Partida Rol por web

¡Contacto!

Parece que el mago se ha levantado con el pie izquierdo esta mañana, pero afortunadamente la naturaleza del druida y el la presencia de los demas y el pasar a un mejor momento,  hace que se reconcilien amistosamente dialogando. Aparentemente lo que deciden hace que el grupo de heroes vaya mas rapido a un coste alto de oro , pero el gruso de la tropa vaya mas lento por los carruajes lo que hace que los heroes alcancen pero no ambos grupos de soldados

Se llega un punto en que , los héroes pueden alcanzar al menos una parte de la otra compañía de mercenarios. En el momento que esto ocurre seria al tercer día del viaje por la mañana, a mas de la mitad de la península entre Sargonath y Ghuth. Los exploradores (entre ellos los heroes ya que van a caballo) informan inicialmente de la otra compañía a una distancia de media milla. La otra compañía primero hará todo lo posible para evadir a los héroes. Los héroes podrian cerrar la brecha a 600 yardas. Cada intento representa una media hora de movimiento táctico y reduce la distancia en 100 yardas por cada éxito adicional. Pero al final parece que el grupo rival se escapa por poco (mejor de 3 tiradas +2 por capitan llevar heroes-4 por carruajes) 

Si los héroes deciden parlamentar con la otra compañía en lugar de involucrarlos en el combate. Dependiendo de lo que quieran lograr, Cualquiera que sea el capitán que esté aliado con los héroes, al principio no tendrá parte en él, a menos que sea para engañar o burlar al otro capitán. Si los héroes desean negociar con el otro capitán, pueden intententarlo (Diplomacia o Engañar vs. Averiguar intenciones)

Sabía que llevar el carruaje era un error: años de maniobras por la planicie de Solamnia me habían dejado claro que moverse con vehículos pesados era, cuanto menos, engorroso, pero después de la trifulca entre Lezard y Lobo, había decidido no oponerme, máxime cuando nuestra propia capitana no lo había hecho.

Al tercer día de marcha, nuestros exploradores dieron la voz: por fin habíamos avistado a la retaguardia de nuestros rivales!!

Avancé, dirigiendo mi caballo al paso, hasta donde estaban mis compañeros y Gwyneth, la capitana de piel oscura de Los Tigres de Bronce. Ella ya había empezado a despachar órdenes, pues el enemigo también nos había divisado a nosotros, y había acelerado el paso. Ninguna de las dos formaciones tenía intención de batirse en combate contra la otra, si podía evitarlo: las bajas constaban dinero, mucho, y ninguno de los dos mandatarios estaba dispuesto a arriesgarse a perder hombres. Pero un contrato era un contrato, y Gwyneth tenía claro que el Aquelarre de Brujas no podía hacerse con aquel pergamino.

El día avanzó, pero poco a poco, y pese a la ayuda que soldados veteranos como nosotros presábamos a la Capitana, la distancia entre ambas formaciones  fue aumentando. Tras hacer un saludo militar a la ergothiana, dije:

— Con su permiso, mi capitana: no nos es posible echar mano a la Compañia de Piper en estas condiciones —  dije, cuidando las palabras, pues no quería que Lezard se sintiese culpable, por haber traído el carruaje —  no podremos alcanzarles. Bajo mi punto de vista, hay dos opciones:

> Tratar de parlamentar con Piper una tregua, aunque dudo que el semiogro acceda, teniendo en cuenta que ahora cuenta con ventaja.

> Que se haga una distracción por parte de nuestras filas, simulando, por ejemplo, un ataque a su retaguardia, y que aprovechemos nosotros para sobrepasar sus filas, y llegar a las ruinas. Podríamos tratar de encontrar el pergamino, y volver con la misma diligencia, protegidos, no se, por la magia de Lezard, dejando a Piper y sus chicos buscando para nada...

Entonces quedé erguida, esperando a tanto mis compañeros como Gwyneth evaluasen mis propuestas.