nota que en cada ventana de la casona hay colgadas varias ristras de ajo.

-Bueno señor, hasta aquí llego yo, que tenga un buen día.

Roy sonríe ante la descripción de Van Helsing que le hace el cochero. Ágil e inteligente, y capaz de mantener la cordura en momentos difíciles. Seguramente sería un tipo fibroso, delgado pero de voluntad de acero...

Asiente a la advertencia del conductor, mientras observa la propiedad a la que se acercan. Lo del ajo le hace enarcar una ceja y sonreír divertido. Menuda excentricidad...

Cuando para el carruaje, Roy salta ágilmente del pescante y recoge su equipaje; sus alforjas, la funda que contenía su rifle y la gran bolsa de tela de alfombra, forrada de lona impermeable por dentro, que contenía su ropa y el resto de sus efectos personales

Buenos días a usted también! contesta a la despedida del cochero levantándose un segundo su Stetson educadamente.

Una vez se queda solo recoge todo su equipaje y avanza a grandes zancadas hasta la puerta exterior. Tira de la campanilla un par de veces y se anuncia con su vozarrón

Ah de la casa! Mi nombre es Roy Hardee, vengo en busca del Dr Van Helsing!