Las palabras salen de la boca de Leroy Turner como si hablase para la misma noche. Su mirada perdida no se desvía ni un milímetro de la carretera.
- Mi corazón se rompió hace dos años. Cuando Marnie y yo llegamos a la ciudad desde Nueva Orleans trajimos un montón de esperanzas, pero un coche conducido por unos niños ricos de la universidad me la arrebataron. El coche se dio a la fuga y yo me quedé llorándola en una pequeña habitación de la calle 174. Una noche, fumando en un callejón, se me acercó el mismísimo Louis Armstrong y me dio esta trompeta. Estos italianos que hemos dejado atrás andan tras ella. Les agradezco que me sacasen de aquel lugar. Querían... Querían saber cómo funciona. El "tipo gordo" le pegó un tiro en la cabeza a su compañero justo delante mía y me pidieron que tocase. Dios mío...
En este momento, ya estáis en las inmediaciones del cementerio, y Leroy no se lo piensa ni un segundo: abre la puerta del automóvil y salta del mismo. Él y el maletín dan un par de vueltas en el asfalto y luego sale corriendo hacia la verja.
- ¡Joder! - Exclamó Artie al ver como Leroy Turner se lanzaba del coche en marcha. - ¡Está loco! ¡Carter, frene el coche! - Le dijo a su compañero.
Gumshoe no se tiraría en marcha, esperaría a que Henry detuviera el coche. Tampoco iba a perder demasiado tiempo y Turner no era un gran corredor.
Una vez parados Artie comenzó a seguir a Leroy. Ese hombre había perdido el juicio y no sabía de lo que era capaz. Si finalmente tocaba la trompeta en medio del cementerio, era posible que no solo levantase el cadáver de Marnie, sino el de todos los residentes de aquel camposanto.
- ¡Debemos detenerle! - Exclamó mientras se alejaba a la carrera tratando de alcanzar y placar de ser necesario, a Turner.
Motivo: Correr
Tirada: 1d100
Dificultad: 80-
Resultado: 38 (Exito) [38]
Pisó el freno en cuanto Artie se lo ordenó, y detuvo el coche en seco. Al igual que el detective, abrió rápidamente la puerta del conductor y salió al exterior. Antes de seguir a Gumshoe dirigió una mirada a Anna y Warren para que lo siguieran, y salió disparado tras ellos. Bueno, al menos a la velocidad que alguien de la talla y forma de Henry podía alcanzar...
Según lo que había dicho Leroy, ¿era acaso Louis Armstrong el culpable de la maldición de la trompeta? Ignoraba si era así, pero si lo fuera estarían ante un caso que involucraría a toda una celebridad de la música, y eso daría a entender que los casos en los que trabajaban no se ceñían únicamente a hechos aislados, muchas veces en poblaciones pequeñas o rurales, sino que tejería sus hilos también en las altas esferas. Y en esas esferas el poder aumentaba, su capacidad para hacer cosas como aquella serían inmensas, y dudaba que cuatro personas como ellos fueran capaces de detenerlos. Suspiró quedamente, por ahora nada podían hacer, y de hecho aún debían detener a Turner y tratar de resolver el acertijo que tenían entre manos. Después sopesaría la implicación y las consecuencias de lo ocurrido
Por segunda vez, Leroy Turner es atrapado en plena carrera y cae al suelo.
- ¡Sólo quiero ver a mi amada Marnie! ¡Soltadme! - Vocifera entre lágrimas y abriendo el estuche.
- ¡No hay trompeta que valga! - Le riñó Artie como si fuera un niño. - ¿Es que no ve el peligro que puede suponer tocar una trompeta que resucita muertos en pleno cementerio? - Le preguntó al trompetista.
En ese momento Gumshoe trató de arrebatarle a Turner la trompeta. Esperaba que Henry y Warren se sumaran al forcejeo, pues bajo ningún concepto debían hacer sonar aquel instrumento diabólico en un camposanto.
Tiro algo?
Al igual que Artie, se abalanzó a la acción, pero aprovechando que el detective estaba reteniendo al trompetista se lanzó a por su instrumento. Debían arrebatárselo, si no quedaba otra opción, y evitar que sonara nota alguna de ese objeto maldito. Se negaba a que el horror de la muerte viviente se repitiera mientras pudieran evitarlo. Lo que no entendía es, como bien decía Gumshoe, que aquel hombre no entendiera el peligro que correría. ¿Acaso el amor era capaz de traspasar el velo del más allá, que hasta con su último aliento y absoluta desesperación ese hombre necesitaba volver a verla? Elogiaba interiormente sus sentimientos, pero carecían de toda lógica comprensible para su pragmatismo
Leroy se encoge, indefenso e inmerso en una profunda frustración. Llora desconsolado, sintiendo que ha perdido a su amada por segunda vez cuando Artie le arrebata la trompeta, que produce extraños efectos de luz bajo la luz de las estrellas. Mezclado con los lamentos del joven trompetista, lejanos, suenan algunas sirenas y un fulgor anaranjado delata el incendio producido en otro punto de la ciudad.
- Marnie... Lo intenté. - Se despide Turner, lanzando un beso al aire en dirección al cementerio.
Tiro algo?
No es necesario.
Estamos ante el final de la aventura. Habéis sacado a Leroy Turner de las manos de sus captores y os habéis hecho con la trompeta, impidiendo que el trompetista cometa una irresponsabilidad cegado por sus sentimientos. Os pido que, para cerrar la partida con un epílogo, narréis qué hacéis con Turner y con la trompeta.
Como os dije, esta aventura es un poco diferente. No os enfrentáis directamente con el poder de los mitos, siendo una historia "más terrenal" y sencilla en la historia (aunque para mí, algo más complicada de dirigir). Sin embargo, sirve de antesala para la siguiente partida. Os pido, además, que si queréis continuar en la siguiente me lo hagáis saber por aquí, para saber cuántos investigadores tengo que buscar.
Ver a aquel hombre derrotado de aquella forma le dolió al bueno de Gumshoe. Él no había estado nunca casado, pero si había amado y había perdido. No como en el caso de Turner evidentemente, pero si había sufrido por amor. No podía comprender cómo podía estar sintiéndose aquel pobre hombre, pero suponía que estaba fatal y que su corazón estaba destrozado. Esperaba que el tiempo curase su alma y pudiera seguir con su vida.
Artie le dio el maletín con la trompeta a Warren y Anna, quienes habían llegado con aquel taxi, del cual Gumshoe no sabía su procedencia y casi prefería que siguiera siendo así, pues había provocado un incendio que seguro.que hubiera costado un par de cientos de miles de dólares. Esperaba que no se le relacionara con aquello.
La trompeta debería quedar bajo su custodia en un lugar seguro. Alquilaría una caja fuerte en un banco donde dejaría el maletín. Todo ello mientras buscaba a algún tipo de experto que pudiera desvelar el misterio de aquel instrumento maldito, además de buscar información en todos los círculos de ocultismo que conocia, sobre ese tipo de objetos mágicos con capacidades nigrománticas. Pero desde luego que lo más importante era tratar de mantener aquel poderoso objeto a salvo de quién pudiera utilizarlo con fines peligrosos.
Por otra parte, una vez dejaron a Turner en su casa, regresaron a la oficina para tratar de asimilar lo sucedido. Artie les contó a sus compañeros lo sucedido desde que se separaron. Fueron al funeral, allí estaba Turner, la trompeta sonó y el muerto causó el pánico. Se llevaron a Turner a un lugar apartado, le invitaron a una copa y luego fue secuestrado junto a la trompeta por el asesino de la noche anterior. Le siguieron hasta el almacén y Artie creó una distracción incendiaria, Turner escapó y el resto de la historia ya la sabían.
Warren le contó a Artie y a Henry cómo habían encontrado el almacén y de dónde habían sacado aquel taxi. Cenaron y luego cada uno regresó a su casa. Tenían mucho que asimilar y sobre todo que descansar. Había sido un largo fin de semana.
Carter no estaba convencido de que dejar aquel instrumento en la caja fuerte de un banco fuera una buena solución. Empezaba a pensar que quizá los poderosos se sentirían atraídos por todo lo desconocido que estaban investigando, y un poder como el de levantar a los muertos no era para nada baladí. En cualquier caso tenían tiempo de reconsiderarlo mientras buscaban un lugar mejor, y con las firmas de los allí presentes nadie podría acceder a él (y en caso de que alguno falleciera el resto podrían tener acceso)
-¿Deberíamos investigar a Louis Armstrong? -preguntó, casi al aire, pero levantó la cabeza en aquella oficina de segunda clase y observó con ojos cenicientos a sus compañeros. En cierto modo era algo retórico, pues dudaba que tuvieran la capacidad de hacer algo así a nivel económico. ¿Pero y si estaba ocurriendo? ¿Y si Louis era culpable y estaban hechizando objetos? Le exasperaba no entender lo que trataban, el por qué de cada cosa con la que se iban encontrando -a cuál más extraña-, pero así estaban las cosas. Se dejó caer de nuevo sobre el sofá, como si hubieran sido derrotados a pesar de su temporal triunfo, y se sumió de nuevo en sus oscuros pensamientos...
Al día siguiente, los periódicos hablaron de un incendio en un almacén clandestino donde la policía destapó actividades de una banda de gangsters liderados por el archiconocido en el mundo del hampa, Archie "Boss" Bonato. Él y su banda fueron juzgados, aunque al final sólo pisó la cárcel un tal Little Jimmy, y durante once meses.
El Cielo Azul volvió a abrir sus puertas al cabo de diez días, con pintura y alfombra nuevas, listo para hacer negocio.
Leroy Turner, desdichado y sin su preciado instrumento, acabó sus días completamente loco en un manicomio, tocando en silencio cada noche a una corte cósmica, esperando que su amada Marnie Smeaton venga para llamarlo.
Wester, líder de la banda de las "5 estrellas" y presente en el funeral de su cuñado, os envía varias semanas después, y como agradecimiento por controlar la situación aquel día que el féretro se abrió, un ejemplar del primer disco de la banda. En una de las caras, la del tema "Dead Man Stomp", incluye un solo de trompeta interpretado por Leroy Turner y grabado antes del asesinato de Manusco en el local nocturno.
Años después, y de pura casualidad, os encontraréis con Louis Armstrong en un evento y le comentaréis el tema de la trompeta. Él se mostrará tan simpático como sorprendido ante la pregunta. Oyó hablar de Leroy Turner. Era buen trompetista según le habían contado, pero nunca le oyó tocar y por supuesto, jamás le dio nunca ninguna trompeta.
Con esto ya terminamos. Dejo durante el día de hoy la partida abierta para que leáis el post final.
Os avisaré en breve para el siguiente caso.