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Descripción de la villa de Waldburg, sita en el encantador valle de Daig. Así como de sus rústicos y amables habitantes.

¿DÓNDE ESTÁ?

Waldburg es una pequeña comunidad de unas 300 almas sita en la parte más pacífica, aburrida y próspera de la provincia de Styria.

Enclavada en el vallede Daig, rodeada de altas montañas que van descendiendo hasta encontrarse en el arroyo Neiberg, frío y caudaloso todo el año.

El arroyo tiene tres puentes. Uno, de piedra, en medio del pueblo. Otro ya en las montañas del norte, de madera. Y otro más abajo.

Waldburg se distinge de los pueblos vecinos en que sus habitantes no son siervos vasallos, sino villanos (campesinos libres). Así, las tierras y rebaños son de su propiedad. Cada tres años, éso sí, hay que pagar los diezmos: una parte al Emperador y otra el Conde Elector. Es el precio de la libertad.

la mayoría de la gente del pueblo vive de sus cultivos (algo de trigo y cebada, hortalizas, alguna pequeña viña) pero la mayor fuente de riqueza del pueblo son los rebaños, y la leche y lana que dan. El queso de Waldburg tiene cierta fama en la provincia, gracias a las hierbas que lo adoban.

Quien gobierna el pueblo es el Burgmeister (alcalde). Se le elige cada diez años por todos los hombres mayores de 25 años casados.  El alcalde tiene poco trabajo, salvo arreglar disputas de pastos y rebaños. Que te nombren burgmeister es signo de respeto y estima.

De las necesidades espirituales se encarga la capilla de la Blanca Misericordia, dedicada a Shallya. Que se prefiera a Shallya a otros dioses es también un rasgo distintivo de los waldburgeses.

CÓMO LLEGAR?

Ninguna ruta importante pasa por el valle de Daig. El más cercano es el camino de Wurtbard, una vía secundaria, que está pasadas las montañas (a 10 km de buena caminata del pueblo, cuesta arriba).

Allí hay una parada de diligencias y un peaje. La parada es el lugar más "fiestero" de la comarca, pues se juntan pastores, buhoneros y viajeros de diversos pelajes. Los jovenes de Waldburg que quieren juerga siempre van a la parada.

El mercado más importante es el de Wurtbard (Wurtbard está a 3-4 días de viaje). Allí es donde cada año se van a vender las ovejas y las vacas.

Aparte del camino que sale del pueblo y llega a la parada (llamado Sendero del Valle), los lugareños conocen también docenas de caminillos y veredas para salir del valle. Se usan sobretodo para el contrabando, pues para vender/comprar en Wurtbard o en la parada hay que pagar una tasa al Conde.

El arroyo Neiberg no es navegable, y su corriente es fuerte.

SUS AMABLES GENTES.

El campesino/pastor típico de Waldburg está muy satisfecho con su vida, aunque tenga que trabajar bastante. Desgracias como sequías, plagas y invasiones son cosa casi de leyenda. En invierno la nieve puede cortar el Sendero del Valle, pero no es un problema grave. Presumir de la paz o la modesta prosperidad del pueblo se considera de mal agüero. Cuando un waldburgés sale del valle, suele quejarse ante los extraños de lo remoto de su ubicación, la aridez de su suelo, la delgadez de sus ovejas, etc.

Las noticias del exterior suelen importar poco, salvo las referentes al precio de la lana.

No ha habido problemas con bandidos, monstruos, mutantes o orcos en años. Aún así, existe una milicia. 10-20 jóvenes que una vez al año van a Wurtbard a entrenarse. Eso básicamente es una excusa para salir del valle y ver la "gran ciudad".  De vez en cuando algun joven se hace soldado y se va a ver mundo. El capitán de la milicia es el alcalde, pero rara vez va a Wurtbard.

Lo que sí dan problemas a veces son los lobos, que atacan al ganado, y los jabalíes, que destruyen sembrados. Si se detecta uno de ellos, se monta una batida rápidamente para cazarlo.

Cosa rara en la comarca, Waldburg tiene una familia mediana, los Cuentaovejas, de 20 miembros. Está perfectamente integrada yse dedica a tejer paños y cuidar una viña.

No hay enanos ni elfos en el pueblo.

En cuanto a la religión hay dos grupos: los que madrugan para ir al culto los domingos y los que prefieren dormir hasta tarde.

PERSONAJES LOCALES:

Éstas son las personas más importantes (o pintorescas) de Waldburg. Los personajes pueden ser perfectamente pariente o amigos suyos.

- El alcalde Mathias Brandt: un cincuentón de impresionante estatura, complexión y barriga. Brandt es hijo del fundador del pueblo, Hermann Brandt. Es de modales calmosos y voz profunda, y la gente recurre a él para que medie en las disputas. Está casado y tiene dos hijos, Rolf y Bruger, y una hija, Hilda.

A Brandt le queda un año para terminar su mandato. Luego se espera que salga elegido su hijo mayor, Rolf, o quien Mathias proponga.

- Olaf Grüber, el más rico del pueblo: Gruber llegó hace veinte años y construyó un molino y compró las tierras de varias familias arruinadas por una riada, pagando más de lo que nadie podía. Vive en una gran casa fuera del pueblo con una misteriosa mujer pelirroja (una bruja, dicen algunos), varios criados y perros con malas pulgas. Gruber tiene disputas con varios vecinos por temas de lindes y pastos, y no les perdona que cuando se presentó a alcalde, le recibieran con una silbada. Tiene también negocios y intereses en Wurtbard.

Gruber es corpulento y bigotudo, pero fuerte. Suele vérsele cortando leña con sus hombres, que le tienen en alta estima.

- Alain Rimmer, zagal impetuoso: Este campesino es el líder informal de los chicos del pueblo. Vive con su madre viuda. Se rumorea que es hijo ilegítimo de un caballero que pasó por el pueblo una vez. Se le considera un buen partido.

- Dieter Maachstricht, la voz de la ley: El barbudo Dieter es el peajero de la parada de diligencias. Siempre está sonriente, pero tiene la clase de sonrisa que hace sudar a los que ocultan contrabando en su mochila. Su mujer regenta la taberna de la parada mientras él pasa mucho tiempo cazando y persiguiendo contrabandistas. Se rumorea que la pareja no se soporta y ella, de nombre Lora, le engaña con viajeros de paso. Al último que comentó en voz alta esto, Dieter le partió la cabeza en un duelo.

- Hans y Imelda Langrak, sanadores: Hans es el médico local. Fue aprendiz de un doctor en Wurtbard, pero vino al pueblo hace ocho años. Imelda era la curandera de toda la vida. Como Hans vio que no podía competir con la reputación de Imelda, le ofreció casarse con él. Hans es el único del pueblo que lee con frecuencia y es asiduo de la Taverna de la Parada. Le interesa más la historia antigua y la veterinaria que la medicina. Es sarcástico y racionalista. Imelda es pálida y tímida, y en ocasiones sufre estraños trances. La hija en común, Ilyana, es aun más estraña, y se dice que ve el futuro.

- Milo la Cabra: un ermitaño algo chalado que vive en las montañas. Milo sólo baja al pueblo una o dos veces al año. No se lava nunca, tiene barba de chivo y habla sin parar incluso estando sólo.  Es el mejor escalador y pastor del valle.

- Otto el leñador, siervo fugitivo: Otto ha llegado a Waldburg huyendo de la justicia del conde, que le condenó a muerte por cazar un ciervo para su familia hambrienta. Todos en el pueblo lo saben y le ayudan. Otto está ahorrando para traer consigo a su mujer y sus hijos. Tiene mucho miedo a que alguien lo delate.

- Pantuflo Cuentaovejas, tripudo y sonriente: patriarca del clan mediano. Su buen carácter y su generosidad le han ganado el respeto de los locales. Es el segundo más rico (tras Gruber). El hecho que es el mayor contrabandista de la región es como un secreto a voces. A Dieter le encantaría pillarle. Su mujer es una auténtica amazona (monta un poni). Sus hijos, los pillastres locales.

- Bertold Muller dueño de la posada local: Es devoto, abstemio y vegetariano. El alcalde le ha prohibido que toque el laúd en el pueblo, pues sus canciones deprimen a todo el mundo. Toca tan bien como un elfo. A veces se va al bosque a expresar su arte, y los ecos que trae el viento rompen el corazón a los viajeros. Tiene dos hijos que trabajan en la posada.

- El padre Daestan, curita cañón: el capellán del pueblo. Es todo lo contrario de su amigo Muller: bebedor, jaranero y mujeriego. Las malas lenguas aseguran que más de un niño del pueblo se le parece.

NUEVOS PNJS:

- Como van apareciendo personajes no jugadores como setas en un día de lluvia, iré poniendo aquí una relación de los mismos:

frau Sprecht, frau Nibbels y frau Roedinger: tres viejas chismosas.

- Johann SIEGEL y Karol SHUSTER: Pastores conocidos por Albrecht. Pese a no ser parientes, son extraordinariamente parecidos físicamene. SIEGEL es un bocazas. SHUSTER el que manda.

- JORGEN Pratzen: Joven del pueblo. Ha sido seleccionado para la guardia del barón Eisenhoff. Pronto irá a unirse a su unidad. Su padre quizá no esté de acuerdo.

- Señor BRUEGEL: Herrero del pueblo. Buenas relaciones con Otto, el otro herrero.

- Señor y señora BEGER: Campesinos. Arrendatarios de Dirck von Hassel. Cuidan del hijo de Dirk.

- MEYER Linz: Campesino vecino de Albrecht. Su mujer, Liddi, se ha puesto de parto esta tarde.

AREDHEL: Mujer que vive amancebada con Gruber, el terrateniente.

VECINOS AMBICIOSOS

Tres señores feudales rodean Waldburg con sus tierras:

- Conde Ubald de Werstwarld: Ubald es un guerrero feroz y un gran terrateniente. Se comería Waldburg de un bocado, si no fuera por el respeto que le da el Graf y su preferencia por las tierras de la llanura. Sus caballeros suelen cazar en tierras de Waldburg o pisotear sus sembrados para demostrar su desprecio por los campesinos. Sus dos rapaces hijos son peores que él, y como son gemelos, se cree que cuando muera su padre pelearan como perros por la herencia.

- Barón Arnol de Rutherfer: Arnal tiene tierras rodeadas de altas montañas. Es de naturaleza más cauta que Ubald, su gran rival.  Se rumorea que Arnol, aunque viva en una torre medio derruida y vista con pieles, es más rico que un príncipe de Tilea gracias a oscuros negocios... ¿O es magia negra? Sino, no se explica que tenga tantos caballeros a su servicio. Es astuto y sibilino.

- Condesa Isabella de Blumenfal: Una dama tileana, que se casó con el difunto conde de Blumenfal cuando éste era aventurero errante. Tiene las tierras más ricas, pero le preocupa no dejar ningún heredero (aunque su marido si dejó bastantes bastardos). Elsbeth ha creado una corte llena de sus parientes tileanos, lo que hace que sea visto como un "nido de extranjeros" por los algo cerrados montañeses. Isabella intenta aparecer siempre como una "madre del pueblo".

LA REVUELTA DE ZANNEK.

Aunque los waldburgueses se quejen de las tasas y tallas que pagan, su vida no es nada comparado con lo que pagan los siervos de los valles vecinos. Las peores son las que se cobran sobre la principal riqueza de la región: la lana de las ovejas, cotizada incluso en Aldburg.

Hará quince años, un tal Hans Zannek empezó a ir de pueblo a pueblo criticando que en otras provincias, nadie pagaba tantas tasas por la lana. Que la ley imperial prohibía tales abusos de los condes y barones. Zannek reunió a su alrededor una masa de pastores y pueblerinos indignados. Mandaron cartas al Emperador y montaron actos de protesta, que solian terminar a bastonazos con los soldados de los nobles.

Finalmente, el conde Ubald capturó a diez de los partidarios de Zannek, amenazando de colgarlos si no se disolvía el "sindicato".

La respuesta de Zannek fue muy temeraria. Montó un campamento bloqueando la carretera a Wurtbard en plena feria lanar (el mayor acontecimiento del año) y montó una feria alternativa... ¡Sin tasas locales, solo las imperiales! Éstas se entregarían al conde elector y al emperador a cambio que Zannek se reuniera con el primero y pudiera denunciar los abusos locales.

Ubald reaccionó con rapidez y brutalidad. Consiguió que un sacerdote de Sigmar proclamara que Zannek era un agitador al servicio del Caos, y sus seguidores, cultistas malditos. Luego reunió sus caballeros y atacó la "feria alternativa". Los nobles lo llaman la batalla de la feria. Los campesinos el deguello de Zannek. Hubo docenas de muertos y heridos. Como burla, los soldados del conde raparon los muertos y prisioneros y lanzaron su pelo a las pilas de lana de oveja... 

Dos días después, llegó el conde elector y se encontró una veintena de cabezas en la puerta de Wurtbard. Una de ellas, se dice, era la de Hans Zanneck, o eso se dice... Su señoría le dio las gracias a Ubald.

Pese a ello, aún quedan algunos zanneckers. Van de pueblo en pueblo denunciando la brutalidad de los nobles y reclamando la libertad para los valles y los pueblos. El descontento crece...

EL MAGO DEL CIELO.

Hace 30 años llegó a los valles un hechicero errante. leía las estrellas, prescribía remedios y preparaba cartas astrales. Era un sujeto enigmático y algo lunático. Como su túnica presentaba Sol y constelaciones, alguien le bautizó el Mago del Cielo.

La tolerancia de los locales ante el excéntrico vagabundo se convirtió en sospecha cuando empezó a vaticinar violentos asesinatos. Al mismo tiempo, empezó a aparecer gente muerta por la ciudad. Despedazada por algun monstruo.

El alguacil local arrestó al Mago. Los asesinatos siguieron (cosa que debió exonerar al cautivo) pero se dijo que seguía usando su magia incluso encadenado. Se preparó una hoguera.

un grupo de aventureros dijo que tenía a la Bestia acorralado y iban a cazarlo, pero al día siguiente, todos aparecieron muertos en un amasijo de carne y sangre.

La noche antes de la ejecución del Mago, éste desapareció de su celda. Horas después, hubo un gran resplandor a las afueras de Wurtbard. Muchos testigos (incluido un caballero) vieron como el Mago destruía con su poder un demonio del abismo. El hechicero recorrió las calles sin que nadie se atreviera a detenerlo y se fue a las montañas.

Se dice que el Mago tiene una torre perdida en algun lugar de las cumbres, y que en ocasiones recibe a extraños con problemas... Aunque no siempre les gustan sus predicciones.

Para saber más de UNO de los dos temas (elegid uno o otro) podéis tirar Sabiduría popular.