Partida Rol por web

Le doy una lenta calada a mi cigarro y expulso el humo sin prisa, mientras analizo el mensaje, pensando en que voy a hacer al respecto.- Bah, a la mierda.- refunfuño en voz baja cogiendo de nuevo mi Ecto.

- De acuerdo señor Magnus. Me pondré en contacto con su hombre.- envio otra vez en forma de texto. Elevo la vista y guardo mi Ecto mientras doy otra calada al cigarro con idéntica tranquilidad.- Desde luego que si, pero primero tengo algo que hacer...- añado para mi mismo otra vez.- Bueno Hueng, ve a hacer algo productivo anda. Voy a ver a Rosita.- anuncio al chico con una sonrisa. Qué le voy a hacer. El trabajo será el trabajo, pero ningún trabajo puede competir con una Rosita deseosa de verte.-Nos vemos.- me despido sin más colocándome bien los pantalones y poniendo rumbo a casa de mi chica favorita.

Unas horas mas tarde, abandonas los cálidos brazos de Rosita en su cama para volver a las calles de Locus.

El bullicio de personas continua con sus labores en esta sección empobrecida de la ciudad, cada uno siguiendo su curso y su vida, formando una especie de corriente sanguina que daba vida al enorme hábitat como si de una gran bestia se tratara.

Levantas momentáneamente la vista para observar los transportes personales que vuelan de un lugar a otro del asteroide y su hueco cónico. Pequeñas luces parpadeantes que se mueven a su propio ritmo ajenas a las calles abarrotadas.

Finalmente abres tu Ecto y examinas el contacto que te adjuntó Magnus. Al llamarle por el Ecto te responde una voz chillona y croante.

¿Díaz? Encantado de conocerte, soy Picopata. Te espero en las coordenadas 75º93º200 en el edificio Roxlie, Piso 3 Puerta 4.

Se produce una pausa mientras espera tu respuesta.

Aunque casi a regañadientes abandono los brazos de Rosita para dedicarme a lo que de verdad importa. Después de semejante rato de diversión me siento hasta culpable. Pero bueno después de estar con ella cualquiera trabaja con más ganas.

Llamo al contacto que me mandó Magnus. Le hago esperar algo más antes de responderle pues mientras él habla me enciendo otro cigarrillo. Esta mierda terminará matándome.- Psicópata ¿eh?. Interesante nombre. Me gusta.- comienzo con real sinceridad aunque no se si será capaz de captarla a través del Ecto o pensará que estoy siendo irónico.- De acuerdo. Voy enseguida. No te desesperes si tardo.- añado finalmente poniéndome en marcha. No voy a hacerlo esperar deliberadamente, pero tampoco quiero ir con prisa.

Antes de pasar por allí voy a mi casa para coger unas cuantas cosas. No creo que vaya a correr peligro, pero nunca se sabe. Más vale prevenir que curar...*

Tus palabras confunden momentáneamente a tu interlocutor.

No tío. - Responde con su particular voz. - Picopata, no Psicopata.

Parece que escuchas algunas risillas no muy lejos de donde debe estar hablando el contacto. Y luego como este les manda callar molesto.

Vas a buscar tu equipo y luego te subes a un aerotaxi para que te lleve a las coordenadas. La verdad es que el barrio donde vas no es que este mucho mejor que el tuyo.

Los edificios son estructuras similares a enormes latas conectadas, con hileras de ropa, cajas, y de todo entre edificios o por encima de tejados. No parece especialmente sucio, pero si desordenado, caótico.

Cuando llegas al Roxlie, te encuentras que en la entrada hay varias mesas de un bar y donde se encuentra bastante gente tomando sus cosas y jugando a diversos juegos de realidad aumentada - partidas de poker con cartas virtuales, u otros juegos de mesa - te llama la atención un grupo de tres uplifts cercanos a la puerta.

Un neo-cuervo, un neo-chimpancé y un neo-pulpo están jugando a una partida de cartas mientras comparten un cigarrilo de alguna sustancia toxica. El cuervo te mira y te grazna un saludo.

Su voz te suena.

Oye, ¿eres Díaz? - Dice en un rostro que o sabes interpretar sus emociones. - Soy Picopata.

A sus dos estrafalarios compañeros se les escapa la risilla y el neo-cuervo les lanza una mala mirada. Deben confundir su nombre muy a menudo.

El resto de mesas también están llenos por gente pintoresca. Humanos cibernetizados o de aspecto exótico. Neotecnicos dándole a una botella de alcohol o representaciones virtuales de personas que solo eres capaz de ver a través de tus lentes.

No me jodas...

En cuanto veo quién es mi contacto no puedo evitar hacer una mueca. Sólo espero que no se hayan dado cuenta, o puede que se lo tomen a mal. Ya de por si el bar donde se encuentran está bastante atestado de "progreso". De ese progreso que tanto le gusta a las megacorporaciones y que todo el mundo se empeña en seguir como pandillas de borregos. Es decir, me caen mucho mejor los uplifts que los humanos cibernetizados, los morfos y todas esas variantes de pseudohumanos. De hecho no es que tenga demasiado en contra de ellos. Pero tampoco es que me haga demasiada ilusión tener que hablar de negocios con una urraca gigante y sus dos amigos: el pulpo y el mono. Aunque sólo sean animales grandes e inteligentes es otra muestra más del camino desviado que ha tomado la transhumanidad.

-Si, soy Díaz. Y tú debes ser Picopata aunque me gustaba más el otro nombre.- digo a modo de saludo cuando llego a su altura. Sin preguntar cojo una de las sillas cercanas y me dejo caer en ella, repanchingándome ligeramente. Había pensado en no fumar hasta más tarde, pero viendo la situación no puedo evitarlo y me enciendo un cigarrillo.- Bueno, ¿Y qué es lo que quiere de mi el señor Magnus?.- pregunto a media calada, sin andarme con rodeos. La verdad es que empiezo a preguntarme si Magnus es un Uplift al igual que sus enviados.

El neo-cuervo se sienta en su silla mientras hace ademan para que le vengan a servir una copa para ti.

Sus compañeros uplifts te saludan con un ligero cabeceo (bastante particular para el neo-pulpo).

El profesor quiere reunirse contigo para una entrevista de trabajo. No quiere venir el personalmente por que su presencia podría despertar suspicacias ... entiendo que entenderás que suspicacias cuando hayas hablado con el. - El cuervo suelta una risita/graznido. - No es que yo sepa los detalles precisamente.

Te preguntas si ser tan "abierto" en un lugar como este no llevará problemas, pero parece que todo el mundo está en sus propias tareas, incluso los dos amigos de picopata.

Tengo un comunicador de esos mas bien caros que te permitirá conectarte casi al instante con un simulespacio preparado por el profesor. Bueno, en tu caso será como una videoconferencia ... tengo el tinglado montado arriba.

Cuando quieras, subimos y empezamos.

El ruido de un vaso rompiéndose, es tan solo el preludio de un par de voces iracundas que se levantan en un rincón del bar.

- ¡ Maldito hijo de puta ! TE VAS A TRAGAR TODOS T..
- ¿ QUE ME VAS A QUE ?
Rapidamente sus palabras se encuentran eclipsdas por insultos y un potente lenguaje soez, mientras una mujer algo intimidada por como se ha descontrolado su "reunión", se aparta un poco sin tomar cartas en favor de ninguno. Los empujones entre ambos desconocidos acaban por tumbar una silla y la mesa, tirando por el suelo todo lo que había encima de esta.
El forecejeo entre ambos se alarga a penas unos segundos hasta que el camarero y un gordo insultantemente gordo, aparezcan en escena.

- ¡¡ EH,  EH, EH !! - Grita el camarero mientras se entromete en la pelea. Por otro lado el gordo es menos diplomatico. Con una fuerza descomunal que oculta tras su obesa figura, agarra a ambos desconocidos sin mucho decoro. Las mesas cercanas casi tiemblan cuando sus caras besan el pegajoso suelo.
- ¡ A pelearos en vuestra PUTA CASA ! ¿ OS HA QUEDADO CLARO ? .. ¿¡¡ OS HA QUEDADO CLARO !!?. - Insiste de nuevo el camarero. Ahora se hace patente que el grandote es el sabueso del local, quien no pronuncia una palabra.

Sin esperar a que estos respondan, el tipo gordo sujeta a ambos por el cuello y les arrastra literalmente por el suelo hasta mandarlos a la calle. Detrás de ellos va la mujer, con la cabeza gacha y una evidente expresión de "Por dios, tierra trágame". mientras la mayoría de los otros clientes aplauden.

Al cabo de poco el gordo vuelve a un rincón oscuro de la barra, donde hasta ahora nadie se había fijado en el. El camarero sigue con su trabajo y poco a poco el ruido ambiental va recuperando el volumen que había antes del "incidente".

Me sorprende un poco la manera desenfadada con la que habla Picopata en un lugar tan concurrido sobre nuestros asuntos. Ni siquiera sus dos amigos han dejado la mesa, pero no parece importarle. Al principio se nota un poco mi incomodidad hacia esto, pero tras unas cuantas miradas a mi alrededor me doy cuenta de que nadie parece querer escuchar lo que estamos hablando, así que simplemente no le doy importancia.

Antes de poder contestarle una pelea estalla y no puede evitar captar toda mi atención. Suelto una risita de satisfacción cuando la bola de sebo se echa encima de los otros dos imbéciles, y los manda a tomar por culo sin demasiada diplomacia. De repente creo que este bar me gusta un poco más. Cuando tod ha terminado vuelvo a encararme con mi plumífero contacto.

-Bueno, tras eso creo que podemos ir tirando. Cuanto antes mejor ¿no?.- pregunto retóricamente pues en cuanto lo hago me pongo en pie, si esperar ningún tipo de respuesta.  Espero  a qu Picopata haga lo mismo y me guíe hacia la habitación.

El hombrecito cuervo sonríe todo lo que puede sonreír un cuervo, se baja de su silla y hace un saludo al barman. El barman - que está hablando con dos buenas damiselas, una de ellas con 4 tetas - le responde el saludo y continua con su conversación.

Picopata no puede evitar soltar una risilla mientras entra en su bloque de edificios.

A veces uno se pregunta que beneficio puede llevar tener un bar cuando no le cobras nada a tus clientes. - Dice de forma casual mientras entráis en un ascensor estrecho y poco luminoso. - Pero supongo que tener montones de reputación y los mejores cócteles del barrio tiene sus recompensas.

El ascensor inicia su ascenso entre el extraño edificio formado a partir de contenedores parecidos a latas gigantes. En un mar de oscuridad las luces de cada piso pasan como estrellas fugaces.

Recuerdo una vez que un matón se puso con Joui, el barman. Le reventó la cara y quemó medio bar como amenaza si no le daba no se que ... cuando la gente se enteró, y créeme que se enteró muy deprisa, tuvo que largarse cagando leches de aquí.

Encontraron el cuerpo 3 días mas tarde, sin pila cortical.

El ascensor llega a destino y el cuervo empieza a andar de nuevo dirección a una puerta.

Tampoco es que nadie le importara si tenia pila o no, total lanzaron el cuerpo por una escotilla nada mas encontrarlo.

Cuando llega a una de las puertas metálicas esta se abre sin tener que hacer nada al reconocer la presencia del propietario legitimo.

El pequeño habitáculo parece reaccionar a su presencia, encendiendo las luces ante su presencia - y la tuya - con algún bot servicial que recoge las chaquetas, la escasa cocina preparando una bebida fría. Seguramente el o su musa estan dando las ordenes.

Basura. - Piensas para ti. Ese tipo de gente se queda en blanco cuando su preciada red se cae. Has visto esas expresiones de incredulidad, miedo, pavor e incertidumbre de la gente que ha crecido desde siempre acompañado de todas esas comodidades y de repente se encuentra separada de ellas.

Todo eso no hace mas que ablandar el cerebro. Como ese científico argonaut al que asesinaste ... mucha eminencia y muchos descubrimientos y a la que le cortaste la red y jodiste su musa, ni tan solo era capaz de hablar para que se le entendiera, simplemente balbuceaba como un palurdo en una jerga indescriptible.

¡¿Eh?! - El cuervo te llama la atención, te habías perdido en tus pensamientos. - Aquí.

El uplift ha preparado una mesa y unas sillas donde hay un proyector preparado.

Te dejo solo, cuando quieras le das a este botón. - Te indica el cuervo antes de salir de nuevo. - Estaré aquí afuera, leyendo un poco.

-  ¿No cobra a sus clientes?- pregunto de repente alzando una ceja cuando entramos en el ascensor.- Joder, voy a tener que plantearme venir más a menudo en este bar.- bromeo más por mostrar interés que por otra cosa. Por muchas copas que me regalasen no cambiaría mi querido bar por el antro que hemos dejado atrás. Vamos, ni loco.

No añado nada más durante el resto del trayecto. Me centro en mi cigarro. Cuando por fin llegamos al piso recibo otra bofetada de "progreso". No es que no me lo esperase, pero bueno, tenía una ligera esperanza de que no fuera así. Si no fuera por mis lentes podría apreciarse a la perfección las miradas de desaprobación que lanzo a todo el lugar. Toda esta basura tecnológica nos hace blandos. Cualquier morfo de combate me puede patear el culo con todos sus avances. Si me pilla. Pero toda esta tecnología y estos avances hacen a la gente confiada y dependiente. Y no hay nada más fácil en el mundo que cargarse a un cabrón confiado. A veces basta con apretar un botón y ya no saben qué hacer.

La voz de Picopata me devuelve a la realidad de la que me había evadido momentáneamente.- Eh...Perdona, me había quedado embobado con el sitio. Bonita choza.- digo con un ligero despunte de ironía que no se si será capaz de detectar. Después me explica el sistema.- Si si si, apretar y ya está. No te preocupes, si me quedo encerrado ya te pegaré un grito.- bromeo sentándome en mi sitio hasta que el cuervo gigante se ha ido.-Es como se ha hecho toda la puta vida...- gruño incorporándome para apretar el botón.

La comunicación tarda un poco en establecerse. Imaginas que se trata de la información previa que se mandan los comunicadores sobre el simulaespacio.

Poco después en la pantalla aparece lo que se asemeja a una especie de club o bar de aspecto inmaculado, tonos blancos y pálidos y camareras que parecen sacadas de una revista de moda para estirados.

Suena una música relajante y ambiental que dura unos segundos hasta que alguien aparece en la pantalla.

Encantado de conocerle Díaz. - Dice un hombre de aspecto asiático de avanzada edad.

Te resulta irónico conocer a un transhumano con un cuerpo mas allá de joven. Los transhumanos apenas envejecen y cuando lo hacen es para darse un aire de solemnidad, de sabiduría o a saber que tontería.

Aún estoy esperando que los demás agentes se presenten, pero déjame decirle antes que nada, que contacto con usted para el encargo de una misión para el Firewall. - Su cara se vuelve seria. - Un agente ha desaparecido en su sector y estoy formando a un grupo para que lo localice.